La lista de la señorita Newbury de Megan Walker

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la 
editorial, a quien agradezco, una vez más, la confianza depositada en mí para que dé a conocer mi opinión al respecto de una de las obras que ha publicado.

Es una de mis editoriales de cabecera, especialmente en lo que a novela histórica se refiere. Por eso, sé de antemano que el goce y el disfrute están más que asegurados. Incluso en aquellos casos en los que, como hoy, no conocía la pluma de la autora.

Sin embargo, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de esta publicación y por eso, os dejo con la sinopsis y mi opinión de La lista de la señorita Newbury de Megan Walker:

SINOPSIS

¿Y si los sueños de tu familia no son también los tuyos? ¿Qué hacer cuando lo que quieres no coincide con lo que los demás quieren para ti?
Inglaterra, 1820. Rosalind Newbury quiere a su familia y haría por ella lo que fuera. Así que, cuando nada menos que un duque pide su mano, ella dice sí sin pensárselo. De ese modo asegurará su futuro y el de los suyos. Pero un día todo se tambalea cuando encuentra una lista de deseos que había hecho cuando era jovencita. Allí, anotados, están todos sus sueños. Le queda poco tiempo para hacerlos realidad, así que, junto a su querida amiga Liza y al hermano de esta, Charlie, un caballero apasionado del boxeo, buscará cumplirlos antes de casarse y que su vida cambie para siempre.
Y así, entre clases de boxeo y mucho más, Ros irá descubriendo la vida… y el amor, lo que hará que se plantee si vale la pena seguir adelante con su boda y contentar a su familia o si lo que ella quiere es plantearse un futuro distinto y hacer lo que realmente desea.


OPINIÓN

En esta historia conoceremos la historia de Rosalind Newbury, una chica que, a pesar de vivir en el siglo XIX, podría pasar perfectamente como una oven contemporánea ya que su situación personal podría ambientarse sin ningún tipo de duda en la actualidad.
Y es que esta novela está llena de enseñanzas, como por ejemplo que las apariencias engañan y que por tanto, debemos ser mucho más empáticos para con los demás. Amén de que la felicidad, al pertenecer al campo de la psique de cada uno, no se puede estandarizar.

Así, ella, en apariencia tiene todo: es joven, guapa y va a conseguir un triunfo social, al menos de cara a aquella época: ha conseguido captar y atraer la atención de un duque. Con todo con lo que ello conlleva.
Pero, no lo es. Siente que se está pasando su vida porque el tiempo corre indisolublemente, como bien nos recuerda la autora y que lo convierte en otro mensaje importante de la novela; que hay que aprovechar el momento y centrarse en los instantes que componen una situación.

Además, creo que también refleja muy bien el momento exacto de su vida y que podría extrapolarse a la actual adolescencia, donde no se ha dejado de ser niño, pero aún hay miedo ante la idea de convertirse en adulto. De ahí que quiera despedirse a lo grande de la etapa que está a punto de finalizar. De ahí la importancia fundamental de la lista en toda la novela, hasta el punto de ser incluida en el título.

Sin embargo, para todas y cada una de las tareas necesita de un ayudante. El problema es que la lista es un tanto particular y peligrosa. De ahí que, el hallazgo de posibles cómplices se convierte en una misión más difícil de lo que a priori podría parecer. Más que nada porque las famas y las reputaciones pueden ser empañadas muy rápida y muy fácilmente, más al ser una mujer. Un detalle que, tristemente no ha cambiado mucho en la actualidad.
Recordando así de un modo bastante inteligente que la historia es cíclica y que aún hay un largo camino que recorrer al respecto de la igualdad y la buena consideración femenina pública.

Me ha gustado mucho de esta novela el hecho de que los vínculos entre los miembros de la familia sea sana y, en lugar de criticarse o atacarse entre sí, si bien es cierto que, inconscientemente la presionan para que acepte y sea feliz. Y es ahí donde está el problema porque les quiere tanto que no quiere decepcionarles o ser la causante de la desgracia y la tragedia en ella. Especialmente a su hermano Benjamin, el futuro heredero, un magnífico canal con el que se ejemplifica que no debemos idealizar nada ni a nadie porque, si bien puede gozar de un buen estatus o posición social, la realidad es que ese puesto era más difícil de aceptar y de gestionar de lo que pudiera parecer. Sin perder al mismo tiempo, su libertad. De ahí que el conflicto esté tan desarrollado y sea muy fácil identificarse con ella.

Al mismo tiempo, la autora nos emplaza a que, debemos priorizarnos a los demás. Porque, debemos ser el amor de nuestras vidas, ya que nuestra felicidad está en juego. De ahí que ese sea uno de los mensajes que más me haya gustado de la novela.

Pero no solo tiene la fortuna de llevarse bien con los miembros de la familia. También goza del amor de la familia que se escoge, los amigos. Y tienen de hecho, una relación muy especial. Amén de que será también ella el revulsivo que le portará a su vida el amor... en la persona de Charlie, su primo.

Y sí, como podéis imaginar él se convertirá en el perfecto aliado para conseguir sus propósitos en aras de ese viaje de autodescubrimiento cuya meta es la felicidad. Obligándoles a pasar mucho tiempos juntos y enamorándose en el proceso. Eso sí, aunque demuestra que el amor aparece cuándo y dónde menos se le espera, recomendando también que hay que echar más de un vistazo a nuestro alrededor porque está más cerca de lo que pensamos. E incluso, refuerza la idea de que las apariencias engañan, creo que este es el aspecto más flojo de la novela porque no ha estado todo lo bien desarrollado que podría haberse hecho.

Me han gustado mucho más de hecho como amigos que como enamorados. Especialmente porque el uno junto al otro se retroalimentan y sacan la mejor versión de sí mismos. Y todo el mundo necesitamos a más personas así cerca de nuestras vidas para que, en nuestros momentos más bajos, se nos recuerde que no somos perfectos, que tenemos derecho a equivocarnos y que es precisamente esa imperfección es la que nos convierte en seres bellos y válidos.

Además de eso, me ha gustado mucho que haya sido él el "débil" de la pareja ya que es una persona que tiene una baja autoestima y se siente culpable y el único responsable de de una situación triste y trágica que sucedió en su vida. Y es quizás ese detalle el que le ha llevado a no saber gestionar bien la parte más sentimental y romántica de su personalidad. Lo que es innegable en este punto es el mensaje que trata aquí y que incide en el hecho de que un hecho puntual no tiene por qué describirnos o caracterizarnos de por vida.

Junto a ello, al ser una novela romántica, pero de tintes históricos, la autora nos recuerda que, hasta hace no mucho, los matrimonios no eran celebrados por amor. Al contrario, era mucho más habitual que se le considerase un contrato o un puro trámite comercial entre las familias implicadas donde el sentimiento era lo último que importaba en él.
Amén de que, en este caso, me ha servido para constatar una idea que había tenido desde la primera vez que leí la presencia del famoso duque.

Al mismo tiempo, eso no quería decir que no se produjeran matrimonios por amor, si bien escasos. Y aquí he de subrayar que me ha gustado mucho la evolución del arco argumental de Charlie. Y sobre todo, cómo aparte de no saber gestionarse a convertirse en un maestro del sentimiento romántico, siendo un hombre que quiere bien y libre a Rosalind, hasta el punto de no querer coartar ni modificar nada de ella. Pero sobre todo, incidiendo muy bien en el hecho de que debe quererse bien para ser feliz en la vida, porque estos han de ser el motor de nuestras vidas. Es ahí donde reside precisamente la riqueza de la misma.

Un primer contacto con la pluma de la autora que me ha dejado un buen sabor de boca.

¡Nos leemos pronto!


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