Miedo a olvidarte (bilogía Miedo II) de Mónica de la Torre.

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de uno de los libros viajeros que llegaron a mi 
casa y que, como ya he mencionado en entradas anteriores, dado que tengo una pilita en casa - pero voy bien de tiempo, tranquilos - este inicio de publicación se va a repetir de manera continuada.

Es más, la entrada del primer volumen de la bilogía la publiqué precisamente ayer. Pero como este es un libro diferente, que no independiente porque la historia se desarrolla en ambos volúmenes, no me voy a entretener mucho más en esta parte introductoria y por eso, prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Miedo a olvidarte, el segundo volumen de la bilogía Miedo de Mónica de la Torre:

SINOPSIS

Tras la tormenta llega la calma o eso dicen.
Ivy y Tyler tendrán que solucionar todos sus problemas y malentendidos si quieren estar juntos. Pero las cosas nunca son fáciles o... ¿son ellos quienes lo complican?
Idas y venidas. Celos y desconfianza. Tira y afloja. Cuando uno cede el otro se aleja y viceversa. Así son ellos, Ivy y Tyler.
¿Podrán llegar a tener un final feliz?


OPINIÓN

Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de decir que, al ser una historia que se desarrolla en ambos volúmenes, debéis leer el primer volumen, porque el final del primero es abierto y por eso, podréis entender mucho mejor el punto de partida y además evitaréis saber spoilers.


En este caso, continuamos conociendo más en profundidad a Ivy y Tyler ya que la narración desde el punto de vista de ambos, ayuda y mucho a intentar entenderlos. Porque, a veces, os vais a desesperar con alguno de ellos. Si bien ese es un detalle que los convierte inmediatamente en personajes muy cabales.

La comunicación, en este caso, es de nuevo, otro de los temas importantes en esta novela. Y en este caso desde uno y otro punto de vista de la escena ya que, tan importantes es el habla como la escucha. Y en este caso, cuando hablo de escuchar, me refiero a hacer escucha activa y con todos tus sentidos puestos en ese proceso comunicativo. Porque si no, será una pérdida de tiempo.
De ahí que me haya gustado esa pullita a la sociedad contemporánea porque solemos llenarnos la boca con que sí que somos buenos oyentes, pero no es así. Y sobre un recordatorio tan evidente como es que toda historia tiene dos versiones. Por eso, antes de juzgar y emitir nuestra opinión al respecto de cualquier tema, lo que debemos hacer es escucharlas a ambas. Y solo después, comunicar al respecto.

Eso explica, por supuesto que este sea uno de los grandes problemas de nuestra sociedad y de nuevo, por qué la palabra miedo vuelve a aparecer en el título: tenemos miedo a comunicarnos y sobre todo, a descubrir que nos hemos equivocado al no saber gestionar bien ni nuestros sentimientos ni nuestras reacciones al respecto de casi cualquier cosa.
Sin embargo el miedo a veces es un síntoma positivo porque eso significa preocupación.

Relacionado con el tema de la comunicación está otro de los aspectos importantes de esta novela, que es el de la empatía, la cual, de nuevo, también debemos aprender a poner en práctica de buena manera todos los días porque, no sabemos cuáles son los demonios con los que cargamos cada uno ya que no hablamos de ello. Y precisamente, al no hablarlo, no podemos llegar a saber y/o entender qué pasa por la mente del otro.

Un tercer aspecto relacionado con la comunicación que me ha parecido muy interesante es el de que debemos sabernos criar en la cultura del No. Y sobre todo, saber aceptar que el no no se debe entender como una ofensa o algo pronunciado para hacernos daño. No es así.
Es más, a veces un NO a tiempo será un aspecto positivo y susceptible de mejora. Y por eso, debemos aprender y entender que no podemos obligar a nadie a que nos quiera como nosotros lo hacemos porque eso sería cambiar o coaccionar al otro... incorrecto porque, quien bien te quiere lo hará libre.

Y un cuarto aspecto relacionado con la comunicación es el que tiene que ver con el poder que las palabras tienen. Nuevamente por tanto, se nos emplaza a ser más empáticos para con los demás porque las palabras son mucho más poderosas de lo que podríamos pensar a priori y por tanto, su impacto es más poderoso de lo que pensamos. Tanto para bien como para mal.


En este sentido, debemos saber distinguir entre cambiar y que otra persona saque la mejor versión de nosotros mismos. Son cosas diferentes y este aspecto sí que es positivo. Y sobre todo, símbolo de un buen amor. Aplicando este mensaje a los personajes de la novela, quien mejor lo representa de los dos es Tyler. Ivy, en cambio, parece haber involucionado. De ahí que, hubiera estado muy bien, ese tiempo en soledad que ya mencioné en la opinión del libro anterior. O también, que hubiera acudido a un psicólogo. No le hubiera venido mal dado todo lo que ha pasado anteriormente.

La familia aquí también es otro tema importante. Y en este sentido se nos recuerda que no existe un único tipo válido de familia, sino que todas lo son. Aunque, vuelve a ser muy real en este sentido porque, el modo en que un personaje se comporta ante la idea de tener una pareja que va a empezar una familia.

Sorprende, especialmente porque, cada vez es más común encontrar parejas con hijos de relaciones anteriores. Y siempre que esos hijos sean la prioridad de los progenitores y que nunca se usen como arma arrojadiza , no veo por qué ha de cuestionarse o convertirse en síntoma de duda para no atreverse a dar el paso.

En este sentido, el tema de la maternidad y del aborto creo que podrían haber sido mejor desarrollados porque, si bien es cierto que quien lo plantea es un personaje secundario, la realidad es que se me quedó a medias y creo que podría haber sido utilizado como otro aspecto que define a la literatura como un arma de denuncia de los aspectos más ocultos y feos de nuestra sociedad.

Y en este sentido, no es el único aspecto que pienso que podría haber sido mejor desarrollado ya que, en mi opinión se han centrado más en el conflicto que en la resolución del mismo, demasiado precipitado de cara al final.

Si bien es cierto que habrá lectores que piensen que todos los pasos en la relación son demasiado bruscos y no del todo desarrollados, la realidad es que yo opino que no se puede estandarizar el amor y que cualquier comparación en términos de tiempos y relaciones sería un error.

Pese a esos temas, como el anterior, es un libro que se lee de manera muy ágil y que tiene la dosis justa de salseo para mantenerte pegado a las páginas de esta novela de principio a fin.

Los libros ya han salido hacia la siguiente parada.

¡Nos leemos pronto!

Comentarios

Entradas populares de este blog

La invitación de Vi Keeland

Quimeras del pueblo libre: Primer Ciclo La Sombra del ayer I de Laura Collado Moreno

Only work, no play de Cora Reilly