Cuando te vi de Beca CTV

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy se corresponde con la opinión de una novela que leí en colaboración con la 
autora, a quien agradezco enormemente el envío del ejemplar en digital. Además, en este caso es una primera vez para mí porque no solo conozco su pluma, sino porque también participo en una dinámica que pone en contacto a escritores y a bookstagramers.

Experiencia que he disfrutado tanto que, no descarto volver a inscribirme en futuras ocasiones.

Pero, vamos a centrarnos en lo que aquí importa hoy y por eso, os dejo aquí y ahora con la sinopsis y mi opinión de Cuando te vi de Beca CTV:

SINOPSIS

Samanta no quiere perder a Raquel: esa persona con la que ha crecido y ha compartido todo desde que tiene memoria, es por eso que siempre cumple todos sus deseos, porque no quiere perderla.

Huego... es el hermano de Raquel y por ironías de la vida es su compañero de baile y su punto débil, querer y no poder, poder y no querer... Debe alejarse de él ¿podrá hacerlo?

¿Amor, amistad, deseo?

Quién es Sebastián ¿y por qué estoy dudando?

Traición, lágrimas, poder.

Elige Samanta, solo tiene que elegir.

OPINIÓN

En esta novela conoceremos la historia de Samanta, una adolescente que está en pleno descubrimiento de sí misma. Y como tal, representa bastante bien la encrucijada vital y personal a la que todo el mundo que hemos pasado por esa época y fase vital, nos hemos tenido que enfrentar.

Es por tanto, una historia y un viaje de autodescubrimiento en el que la autora usa y utiliza a su personaje principal para enviar una serie de mensajes muy poderosos y necesarios en nuestra sociedad. Así, me ha encantado el precioso homenaje que se le rinde a las palabras como medio de comunicación y expresión. Para con nosotros mismos y para con los demás, asignatura pendiente que muchos de nosotros tenemos, precisamente por el miedo a la exposición y al juicio por parte de los demás.

Temor muy bien desarrollado en la edad adulta, pero aún más en la etapa adolescente, donde estamos a mitad de camino entre la etapa adulta y la infancia. Punto en concreto donde iniciamos un viaje de autodescubrimiento, como bien realiza ella en las páginas de esta historia y donde empieza a decidir qué quiere y qué no quiere hacer con su vida.

Incluso rebelándose en algunos momentos en los que se ve y se siente que no es dueña de sí misma. Porque sí, durante buenas partes de la novela se plantea a Samanta como un personaje débil, si bien yo no la considero así. Es más, tiene más carácter del que pensamos. Solo que, como tímida que es, le cuesta más expresarse.

Su problema, como nos pasa a muchos, es que al no mencionar las cosas en su momento, explotamos. Y ni tan buena es una cosa como tampoco es la otra. Además de que, describe a la perfección un comportamiento muy habitual el de nuestra sociedad, que es el d tratar de agradar a los demás, poniéndonos a nosotros en último lugar. Y eso es un error, además de un síntoma bastante evidente de tener una baja autoestima. Justo como es el caso de Samanta. Que además en este caso, está reforzada - por no decir machacada - por quienes están a su alrededor y que supuestamente deberían de quererla más.

Y un detalle al respecto de esto que me ha sorprendido de la historia es que, a pesar de que estén en el instituto ya quieran tener su vida organizada, llegando incluso a tener organizados sus posibles matrimonios. Y sí que es cierto que en determinadas esferas y ambientes en los que ellos solo se relacionan entre sí, tienden a ser cerrados, pero lo consideré demasiado temprano.

Las relaciones por tanto, son uno de los temas más importantes de esta historia. Recordando y haciendo hincapié en que nunca hay que darlas por descontadas porque todas son importantes y no importa si tenemos vínculo sanguíneo o no con el otro, han de tener y dársele la consideración que merecen. Con gestos y palabras.

Porque padre nace y no se hace, como bien hace ver la autora aquí. Pero también, si bien los amigos son la familia que se elige, tampoco hay que darlas por descontadas o tratarlas mal.

Y me ha parecido interesante este tema porque, es la primera vez que leo una amistad tan tóxica como a que hay entre Raquel y ella. Raquel, es más, representa todo lo que no debe ser una buena amiga y parece que solo es feliz cuando observa el sufrimiento de su "mejor" amiga. Algunas de las situaciones por las que le hace pasar son muy heavies y confirman su personalidad de psicópata.

Eso sí, no solo hay que culparla a ella ya que parece que es algo bastante común en todos los miembros de esa turbia familia. Confirmando así cuán importantes son las circunstancias en las que hemos sido criados para dar como válidos y positivos determinados comportamientos y actitudes que poco o nada son.

Y por eso tampoco la relación con Hugo no es del todo sana, ya que también se asienta sobre unas bases que no soportan todo lo difícil que les pueda venir. Eso, sumado a la época de efervescencia hormonal que tienen y combinados con inseguridades varias... lo que provoca y genera es un clima de desconfianza que les lleva a tener situaciones y momentos parecidos a la felicidad en contadas ocasiones.

Y eso explica que ella se fije en Sebastián, una vez ve más allá de su fachada. Demostrando que en muchas ocasiones somos más que nuestras apariencias, las cuales engañan. Y si bien nos emplaza a que seamos más empáticos para con los demás porque todos cargamos con demonios de los que nos cuesta hablar en público, sí que es cierto que tampoco me creí que fuera tan bueno como parecía.

Era muy fácil ser mejor que los demás, vistos los precedentes a su alrededor, pero la perfección no existe y por eso, tampoco era creíble del todo. Eso sí, admitiré que no vi venir el plot twist para con su personaje y sobre todo, sí que me gustó durante buena parte del mismo ya que sí que representa esa figura válida y necesaria que tanta falta le hacía falta a Samanta; alguien que la valore y le refuerce el autoestima del que anda tan escasa.

Y relacionado con esto, se haba muy y mucho del amor propio. No solo porque Sam carece bastante del mismo, sino porque refuerza esa idea de que, si nosotros no nos queremos bien a nosotros mismos, no vamos a ser capaces de querer a alguien más. Pero sobre todo, que debemos aprender cuanto antes a diferenciar que, el hecho de priorizarnos no es un rasgo de egoísmo, sino un primer paso hacia esa buena consideración de uno mismo.

Si esto no sucede, vamos a ser capaces de tolerar y aceptar de todo con tal de sentirnos amados. O mejor dicho, de confundirlo con eso que pensamos que es amor. Muy bien representada también está esa actitud y ese miedo general de nuestra sociedad a la soledad... como le sucede a ella. Más cuando su pareja también es su amigo y su mejor amiga ha sido su "pilar" de apoyo desde siempre.

Por eso, me hubiera gustado que incluyera la figura de un psicólogo, no solo porque es evidente que Sam necesita esa guía profesional en su vida ya que está muy perdida y confundida - y eso me lleva a decir que está muy bien expresada esa diferencia entre ser listo e inteligente, sinónimos pero no es lo mismo - y junto a ello, también hubiera sido muy interesante su inclusión porque así contribuiría a desmitificar esa imagen negativa que se tiene de estos profesionales. Incidiendo que no hay una edad establecida para ir a ellos, más allá de cuando sea necesario. Reforzando así, de nuevo, cuán importante es la comunicación verbal y no verbal para con los demás.

No esperaba un final así, el cual me ha dado rabia. Sobre todo porque había iniciado un desarrollo de arco argumental esperanzador que se ha interrumpido de manera abrupta. De ahí que la segunda parte sea más que necesaria ya que, si bien es cierto que no hay tiempos a la hora de gestionar nuestras vidas, sí que debemos ser lo suficientemente valientes como para denunciar aquellos comportamientos que no van bien en nuestras vidas, también debemos saber cuándo pedir ayuda sin considerarlo un síntoma de debilidad.

Como bien ha hecho la autora en esta novela.

¡Gracias por querer colaborar conmigo!

¡Nos leemos pronto!

 



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