Zodiac de Silvia Saez Espert

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy no se corresponde con la reseña de un libro viajero, aunque llegarán más en 
próximas entradas. Aviso.

En este caso, se trata de un libro que leí en colaboración/sorteo con la autora. Es más, en este caso, he de decir que me hizo mucha ilusión participar y no solo ganar porque me pareció diferente a todo lo que había visto en lo que a colaboraciones y reps se refiere.

Y sabéis que, como a mí me encanta apuntarme a un bombardeo, probé suerte... y por eso estamos hoy aquí. Quiero agradecer de nuevo, a la autora, por elegirme entre los comentarios de los participantes y sobre todo también, a su madre. Porque fue la mano inocente que me escogió entre todos y sin la cual no estaría hoy escribiendo esta entrada.

Pero, no me voy a entretener mucho tiempo más y por eso, os voy a dejar con la sinopsis y mi opinión de Zodiac de Silvia Saez Espert:

SINOPSIS

Zodiac. Agua, fuego, tierra y aire. Cuatro zonas de una misma ciudad regidas por viejas leyes que prohíben completamente a sus ciudadanos relacionarse. Y, quizás, ¿alguien dispuesto a romperlas? Maia Lee está perdida. Desde que hicieron su corazón añicos y desgarraron su alma no ha vuelto a ser la misma, y busca desesperadamente algo que le haga volver a sentirse viva; algo a lo que agarrarse para no seguir cayendo por el pozo que su mente ha creado para ella; algo que le devuelva su esencia Piscis que tanto echa de menos, que tanto anhela volver a encontrar. Kai Gordon solo busca cumplir una promesa. Un Sagitario impulsivo, engreído, ambicioso y persistente que haría lo que fuera por encontrar respuestas y que, bajo ningún concepto, se dejaría engañar por esa tontería a la que todos llaman amor. Pero... ¿realmente será capaz de mentirse a sí mismo cuando todo cambie?, ¿cuando comience a pintar para expresar todo lo que su corazón quiere callar? Una coincidencia. Una mirada. Una conexión. Miedo. Ganas. Mariposas. Magia. Y sí, amor. ¿Será eso suficiente?

OPINIÓN

Antes de comenzar con la reseña propiamente dicha, he de advertir que, no importa si el lector está interesado o no en la astrología y en la importancia que los astros y signos zodiacales pueden tener en nuestras vidas porque, si bien el título puede despistar, la realidad es que le da un giro de tuerca bastante curioso a todo ese tema.

Eso no quiere decir tampoco que no se hable de estos temas porque no es así. Al contrario, si lo dijera, estaría faltando a la verdad. Es más, he de confesar que aunque sí que tenía un ligero conocimiento sobre el tema, la realidad es que he aprendido algunas curiosidades y datos interesantes al respecto del zodiaco que desconocía.

Hecha esta aclaración, he de decir que esta novela ha sido toda una sorpresa desde el inicio ya que jamás me hubiera imaginado que se tratara de una distopía. Y si yo, que no suelo tener este género entre mis predilectos os digo que la he disfrutado inmensamente, los entendidos y quienes prefieren este género lo harán mucho más.

Como en todas las novelas distópicas, se nos hace una advertencia de hacia dónde puede ir la humanidad si continuamos comportándonos igual de mal que hasta ahora. Es decir, que aquí también se incluye una pulla. Antes he comentado que las distopías no están entre mis géneros predilectos, pero sí que he darle el crédito y la confianza que merece porque concede en cierto modo a la historia el lugar que merece como instrumento para evitar que la historia se repita.

Sin embargo, parece que va a suceder justo lo contrario y por tanto, parecemos estar avocados a un futuro con regímenes totalitarios que se valen de cualquier excusa o tema para la instaurarlo. Siempre teniendo todos como premisa la misma idea: la de que la diferencia separa y crea enemigos, cuando en realidad, no es así. La diferencia enriquece siempre y permite tener una amplitud de miras y perspectiva que, si se está rodeado de personas muy similares a ti, resultará difícil conseguir.

En este punto he de confesar que, al leer la sinopsis, me imaginé que la sociedad de esta novela sería un poco mágica y que estaría dividida según el elemento que pudieran controlar. Pero nada que ver, debería de haber estado más atenta porque, precisamente esa es la relación entre elementos y el título: agua, tierra, fuego y agua se corresponde con los elementos naturales predominantes en los signos del zodiaco.

En este régimen totalitario sí que he visto algunas características de países del mundo actual. Es un modo diferente de dar el lugar que merece la educación a día de hoy - la cual está bastante denostada y olvidada - si bien con el giro típico de los regímenes totalitarios: marcando y estableciendo diferencias. En este caso, a través de las notas y las puntuaciones obtenidas en la selectividad del futuro.

Por supuesto, el sistema parece idílico y sin fisuras, pero, como suele pasar siempre, en cuanto se rasca la superficie, se descubre que la perfección no existe y que, al contrario, con tal de mantener el "buen" funcionamiento del estado, se ocultan informaciones que "convenientemente" podrían generar polémicas y suscitar dudas al respecto del mismo. O tomar medidas mucho más drásticas como la de separar a dos personas que tienen un amor instantáneo y puro desde el primer instante en que se conocen: la de una madre con su hijo.

La sumisión, por supuesto, es otro de los grandes temas que se tratan e incluyen en esta novela. Sumisión y control a base de férreas normas que, valiéndose del argumento del control de la sociedad para garantizar su seguridad, lo único que hacen en realidad es asfixiarla sin piedad. Y es que, es mucho más sencillo tener a la población controlada cuanto más mayor de edad sea y sobre todo, si se ha vivido y criado en ella.

Pero, a más tiempo pase, las fisuras empezarán a aparecer en el ese grueso muro que es el sistema. Además de que, por supuesto, suelen ser los propios líderes los que interpretan la norma a sus conveniencias, cuando no saltándoselas... sin darse cuenta de que, al final, son ellos mismos los que precipitan ese final.

Y en este sentido, he de decir que me gustó que la novela se ambientara en una España futurista y sobre todo que Maia fuera la chica con mayor puntuación porque así reivindica el rol de la mujer. No solo en cargos públicos sino en posiciones de poder. Denunciando así que las mujeres aún debemos esforzarnos el doble que nuestros colegas masculinos para demostrar nuestra validez en cualquier trabajo y sobre todo, que el futuro tampoco parece muy halagüeño para nosotras en ese sentido.

Otro aspecto que me ha gustado mucho es el de mezclar contemporaneidad con tradicionalismo a través del medio de comunicación que ambos protagonistas usan: las cartas. Y, si bien es cierto que lo hacen porque no les quedan más opciones dadas sus circunstancias, a mí personalmente, una de las cosas que más me gustan en el mundo es la de recibir cartas. Y si son tan bonitas como las que estos dos se escriben... con más motivo.

Tiene una subtrama muy interesante de misterio, con ciertos toques de aventuras que me mantuvo intrigada hasta el final. Sobre todoporque esperaba una resolución positiva.

Pero, si tuviera que decir el segundo gran género presente en esta novela ese es el del amor. Y no solo porque el mensaje principal que he extraído de la misma es el de que el amor todo lo puede, que también. Sino también porque está presente de múltiples y variadas perspectivas.

Es un modo de amor un tanto deformado, pero, en numerosas ocasiones, cuando se instauran regímenes políticos, uno de los argumentos más utilizados es el del amor por el país, al que solo quieren llevar a ser la mejor versión del mismo. Pero, como digo, esto demuestra que todos los tipos de amor, en manos malas y mal entendido, puede dar ese viraje hacia la toxicidad.

Kai, el protagonista masculino, es el mejor ejemplo de que, en ocasiones, no importa el tiempo que pase, los miedos de la sociedad continuarán siendo los mismos y perpetuándose por los siglos de los siglos. De ahí que el miedo a tener sentimientos sea - al menos de inicio - uno de las rasgos que mejor le definen. O mejor dicho, esa falsa y errónea asociación entre tener sentimientos y ser débil, cuando no lo es.

En este caso además, me ha parecido gracioso e incluso tierno el hecho de que se contradijera a sí mismo ya que, lo único que le faltaba era reconocer lo que sentía en voz alta, ya que lo pensaba y sobre todo, lo expresaba en todas y cada una de las palabras que le dedicada a Maia en sus cartas y en cómo se arriesgaban ambos para que le llegara al destinatario. No se suele arriesgar por alguien que nos importa. Y también he de decir que me ha gustado la pullita que lanza al respecto de "escondernos" detrás de un formato determinado - en este caso serían los teclados y las pantallas - para aprovechar ese "anonimato" y dejar caer nuestras armaduras y revelar nuestros verdaderos seres.

Otro comportamiento que, por desgracia, también parece repetirse es el de la falta de sororidad entre mujeres. Comportamiento que debemos mejorar desde ya y dejar de considerar a las mujeres que hay a nuestro alrededor como rivales, especialmente cuando hay un hombre de por medio. Y por eso, apoyarnos más y mejor las unas a las otras y alegrarnos de los triunfos de nuestras compañeras.

Otro tipo de amor presente es el que hace referencia a la familia. En este caso además, muy presente y muy poderoso. Sin embargo, la autora nos recuerda lo fundamental que es cuidar todas y cada de las relaciones presentes en nuestras vidas y que el hecho de compartir un vínculo sanguíneo con otra persona, ha de provocar el surgimiento y desarrollo de ese amor hacia el otro. Aunque, también menciona la idealización que solemos hacer hacia nuestros parientes y que esta nos puede llevar a que los amemos, antes incluso de conocerlos. Idea novedosa que me ha gustado leer.

Junto a esa primera familia, también está la otra. La que se escoge y que, en un contexto como el de una división por elementos, cobra mayor importancia. Tanto uno como otro protagonista tienen la suerte de estar rodeados de familias escogidas que les quieren y que les apoyan en todas las decisiones que toman, a sabiendas de que también están poniendo sus vidas en riesgo y de que su locura podría no salir bien.

Relacionado con esto, me ha gustado que la autora recuerde que, cada uno ha de tener el lugar que merece en la vida de otro y que, por mucho que nos guste, no podemos forzar a nadie a que nos quiera del modo en que nosotros lo hacemos. El amor es libre. Y este libro da buena cuenta y fe de esa idea en más de una ocasión.

Hay también una mención al amor tóxico romántico. Demostrando cuán peligroso puede ser para la autoestima de una de las partes. Ya sabéis cuánto me gusta que se incluyan mensajes de este tipo. Más que nada porque continúan y perpetúan la idea de que también la literatura puede ser utilizada como arma para denunciar esta lacra de la sociedad como es el maltrato, tanto físico como psicológico. Asimismo, pone de relieve que debemos tener mucho cuidado con la manipulación, pues es otro de los rasgos que lo caracterizan también.

Así que, si cualquier lector que se aventure a leer esta historia descubre mientras la lee que algunos de los comportamientos y situaciones que suceden a su alrededor, son similares a las que la autora ha indicado aquí como tóxicos, maravilloso será. E incluso diré, que me sentiré orgullosa de lo logrado.

Junto a ello, por supuesto, lo relaciona con el amor propio. El cual ha de ser siempre priorizado ya que es el amor más importante que tendremos en nuestra vida. Así que no tenemos por qué tener a nadie cerca que intente pisotearnos, hacernos de menos o creer que no somos lo suficientemente buenos hasta el punto de robarnos nuestra autoestima.

Por supuesto, se incluye también una alusión al amor romántico, desde la perspectiva de varias parejas que se crean. Con Dylan, un personaje que me cayó bien desde el principio, incide en la idea de nuevo de que el amor es libre y siempre debe apoyar y facilitar el desarrollo de nuestro verdadero ser. Además, gracias a la preciosa y real - sobre todo hacia el final de la misma - historia de Maia y Kai, el lector se enamorará de ellos, pero también se dará cuenta de que no hay fuerza más poderosa que el amor, por mucho que el odio intente hacerle la competencia.

¡Muchas gracias por haberme dejado conocer tu pluma!

¡Nos leemos pronto!

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