Samada: la colonia del oeste de Esperanza Mancera

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a una novela que leí en colaboración con la autora, a quien 
agradezco enormemente el envío de los ejemplares en físico. Porque hoy es una, pero pronto os presentaré la segunda.

Ese es el motivo por el cual la entrada de hoy es especial, pero no el único. El segundo se debe a que la autora es extremeña y, si ya sabéis cuánto me gusta dar promoción y publicidad a autores en general, cuando son paisanos míos, esto me hace una ilusión mucho mayor.

Además de que, sin yo saberlo, esta novela la tendría que haber leído sí o sí, ya que iba a presentarla al premio literario del que soy jurado. Sin embargo, finalmente decidió autopublicarla.

Y por eso, hoy, a punto de acabar el año, aprovecho para presentarla. De ahí que no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria y por eso, prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Samada: la colonia del oeste de Esperanza Mancera:

SINOPSIS

Después de que la tierra fuera azotada por la última gran guerra. En algún lugar de nuestro planeta, las mujeres tomaron el poder y crearon un nuevo orden social en el que el matriarcado se imponía sobre los pocos que sobrevivieron.
En los territorios fértiles que subsistieron se formaron Colonias, cada una de ellas regidas por una patrona. No existía un gobierno común, aunque colaboraban entre ellas y la paz reinaba.

En las Colonias no adoraban a ningún Dios, solo el Samada existía para ellas.

El nombramiento de Gaia como patrona de la Colonia del Oeste era todo un acontecimiento y sus homologas venidas del Sur, del Este y del Norte, serían sus invitadas de honor.

Gael, un obrero, huirá de su encierro. Ese acontecimiento cambiará el rumbo de las colonias y pondrá a prueba las normas de su civilización.


OPINIÓN

En esta historia futurista y distópica la autora nos plantea cómo sería la Tierra y sus civilizaciones tras un - otro - conflicto bélico de carácter mundial. Y con esta premisa, envía un mensaje bastante contundente acerca de que la guerra es algo bastante común al ser humano, independientemente del momento histórico en el que nos encontremos. Pedro también sirve para recordarnos que la violencia no sirve para nada y que no es solución de nada porque, a la larga, para lo que sirve es para general la semilla y la raíz de más resentimiento y odio... siendo a la larga, la pescadilla que se muerde la cola.

Al mismo tiempo, le ha dado un giro de lo más interesante al futuro porque, ha colocado todo a la inversa y, en este caso, son las mujeres quienes ocupan roles de poder mientras que los hombres son peones y están a la sombra. Precisamente por su uso como canal que facilita la procreación y la perpetuidad de la especie humana.

Justo como le ha tocado a las mujeres hasta no hace mucho tiempo e incluso, justo el papel que aún hoy tienen en determinados países y sociedades. Criticando de este modo, cómo el machismo aún hoy sigue teniendo importancia en la conformación de sociedades, mentalidades y pensamientos al respecto.

Sin embargo, aunque sea en el futuro, hay cosas que nunca cambian. Eso sí, me ha gustado que continúe criticando esas características del machismo, camuflándolas de un modo muy inteligente.

Así, continúa habiendo una presión para con las mujeres para que sean madres, puesto que parece que, si no lo somos o no queremos serlo, no somos mujeres completas. Cuando no es así, al contrario. Toda mujer es completa, más que nada porque es la libertad que nos otorga tomar o no esas decisiones es la que nos empodera así. En este caso en particular, las mujeres tienen como límite para ser madres, la edad. Así que la presión para con ellas es mucho mayor.

Sin embargo, esa presión no existe para con los hombres, puesto que son fecundos hasta avanzada edad. Yen ese sentido, me ha gustado que se les categorice como sementales porque, se han apoderado de algo que, a priori puede ser considerado como un halago, dándole un rol despectivo. Demostrando así cuán poderosas pueden ser las palabras... dependiendo de la intencionalidad y el tono que usemos para emplearlas. Y es que las palabras son un arma muy poderosa. Mucho más que las armas, ya que su efecto es mucho más prolongado en el tiempo y sus consecuencias mucho más silenciosas.

Y relacionado con el tema de la concepción, la autora de nuevo, advierte de un problema que, especialmente las sociedades contemporáneas estamos sufriendo y no es otro que el de el descenso de la natalidad y la fecundidad. Así que, sin darnos cuenta, no estamos siendo conscientes del tesoro que son los niños ni tampoco de cómo nuestras sociedades no están preparadas para la conciliación de un aspecto y otro de la vida de la mujer. De ahí que la crítica a la dificultad de la conciliación esté muy bien traída y sea más que necesaria.

Me ha gustado mucho ese matriarcado como punto de partida, pero sobre todo, que las matronas y líderes de las cuatro colonias principales; una por cada punto cardinal, tenga el nombre de una diosa de diferentes mitologías y sobre todo, que cada una de ellas tenga una característica definitoria asociada comúnmente con las mujeres, empoderándolas de este modo.

Amén de que, con la relación entre Hera, Gaia, Nut y Hera confirma un dicho popular muy repetido hoy día como es esa frase de que, si las mujeres gobernaran las cosas serían bien diferentes. Más que nada porque han conseguido un equilibro y consiguen vivir en paz y armonía. Y sobre todo, que la diferencia enriquece y no separa.

O no debería hacerlo porque, precisamente, en las raíces de todo sistema político está también la causa de la que será su destrucción. Y, aunque parece perfecto, la realidad es que la perfección no existe y como tal, cualquier cosa impuesta y que coarte la libertad de los seres humanos, aunque sea mínimamente, a la larga provocará que salte por los aires.

Así, parece un sistema perfecto, pero... si se rasca la superficie, se descubre que no es otra cosa que un régimen dictatorial. Y por tanto, que cualquier "salida del tiesto" conllevará un colectivo oprimido y un riesgo mayor de rebelión.. así como la represión como respuesta.

Muy necesario es también el mensaje acerca de dejar atrás prejuicios e ideas preconcebidas y conocer a los demás por nosotros mismos. Principalmente porque estas suelen equivocadas... amén de que el desconocimiento también genera odio. Centrémonos en el respeto y no en la diversidad, al menos no desde un punto de vista negativo.
Por eso, los salvajes en realidad, no lo son. Sino que han decidido - sin molestar a nadie - vivir de otro modo.

Hay una mención al amor en esta novela, por supuesto. Desde más de una interesante perspectiva, además.

Así, me ha gustado la crítica y el amor tóxico hacia el poder. Con una potencia tal y una capacidad de envenenamiento tan poderosas que, es difícil saber delegar o desprenderse de él una vez lo hemos obtenido. La codicia es, por tanto, una característica definitoria del ser humano, sin importar el período histórico en el que se ubique y ambiente. Y sobre todo, advierte que, el final de este tipo de amor... jamás será feliz. Como aquí demuestra.

Me ha gustado que, una vez más, se dé un giro de tuerca al tema de las relaciones sexuales, ya que a día de hoy son las preferidas puesto que no implican ningún tipo de sentimientos en ellas. Sin embargo, aquí son muy importantes precisamente porque han despejado de esa ecuación los sentimientos, convirtiéndose en un mero trámite y solo un medio para alcanzar un fin. Sin goce ni disfrute.

Aunque, por diferente concepción entre una y otra lo que conlleva es siempre la repetición del mismo error: la de olvidar que no hay que darlas por sentado o descontado porque, el sexo forma parte de las relaciones sentimentales y la intimidad de las personas. Y por tanto, puede dar lugar y generar a la implicación de sentimientos.

Hay una alusión al amor romántico, el cual puede aparecer cuándo y dónde menos se le espera. Y por eso, no hay que renegar jamás de él. Porque el amor no es debilidad, sino fortaleza. Y por eso, me ha gustado mucho cómo se ha tomado literalmente al pie de la letra la expresión de que, te revoluciona y cambia tu vida por completo.
Y que por eso ya solo merece la pena vivirlo. Dure el tiempo que dure.

También es verdad que, vista la deriva que el conflicto sufre y sobre todo, al igual que todos los conflictos importantes, necesita de un chivo expiatorio al que culpabilizar, así que, a pesar de que su personaje me gustó, sabía el final que iba a tener.

Más que nada porque, parece que - y es triste - necesitamos un sacrificio sangriento para que las aguas vuelvan a su cauce. Un momento con cierto tono esperanzador, pero que sirve de punto de partida para que nos quedemos con el último mensaje importante de la novela, que no es otro que el amor propio como punto fundamental para aprender a vivir en perdón. Otro modo de practicar bien la empatía y el perdón.
Solo si se cambia el odio al diferente por el respeto al semejante, habremos alcanzado el objetivo y conseguiremos la felicidad.

¡Muchas gracias por dejarme darte publicidad!

¡Nos leemos pronto!



 


Comentarios

Entradas populares de este blog

La invitación de Vi Keeland

Quimeras del pueblo libre: Primer Ciclo La Sombra del ayer I de Laura Collado Moreno

Only work, no play de Cora Reilly