Enredados en el velo: Inframundos II de Ava River

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de otro de los libros viajeros que llegaron a mi 
casa. Y sí, quizás el nombre de la autora y el subtítulo de la misma os suenen porque se trata, ni más ni menos de una bilogía que recibí de manera conjunta.

Como no hace mucho tiempo que publiqué la opinión al respecto de la primera, no voy a repetirme en esta parte introductoria de la misma. Lo que sí que diré es que con ella, conocí la pluma de Ava.

Una vez explicadas, aunque aquí quedaría mejor decir recordadas. las circunstancias de cómorecibí esta novela, no me voy a entretener mucho más y por eso, os dejo con la sinopsis y mi opinión de Enredados en el velo, el segundo volumen de la bilogía Inframundos, escrito por Ava River:

SINOPSIS

Bilogía Inframundos II

Los dioses juegan cartas, druidas y Cazadores tan solo son sus peones, ¿quieres saber cuál es su juego?
Almas perdidas, reencuentros, amor, familia y amistad unido a viejos enemigos y traiciones.
¿Puede ser el amor más fuerte que la muerte o el propio destino?
Adam y Brianna están a punto de llegar al final.
¿Te atreves a saltar al Inframundo?


OPINIÓN

Como ya indiqué en el post de la novela precedente, esta bilogía no es autoconclusiva, sino que se desarrolla y concluye en esta. Muy necesario, por otra parte, dado el final.

Pero no solo por eso, sino porque también, gracias a esta novela, el lector puede comprobar por sí mismo cómo se produce la evolución de todos y cada uno de los personajes principales y secundarios en ella.

Y por supuesto, se aprecian las consecuencias de todos los acontecimientos acaecidos en la primera parte. Apreciadas de una manera muy evidente en los protagonistas.

Sobre todo en Adam, quien ha de emprender su viaje de autoconocimiento y autodescubrimiento. Aceptando su nuevo yo y sobre todo, para darse cuenta de que, en ocasiones, conviene soltar lastre. Bien en determinados temas, bien con determinadas personas. Y en este sentido, me ha gustado mucho el realismo de su recorrido, a pesar de que esta sea una novela de fantasía. Sobre todo porque incide y hace hincapié en que este viaje es largo y duro. Pero también, porque incide en que no solo afecta al implicado principal, sino que también las personas que están a su alrededor sufren las consecuencias.

O dicho de otro modo, los más queridos, son quienes suelen pagar los platos rotos, aunque no tengan ningún tipo de responsabilidad.

En el caso opuesto, ya que la contraposición entre opuestos diferentes, está Brianna. Y con todo lo que le sucede - homenaje sangriento a Edipo incluido - la autora no hace sino recordar que las circunstancias personales y vitales pueden cambiar en un parpadeo... tanto para bien como para mal.

Vuelve a ser un libro muy real porque concede y otorga el lugar que merece a la comunicación. Pilar fundamental y básico de cualquier relación y a la que nunca hay que considerar como un síntoma de debilidad. Al contrario, hay que ser valientes y llevarla a cabo de manera efectiva, porque si no, a la larga ahí aparecerán malentendidos, problemas y discusiones.

Pero también sirve como recordatorio de que la comunicación ha de ser recíproca y sobre todo, que todas las decisiones que tomemos han de ser consensuadas. Porque, está muy bien querer aliviar el sufrimiento del otro, es más, es un perfecto indicador de que el amor que sentimos es generoso. Sin embargo, a veces por querer ahorrar causar un mal, lo que terminamos provocando es otro mal mayor.

Por supuesto, hay temas que se repiten de la novela anterior. Y aquí me estoy refiriendo a la familia y los vínculos.

En cuanto a la familia, vuelven a repetirse las dinámicas y por tanto, se reincide en la idea de que el amor entre los miembros de una familia no tienen por qué ir de la mano del vínculo sanguíneo. Al contrario, es un error en el que incurrimos de manera bastante recurrente cuando lo correcto sería hacer lo contrario. Es decir, no darlo por descontado y sobre todo, cuidarlo a diario, con la importancia que merece.

Y en cuanto a los amigos, he de decir que se han creado vínculos inesperados entre personajes que me han gustado mucho y que, aunque no vi venir, he de confesar que era un shippeo que merecíamos. En este sentido, con la elección del personaje masculino recuerda que, sin importan nuestro aspecto físico, todos podemos convertirnos en héroes de nuestra verdadera historia. Y por tanto, que debemos ser compasivos y practicar el amor propio para con nosotros de manera habitual ya que es el más importante que tendremos en nuestras vidas.

Asimismo, y en este caso, relacionado con el tema de la familia, la autora explica que padre se hace y no se nace. Basta la voluntad de querer a otro para ejercerlo de manera sana. Huelga decir que, me ha gustado mucho la descripción de cómo puede afectar de manera tan positiva el quererse bien a uno mismo. Y cómo ese amor se puede reflejar en los demás, hasta el punto de que no pase desapercibido para otras personas que, durante nuestro período de baja autoestima, nos ignorasen.

Y como podéis imaginar, en este sentido, el vínculo abierto entre los protagonistas se cierra por completo. Si bien no diré el modo en que lo hace.

Me ha gustado que, también contraponga dos temas, a priori tan opuestos como son la historia - una disciplina empírica - y la religión, la cual vuelve a tener un enorme peso en la trama.

Recuerda así un aspecto al respecto de la disciplina que esta tiende a repetirse y por eso, hace hincapié en que debemos aprender de nuestros errores, para continuar yendo un paso adelante, con la seguridad de que no se volverán a repetir. Como historiadora que soy, cualquier mención y mensaje positivo acerca de la misma, siempre es bienvenido. Más, cuando se ha tratado de un modo cuanto menos original en la novela.

Pero, aunque al relacionarlo con la religión, no lo opone directamente, ya que la religión forma parte de las sociedades y por tanto, no se puede desligar de ellas. Fruto de esta asociación - y más cuando los dioses de la antigüedad estaban inspirados en los comportamientos humanos, rasgos antropomorfos incluidos - los dioses también se equivocan. Y, aunque hacen la historia y las historias más interesantes, no siempre conviene que incurran en errores puesto que, como siempre, es el ser humano quien paga los platos rotos.

Así que, la moraleja de esta bilogía es que no se debe hacer nada que pueda ofender a un Dios o una diosa de la antigüedad. Cuanto menos si es una diosa del Inframundo y la Muerte como Morrigan. Quien, como villana muy buena. Aunque, eso sí, he echado en falta en este caso más presencia de mi villano favorito de la serie.

Y por supuesto, es una historia de amor que, en este caso, no usa el hilo rojo del destino sino el velo que los ha unido desde pequeños y que recuerda que el amor es el sentimiento más fuerte y poderoso de todos los que puede sentir el ser humano. Me ha encantado por supuesto, el enlace y alusión con la historia, por supuesto. Pero sobre todo, que enfatice en el hecho de que los cuerpos pueden ser diferentes, pero dos almas afines siempre terminarán por encontrarse y reconocerse.

Porque este siempre buscará y encontrará el modo y el resquicio para aparecer en nuestras vidas, haciéndose valer y ser. Eso sí, siempre que sea un buen amor. Y para ello ha de ser generoso y buscar siempre la libertad del otro, buscando la felicidad y procurando que seamos la mejor versión de nosotros mismos.

La bilogía ya ha salido hacia la siguiente parada.

¡Nos leemos pronto!

Comentarios

Entradas populares de este blog

La invitación de Vi Keeland

Quimeras del pueblo libre: Primer Ciclo La Sombra del ayer I de Laura Collado Moreno

Only work, no play de Cora Reilly