Todo lo que nos queda por vivir de Laura Flo

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a una novela que leí en colaboración con la autora, a quien 
agradezco mucho el envío del ejemplar en digital y le pido disculpas por el retraso en la publicación de la opinión. Sí, como podéis imaginar es una de esas reseñas que tuve que posponer por el tema de las opos.

Esta es, en este caso, la primera vez que conozco su pluma y es mi tocaya, por lo que me hace especial ilusión el compartirlo con vosotros.

Por eso, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de la misma y por eso, paso enseguida a mostraros la sinopsis y mi opinión de Todo lo que nos queda por vivir de Laura Flo:

SINOPSIS

Lucia y Miguel son el presente. Lucia y Nacho son el pasado, pero también el presente. Lucia esta triste, mucho, siente mucho dolor. Pero también quiere vivir, quiere ser feliz y ser amada, de nuevo. Pero le asalten un millón de preguntas ¿Se puede querer a dos personas? ¿Se puede sentir lo mismo por dos personas? ¿Podrá volver a ser la mismas después de todo?

Lucia, Miguel y Nacho eran amigos, los tres se querían, pero cada uno a su manera.


OPINIÓN

Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de decir un par de cosas al respecto de la portada porque es de esas reveladoras e inteligentes que tanto me gustan a mí. De las que solo comprendes su significado por completo una vez has leído la novela hasta el final y por eso, también descubres que te está enviando desde el principio, bien visible desde el inicio un mensaje acerca del poder y la fortaleza del amor: no importa cuánto reneguemos o huyamos de él, o tampoco el tiempo que tarde en alcanzarnos, si dos personas están destinadas a estar juntas, al final este conseguirá reunirlas para que sean felices.

Dicho esto, he de aplaudir la valentía de mi tocaya al atreverse a narrar una historia in media res, porque, mal conseguida o trabajada puede ser un fracaso total. Sin embargo, aquí no sucede y por eso, desde el principio, consigue que el lector sienta curiosidad e interés acerca de por qué las cosas están como están. Y, al mismo tiempo, el como hemos llegado hasta ahí.

Uno de los temas principales de esta novela es el del amor. De múltiples formas y no siempre todas de tipo romántico. Es más, lo que destacaría de esta novela es, principalmente el del amor por la vida. Y en su parte contraria, la relación con la muerte... duelo incluido.

Un duelo que, al pertenecer al campo de la psique y los sentimientos del ser humano, no se puede estandarizar. Porque cada persona tiene sus tiempos. Para todo, de ahí que no se pueda criticar en el modo en el que se gestiona. Y sobre todo, hace hincapié en la buena práctica de la empatía y sobre todo, en saber ser buenos observadores y oyentes ya que eso demuestra que estamos pendientes de los demás. Y es que no debemos olvidar que, en muchas ocasiones, las buenas intenciones terminan haciendo mucho más daño que las malas acciones.

Un duelo que puede formar parte de nuestras vidas, pero no ser el motor de las mismas ni permitir que opaque o enmascare el resto de los aspectos de las mismas. Porque solo se marcha a quien se olvida y que no estén aquí al alcance de nuestros sentidos, no significa que se hayan marchado.

Unos sentimientos que también hay que saber gestionar. Una paradoja bastante común de nuestra sociedad contemporánea ya que, en una sociedad con todos los medios, modos y métodos posibles para saber comunicarnos entre nosotros de manera efectiva, adolecemos precisamente de saber usarlos y gestionarlos bien.

De ahí que ambos factores sean fundamentales para establecer la diferencia entre vivir y sobrevivir. Imprescindible también en nuestra felicidad. Porque las palabras hacen mucho más daño que las palabras porque sus efectos son más silenciosos y duraderos. Y el no hablar también puede dar lugar a malentendidos e incomprensiones que provocan mucho daño. De ahí que, guste o no, siempre debemos contar con el otro implicado en cualquier situación.

Una diferencia a la que, de nuevo, Nacho, uno de los personajes ha de enfrentarse desde bien pequeño. Porque al no tener una buena situación familiar, se nos recuerda que las apariencias engañan y por eso son tan importantes las segundas oportunidades. En todos los aspectos de la vida. Pero también recuerda que la búsqueda del amor ha de ser uno de los motores de la misma.

Amén de que, por supuesto, las circunstancias en las que hemos sido criados tienen un profundo impacto en el desarrollado de nuestra personalidad y nuestro carácter. Así como de las creencias acerca de la toxicidad o no de determinados comportamientos y/o actitudes. Aceptándolos con normalidad o no. Incluso podría decirse que idealizándolos... con los peligros que eso conlleva, ya que la perfección no existe.

Y relacionado con esto, he de decir influye muy y mucho también en otro tipo de amor. El que considero que es el más importante de nuestras vidas, como es el amor propio. Y, aunque los modos en los que lo hace no son los mejores, lo cierto es que en parte lo entiendo porque, debe quererse y aceptarse bien a sí mismo antes de poder querer bien a los demás. Porque el egoísmo ha de entenderse como algo positivo. Un canal y vía para nuestra felicidad, por mucha incomprensión y enfado que pueda provocar y generar en los demás. De ahí que, por esa parte le entiendo.

En este libro también se habla y desarrolla de una manera bastante coherente lo positivo y lo negativo de enamorarse de nuestros amigos. Reflejado de forma magnífica en el triángulo amoroso formado entre Nacho, Miguel y Lucía.

En primer lugar porque es la evolución más natural de una relación. Es más, las mejores relaciones de pareja son aquellas en las que, precisamente, los amigos también son amantes. Pero, al mismo tiempo, los problemas y el dolor que supone la ruptura. Sobre todo si es de manera brusca e inesperada. Porque todas las rupturas son dolorosas.

Pero más, si se trata de un primer amor, puesto que no se olvida y además, tiende a servir de vara de medir y punto de comparación con el resto de relaciones importantes de nuestras vidas. Incidiendo por tanto en la precaución de la idealización porque, el sentimiento evoluciona.

El perdón por tanto, es el último de los temas importantes de esta novela y que, cuando decidamos partir de cero, esta tabula rasa ha de ser total. Por eso, una vez más la importancia de las segundas oportunidades.

Como mensaje final de la novela me quedo con la idea de que nunca se es demasiado pronto o demasiado tarde para enamorarse. De alguien, de la vida, pero sobre todo, de nosotros mismos. Y el homenaje a la tercera pata del banco me ha resultado muy bonito y muy coherente con el hilo de pensamiento previamente mencionado y que es el que todos deberíamos poner en práctica.

Un primer contacto con la pluma de la autora que me ha gustado mucho y que recomiendo muy y mucho a todos.

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

¡Perdón por el retraso en la publicación!

¡Nos leemos pronto!



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