Cuentan una historia de Yolimi Gómez Herrera

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la 

autora, a quien agradezco el envío del ejemplar en digital, permitiéndome así conocer su pluma. Una acción que ya sabéis cuánto me gusta realizar.

Por eso, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de la publicación y por eso, os dejo aquí con la sinopsis y mi opinión de Cuentan una historia: los hijos de la nada, escrito por Yolimi Gómez Herrera:

SINOPSIS

Los Hijos de la Nada es una historia donde se conjuga la realidad y la ficción, se desenvuelve en Colombia, entre los tórridos días en el Valle del Cauca y las olas tranquilas en la Costa Pacífica de la zona occidental de este país.
Cada uno de sus personajes cuenta una historia marcada por sucesos dramáticos, lamentables, únicos, irrepetibles, en una sociedad desigual, mísera, carente de valores, indiferente, violenta e incipiente; donde se romantiza el dolor y la tragedia; como un karma es transmitido de generación en generación.
Sus personajes principales, Teresa Matamba, Katiuska Matamba, Genoveva y Santiago Linares, dan vida a cada uno de los personajes, tejiendo historias de fracasos, amor, desamor, en una sociedad repleta de quienes milagrosamente soportan el dolor.
Teresa Matamba, abandonada por su madre a los 3 años, no conoció a su padre, criada por su abuelo, ultrajada dos veces, la primera a los 14 años convirtiéndose en madre de forma prematura, la segunda vez no vivió para contarlo.
Katiuska Matamba, hija de Teresa Matamba, nace producto de la violación que padeció su madre a los 14 años, víctima desde la concepción y revictimizada por los acontecimientos que paulatinamente se suscitaron a lo largo de su vida.
Genoveva, una solterona que no concibió descendencia, pero con sus actos nos enseña que el amor va más allá de las fronteras que delimitan los lazos sanguíneos y que la vida pierde sentido si no estamos dispuestos a defender a los nuestros, incluso arriesgando nuestra propia existencia.
Santiago Linares, un deportista, proveniente de un hogar de clase media, desde niño soñaba con ser un gran futbolista, pertenecer a las grandes ligas europeas, con el tiempo su vida dio un giro inesperado, sus sueños se convierten en luchas y sus luchas en pérdidas constantes, su poca resilencia le impidió afrontar la vida, se dejó llevar por las malas compañías, por el espejismo del dinero fácil, y fracasó en el intento de construir una vida digna.

Katiuska Matamba y Santiago Linares nacen en hogares diferentes, en circunstancias distintas, el destino los unió y los separó, demostrándoles una vez más que su felicidad sobre la faz de la tierra era prácticamente inexistente.En una población de Colombia, Roberto padre de familia, la mujer y la hija cruzan la frontera en busca de una vida mejor, pero no regresan, lo dejan al cargo de Teresa, su nieta.

OPINIÓN

En esta novela breve, conoceremos la historia de Katiuska y de Santiago. Aunque, si bien es cierto que, en el caso de Katiuska, no será solo la suya la que conoceremos en profundidad.

Si tuviera que resumir brevemente esta novela, la describiría una novela de opuestos, que no tienen por qué ser considerados como antagonistas, sino más bien como complementarios. Pero sobre todo, la describiría como una novela que abre los ojos hacia nuevas realidades que no suelen ser elevadas a la categoría de protagónicas y sobre todo, en el tremendo impacto que tienen las circunstancias en las que hemos sido criados para desarrollar una personalidad, carácter o actitud determinadas. Tanto para bien, como para mal.

Junto a ello, también explica de un modo muy coherente que la madurez no tiene por qué ir tampoco asociada a una edad determinada, porque la concede la propia personalidad. De ahí, una vez más, lo conveniente que es subrayar lo anteriormente mencionado. Sobre todo cuando se decide a no seguir la corriente o ser diferente a lo que sucede a nuestro alrededor.

Me ha gustado mucho conocer la historia de las mujeres Matamba. Sobre todo porque demuestra, una vez más, cómo aún hoy el machismo campa a sus anchas por nuestra sociedad. Ya que, las mujeres tienden a estar más indefensas que los hombres. Incluso en aquellos ambientes más privilegiados y desarrollados. Y por supuesto, en una situación peligrosa o peliaguda, siempre son ellas las que resultan peor paradas. Por no hablar de aquellas situaciones en las que el hombre tiene un cargo de poder y se aprovechará del mismo, para amedrentar, amenazar e incluso coartar a quienes están a su alrededor para seguir actuando sin ningún tipo de impunidad.

Este detalle convierte así a la literatura en un arma. Algo que va mucho más allá de un mero entretenimiento y que pone el foco en aquellos aspectos de nuestra sociedad que no son tan bonitos o brillantes, pero que sí que son muy necesarios para dar a conocer la verdadera naturaleza humana, falta de empatía.

Por eso, si algún lector o lectora que se acerque a esta novela, se siente reflejado o le suena mucho lo que aquí se narra, ha de actuar como se indica en esta novela. Y, aunque parezca un imposible, hay que denunciar y hablar. Porque si no hablamos, parece que no existe y este es un problema lo suficientemente importante como para dejarlo estar.

El destino es otro de los temas subyacentes en esta novela porque, si bien es cierto que nosotros lo forjamos, la realidad es que, en ocasiones la suerte juega un poco a favor o en contra de nuestro desarrollo vital y personal.

Por eso, creo que la madre de Katiuska ha tenido muy mala suerte y han aparecido también personas de no muy buena calaña en ella, así que, en cierto modo, el final de su historia estaba un poco anunciado. Eso sí, no me ha gustado mucho cómo el abuelo de la niña se comporta para con su hija.

Una actitud que, confirma y desarrolla otro tema importante de esta novela. El de la paternidad. Porque padre se hace y no se nace, y en este sentido, él no ha estado a la altura. Por eso, recuerda que el amor entre los miembros de una familia también puede ser tóxico y doloroso. Pero también, que el mero hecho de compartir un grupo sanguíneo o vínculo con otra persona, no lleva inmediatamente asociado el surgimiento o el brote espontáneo del sentimiento entre sus miembros. O dicho de otro modo, que no hay que dar esa relación por descontada y sí cuidarla como la relación importante que es.

Afortunadamente, narra el tema de la paternidad también, pero desde el otro punto de vista. Es decir, el positivo. Y lo relaciona aquí con la sororidad gracias al personaje de Genoveva. Ambos aspectos me han encantado, especialmente el segundo porque, confirma de nuevo, que si las mujeres nos apoyáramos más entre nosotras en lugar de considerarnos como enemigas o rivales, el mundo sería un lugar mejor.

Santiago, el otro protagonista, al contrario que Katiuska, nace en una jaula de oro y tiene todas las comodidades y lujos del mundo. Pero también recuerda cómo la vida puede cambiarnos en un momento. De ahí que, si bien es cierto que tengamos sueños y aspiraciones vitales, tampoco debemos dejar de lado o guardar en el cajón un plan B que puede salvarnos la vida.

Porque si no, no sabremos qué hacer, estaremos confusos y nos convertiríamos en carne de cañón para espabilados y astutos que sabrán cómo manejarnos para caer en la trampa. Hasta el punto tal de que cuando queramos salir de ella, nos será imposible.

Además de que, explica muy bien el poder y el brillo que tiene el dinero, pudiendo calificarse como otro tipo de amor, también algo tóxico. Porque su brillo es tan poderoso que, puede dejarnos ciegos impidiendo que veamos la realidad.

Junto a ello, también es una novela moralizante porque nos recuerda algo que puede parecer de cajón, pero que tendemos a olvidar: quien algo quiere, algo le cuesta. Así que, el precio que pagamos por conseguir un dinero "fácil" a la larga resultará ser mucho más costoso.

Por último, es también una novela romántica, ya que nos recuerda que el amor aparece dónde, cuándo y con quién menos le esperamos. Pero que ese amor también puede ser tóxico, así que, una vez más, tolerancia cero ante cualquier actitud o comportamiento controlador o celoso, porque así, nos intentarán cambiar y eso no es un buen amor. Quien bien te quiere, lo hará libre.

Tengo que decir que, pese al ambiente donde se desarrolla buena parte de la novela, no vi venir un final así. Así que me sorprendió ese carácter que, en parte es esperanzador.

La única pega que le pongo a esta novela es lo extensa y reveladora que es la sinopsis porque eso impidió que me llevara más sorpresas mientras leía, ya que, pese a ser una novela breve, los temas y las ideas principales que su autora quería incluir en ellas, están bien representados.

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

¡Nos leemos pronto!