Las cosas de P de Margotte Channing

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy es de esas que tuve que posponer a causa del proceso de oposición que puso 
del revés toda mi vida este año. Y en este caso en concreto, tenía muchas ganas de compartirla con vosotros porque, la autora salió de la zona de confort... con los riesgos que eso supone.

Agradezco, como siempre, el envío del ejemplar en físico y que siempre me tenga en cuenta para permitirme adentrarme en su imaginación.

No puedo decir que no conozco su pluma ya que no es así. Es más, podría decirse que la he leído en más de una manera diferente, pero sí que diré que, en este caso es como si la conociera de nuevas porque, es la primera vez que ella y yo nos embarcamos - de modos opuestos - en la comedia romántica.

Por eso, no me voy a entretener mucho más y os dejo con la sinopsis y mi opinión de Las cosas de P de Margotte Channing:

SINOPSIS

Cuando P se ve obligada a volver a ver a Ramiro, el amigo de su hermano mayor, se da cuenta de que jamás ha superado lo que sentía por él a pesar de cómo la trató cuando ella solo era una tímida y apocada adolescente.
Pero lo malo no era que el muy asqueroso estuviera más sexy que nunca, sino que su presencia provoca que ella descubra la red de traiciones y secretos que la rodean y de la que nunca había sido consciente.


OPINIÓN

Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de hacer un comentario al respecto de la portada. Porque considero que no le hace justicia a la historia que se contiene en estas páginas. Una historia que me enganchó por completo y que me leí de una sentada. Esa es la magia de la pluma de la autora.

Y sería novedoso pero, en mi caso, en lo que respecta a ella no es así ya que, todas las novelas que he leído escrita por la magia de sus manos... me han durado un rato.

En este caso, conoceremos la historia de P - cuyo nombre no revelaré para no hacer spoilers, amén de que a la protagonista no le gusta pero a mí me parece precioso -. Una mujer periodista y reportera. Profesión que no está elegida al azar porque, precisamente, uno de los mensajes más importantes de esta novela es precisamente el poder que tienen las palabras. Tanto para bien como para mal.

Trabaja en un programa de radio y es exitosa y triunfadora. En apariencia porque, la realidad es que tiene una autoestima muy baja. De ahí que por eso pienso que prefiere que solo se escuche su voz antes que se le vea también. Y un segundo mensaje importante relacionado con ella es el que indica que, a veces las apariencias engañan y que por tanto, no debemos prejuzgar o estereotipar a los demás sin conocerlos porque, en ocasiones, esas primeras impresiones son engañosas y sobre todo que, todos tenemos unos demonios con los que cargamos y que no compartimos para con los demás porque el miedo a ser juzgados y expuestos es enorme.

De ahí que debamos ser más respetuosos y empáticos para con los demás. Y especialmente con aquellos profesionales que deciden trabajar de cara al público. Evidentemente, todos tenemos nuestros inicios y son difíciles para todos y además, no siempre tenemos toda la energía del mundo para desempeñar nuestro puesto de trabajo y asumir que gustemos a todo el mundo es una utopía. Pero eso es excusa ni impide que el respeto y la empatía no sean puestos en práctica de manera más a menudo.

Relacionado con la baja autoestima, uno de los principales culpables de esa consideración es Ramiro, el personaje masculino protagonista de esta historia. El mejor amigo de su hermano y su primer amor.

Y con estas circunstancias, la autora hace hincapié en la importancia y el impacto que tienen nuestros primeros amores en nuestras vidas. Para bien o para mal. Porque establecen prototipos, patrones y comportamientos que pueden ser sanos o no en nuestras vidas, además de servir de vara medir y comparación con las futuras relaciones importantes que llegarán.

Relacionado con esto también critica el bullying, una de las lacras contemporáneas de nuestra sociedad y que es un problema mucho más serio del que podría parecer a priori. Llegando incluso a provocar el suicido en los casos más extremos. Aquí no, pero es el origen y la explicación de esa baja autoestima de P. De ahí que, de nuevo, ese recordatorio de andar con más cuidado acerca de realizar determinadas acciones y palabras, no está de más.

Es una novela romántica en la que el amor está muy presente, de diversos modos.

Hay una enorme importancia y presencia del amor familiar. Incidiendo sin embargo que, el mero hecho de compartir un grupo sanguíneo con otra persona, no ha de brotar ni provocar que surja el amor entre ambos. Como todas las relaciones importantes de nuestras vidas, debemos cuidarla, respetarla y tratarla con la consideración que merece. Es decir, toda. Además de que, no podemos tampoco ampararnos bajo el paraguas de la consanguineidad para opinar acerca de lo que nos venga en gana de la vida de nuestros seres queridos porque, de nuevo, las palabras hacen más daño que los golpes ya que sus efectos y secuelas son más invisibles y duraderos.

Por eso, si cometemos un error, aunque sea hacia un familiar, debemos asumirlo y pedir perdón. Si bien es cierto que, en este caso, a mí el personaje de Pablo se me quedó escaso.

De nuevo, al pertenecer el amor al campo de la psique y los sentimientos, este no es uniforme y es innegable que sintamos una preferencia por otra persona de quienes están a nuestro alrededor. Y en ese sentido, está muy bien reflejado lo duro que es la paternidad.

Y al mismo tiempo, me ha gustado mucho la crítica hacia la sororidad porque, precisamente, P tiene al enemigo en casa. Situación que, por otra parte es mucho más común de lo que podríamos pensar. Y es que las mujeres tendemos a considerarnos más rivales las unas a las otras que apoyos y compañeras. Y es un error porque así, en realidad, estamos contribuyendo a la expansión del machismo.

De ahí que, me ha gustado mucho el modo en que está narrado y ejemplificado el tema de la gestión de los sentimientos y cómo, si no lo hacemos bien, pueden provocar mucho daño y sufrimiento a nuestro alrededor. Amén de que, en no pocos casos, ese odio y/o inquina hacia otra persona, lo que en realidad esconde es un sentimiento de envidia provocado por infravaloración. Lo cual demuestra, una vez más que, si no nos queremos bien a nosotros mismos, no seremos capaces de querer bien a los demás.

Envía un mensaje de crítica a la sociedad en lo que a la obsesión por el dinero se refiere. En forma extraña de amor, eso sí. Nunca está de más recordar que la riqueza no la dan las posesiones materiales ni los objetos, sino que son los pequeños momentos e instantes de la vida quienes las conforman.

Me ha gustado la inclusión y alusión a la familia que se elige, en el personaje de Diana y en su relación con P. Ellas son muy diferentes entre sí y están ahí para apoyarse la una a la otra y, a pesar de sus diferencias, se entienden, se respetan, no se juzgan y se apoyan. Eso sí, no se debe olvidar que, tratar de imponer nuestra opinión y/o opinión al respecto de cualquier aspecto de nuestras vidas no es un buen querer porque, como ya he dicho anteriormente, quien bien te quiere lo hará libre.

Mejor definición de amistad que esa no hay. Amén de que pone de relieve que la diferencia enriquece y nunca separa, de ahí que debamos rodearnos de las personas lo más diferente posible a nosotros mismos.

Hay alusión por supuesto al amor romántico con el ex de ella, Nico.
Un hombre que sirve para explicar cómo debemos saber distinguir entre sentir cariño por otra persona y quererle de un punto de vista romántico, porque son sinónimos, pero diferentes. Y continuar con una persona a pesar de que se le quiera y desee el bien es prolongar su sufrimiento y continuar causándole daño. Así que el mejor acto de demostración de amor para con el otro es dejarle ir. Quien bien te quiere, lo hace libre y buscará siempre la felicidad del otro aunque no esté junto a nosotros. 

Junto a Nico, también lo representa el personaje de Ramiro. Y me ha gustado mucho que se hayan dado una segunda oportunidad y que, libre de prejuicios, malentendidos y ruidos varios, quieran de nuevo, saber el uno del otro. Además de que, la química entre ellos es palpable desde el minuto uno del reencuentro.

Un Ramiro cuya profesión tampoco se ha dejado al azar ya que, al principio de la novela es fotógrafo. Muy bueno y famoso en ello, además. Un hombre que no tiene hogar ni está del todo asentado porque anda buscándolo incansablemente y que comete un error garrafal al pensar que un hogar es un lugar porque no es así, son las personas que viven en un determinado sitio las que lo convierten en uno.

Y es que la comunicación, ha de ser pilar y base de cualquier relación de nuestras vidas. Y no tenemos que tener miedo de hablar de cualquier tema. Como bien ha recordado la autora con la inclusión de esas llamadas telefónicas anónimas, ya que, amparados bajo el anonimato, todos estamos muchos más relajados y nos soltamos más. Se ha perdido ese miedo y esa vergüenza al juicio público.

Un comportamiento que, ambos se han de aplicar porque, como bien dice el dicho, en casa del herrero cuchillo de palo. Y de ahí que, una vez hablado todo, las discusiones, malentendidos y embrollos que se pueden crear por no haberse expresado, quedarán resueltas y se alcanzará la felicidad. Que está mucho más cerca de lo que podríamos pensar.

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

¡Perdón por la tardanza en la publicación!

¡Nos leemos pronto!




Comentarios

  1. Muchas gracias por uns reseña tan bonita. Me ha encantado!! Margotte

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