Demasiado ayer de Anny F. Uribe

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la reseña de un libro que leí en colaboración con la autora, a 
quien agradezco enormemente el envío del ejemplar en digital, además de permitirme darle publicidad también en mi perfil de Instagram.

Es además la primera vez que leo la pluma de la autora y como ya sabéis, siempre me provoca una especial ilusión el hecho de poder leer y conocer a nuevos autores y autoras a través de sus historias. Por todo ello, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de la novela y os dejo con la sinopsis y mi opinión de Demasiado ayer de Anne F. Uribe:

SINOPSIS

La llegada de una carta remueve los cimientos de la familia Degeneve, una de las más ricas e influyentes de la ciudad de Villaverde. Al recibirla Lucía, un horrible secreto sale a la luz y toda su vida se tambalea al descubrir que su madre, Julia, sigue viva.
Sumérgete en esta historia de amor de época, donde los sentimientos humanos como el amor, el odio, la culpa y el miedo aparecen y desbordan de manera intensa a los personajes.
"Demasiado Ayer" no te dejará indiferente


OPINIÓN


Antes de comenzar con la reseña propiamente dicha, os tengo que informar de que esta es una novela breve y de género romántico histórica. Lo comento porque la portada puede haceros dudar de dónde poder ubicarla, ya que, eso fue lo que me sucedió a mí.

Me gustó mucho el homenaje que se le rinde a la comunicación por carta, ya que, como amante de las letras que soy, he de confesar que siempre me hace especial ilusión recibir misivas. Amén de que el mero hecho de que alguien emplee su tiempo para dedicarte unas líneas es un detalle precioso.

Pero además, esta carta es el desencadenante de toda una trama de misterios ocurridos tiempo atrás y que indican uno de los mensajes más importantes de la novela como es el de que toda acción tiene sus consecuencias. De ahí que antes de actuar debemos pensar muy y mucho cómo vamos a proceder ya que no solo nosotros nos veremos afectados, sino también quienes nos rodean. Al mismo tiempo, con esta premisa, nos recuerda que, en muchas ocasiones, las buenas intenciones esconden tras de sí dolor también y que el hecho de estar "camufladas" bajo un pensamiento positivo no quiere decir que se cree un sufrimiento menor.

Es también una novela romántica muy real. Sobre todo porque hace hincapié en que la existencia del amor romántico dentro del matrimonio es una idea relativamente nueva ya que, sobre todo en los matrimonios de clase alta estos eran meros arreglos, vistos como un acuerdo y transacción más. Y que el amor, cuando llegaba, se producía una vez casados. Justo la situación que vive Carlos, el protagonista de la historia, a quien su madre se obsesiona por encontrarle una candidata adecuada al estatus social.

Pero como digo, también da la consideración al sentimiento que esta merece y por eso, remarca que este es poderoso y aparece en los lugares más inesperados. Junto a ello, establece un doble juego entre opuestos como el amor y el dolor, asociados indisolublemente a pesar de estar en extremos de la misma línea.

No es el único modo en que se incluye el amor aquí, ya que el amor por la familia está muy presente a lo largo de buena parte de las páginas de la novela. Además, de nuevo, lo presenta desde dos puntos de vista diversos - uno mucho menos habitual que otro - y provoca que el lector se pregunte siempre... qué no haría una madre por sus hijos.

Eso sí, no deja de lado el recordatorio de que el hecho de compartir un vínculo sanguíneo con otra persona que sea familia tuya no conlleva el desarrollo de un sentimiento de manera inmediata. Es una relación y como tal, ha de cuidarse y tratarse bien. Al mismo tiempo, recuerda que todas las personas somos humanas y que podemos equivocarnos, además de que miembros de nuestra propia familia pueden caernos mal o no querer perdonar una acción porque esta nos ha hecho mucho daño.

Otro mensaje interesante que nunca está de más recordar es el de que, por mucho que pueda parecer una idea equivocada, conviene de cuando en cuando conceder segundas oportunidades porque, de nuevo, errar es humano y sobre, nadie es completamente bueno ni completamente malo. En no pocas ocasiones las circunstancias juegan un papel fundamental a la hora de decantar la balanza hacia uno u otro extremo. Además de que el tiempo pasa de modo inexorable para todos y es el mejor maestro de vida que se puede tener. 

Por último, no puedo acabar este post sin parafrasear a Shakespeare diciendo que bien está lo que bien acaba.

Como aquí sucede.

¡Muchas gracias por dejarme colaborar contigo!

¡Nos leemos pronto!



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