En busca de la Bella Durmiente de Nut

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de uno de los libros viajeros que llegaron a mi 
casa en días pasados. Y sí, tengo unos cuantos al mismo tiempo - y los que vendrán - así que este encabezamiento se repetirá más de una vez en estos próximos días.

En este caso, no conocía la pluma de la autora, lo cual ya fue un motivo lo suficientemente potente como para decidirme a leerla, pero además, esta historia como podéis entender según se extrae del título es un retelling de La Bella urmiente, mi cuento clásico preferido, no por la historia en sí, sino por su villana; de las mejores de la franquicia Disney, amén de ser una clarísima referencia a Eris y el mito de la boda de Tetis y Peleo. Y como ya sabéis cuánto me gusta la mitología... era lógico.

Sin embargo, no me voy a entretener mucho más en esta parte introductoria de la publicación, así que, por eso os dejo aquí con la sinopsis y mi opinión de En busca de la Bella Durmiente de Nut:

SINOPSIS

"Si quieres sabiduría, fuerza y amor, tendrás que conseguirlo por ti mismos. Voluntad es lo que te entrego. Voluntad para encontrar tu propio camino"
El príncipe Devan, maldito desde la niñez por haberle sido arrebatados sus dones, quiere demostrar su valía rompiendo el maleficio que recae sobre la princesa a la que aspira a desposar. Pero no estará solo en el viaje, puesto que el misterioso Sai decide acompañarle en calidad de cronista...
¿Podrán ambos conseguir lo que tanto ambicionan sus corazones?

OPINIÓN

Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de hacer un comentario al respecto de la portada que me parece absolutamente preciosa, cual vidriera de las catedrales mezcladas con la decoración de los baldosines del arte musulmán. Así que, de entrada, mi enhorabuena por ello. A la autora por la idea y al ilustrador si es que no son la misma persona.

En cuanto a la reflexión tiene que ver con el género, o mejor dicho, el subgénero de los retelling. ya que ahora está bastante de moda. Y eso es precisamente lo que me escama porque, evidentemente, la literatura es ficción y permite licencias narrativas. Amén de que, es evidente que unas historias se inspiran y se realimentan las unas de las otras.

Sin embargo, eso ha provocado que, usando como punto de referencia, nombres y lugares a veces ni siquiera idénticos a los de la historia original, se ha difuminado hasta tal punto que poco o nada sería un retelling; cuya definición por tanto es la de "volver a contar" una historia modificando algunos puntos e incluso readaptándolo a otro momento de la historia. Y, en mi caso, desgraciadamente, no todo vale.

Esa característica en este caso, no se cumple porque el retelling está muy presente. Eso sí, le ha dado un giro de tuerca mucho más adecuado al tipo de historias que la autora suele narrar.

Es una novela breve, pero está lleno de mensajes. Lo cual demuestra que no importa el número de páginas que una historia tenga, lo importante son los mensajes que estos ocupan y que se pueden extraer y aplicar de la misma.

Aquí, conoceremos la historia del príncipe Devan, quien, en el día de su nacimiento recibiría los dones propios de una persona de su condición. Lo cual nos haría pensar que él sería en realidad Aurora, cuando poco o nada es así, ya que la historia sorprende una y otra vez.

Ese día, sin embargo, todo sale mal porque no recibe ningún don propio de aristócratas ya que un hechicero es el encargado de robárselos y, lo maldice por tanto.

Y con estas circunstancias iniciales la autora lo que hace es poner de relieve en el hecho de que hay que respetar al diferente, porque la generalización es un error. Y es más, es la diferencia lo que enriquece y no lo que ha de separarnos. Por eso, si bien es una historia "atemporal" que sucede tiempo atrás, es un mensaje bastante actual y que nos invita por tanto, a la práctica de la empatía, pero de un modo eficiente, ya que, en no pocas ocasiones, afirmamos a boca llena de hacerlo, cuando no es así.

El amor es un tema muy presente en la novela desde muchos puntos de vista porque, el príncipe Devan lo que persigue una y otra vez de manera incansable es que le quieran. O mejor dicho, que su padre le quiera. Y con estas circunstancias, de nuevo, son varios los mensajes que se pueden extraer de estas circunstancias.

La primera es que no podemos obligar a nadie a que nos quiera como nosotros queremos hacerlo, porque eso coartaría nuestra libertad. Y para querer bien a alguien la prioridad es que siempre se haga de modo libre.

Eso sí, también recuerda de manera muy necesaria que, para querer bien en cualquier tipo de amor, primero hemos de querernos bien a nosotros mismos porque, si nos olvidamos del amor más importante de nuestras vidas, lo que a la larga terminaremos haciendo será consintiendo determinados comportamientos, actitudes y acciones que, poco o nada son sanos y que, la consecuencia última será que nos olvidemos de nosotros mismos.

Junto a ello, recuerda que, si bien es un detalle que damos por supuesto, el amor no brota ni surge de manera espontánea entre los miembros de una familia. Este, como en todas las relaciones importantes, ha de cuidarse y respetarse a diario. Al menos si así lo consideramos porque, se cuecen habas hasta en las mejores familias y no es todo de color rosa. Relacionado con esto, por tanto, se encuentra el hecho de que, de manera bastante habitual, olvidamos que la riqueza está asociada con las posesiones materiales. Cuando no es así, no es más rico quien más tiene porque la verdadera riqueza reside en las pequeñas cosas de la vida.

Además, describe bastante bien cómo nuestros padres son nuestros primeros héroes y que por tanto, también serán nuestro punto de referencia y modelo de inspiración vital. De ahí que uno de nuestros primeros objetivos vitales, como perfectamente describe Devan, sea conseguir su aprobación y que nos convirtamos en motivo de orgullo. Olvidando que, si el amor de nuestros padres es sano, está grabado en su psique.

Existe por un tanto un viaje de autodescubrimiento literal y metafórico cuyo objetivo será despertar a la Bella Durmiente y conseguir así, no solo la validez a sus ojos, sino también, a la de su padre; que es más importante.

Y, como se va a convertir en un héroe, es fundamental que haya alguien que le acompañe para contar y narrar sus aventuras. Aquí es donde aparece Sai, de quien siempre sospeché que era más de lo que parecía y aparentaba. Si bien es cierto que me sorprendió descubrí la verdad. Mentiría si os dijera que lo descubrí porque no es así.

Me ha gustado mucho con la Bella que la autora critique el machismo de nuestra sociedad desde diversos puntos de vista porque, critica cómo el rol de la mujer ha sido convenientemente opacado o convertido en secundario a lo largo y ancho de la historia, convirtiéndonos en damiselas en apuros y pasivas en la espera de ser rescatadas por un príncipe salvador. Cuando no es así.

Es necesario por tanto, la inclusión de más mensajes como estos para, de nuevo, convertir la literatura en un arma de denuncia y no solo en un mero entretenimiento. Más que nada porque esa espera pasiva, lo que en realidad esconde es otra ausencia de amor propio. Fundamental para ser felices en nuestras vidas.

Junto a ello además, critica también la práctica total ausencia de mujeres en cuotas de poder, perpetuando así una vez más que, no somos lo suficientemente válidas para ejercer argos de este tipo, de nuevo incierto. Además de eso, en este caso, me ha gustado también que haya dado el girito de la historia original en favor de la sororidad porque, debe ser también uno de los leitmotiv de nuestra sociedad. Es decir, que las mujeres debemos apoyarnos más entre nosotras en lugar de enfrentarnos y convertirnos en villanas las unas para las otras. Si esto sucediera más a menudo, todos seríamos más felices.

Además de todo ello, se habla del amor sano, ese que aparece cuándo y dónde menos se le espera. Por más ciegos que estemos o reneguemos de él, o mejor dicho de la idea que nos hemos creado del mismo. Porque el amor es el primer paso hacia la libertad y solo siendo libres podremos aceptarnos, valorarnos y sobre todo, querernos de buen modo. Aspectos fundamentales para así ser felices.

Idea, sentimiento y estado que ha de ser siempre el motor de nuestras vidas.

El libro ya ha salido hacia la siguiente parada.

¡Nos leemos pronto!

Comentarios

Entradas populares de este blog

La invitación de Vi Keeland

Quimeras del pueblo libre: Primer Ciclo La Sombra del ayer I de Laura Collado Moreno

Only work, no play de Cora Reilly