Olvida que antes de Irene Ferb

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de uno de los libros viajeros que llegaron a mi 
casa en estos días. Y sí, aunque os pueda parecer repetitivos, van a llegar más de uno próximamente, así que este mismo inicio va a repetirse en más de una entrada futura.

Esta entrada además, es especial porque, fui yo misma quien pidió que se realizara dicho viaje y mis súplicas fueron escuchadas. ¿El motivo? Porque sabía que esta historia me iba a transmitir muy buenas sensaciones ya desde la portada. Amén de que no conocía la pluma de la autora y tenía muchas ganas de conocerla.

Por todo ello, no me voy a entretener mucho más y por eso, prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Olvida que antes de Irene Ferb:

SINOPSIS

Olvida que antes no es un título, es una contraseña, es la razón que empuja a cada personaje de este libro. Es una pista.
Porque si no olvidas, no avanzas.
Porque todos almacenamos "antes" que acorralan nuestros anhelos y los destierran al olvido.
La organizada Carol presume de tener completamente olvidado su pasado. Una oscura adolescencia que le marcó durante años y le complicó la existencia. Pero ahora es feliz, o de eso hace gala, porque cuando su fantasma del pasado regresa, comprueba que quizás había sitiado con mentiras de hormigón a la verdad.
Y ese fantasma tiene nombre propio y una sonrisa irresistible.
Y va a tener que convivir con él en un espacio muy pequeño, así como diez metros cuadrados. ¡Planazo!
Un viaje a medida para ellos dos solos por el norte de España.
¿Y él?, a él no le cuesta hablar, pero prefiero que le conozcas por dentro.
¿Se reconocerán? ¿Serán capaces de desnudar el pasado para vestir el presente? ¿Se darán esa oportunidad que perdieron? Puede que no, la mentira es mucho más cómoda cuando lleva tanto tiempo grabada.
Un asombroso "road trip" con mucho equipaje: giros, emociones, comedia y superación. Un viaje que, para bien o para mal, les cambiará para siempre.
¿Serán capaces de desnudar el pasado para vestir el futuro?


OPINIÓN

Todo el mundo sabe que las expectativas suelen ser traicioneras por lo alto de las mismas. Pero, este no es el caso y, si bien ha sido en ciertas partes diferente a lo que me había imaginado, la realidad es que mi primer contacto con la pluma de Irene no ha podido ser más satisfactorio.

Es más, pese a ser un libro "grueso" me ha durado un par de días, de tal enganchada como estaba a la historia.

En esta novela conoceremos la historia de Carol y Roa y de cómo pasan los años para que el lector entienda por qué el amor es paciente, pero ha de encontrar el momento y el sitio adecuados ya que, en caso contrario, lo único que generará será felicidad momentánea para después conllevar mucho dolor. Y no sé vosotros, pero, no es eso lo primero que me viene en la cabeza al pensar en una historia romántica. Es, como podéis imaginar una historia de cómo hemos llegado hasta aquí en la que se combinan dos subtramas: una del pasado y otra del presente.

Se parte de la premisa de una chica enamorada del mejor amigo de su hermano mayor desde siempre, lo cual le convierte en alguien prácticamente inalcanzable. Sobre todo porque también están en las antípodas sociales, siendo uno del grupito de los populares y la otra alguien tímido y, que bien puede considerarse como alguien antisocial.

El tiempo ha pasado, sin embargo y en la actualidad, Carol es alguien que ha triunfado, pero que no es del todo feliz. Y sus circunstancias personales contemporáneas sirven para indicar varias verdades que solemos olvidar por tan lógicas como pueden parecer: que todos somos consecuencias de nuestros actos y errores, de los que siempre aprendemos algo y nos han llevado hasta donde hoy estamos, pero también que las personas evolucionamos y cambiamos con el paso del tiempo, de ahí la importancia de las segundas oportunidades vitales, no solo para con nosotros mismos, sino también para con los demás.

Ojo que no digo que haya que perdonarlo todo con premura - es más, la gestión de los tiempos para todo lo que tiene que ver con los sentimientos es otro de los temas desarrollados aquí y que en todas las ocasiones conlleva una conclusión idéntica: cada uno ha de hacerlo como mejor considere ya que, todos somos diferentes. Es más, es esa diferencia la que nos enriquece. De ahí que la estandarización de la psique sería una tremenda estupidez - y aplicar la tabula rasa, ya que eso también sería un error. A lo que me refiero es que no hay que enquistarse en un pasado que ya es imposible de recuperar, sino que, hay que interiorizarlo - especialmente los aspectos positivos y que puedan ayudarnos a madurar y aprender - porque estos pueden resultar beneficiosos para sacar la mejor de nosotros mismos.

Relacionado con este detalle, por supuesto, está también la salud mental, la cual tiene un papel bastante principal en la historia en más de una ocasión y que ha sido uno de los aspectos que más me ha gustado de la novela. Especialmente por la naturalidad y la verosimilitud con la que ha sido incluida en la trama. Contando la cara amable y la cara más difícil y amarga. Y con ello, el mensaje al lector es directo y certero: si tú mismo no sabes cómo gestionarla bien por edad, circunstancias, o porque realmente el problema es que no sabes como utilizar las herramientas disponibles a tu alcance para ello, acude siempre a la ayuda de un profesional. Nadie mejor que ellos para poder ayudarte.

Pero también pone de relieve cuán difícil es con una persona que sufre una enfermedad mental y cómo esta puede ser confundida con otras circunstancias igual de peliagudas y sobre todo, inaceptables en nuestra soledad. De ahí que, con ello, rinde homenaje y manda un mensaje fuerte de aliento y ánimo a quienes conviven con enfermos mentales de gravedad de tendencias agresivas.

No es el único tema "complicado" con el que la autora alza la voz y manifiesta su opinión para según qué cosas. Y de nuevo, me ha gustado que hable de otra de las lacras de nuestra sociedad y que, en cierto modo, si no se identifica a tiempo, puede generar en problemas mentales serios. Y hablo del bullying, con el que hay que tener tolerancia cero. He sentido angustia real al leer algunas de las situaciones y escenas a la que uno de los personajes ha de enfrentarse en el instituto y sobre todo, rabia ante la pasividad de determinados personajes. A quienes identifica como la sociedad cómplice y callada, cuando debería actuar de manera diametralmente opuesta.

Pero, como decía, tras esta interrupción por el gran bloque dedicado a la salud mental, Irene realiza una diferencia fundamental entre lo que es vivir y sobrevivir que, aunque similares, tanto, que de hecho, se confunden, son dos conceptos bastante diferentes. Y por eso, el hecho de que lo recalque con las circunstancias de Carol al inicio del road trip, me ha gustado tanto.

Un viaje que es otra metáfora porque si bien literal es también un viaje de autodescubrimiento y sobre todo, de perdón entre los protagonistas, quienes se verán expuestos a una "convivencia forzosa" por lo reducido del espacio a compartir en la que ambos se darán cuenta de que no se conocían tan bien como pensaban y sobre todo, que lejos de ruidos, terceras personas y lo que es más importante, idealizaciones a un lado, será cuando se conozcan y enamoren realmente. Aceptándose con sus virtudes y con sus defectos.

Porque la idealización nunca es buena ya que nadie es perfecto y eso genera desilusión, insatisfacción y tristeza, ya que nunca será colmada. Amén de que la convivencia es la que realmente permite conocer a las personas y sobre todo, porque incide también en el aspecto de que, quien bien te quiere, lo hará libre... si bien es cierto que, precisamente es esa libertad combinada con el afán de querer lo mejor para el otro - sin consultarlo con la persona implicada - es la que genera ese sufrimiento.

No es este el único tema importante que se desarrolla en esta pedazo de historia.

Así, como podéis imaginar, la comunicación es bastante importante. Y de nuevo, con este tema, concede la importancia que merece a la palabra. Bien escrita, pero sobre todo, hablada. La comunicación, de manera efectiva, ha de ser siempre practicada como un pilar básico para que una relación tenga visos de duración en el tiempo.

Y, desafortunadamente, no suele ser un comportamiento muy habitual porque la identificamos como un síntoma de debilidad y exposición ante el otro. Y es tal el miedo que nos provoca que, preferimos denudar nuestro cuerpo antes que nuestro alma.

De ahí que, por tanto, en no pocas ocasiones, preferimos relaciones puramente sexuales que no vayan más allá de la cama porque esa es nuestra zona de confort. Olvidando que, en no pocas ocasiones, el sexo forma parte de las relaciones entre las personas y que la intimidad de la cama puede ir, poco a poco ganando terreno a otras esferas fuera de la misma. Justo lo que le sucede a una pareja secundaria.

Sin embargo, no quiero que penséis que esto criticando las relaciones de estas características. Al contrario, no lo hago y nadie que no sean las personas implicadas en la misma tiene por qué meterse en la vida de los demás. Y mientras ambos lo tengan claro, nadie debe opinar al respecto. Solo indico que, como en tantos y tantos aspectos de nuestra vida, a veces conviene salir de nuestra zona de confort porque, la recompensa merece la pena.

Por último, con este viaje se juega de nuevo con la idea de que son las personas las que hacen un hogar y no los lugares en los que vivimos... si bien es cierto que hay sitios que, al sacarnos lo mejor de nosotros mismos, también se convierten en casa.

Las relaciones familiares también están muy bien descritas en esta novela. Y he de decir que, al principio de la historia, Alberto no me convencía. Lo veía demasiado despreocupado y sobre todo, demasiado inconsciente de todo lo que había provocado. Y por ahí no era mi persona favorita. Sin embargo, como he dicho antes, yo misma he aplicado este aperturismo y concesión de segundas oportunidades y he visto que, hay mucho más allá de lo que era a simple vista. Y por personajes como este, la historia del pasado es tan importante.

Amén de que, como suele suceder en muchas ocasiones, las apariencias engañan y esa despreocupación e indiferencia en realidad no son otra cosa que una fachada con la que ocultar su verdadero yo. Y el hecho de que asuma las riendas de su vida, su parte de culpa y sobre todo, que se pedir perdón, me ha gustado mucho. Especialmente he disfrutado del hecho de que haya encontrado a la horma de su zapato... la cual estaba mucho más cerca de lo que había imaginado.

Las relaciones familiares también son una más de nuestras vidas. El problema es que las damos por descontadas y pensamos en no pocos casos que, solo por el hecho de compartir grupo sanguíneo, el amor ha de brotar o generarse de manera espontánea. Y al contrario, como cualquier otra relación, ha de cuidarse a diario y darle la consideración e importancia que merece.

La paternidad es dura y padre y madre, no se nace. Se nace. Pero recuerda que siempre ha de ser una decisión muy meditada y sobre todo, que por tanto, no debe tomarse a la ligera. Al contrario, hay que ser muy VALIENTES a la hora de dar el paso, porque es una relación y compromiso que durará toda la ida. Y especialmente hay que tener en cuenta que los niños no han de ser maltratados o usados como arma arrojadiza una vez una relación se rompe.

Y por supuesto, es una historia de amor en la que he disfrutado muchísimo con los amores de Carol. De entrada, recuerda que este sentimiento es mágico. Y de hecho, hay un alto componente de magia en esta novela, combinada de una manera magistral con el destino y con la idea que plantea que todas las personas que aparecen en nuestras vidas tienen un por qué.

Es un canto a los primeros amores y sobre todo, al tremendo impacto que estos tienen en nuestras vidas. Hasta el punto de servir de vara de medir y de punto de referencia para el resto de relaciones sentimentales que tendremos. Advirtiendo incluso que, a veces, algunos no se superan.

En este caso, he de decir que he adorado el personaje de Diego, en todas sus versiones. De joven porque era mucho más maduro que el resto de los chicos de su edad, demostrando así que la madurez tiene que ver con la personalidad y no con una edad determinada y porque es justo la persona que Carol necesitaba para empezar a valorarse como debe, ya que estaba en una espiral de baja autoestima - acrecentada por sus circunstancias - que no le estaba haciendo demasiado bien.

Pero también en su versión madura porque acepta el rol que Carol quiera otorgarle en su vida, sin exigir o pedir nada a cambio. Y es que ese es el mejor buen amor que pueda existir porque, no se puede obligar a nadie a que nos quiera como nosotros lo hacemos, ya que es una utopía.

Y además, es un homenaje y una preciosa historia de amor que enfatiza y rinde homenaje al hilo rojo del destino, el cual conecta a dos personas... en este caso quizás demasiado pronto y por eso, su lazada se bifurca y se anuda en exceso pudiendo llegar a pensar que estaba maldita. Pero nada que ver, el amor es paciente y sabe encontrar su espacio, su momento y su lugar y demuestra que es fuerte, pero no todopoderoso, por lo que solo funcionará si ambas partes se quieren bien y están dispuestas a querer bien al otro. Pero también si van en la misma dirección.
Porque el amor realmente en lo que consiste es encontrar el mejor copiloto de esta travesía de este trayecto que es la vida.

Me ha gustado mucho este primer contacto con tu pluma, Irene. Y por tanto, a vosotros no puedo hacer otra cosa que recomendarlo.

Huelga decir que quiere leer lo más pronto posible las historias de Alberto y Diego porque estas pequeñas píldoras informativas aquí incluidas me resultan insuficientes. 

¡Muchas gracias por echar a volar este viajero!

¡Nos leemos pronto!


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