El vínculo mágico de Laura Montes Simoes

¡Buenas tardes!

Y, para no perder ritmo con las entradas del blog, que casi parecen temáticas últimamente... hoy, una 

vez más, toca la opinión de uno de los libros viajeros que llegaron a mi casa en días pasados. Y los que quedan aún porque me vienen unos cuantos más.

Pero bueno, vamos a centrarnos en el protagonista de hoy, escrito por alguien que es una tocaya mía, lo cual ya indica simpatía inicial por la novela. Y aunque no conocía su pluma hasta hoy, he de decir que sí que conocía esta obra porque le di publicidad para el Premio Literario de Amazon tiempo atrás.

No me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de esta publicación y por eso os dejo con la sinopsis y mi opinión de El vínculo mágico de Laura Montes Simoes:

SINOPSIS

Adéntrate en un mundo donde los sentimientos dan poder a la magia.
Descubre por qué Nathaly ocultó su pasado y cuál es el secreto que guarda.

Casi un año después de su accidente, Nathaly encuentra una carta muy extraña que, según la nota que la acompaña, solo puede leer Leo. Pero hay un pequeño problema: ese chico solo existe en sus sueños. ¿O quizá no?
Cuando su magia se desbloquea y Leo aparece frente a ella, Nathaly verá la oportunidad que siempre había estado esperando, o al menos eso piensa hasta que empieza a sospechar que él quizá no sea el chico con el que había estado soñando. Mientras averigua la verdad y, ya de paso, la relación que mantenían en el pasado, una vieja enemiga se preparará para impedir que cumpla su destino. Y es que todo se dejó atado para que ninguno pudiera escapar nunca del otro, pues el secreto que Nathaly guarda en sus recuerdos es el más importante de todos.

OPINIÓN

Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de decir algo. Este es el primer volumen de una serie en la que la historia se desarrolla entrega tras entrega. O dicho de otro modo, que tiene un final abierto. Como sabéis, no me gusta esperar para saber más porque me entra el gusi gusi curioso, así que mi sorpresa ha sido mayúscula al llegar al final.

Además de eso, he de hacer otro comentario al respecto de la portada porque, no solo es preciosa, que también, sino que también es muy reveladora al colocar ahí a Nathaly, que es sin duda la protagonista de la historia, pero también el estar acompañada de un dragón. Porque no solo revela un rasgo de su persoalidad, poderosa, fuerte y muy protectora cual dragona para con el resto de personas. Sino también indica con su tamaño que ese tamaño aumentará y por tanto, ella realizará un maravilloso viaje de desarrollo y autodescubrimiento más que necesario para ella y para el lector. Deseoso de saber más.

Al respecto de la portada, creo que de manera muy inteligente la autora envía un mensaje muy poderoso acerca del amor propio como poder y fortaleza para con nosotros mismos. Y que, una vez lo apreciemos en todo su esplendor, podremos querernos bien y sobre todo, querernos bien a los demás.

Con respecto a la edad de lo protagonistas, he de decir que me ha sorprendido y, si bien es cierto que la madurez no va a asociada a un número en concreto sino a nuestra personalidad, más en un contexto mágico como este, en ocasiones me quedé desconcertada al leer cuántos años tenían y cómo actuaban en consonancia.

El hecho de que haya perdido la memoria y en consecuencia, no sepa muy bien quien sea, además del contexto del mundo mágico donde es muy evidente, refleja de una manera bastante fiel esa confusión de no saber exactamente quienes somos y cómo nos da miedo perder una parte de nosotros mismos - la infantil, con sus cosas buenas y malas - para abrazar la etapa adulta. Con el miedo que eso da. Pero también este viaje va de saber encontrar nuestro lugar en el mundo.

El mundo mágico está muy bien explicado y no es difícil no seguirlo, además de que, demuestra a la perfección que, no importa lo diferentes que seamos los unos de los otros. Todos tenemos nuestro rol en la sociedad y es precisamente esa diferencia la que nos enriquece. Más si tenemos la suerte de tenerla a nuestro alrededor. De ahí que debamos ser más empáticos para con los demás. Tanto con gestos como con palabras, porque, en muchas más ocasiones, el daño que estas provocan es más duradero por lo invisible y duradero del mismo.

Aplicado en esta novela, no solo hay almas blancas o brujos malos. Todos, en algún momento de nuestras vidas copamos y abarcamos el extenso campo de grises que va entre uno y otro extremo. Lo cual, como digo, a pesar de la magia, refleja de manera muy acertada el comportamiento humano.

Me ha gustado el homenaje a la historia porque si no sabemos de dónde venimos, no sabremos adónde vamos y por tanto, estaremos condenados a repetir siempre los mismos errores. Lo cual, nos convierte de nuevo, al no realizarlo de este modo en amnésicos y en las víctimas perfectas para ser controlados. Como Nathaly.

Los sentimientos además, tampoco pueden dejarse de lado porque, hay muchos y numerosos a lo largo de las páginas de esta novela.

Así, me ha gustado la poca sororidad de la novela y que recuerde que, incluso las relaciones familiares pueden ser tóxicas. Como bien demuestra y ejemplifica la relación entre Nathaly y su tía. Porque, el hecho de compartir un grupo sanguíneo con otra persona no demuestra o no lleva asociado el surgimiento y brote del amor entre ambas personas.

Amén de que incide en lo difícil que es la paternidad y que no todas las personas están preparadas para serlo. Por eso, no se puede obligar a nadie a que cumpla con un rol que no desea. Porque, en no pocas ocasiones, lo que termina provocando es la infelicidad del niño al sentirse usado como un arma arrojadiza o incluso una herramienta para obtener un fin.
Y junto a ello, también hay que respetar la idea de que no todas las mujeres están hechas para ser madres y que no son menos mujeres que otras por no querer serlo. El respeto, un vez más, así como la necesidad de más sororidad son necesarios. Como bien se entrevé aquí.

Y relacionado con esto, pero en modo contrario, se relata de manera muy acertada que, no siempre la familia de sangre es la que mejor nos quiere, porque Nathaly es especial entre otras muchas cosas además de por su exceso de magia, porque está rodeada de muchas personas que la quieren bien y que por eso no dudan en estar junto a ella. Eso sí, no conviene olvidar tampoco que, el exceso de protección y aislamiento del mundo exterior no conlleva nada bueno porque, debemos conocer el mundo que nos rodea. Tanto para bien como para mal. Si no, no estaremos preparados para lo que se nos viene.

Hay alusiones también al amor romántico con Leo, quien es el canal y el modo que la autora usa para darle una vuelta de tuerca a la idea de las almas gemelas. Sin embargo, de nuevo la autora lo usa para ejemplificar varios aspectos interesantes.
De entrada, el tema de la belleza y el atractivo físico porque, parece que todo lo que conlleva son ventajas cuando no es así. Amén de que anquilosa la idea de que no se nos vea más allá de una cara bonita.

Pero al mismo tiempo, Leo hace un fiel retrato de lo que es la masculinidad frágil. Más en edad adolescente porque le da miedo asumir el cariz de sus sentimientos verdaderos para con Nathaly porque le da miedo revelar sus verdaderos sentimientos. Los entiende como un síntoma de debilidad, cuando no es así. Solo aquel que es lo suficientemente valiente, es capaz de hablar sin tapujos y miedos de lo que pasa por su mente. Y por eso, durante buena parte de la novela, no me caía nada bien ya que era evidente que el vínculo que compartía con ella era muy fuerte y especial, y lo negaba continuamente al no saber manejar esas herramientas de manera correcta.

Amén de que, en mi opinión ella le perdonaba demasiado fácilmente, demostrando así los peligros que tiene el hecho de idealizar a otra persona y creerla perfecta. No solo porque la perfección no existe si nos obcecamos en alcanzarlos y perseguirla incansablemente, a la larga solo nos provocará desilusión y tristeza.

Eso sí, no se puede huir del amor por mucho que lo intentemos. De ningún tipo de él. Como aquí aparece reflejado.

Por último, no puedo no hacer mención a otro gran tema como es el amor por la literatura, mediante el uso de la palabra escrita para no olvidar nunca porque ahí es cuando se produce la muerte real, sino como otro método de comunicación poderoso. Puede ser considerado incluso añejo, más dado el tipo de libro que es, pero a mí me ha parecido muy útil y precioso.

En cuanto a los aspectos débiles del libro susceptible de mejora, yo no he tenido muchas dificultades en saber quién es quién y la posición que ocupa dentro de la novela, pero un árbol genealógico tanto de las tres casas principales como un dramatis personae en el que se explica bien cuál es el tipo de relación entre ambos no hubiera estado mal. Más en un primer volumen de una serie en el cual se nos están presentando personajes de continuo.

Del mismo modo que el tema de la extensión de los capítulos. Sé que eso es muy subjetivo pero yo soy del tipo de lector al que no le gusta dejar un capítulo a medias. De ahí que, al ver en ocasiones el número de páginas que me quedaban para terminarlo, me daban ganas de posponerlo para otra ocasión.

Y por último, a pesar de ser una serie y que esta tiene más volúmenes, me hubiera gustado que al menos una de las tramas principales hubiera quedado resuelta del todo. Especialmente la de Leo y ella porque, he terminado la novela con la sensación de saber poco con respecto al punto de inicio en lo que a intrahistorias y microrelaciones se refiere. Hubiera quedado más fluido en mi opinión.

Salvando estos detalles, a pesar del grosor de la novela, lo he leído de manera muy rápida y veloz así que si sois amantes de la fantasía, os sucederá exactamente lo mismo.

El viaje ya ha salido en dirección a la siguiente y última parada. Es decir, a casa de la autora.

¡Nos leemos pronto!