El abrazo de los valientes de Javier López García

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con el 
autor, a quien agradezco enormemente el envío del ejemplar en físico y me permita así conocer su pluma. Ya sabéis cuánto me gusta conocer nuevas historias y autores, así que hoy me hace especial ilusión compartirlo con vosotros.

Por eso, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de la entrada y por eso, os dejo con la sinopsis y mi opinión de El abrazo de los valientes de Javier López García:

SINOPSIS

ALEMANIA, 1935.
Elay Levi, un joven judío que lucha en la sombra contra el régimen nazi, debe huir del país para evitar que lo detenga la Gestapo. Su novia Wanda Schmidt, alemana de origen ario, aguarda su regreso mientras se implica en una peligrosa relación con un soldado de las SS para mantener con vida al padre de Elay, encerrado en el campo de concentración de Dachau.
Esta es la historia de una pareja que, pese a tener todo en contra, decide amarse.
Una novela rebosante de intriga, impecablemente documentada y de ritmo ágil, que nos muestra un combate feroz en el que la amistad y el amor se enfrentan al odio y al mal que imperan en el Tercer Reich.


OPINIÓN

Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de hacer un comentario al respecto del género de esta historia. Es una novela histórica, es cierto. Pero, esta disciplina va por rachas y por épocas, y por eso, ahora parece que se ha puesto de moda la Segunda Guerra Mundial, aproximándose al conflicto desde muchas y diferentes perspectivas.
Así que es difícil encontrar una voz original y novedosa en este sentido.
Sin embargo, el autor lo consigue, así que hay que felicitarle por tanto.

Además de eso, también me ha gustado que trace un paralelismo entre la literatura y la historia, porque ambas disciplinas son más de lo que parecen y por eso, su importancia en nuestra sociedad es más necesaria y patente de lo que podríamos pensar. La historia, para evitar repetir así acciones y épocas pasadas que tan terribles fueron y la literatura para servir de arma de denuncia y demostración de aquellos aspectos más sombríos y tristes de la sociedad como un todo contemporáneo.

Otro aspecto que me ha gustado también es que haya decidido no centrarse en los campos de concentración porque, si bien es cierto uno de los aspectos que antes, durante e incluso después del conflicto, nos llama más la atención, - amén de que provocó mucho sufrimiento - la realidad es que el inicio del descenso a los infiernos del pueblo judío y que las condiciones de maltrato, menosprecio e incluso asfixia del pueblo judío comenzaron mucho antes de lo que nos podríamos haber pensado. De ahí que iniciar el inicio de todo antes de que la guerra estallase demuestra bastante bien cómo todos somos herederos de nuestro pasado y que conviene que los conozcamos en profundidad para poder entender mejor hacia dónde vamos.

Además de eso, queda muy bien reflejado el tremendo giro conservacionista que da Alemania poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial y especialmente Berlín, porque era una de las capitales con más libertad y por lo tanto, más adelantada a su época. La trama sucede en Múnich, pero es perfectamente extrapolable a lo de Berlín. Así, recuerda de un modo muy coherente el miedo tan terrible que da la libertad porque nos acepta tal cual somos y por tanto, nos deja ser. Y al mismo tiempo, también ejemplifica muy bien cómo es el primer elemento al que se ataca y que se coartan porque así, todo quedará bajo control, impidiendo pensar y actuar. Con lo peligroso que puede ser eso... especialmente desde el punto de vista del poder político.

Amén de que, tal y como e indica en esta novela - de nuevo siendo otro patrón que se repite incluso hoy - el poder político no tendrá escrúpulos para utilizar todos los medios posibles a su alcance - que son muchos - para obtener ese propósito. Por eso, como he mencionado antes, la libertad es tan importante, puesto que ayuda a pensar y a desarrollarnos.

Y es este punto de partida el que sirve de ejemplo a la inversa para recordar que debemos comportarnos a la inversa. Porque la diferencia siempre enriquece y nunca ha de separar. Porque cuanto más nos rodeemos de personas lo más diferentes posibles a nosotros, nuestras vidas serán mucho más ricas. Pero para eso, debemos, una vez más empezar a respetar e intentar comprender al otro y no tratar de entenderlos o considerarlos como una amenaza. Porque nada que ver. De ahí que se nos emplace a ser más empático también.

En esta novela conoceremos la historia, principalmente de Wanda y Elay. Ella alemana y él judío, en la que todo iba bien hasta que inicia la xenofobia y el maltrato a los judíos y por eso, ambos reciben presiones externas para que pongan punto y final a su relación. Única y exclusivamente por su diferencia de religión, ya que ambos son alemanes de nacimiento. Describe, de este modo, la importancia que tiene nuestro círculo más cercano en nuestras vidas y cómo, pese a ser fuertes e incluso obstinados, la realidad es que pueden llevarnos incluso a presionarnos tanto - más o menos sutilmente - para hacernos cambiar de opinión. Incluso en aquellos casos en los que el amor es fuerte.
Desarrollando así también esa idea de plantea que las buenas intenciones en no pocos casos están llenas de daño. Y sobre todo, que debemos dar nuestra opinión única y exclusivamente cuando nos la pidan.

Ambos aquí tienen nombre, pero encajan y ponen rostro a la perfección a todos y cada uno de los héroes anónimos que lucharon dentro de sus posibilidades contra el poder opresor. Recordando así que la historia con mayúsculas está formada por más historias con minúsculas tan o incluso más necesarias y fundamentales que la que estudiamos e investigamos.

Ese es uno de los aspectos que más me ha gustado de la novela, junto con el toque femenino y feminista de una y otra historia porque, sucesivamente hemos sido apartadas o incluso eliminadas convenientemente de la misma. Y no es así, es más, no tiene sentido puesto que somos la mitad de la población y por eso, se nos tiene que tener mucho más en cuenta. Solo que al no haber ocupado puestos y cuotas de poder durante mucho tiempo, nuestro rol y papel ha sido menos estudiado y más difícil de comprobar al no haber tantos registros de nuestro e intervención en la historia
Idea que queda perfectamente ejemplificada en la novela con la consideración que tiene el nazi de Wanda, como un perfecto adorno o complemento que mostrar en público, sumiso.

Junto a ello, también me ha gustado mucho que parte de la historia se desarrolle en Noruega ya que, es un país que no suele llamar mucho la atención en este período histórico y del que por tanto, no se habla mucho. Y esta aproximación, una vez más, demuestra la importancia de la comunicación. Porque hay que hablar siempre. De todo y de todos, especialmente de aquellos temas que son más peligrosos y espinosos porque, de lo contrario, de lo que no se habla, parece que no existiera. Y todo lo contrario. Amén de que, esto contribuye también a la propagación y control de más manipulación.

Esta pareja inicia un viaje de autodescubrimiento y autoconocimiento - a marchas forzadas, eso sí - demostrando que, la madurez no va a asociada a una edad, sino a una personalidad. Pero que, para querer bien a los demás, debemos querernos bien a nosotros mismos. Y en ese amor propio ha de incluirse el perdón. Tanto a nosotros mismos como a los demás. Solo así podremos ser realmente felices. Y por eso, me ha encantado el mensaje tan esperanzador a favor del amor.

Porque a pesar de que el horror, el odio y la muerte los rodea, no hay que perder la esperanza o menospreciar la fortaleza que un sentimiento como el amor puede llegar a alcanzar. Porque el amor ni fue, ni es, ni será un síntoma o símbolo de debilidad. Todo lo contrario, es un síntoma de fortaleza.

Así que, nunca jamás hay que esconderlo o avergonzarse ni de la intensidad ni de la potencia con la que aparece en nuestras vidas. Al contrario, debemos tener bien presente que este puede aparecer dónde, cuándo y con quien menos se le espera. Incluso en las circunstancias más adversas. Y por eso, no hay que oponerse a su llegada, al contrario, abrazar con los brazos bien abiertos y aceptarlo con todo su ser.
Porque el amor si es sano, es paciente y sabrá encontrar su lugar y su momento para aparecer o incluso reaparecer, además de que es fuerte y poderoso y por ello, valiente. Y hablando de valentía por tanto, solo los verdaderos valientes conseguirán así el objetivo que todos debemos tener presentes en nuestras vidas, independientemente del momento de la historia en el que nos haya tocado vivir: ser felices.

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

¡Nos leemos pronto!

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