La música del corazón de Óscar Lozano

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que participó en el premio literario 
y con quien me estreno con la pluma del autor. Además, he de decir que escribir esta publicación me hace especial ilusión porque el autor es paina. Y si ya de por sí me gusta conocer nuevas plumas, aún más cuando son de la tierra.
Por eso, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de esta entrada y prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de La música del corazón de Óscar Lozano.

SINOPSIS

Chico y chica se conocen un fin de semana antes del inicio de las clases universitarias. Sienten el inicio del amor. Una amiga traidora intentará arruinar la incipiente historia de amor, pero un encuentro casual tras meses sin verse revive sus recuerdos.
Y todo ello con la banda sonora de las canciones que marcan sus estados de ánimo y el latir de su corazón.


OPINIÓN

La estructura de esta novela es poco habitual porque, todos los personajes con una relativa cierta importancia en la misma van a ser narradores de su punto de vista. Un detalle que, a mí personalmente, me gusta mucho porque soy de ese tipo de personas que cree que, antes de nuestra opinión al respecto, debemos conocer todos sus puntos de vista. Aspecto y detalle que el autor desarrolla además de un modo bastante bien ejecutado.
Es una novela romántica donde la música tendrá un gran peso, como ya se etrae del título. Pero también, sirve e incide en el hecho de que las letras son el lenguaje del amor y por tanto, sirven para ayudarnos a expresar ideas y sentimientos que, en ocasiones, por el motivo que sea somos incapaces de expresar.
Pero además, lo utiliza para demostrar el poder que tienen palabras, tanto para bien como para mal, ya que al ser capaces de expresar cualquier cosa, sus daños pueden ser mucho más duraderos en el tiempo y sus efectos mucho más invisibles porque no se aprecian a simple vista. De ahí que no haya que menospreciarlas, ya que, a la larga, los efectos serán perjudiciales para nosotros.

Es también un alegato a favor de los amores de verano, y por eso es muy fácil sentirse identificados con los protagonistas. En mi caso, doblemente ya que la protagonista es mi tocaya, lo cual siempre suma un extra especial
Unos amores de verano que, a veces incluso coinciden con los primeros amores de nuestra vida, los cuales nunca se olvidan. E incluso, en ocasiones, sirven de vara de medir y comparativa de las futuras relaciones que aparecerán en nuestra vida. Y eso es un error porque, todas las relaciones son importantes y además el concepto del amor evoluciona con el ser humano y las circunstancias determinadas donde aparezca también contribuirá muy y mucho acerca de nuestros pensamientos al respecto del mismo. Y si cambiarán.

Un aspecto que me ha gustado es que también ubique esta novela en mi tierra, Badajoz. Y, aunque yo estudié en Cáceres, sí que he vivido también el ambiente universitario en Badajoz así que ha sido como volver a traer esos recuerdos a mi mente.

Como ya he mencionado antes, es una novela romántica donde el amor está muy presente. Y el toque realista que le da, me ha gustado mucho porque sí que es cierto que todo lo puede, pero, ha de tener su lugar y su momento. Amén de que, como he dicho anteriormente, cada persona lo entiende y vive de una manera diferente.

Un amor que puede aparecer cuándo y dónde menos se le espera y que incluso, las redes sociales en ocasiones son también el escenario perfecto para que este aparezca. Pero que tampoco podemos depender de ellas porque, son un espejo, pero no completo y tiende a ocultar aquellos aspectos que nos rinden más reales de nosotros mismos. Y las partes más oscuras. De ahí que no debamos fiarnos al cien por cien de todo lo que mostramos en ella y que no nos fiemos del todo de la imagen de las personas que encontramos por ahí.

Se vive el sentimiento desde muchas perspectivas, pero lo que más me ha gustado y sobre todo, recordemos más de seguido es que no debemos querer a otros como nosotros queremos que lo hagamos. Ese no es un buen amor y por eso, esa concepción del sentimiento tiende a rozar la toxicidad. Justo como sucede en esta novela en la que se demuestra que la envidia no puede ser nunca el motor de nuestras vidas porque es un monstruo que nos devora por completo y del cual, por lo tanto, nunca tendremos suficiente.

La envidia es aquí por tanto, un sinónimo de infelicidad. Y convierte a la literatura en un arma, así que, si algún lector que abra las páginas de este libro se da cuenta de las relaciones que están a su alrededor y las personas también se comportan como este personaje, han de huir y no permitir que continúen que siga manejando sus destinos. Justo al contrario de lo que se ha hecho en esta novela y que por eso, en ese sentido, me ha parecido el aspecto más flojo. de la misma. Su credibilidad y confianza en ella, cuando ha demostrado de más y de sobra el tipo de persona que es.

Y este tipo de maltrato y chantaje emocional no se debe consentir de ninguna de las maneras. Junto al mismo, también denuncia otro tipo de amor, relacionándola con una de las lacras de nuestra sociedad. Y no es otro que el del maltrato. No se debe admitir ningún tipo del mismo, ni físico ni psicológico. Así que, al más mínimo conato del mismo, debemos hacer igual que Noelia y huir.

Para después buscar ayuda profesional, hacernos ver que no es nuestro problema y sobre todo, que nos ayude a recuperarnos y a ser conscientes de que, debemos conceder segundas oportunidades en la vida. Todos sus aspectos quiero decir, amor incluido. De lo contrario, incurriríamos en un error. Pero, eso sí, para poder querer bien a los demás, debemos querernos bien a nosotros mismos. De lo contrario, solo repetiremos estos patrones de conductas y comportamientos tóxicos que ningún bien nos hacen.
Brava esa valentía, por esa parte del autor.

También incluye una advertencia más que necesaria a que amor no es todo el sentimiento romántico que tenemos para con otra persona. Y en esa diferencia está la clave de nuestra felicidad, porque no es lo mismo querer que apreciar. Y tampoco, que querer o sentir cariño hacia otra persona. Ese es otro modo de querer mal. De ahí que en cierto modo, no me ha parecido bien el modo en que Laura, la protagonista trata a un secundario.

Original ha sido también el mensaje a favor del buen amor. Porque alguien, si te quiere, lo hará libre y por tanto, buscará siempre tu bien. Y eso, demuestra una madurez brutal por parte de los secundarios, puesto que, desgraciadamente, no suele ser un comportamiento muy habitual. Amén de que dice mucho acerca de su madurez mental. Bravo.

Original es también su final, poco habitual en una novela del género. Pero muy realista según los acontecimientos transcurridos en ella. Y sobre todo, también es necesario para que tomemos en cuenta que, perdonar es otra manera de querernos bien. Y entre ellos ese perdón se relaciona con aceptar nuestras acciones, soltar lastres de aquellas personas que poco o nada aportan a nuestras vidas. Pero también que no debemos permitir que un error condicione nuestras vidas.

Una novela muy musical con tintes románticos que leeréis en muy poco tiempo.

¡Nos leemos pronto!


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