Tú, tan lejos de Úna Fingal


¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a una opinión que tuvo que ser retrasada por las oposiciones, 
no por falta de ganas.

En este caso, sí que conozco la pluma de la autora gracias a una lectura previa y, aunque histórica, no está ambientada en la misma década y siglo que esta. Así que es como si la leyera por primera vez. Junto a ella, la otra era mucho más cómica que esta que nos ocupa aquí hoy. Y, como sé que el sello y la casa editorial siempre me trae buenas alegrías, sabía de antemano que la iba a disfrutar.

Sin embargo, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de esta publicación y por eso, os dejo con la sinopsis de Tú, tan lejos de Úna Fingal:

SINOPSIS

En 1925, Eloísa Montfort, una joven de pasado inconfesable, abandona Barcelona para acudir a trabajar a una casa señorial conocida como Fontrubí, ubicada en Lira, en el Valle de San Narciso en pleno corazón de los Pirineos. Allí vive la cruel experiencia de ser vituperada y menospreciada por la señora y su hijo.

Un terrible misterio planea sobre los habitantes de Fontrubí, una perturbadora desaparición, infamias ocultas, celos y envidias, convivir con extraños y fantasmas personales, asuntos sin resolver. Secretos vergonzosos bajo la alfombra a punto de salir a la luz…, y las reglas de la doble moral. Son las claves que llevan a la protagonista a vivir una experiencia turbulenta, angustiosa y plagada de sinsabores.

Cuando Eloísa y Thomas, el médico, se enamoran, su relación pasa a ser prohibida bajo el parecer de la mayoría. ¿Por qué? ¿Lograrán el amor y la pasión abrirse camino entre tanta dificultad?

Una novela que te acercará a lo más profundo del corazón y la mente humana, donde podrás descubrir la raíz de la bondad y la mezquindad, y pasear por el esplendor de una belle epoque que no quería ver la miseria bajo sus pies.

OPINIÓN

Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de decir que, pese a ser una gran amantes de la novela histórica romántica, no he leído muchos libros ambientados en la belle epoque. Así que aquí se produce la primera sorpresa.

Es una novela breve que, desde el principio cuenta con una ambientación de lo más misteriosa y tenebrosa y eso provoca unas condiciones de lo más favorables para que el lector sienta su embrujo y quiera seguir leyendo.

Un lugar que tiene muy mala fama y que es una perfecta metáfora de la vida de la protagonista, quien tampoco goza de muy buena opinión social. Y con ello recuerda cuán difícil es deshacernos de una mala opinión, sea cierta o no. Dificultad que se triplica en el caso de las mujeres; enviando así el primer mensaje feminista de la historia y que aplaudo a rabiar. Un comportamiento que no ha evolucionado tanto desde el momento en que transcurre la historia y el actual

Conoceremos la historia así de Eloisa, quien llega a esa mansión para ejercer de institutriz de Cristina, la hija de la familia. Que tiene necesidades especiales. Y así, de nuevo, recuerda y hace ver cuán duro es la crianza, tenga o no ese tipo de necesidades. Sin embargo, recuerda también cuán necesitados de cariño y de amor están y por eso, no tienen problemas para demostrarlo en público apenas lo sienten a su alrededor.

Y en este sentido, me ha gustado mucho, no solo el lugar de los cuidadores de estos niños, cuyo rol suele pasar desapercibido y se da por descontado y que sustituye en no pocos casos a la figura paterna y materna, sino también porque ejemplifica muy bien que el amor entre los miembros de una familia no tiene por qué darse por el mero hecho de que compartan un vínculo sanguíneo. Al contrario, ha de cuidarse y darle la importancia que merece porque son de las relaciones sentimentales más importantes de nuestras vidas.

También, tiene una muy buena ambientación histórica porque refleja no solo que la sociedad está a mitad de camino entre la antigüedad y la modernidad fruto de su tiempo sino que este punto intermedio aparece en las mentalidades y actitudes de algunos de los personajes principales de la misma. Como por ejemplo Ernesto, quien intenta sobrepasarse con ella y que, de nuevo, es otro canal para denunciar el machismo de la época y que es otro aspecto donde no hay mucha evolución al respecto porque, aún hoy existen hombres que consideran a las mujeres como meros objetos que poder utilizar a su antojo para lo que les venga en gana - más si son de menor consideración social o les acompaña una mala fama - tan solo por el hecho de tener una posición de poder.

Que su personaje me dio mucho asco, huelga decirlo, pero también he de decir que aplaudí su inclusión porque, una vez más, la autora alza la voz y usa la literatura como un arma de denuncia de los aspectos más feos de nuestra sociedad. Así que, si algún lector lo sufre y hasta ese momento no se ha dado cuenta de que eso de normal tiene nada, bravo. Y gracias, por supuesto.

No es tampoco el único homenaje incluido al poder de la literatura y, en consecuencia de las palabras. Porque estas, desgraciadamente, se las lleva el viento y se olvidan. Y para evitar precisamente que eso suceda, debemos dejarlas por escrito. Así que esta acción aquí incluida me ha parecido de lo más acertada. Más cuando se descubre todo lo que sucede aquí.

El otro ejemplo es el señor Ward, un obrero de buena consideración gracias a su profesión de médico, pero al que también hacen de menos por no ser de buena familia. Es quien termina ser el interés amoroso de Eloisa, si bien es cierto que, desde ese primer encontronazo que tienen hasta el desarrollo de su trama, creo que el surgimiento de ese amor es precipitado.

Sin embargo, también sirve para indicar cuáles son de los aspectos más importantes en los que se han de basar una relación: la comunicación y la confianza. Porque si no, está abocada al fracaso.

Esta diatriba incluida y narrada por los personajes está muy bien narrada porque, cuesta confiar en los demás cuando las circunstancias y las relaciones precedentes no han sido del todo sanas; demostrando así el profundo impacto que estas tienen a la hora de servir como vara de medir y punto de referencia para las posteriores. Perpetuando así y dando por válidas, determinadas actitudes que no lo son. Ni antes ni ahora.

Amén de que se considera la confianza como otro modo de narración de la exposición para con los demás. La cual siempre da miedo y se considera un síntoma de debilidad. Cuando es al contrario, solo quien es verdaderamente valiente, se atreverá a mostrarse tal cual es frente a las personas que quiere dejando a un lado su baja autoestima o carencia de amor propio. El cual es uno de los principales problemas de nuestra sociedad, heredado de las precedentes. Y, si este es un buen amor, nos aceptará y nos querrá como somos. Pero sobre todo, libres.

Por eso, de nuevo, es tan importante la comunicación como he mencionado antes. Y sobre todo, recordar también que, la falta de comunicación o la ocultación de la misma - aunque creamos que es para evitar el sufrimiento de la persona amada - es también un fallo enorme. Y una actitud muy común. Convirtiendo así en una novela muy real.

Y hablando de realismo, lo contrapone de una manera directa, real y metafórica con el tema de los fantasmas y el ambiente misterioso. No solo porque recuerda que todos tenemos nuestros fantasmas y demonios con los que cargamos y que no solemos mostrar a los demás, haciendo hincapié así en la idea y en lo fundamental que es la empatía en nuestra sociedad, que también. Sino porque, a pesar de ser amante de los misterios, lo sobrenatural y los fantasmas del más allá, sé de buena tinta que, quienes dan verdadero mente son los que están vivitos y coleando aquí, en el plano terrenal.

En ese sentido, tengo que decir que no esperaba para nada el desarrollo de los acontecimientos y dicha trama. Y que me dio verdadero miedo, pero el asco que me produjo saber la verdad y descubrir el grado de participación de los implicados. Donde, como casi siempre, las mujeres solemos ser las principales perjudicadas y responsables.

De ahí que esa última crítica a la sociedad y a su comportamiento voluble, fiel reflejo del amor e interés que se siente relacionado con el dinero y el buen estatus, no podía no dejarlo estar. Ya que, de nuevo, parece que el tiempo no se detiene y la memoria es muy selectiva cuando se habla de estar cerca de los poderosos. Una muestra más de cuán mal hemos aprendido los valores que han definir nuestra vida.

Y por último, como no podía ser al tratarse de una novela romántica, hay alusión al buen amor, el cual es paciente y espera, pero también es sabio porque sabe encontrar el lugar y el momento adecuados para su desarrollo. Y se viva libre, lejos de cadenas que nos aten al pasado, pero también de fantasmas creados por los demás o por nosotros mismos cuyo único objetivo en la vida es conseguir que seamos infelices.

Y la infelicidad es un estado que sí que da verdadero miedo.

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

¡Perdón por el retraso en la publicación de la opinión!

¡Nos leemos pronto!

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