El libro de los eternos de Héctor Avilán

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a una novela que leí en colaboración con el autor, a quien 
agradezco enormemente el envío del ejemplar en físico y también su paciencia en la espera de la reseña ya que, como habéis podido comprobar por vosotros mismos, me he juntado con multitud de viajeros a la vez - situación que se va a repetir, aviso - y como con ellos sí que tengo un límite de tiempo de lectura, les doy prioridad.

Sin embargo, no me voy a distraer explicando con detalle mis circunstancias lectoras personales y prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de El libro de los eternos de Héctor Avilán:

SINOPSIS

En una mañana de un día cualquiera, Guillermo y J.R, dos grandes amigos dentro de un grupo de adolescentes del vecindario, se encontraban recordando sucesos del juego de béisbol que habían efectuado con los muchachos del barrio vecino el día anterior. En pleno ejercicio anecdótico, se acercó Franki, amigo pícaro e inteligente que tenía la virtud de enredarlos en cuanta aventura él considerara que sería divertida. Esa mañana, gracias a las ideas de Franki, se involucraron en un asesinato que les cambiaría la vida para siempre.

OPINIÓN


Antes de comenzar con la reseña propiamente dicha, he de hacer un par de comentarios al respecto del título y de la portada porque, antes de leer la novela, empecé a crear teorías acerca de su posible significado.

Así, el título me llevó a pensar que se podría tratar de una especie de diario de unos vampiros y/o seres sobrenaturales que habían alcanzado la inmortalidad de algún modo y habían decidido dejar constancia de sus memorias para la posteridad.

Y esta teoría vino apoyada con la portada puesto que me recordó a diseños y grabados presentes en algunos pergaminos medievales, así que aquí, a mi teoría del título sobrenatural, añadí el elemento mágico que siempre le da un toque extra.

Como podéis imaginar, no atiné mucho en mis predicciones, lo cual, por otra parte, es bastante habitual.

En esta novela todo casa a la perfección. Eso sí, he de avisar de que hay que llegar al final de la novela para ver cómo todas y cada una de las piezas ensambla con el resto ya que, al principio, he de confesar que no encontraba relación y explicación por ninguna parte.

Esta es sin duda a consecuencia de iniciar la narración in media res. Un modo poco habitual y arriesgado. Pero que también puede causar muchas satisfacciones.

Por supuesto, el título ya da indicaciones de que sí, el libro tiene elementos sobrenaturales, o que al menos, puede decirse que entran en el límite entre la realidad y las creencias. Sin embargo, este no es el tema más importante. De hecho, hay otros muchos temas dignos de ser mencionados en ella.

De entrada, es un libro muy crítico acerca del machismo. Contemporáneo e histórico. Y eso, como mujer, me gusta. Sobre todo porque demuestra que, a pesar del tiempo transcurrido, la situación está aún lejos de estar resuelta. Por ello, las mujeres continuamos siendo el blanco y las víctimas de la violencia física y psicológica tanto en ámbito doméstico como fuera de él.

Dicho de otra manera y relacionándolo con lo que en estas páginas sucede, las mujeres son las víctimas en un porcentaje mucho mayor de asesinatos, sean conocidas o no por sus asesinos.

Pero, como digo, esta violencia la hemos sufrido las mujeres casi desde el principio de los tiempos porque, aprovechando su situación de poder, muchas de nosotras hemos sido acusadas de brujas o hechiceras según conveniencia y criterio de un agente masculino externo, cuando en realidad, lo único que estábamos causando era el beneficio para nuestro propio sexo, ya que, buena parte de esas curanderas eran en realidad expertas y "médicas" en enfermedades femeninas que sus colegas masculinos ni sabían ni se atrevían a tratar. La consecuencia de esto también es la falta de sororidad que hemos heredado entre nosotras también.

Otro tema relacionado con esto es la contraposición entre las creencias ortodoxas y heterodoxas. Y con este libro se demuestra que, de nuevo, la diferencia enriquece y siempre suma. De ahí que no debamos ver a los diferentes como a nuestros enemigos, sino como otro modo para aprender más. Amén de que nos recuerda que los fanatismos nunca son buenos.

No es el único momento en que la religión tiene cierta dosis de protagonismo porque aquí, además de contraponerlo con la ciencia. Y he de felicitarle en ese sentido por darle un giro de tuerca a la historia de Frankenstein, un clásico de la literatura. ¿Hasta qué punto está bien usar la medicina para curar y dónde está el límite en la experimentación sin caer en el complejo del Dios creador todopoderoso? Con esta y otras preguntas que me llevó a plantearme jugó conmigo para bien. Y no solo de ese modo porque, como he mencionado antes, además de entrelazar dos historias, tiene un final abierto.

Me gustó mucho también que relacionara esos dos conceptos contrapuestos al incluir el libre albedrío y la idea de un plan establecido, sobre todo porque esa lucha de poderes se vuelve más interesante cuando entra en juego la corrupción producida por el poder.

Y por supuesto, destaco como palabra importante a la hora de definir esta novela la de vínculo. Ya no solo porque es atemporal y en cierto modo eterna, relacionándola así con el título de la novela. Un título que nos recuerda que más allá de personas, hay objetos y sentimientos capaces de traspasar la frontera del tiempo, por otra parte.

Y cómo esos vínculos son capaces de conectar a personas que son familia y con la que comparten grupo sanguíneo, pero también a otros con los que no, pero que serían capaces de cualquier cosa por nosotros, como son los amigos. Un precioso canto a la amistad digno de ser destacado.

Un libro breve que os hará pensar y reflexionar en más de un modo y que, al estar abierto podrá provocar diferentes lecturas en cada una de las personas que se aventure a leerlo.

¿Lo hacéis?

¡Nos leemos pronto!


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