Siempre hemos sido mucho más de Nair Manuela

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de uno de los libros viajeros que llegaron a mi 
casa en días pasados. En este caso sí que conocía la pluma de la autora porque, de hecho, colaboramos para la lectura del primer volumen de dicha serie. Y me dejó un buen sabor de boca tal, que decidí apuntarme al viajero de la segunda entrega de la serie Valientes.

Pero tranquilos, mis pequeños lectores de entradas, si no habéis leído la anterior, he de deciros que cada libro es autoconclusivo y que, aunque los personajes principales de la novela precedente aparecen aquí porque son todos miembros de la misma pandilla, no es imprescindible la lectura para ubicarse espacio-temporalmente ni saber quién es quién.

Por eso, no me voy a entretener mucho más y os dejo con la sinopsis y mi opinión de Siempre hemos sido mucho más de Nair Manuela:

SINOPSIS

Sara es la chica de las mil sonrisas.
Hugo es el chico de las mil miradas.

Ella valora su amistad por encima de todo.
Él se arriesga y pierde.

Una friendzone peligrosa.
Una amistad que es mucho más.
Un perro especialista en pequeñas traiciones.

¿Serán capaces de enfrentarse a sus miedos, ser valientes y jugar a ganar?


OPINIÓN

Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de hacer un comentario al respecto de la portada. No solo porque es muy bonita, que también, sino porque también representa un momento muy importante dentro de la historia y del cual el lector será consciente una vez la haya terminado. Así que es una de esas portadas inteligentes de esas que tanto me gustan a mí.

En esta novela conoceremos la historia de amor de Hugo y de Sara, en la que se refleja y se narra a la perfección cómo la evolución más natural de una pareja es aquella en la que los miembros de la pareja además de ser amantes también son amigos.

Sin embargo, también ha narrado a la perfección cuáles son los miedos de dar ese paso e ir más allá porque, en el caso de que la relación no funcione, siempre se perderá a una persona importante en nuestras vidas, la cual no solo es un amigo sino también algo más.

Así que el lector puede empatizar perfectamente con una y otra postura en más de una ocasión durante la lectura. E incluso sentir ternura y cierta lástima para con Hugo, ya que, seamos honestos, es muy duro estar en la zona de amigos estando tan profundamente enamorados como lo está él de ella.

El miedo por tanto, contrapuesto con la valentía es uno de los temas más importantes aquí incluidos y narrados. No solo porque sea el subtítulo de la serie, que también, sino porque nos emplaza a que nos atrevamos en todos y cada uno de los aspectos de nuestras vidas. Porque, a veces, el hecho de salir de nuestra zona de confort puede salirnos bien.

Además de que, relacionado con el amor, se cumple a la perfección de que no hay más ciego que quien no quiere ver y por eso, a veces una mirada externa, puede ayudarnos a darnos cuenta de aquello que nos negamos hasta la saciedad. Y es que, en ese sentido, el miedo es el mejor guía para con la cabezonería.

Como podéis imaginar, el sentimiento es uno de los temas mejor desarrollados en la novela. Sin embargo, como se desgrana desde más de un punto de vista, lo desarrollaré un poco más adelante porque, también la pluma de la autora es valiente a la hora de denunciar determinados aspectos y comportamientos que no son del todo buenos y sanos en nuestra sociedad.

Aspectos como por ejemplo el racismo, el cual parece estar sufriendo un rebrote en la contemporaneidad y que es un error puesto que la diferencia enriquece y nunca ha de restar. Sin embargo, aún hoy existen personas ancladas en el pasado que, cuando conocen a otro con determinados rasgos físicos o una nacionalidad determinada, lo rechazan taxativamente. Olvidando ese pequeño detalle que he mencionado antes de la zona de confort.

La familia es otro de los temas importantes de esta novela. Y no solo de la familia de sangre, incidiendo que, no existe un único tipo de familia válida, todas lo son. Pero además, también explica de manera muy coherente cómo las circunstancias en la que hemos sido criados ayudan y mucho a entender cómo determinados comportamientos y actitudes son repetidos y perpetuados. O incluso considerados como válidos o no, ayudando así en la formación y el desarrollo de nuestra personalidad.

Y personalmente, ese es precisamente el motivo por el cual Sara se comporta así para con Hugo durante buena parte de la novela, porque está falta de amor.

Pero también hay otra alusión a la otra familia, esa que se escoge y que no es otra que la que está formada por los amigos. Y en ese sentido, he de destacar a Hugo, que es un gran amigo, si bien es cierto que debería aprender a valorarse un poco más y a no anteponer a los demás, ya que así aquellos que son más espabilados e incluso "malignos" pueden aprovecharse de nuestra bondad.

Es un buen amigo también porque sabe querer bien a todo aquel que está a su alrededor y por eso desea que amen pero que sean libres, la mejor manera de demostrar ese amor. Amén de que es consciente desde el principio que no puede obligar a nadie a que le quieran como él sí lo hace porque eso sería cambiarla. Y ya he mencionado antes lo del cambiar a las personas.

Y hablando de amigos, no podemos no mencionar a otros amigos peludos que forman parte de nuestras vidas y que nos ofrecen en numerosos casos una fidelidad y un amor desinteresado bastante difícil de encontrar en las personas. Son, como no podía ser de otra manera, nuestras mascotas. Y por eso, me ha gustado el rol fundamental de Erik en la misma, ejerciendo a medio camino entre un hijo y un Cupido muy particular.

Es también una novela con un profundo canto a la vida y a aprovechar el momento, porque todo sucede por un motivo y un por qué. Incluso el amor, que aunque poderoso, también tiene su lugar y su momento, de ahí que si no aprovechamos nuestra oportunidad... esta nunca regresará.

Y por último, no puedo no hacer mención al amor romántico porque, como ya he mencionado antes, aparece presente desde dos perspectivas: tanto para bien como para mal. Y en este sentido, es Sara la protagonista y receptora indiscutible de dicho tipo de amor.

Tóxico por una parte porque, como muchos de nosotros, mantiene una relación más de tipo sexual que sentimental, debido a la "simplicidad" de la misma. O dicho de otro modo, no hay ningún tipo de involucración de sentimientos de por medio. Y me ha gustado que la haya incluido como mal ejemplo y sobre todo, para incidir en que también podemos estar enganchados a una relación sexual que poco o nada nos aporte.

Pero que hay que saber distinguir entre querer y amar, porque son verbos sinónimos fácilmente confundidos e intercambiables, aunque bien diferentes entre sí.

Y amar, a veces es duro y significa soltar lastre. Otro modo de demostrarnos a nosotros mismos el amor propio que ha de ser el motor de nuestras vidas, porque solo si nos queremos y aceptamos por completo a nosotros mismos - imperfecciones incluidas - seremos capaces de querer y amar del mismo modo a los demás.

Y por último, no puedo concluir esta novela sin hacer mención a lo que parece ser la tercera entrega de la serie, la cual ha picado mi curiosidad desde ya. ¿Qué habrá pasado entre Lucía y Mauri?

Espero que muy pronto la autora nos dé más información y buenas nuevas al respecto.

El viaje ya ha salido hacia la siguiente parada.

¡Nos leemos pronto!

Comentarios

Entradas populares de este blog

La invitación de Vi Keeland

Quimeras del pueblo libre: Primer Ciclo La Sombra del ayer I de Laura Collado Moreno

Only work, no play de Cora Reilly