Durante los aplausos de Beatriz Codina

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy se corresponde con la opinión de una novela que leí en colaboración con la 
autora, a quien agradezco enormemente el envío del ejemplar en digital. Al leer este encabezamiento, ya os podéis imaginar que sí, es de ese tipo de novelas cuya opinión tuve que postergar en lo que a publicación se refiere por culpa de las oposiciones. 

Pero, como ya he dicho en ocasiones anteriores, poco a poco me estoy poniendo al día y cada vez son menos las que me faltan. De ahí que, en primer lugar, pido disculpas a la autora por la tardanza en la publicación y después, no me voy a entretener mucho más en esta parte introductoria de la publicación y prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Durante los aplausos de Beatriz Codina. 

SINOPSIS

El corazón de Myriam se rompió en mil pedazos tras perder al amor de su vida, su marido. Desde entonces ha huido
de cualquier relación amorosa por miedo a volver a sufrir. Empleada de banca, a sus treinta y ocho años vive el presente sin preocuparse por nada que no sea trabajar en un trabajo que no le llena, pasárselo bien con su grupo de amigas incondicionales y disfrutar del sexo y de las relaciones sin ataduras.

Pero la vida no siempre te depara lo que esperas, así que cuando Kilian se cruza en su vida, poniéndola del revés, unos sentimientos, que creía enterrados para siempre, florecen y tendrá que luchar entre las ganas de estar con él y el miedo a entregarse de nuevo.

¿Será capaz de volver a abrirse al amor? ¿Y si el destino guarda un as bajo la manga?

OPINIÓN

Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de decir que esta es la primera parte de una bilogía y que la historia se desarrolla en ambas partes, por lo que es fundamental leérselas en orden a riesgo de conocer un spoiler. ¡Tremendo spoiler mejor dicho!

Pero, no os preocupéis pequeños lectores de gusi gusi curioso como el mío. La bilogía está publicada y por eso, si os dan ganas de seguir leyendo más - y os aseguro que pasará porque el final es de infarto - tenéis la continuación disponible también.

Una vez aclarado esto, he de decir que, para sorpresa de nadie, no adiviné de qué iba la novela. ¿Por qué? Porque con ese título, yo pensé que se trataba de una novela ambientada en el mundo del cine, el teatro... o que tuviera una relación con el mundo del espectáculo y para nada, los aplausos hacen referencia a la pandemia.

Y sí, sé que muchos de vosotros al leer esta palabra os detendréis y no querréis continuar sabiendo más al respecto. Pero permitidme deciros que esa es una actitud equivocada ya que, esta no es la clásica historia sobre la pandemia, sino que es una coyuntura que influye y ayuda muy y mucho a que la protagonista de la novela sufra un proceso introspectivo de autoconocimiento. Necesario, no solo para ella sino también para todos y cada uno de nosotros en nuestras vidas.

Porque si no nos conocemos bien a nosotros mismos, no aprenderemos a querernos bien. Y este detalle es fundamental para así poder querer bien a los demás e impedir al mismo tiempo que, determinados comportamientos y actitudes que poco o nada son continúen perpetuándose. Así que, este alegato a favor del amor propio, el más importante de nuestras vidas en mi opinión, me ha gustado mucho.

Sí que es cierto que acabo de comentar que Myriam es la protagonista, pero, más bien consideraría esta historia como un fiel retrato de nuestra sociedad contemporánea en lo que a relaciones se refiere. Y para ello, usa a Myriam y a su grupo de amigas como canal para describir lo que como conjunto nos sucede. Así que, este mensaje a favor de la sororidad es otro de los aspectos que más me han gustado de la novela. Más que nada porque, ha captado y registrado de un modo maravilloso que, no solo la diferencia enriquece y no separa, de ahí que sea muy beneficioso para nosotras que nos rodeemos de personas lo más diferente posibles a nosotros.

También que los amigos son la familia que se elige y que en numerosas ocasiones, los vínculos son mucho más estrechos que los debemos tener con nuestros familiares porque ellos sí que saben otorgar el lugar de importancia que tienen en nuestras vidas, sin darlo por supuesto o descontados.

Pero sobre todo me ha gustado mucho lo bien desarrollado que está el tema de la sororidad, ya que queda muy bien plasmado que, si las mujeres nos dedicáramos más a apoyarnos entre nosotras y a querernos bien en lugar de considerarnos siempre como rivales... el mundo nos iría mucho mejor a todos.

Por eso, al ser una novela tan coral, la aproximación hacia el sentimiento es diferente y enriquecedora. Amén de muy interesante porque demuestra que, el sentimiento al pertenecer al mundo de la psique no puede estandarizarse, ni en tiempos ni en intensidad porque, es sabio y por eso tiene su lugar y su momento para aparecer en nuestras vidas. Incluso en aquellos casos en que no es bienvenido o no lo esperamos. La moraleja, por tanto, de todo ello es que no podemos oponernos a él ya que siempre terminaremos perdiendo.

En primer lugar, demuestra el profundo impacto que tiene nuestros primeros amores en nuestras vidas, como a ella le sucede con Ismaíl. Y con respecto a esta historia de amor, tengo que decir que me ha resultado interesante esta historia y pareja interracial porque, en ocasiones, sufren menosprecios y desprecios por parte de los familiares... al no pertenecer "al círculo".

Es un modo de xenofobia que, desgraciadamente está muy presente en nuestra sociedad y que conviene tener muy presente también porque, no son pocas las parejas y sus circunstancias y/o presiones familiares provocan una ruptura o un triste final para ambos.

Evidentemente, el mensaje a favor de los primeros amores y su impacto es muy real, porque sirve de vara de medir y de comparativa para el resto de amores de nuestras vidas. Pero también recuerda que es un comportamiento un tanto peligroso porque, el concepto de amor evoluciona dependiendo de la etapa de nuestras vidas en las que nos encontramos. Y sobre todo, porque, al realizar ese comportamiento, en cierto modo lo que estamos haciendo es idealizar al otro. Y conviene recordar que idealizar es sinónimo de perfeccionar y la perfección no existe. De ahí que perseguir e intentar alcanzar un ideal imposible, a la larga lo que termina provocando es inseguridad e infelicidad en nosotros mismos.

Justo lo contrario a alcanzar la felicidad en forma de amor propio, que ese sí que debe ser el objetivo prioritario y final de nuestras vidas.

Y en ese amor propio está también el de sentirnos realizados como personas. Una acción para la que nunca se es demasiado pronto o demasiado tarde. Por eso, me ha gustado su valentía - ya que en España aún hay un largo camino por recorrer para el emprendimiento - y sobre todo, su capacidad de resiliencia. Aunque luego quizás el momento no fuera el más propicio. Pero claro, ¿quién iba a imaginar que sucedería lo que pasó?

Así que, esa inclusión y relación con el mensaje a favor del Carpe Diem y que debemos aprovechar el momento y centrarnos más en el vivir el presente más que en el pasado y en el futuro debemos, no solo tenerlo en cuenta sino también tomarlo más en serio y aplicárnoslo más directamente.

Como fiel retrato social del modo en que nos relacionamos, la autora da mucha importancia a las relaciones sexuales. Y en este sentido, estoy de acuerdo con el planteamiento porque es un aspecto muy importante de las mismas. Eso sí, no es el único.

Y aunque suele ser el preferido de muchos de nosotros porque no hay una implicación de sentimientos y por tanto, son "inofensivas" es un tema que se debe hablar. Ya sabemos el miedo que provoca la exposición y el juicio para con los demás. Por eso, este es uno de los aspectos en los que queda mejor reflejado. Amén de que queda demostrado así, lo importante que es la comunicación en todos y cada uno de los aspectos de una pareja. Porque si no, empiezan los malentendidos y las discusiones. Si ambas partes están de acuerdo, nadie más allá que los implicados deben opinar, pero, en el momento en que las cosas empiecen a cambiar se debe comunicar.

Porque, si este aspecto no queda claro, se producirá una relación desigual que, a la larga saldrá mal. Es evidente que no podemos obligar a nadie a que nos quiera como nosotros lo hacemos, pero, si no estamos convencidos o no vamos a estar al cien por cien en una relación, sin importar del tipo que sea, lo mejor será que no demos ningún paso más allá.

De ahí que, en ese sentido, el pobre Killian me ha dado pena ya que, en mi opinión, desde el primer momento él sí que da el todo por el todo para con Myriam, mientras que ella, distraída y centrada en otros aspectos, amén de realizar un autosabotaje continuo y compararse con otras etapas de su vida, de manera inconsciente, no para de hacerse daño a ella misma y, por supuesto, también a él.

En este sentido, tengo que decir que no he podido empatizar mucho con ella por este motivo y sobre todo, que he echado en falta la presencia de un psicólogo en su vida porque, dadas sus experiencias y cómo gestiona su vida en esta novela, le hubiera sido de mucha ayuda.

Killiam, sin embargo, de los miembros de la pareja protagonista sí que me ha gustado y sí que he empatizado con él. De entrada, me ha gustado que tenga una autoestima baja porque no suele ser una característica común que se encuentra en protagonistas masculinos literarios. Y eso no quiere decir que este problema no exista, porque lo hace. Además de eso, nos recuerda así que las apariencias engañan y que por eso, debemos tener en cuenta que debemos ser más empáticos para con los demás porque, como ya he mencionado antes, la comunicación es uno de los grandes problemas que tenemos como sociedad y por eso, no vamos exponiendo nuestras partes más débiles ni hablamos de nuestros demonios.

Junto a ello, sirve también par convertir a la literatura en un arma de los aspectos más negativos y/o oscuros de nuestra sociedad, de los que no suele hablarse. Y si no se habla, permanece invisible... con todo lo que ello supone, como he mencionado anteriormente. Por eso, si algún lector o lectora se siente identificado con lo que aquí se narra y esto le sirve de estímulo, el propósito quedará más que cumplido.

Eso por no decir el mensaje de estímulo y a favor del amor propio - una vez más - que ella envía usando a Killian como canal de transmisión. Ese no es otro que el de la importancia de cerrar círculos, por mucho que duela o nos cuesta. Porque es otro modo de cerrar etapas de manera definitiva y por tanto, nos permite superarla o al menos, empezar a avanzar. Especialmente porque así, sabremos descubrir y diferenciar entre vivir y sobrevivir. Dos verbos que pueden parecer sinónimos pero que para nada. Y es precisamente el aprendizaje y el saber diferenciar entre los dos lo que motivará y llevará que, a la larga seamos felices o no.

Soltar lastre y dar portazos es otro modo de querernos bien y priorizarnos. Del mismo modo que aprender a decir no y sobre todo a aceptarlo, ya que no hay que entenderlo como un ataque directo o personal o como una voluntad de hacer daño siempre.

Evidentemente, a nadie le gusta escuchar cosas negativas al respecto de ningún tema o aspecto, pero si la crítica o la negativa está bien fundamentada, no debería tomarse como un ataque. Es más, considero que es fundamental para estar en paz y ser felices. Una vez más.

No puedo no hacer referencia al mensaje crítico en contra de la desigualdad y del machismo que la autora incluye en esta novela. Y es cierto que las cosas han cambiado mucho de un tiempo a esta parte, pero, aún queda mucho camino que recorrer.

Así, por ejemplo, en una ruptura y aunque la mujer sea la menos culpable, siempre se tiende a responsabilizarla. Y en este sentido, me ha gustado que haya una diferente aproximación al tema de la infidelidad, no solo porque plantea un debate interesante y por eso, obliga al lector a opinar. ¿Cómo? En mi caso reafirmándome en que una infidelidad es una pérdida y una ruptura total de la confianza en una pareja. Y si no existe este detalle, el amor no existe y se ha acabado. Amén de que me parece una falta de respeto hacia el otro y hacia nosotros mismos. Con el riesgo que eso supone.

Por eso, y aunque sé que es ficción, no he estado de acuerdo en determinadas acciones de determinados personajes ya que, no hay justificación posible para ello.

Para concluir, me repito al respecto del final porque es impactante, aunque no sorprendente porque el argumento de esta novela está tan bien hilado que, se van produciendo una serie de acontecimientos que refuerzan la idea del hilo rojo del destino, fuerte e irrompible que nos liga a otro de manera perpetua. A pesar incluso de que el nudo se deshaga en el peor momento posible. O no.

Porque hay que saber ver la misma situación desde más de un punto de vista y por eso, aunque puedo intuir qué va a suceder... quiero seguir sabiendo más y así asegurarme no solo de si los personajes alcanzarán la felicidad, sino también si, a la larga voy a perpetuar mi porcentaje de aciertos.

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

¡Nos leemos pronto!




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