El puente de los cuervos volumen I de Ana Daitán

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy se corresponde con una novela que leí en colaboración con su autora, a 
quien  agradezco enormemente la confianza en mí, el envío de la bilogía y sobre todo, los detallitos que la acompañaron.

Sí, como habéis leído, se trata de una nueva colaboración y ese es el motivo por el cual, he debido de postergar el último paso de la misma. Es decir, el de darle a botón de publicar en el blog. Motivo por el cual pido mil disculpas a la autora.

Por eso, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de esta publicación y por eso, prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de El puente de los cuervos, volumen I de Ana Daitán:

SINOPSIS

¿TE ATREVES A LEER UNA HISTORIA DIFERENTE?

¿A leer el primer grip-lit español y el más polémico?

Guiada por la desesperación y un misterioso diario de la Segunda Guerra Mundial, una madre cruzará la línea del bien y del mal. En una época donde el fanatismo del pasado se revive en el presente.

En una época donde la sociedad se pierde y los «monstruos» habitan en ella.

Viaja con nuestra especial protagonista a través del oscuro mundo del tráfico humano, pecados de familia y la mafia médica.

Una prosa ágil y atrevida que nos advierte del futuro.

Novela social, histórica y contemporánea combinada con misterio, acción, thriller y ciencia ficción.


OPINIÓN

Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de decir que, esta es la primera parte de una bilogía en la que la historia se desarrolla en ambos volúmenes, así que, es imprescindible leerlos en orden. Pero, lector curioso y con gula, tranquilidad porque está publicada al completo. Así que, una vez termines el primero - y más con ese final - querrás empezar el siguiente.

El segundo aspecto a comentar tiene que ver con el género de esta novela. En mi caso, salgo completamente de mi zona de confort y voy a ciegas porque, hasta esta, jamás había leído un libro de género grip-lit. Y, como sospecho que a más de uno le va a pasar lo que a mí, no voy a ser yo quien os revele de qué se trata y sí que os voy a emplazar a que lo busquéis por vosotros mismos.

Lo que sí que diré es que esta es una novela muy femenina y feminista porque el principal peso argumentativo lo llevan las mujeres, si bien es cierto que, Annenke debe ser considera como la protagonista principal. Y por tanto, también puede resumirse este libro como un tremendo viaje de autodescubrimiento y autoconocimiento, el cual, por doloroso que sea, todos deberíamos emprender en nuestras vidas.

Evidentemente, por esta característica tan femenina, la sororidad es uno de los temas más presentes en las páginas de la misma. Recordando cuán equivocado y erróneo es ese comportamiento generalizado al respecto de que las mujeres somos enemigas las unas de las otras. No es así, al contrario, debemos empezar a cambiar el chip y pensar en nosotras más como aliadas y compañeras porque, el mundo sería así un lugar mucho mejor... para todos.

Por supuesto, se hace hincapié en el desarrollo, consideración y el rol de la mujer a lo largo de la historia, el cual siempre ha sido inferior al de los hombres, cuando no invisible. Lo cual ha terminado por hundir las raíces tan profundas del machismo en el imaginario colectivo que, a día de hoy, aunque se ha recorrido un gran camino, determinados comportamientos y actitudes repetidos hasta la saciedad en la contemporaneidad no dejan de demostrar que, aún queda un largo camino por recorrer en aras de la igualdad.

Porque, somos herederos de la historia y si no aprendemos de ella, estaremos condenados a repetirla. De ahí lo fundamental que es estudiarla y sobre todo, el continuar criticando, denunciando y alzando la voz ante comportamientos de desigualdad. Porque las mujeres somos igual de válidas que nuestros colegas masculinos y por tanto, tenemos por qué esforzarnos el doble o el triple para tener que demostrarlo.

Y tampoco debemos ser el chivo expiatorio de los mismos cuando somos consideradas una competencia leal o una amenaza feroz con ellos. Por eso, me ha gustado mucho esa referencia al rol de brujas y hechiceras que en más de una ocasión nos ha tocado ejercer, cuando la realidad distaba mucho de ser así.

Y ya en el plano cotidiano, tampoco podemos olvidar que la vida es una cadena y que por tanto, tenderemos a repetir las historias de quienes nos rodean... incluso aunque no lo hayamos pretendido.

Otro tema muy bien traído al respecto de la mujer como protagonista de la novela es el de la maternidad. Tratada desde más de un punto de vista. Incluso reivindicativo podría decirse ya que, no existe un manual de instrucciones para ejecutarla bien o mal. Cada persona es un mundo y como tal, debemos aprender a tratarla con el respeto que su individualidad merece. Es más, tratar de hacer lo contrario, es decir, estandarizarlo es el error.

Porque el ser humano evoluciona, las circunstancias de todos no son las misma y además, el ser todos iguales es tremendamente aburrido. Es la diferencia lo que nos enriquece y lo que provoca que seamos más ricos como sociedad.

Además de eso, también recuerda que, el mero hecho de compartir un vínculo o un grupo sanguíneo con otra persona, no lleva como acuerdo implícito el surgimiento o la aparición espontánea del amor. Hay relaciones intrafamiliares tremendamente tóxicas y estas, al formar y ser otra de las relaciones importantes de nuestras vidas, deben ser cuidadas con la importancia que merecen.

En ambos casos. Porque, me ha gustado también que en esta novela se dé la vuelta a la tortilla y también se recuerde a los hijos cuán difícil es ejercer la maternidad o la paternidad y que, un agradecimiento de cuando en cuando, un gesto una palabra de cariño para con ellos tampoco está de más, ya que se dan muchas cosas por descontadas o presupuestas que para nada lo son.

Pero, también hay que recordar que, convertirse en madre es una responsabilidad muy grande y que dura toda la vida. De ahí que si no estamos convencidos de nuestro rol, lo mejor es no ponerse manos a la obra, puesto que, a la larga, los hijos serán quienes terminarán rompiendo los platos rotos de todo lo que nos vaya mal en la vida. Cuando son y serán siempre los más inocentes de todas las situaciones.

Relacionado con Annenke, me ha gustado que haya jugado con la idea de la fuerza de las palabras y el pder de los nombres ya que, en este sentido, le pega completamente. Y sobre todo, me ha parecido muy inteligente que incida en el hecho de que la fuerza no tiene por qué ir asociado a un físico, sino que está en la fortaleza mental.

Y lo relaciona además, de un modo muy sensato utilizando una crítica más que necesaria para la poca falta de empatía en nuestra sociedad. Porque, Annenke tiene una minusvalía que, si bien no la imposibilita por completo, sí que hace su vida cotidiana mucho más complicada. Incluso en los detalles más nimios. Pero, al resto de nosotros, como no nos afecta, no nos percatamos y por ende, ni nos preocupamos de ellos, cuando no hablar de haber pensado en ese mismo tema. Así que, bravo.

Porque así, la literatura se convierte en algo que trasciende y que va mucho más allá de un mero hobbie o entretenimiento: en un arma de denuncia de los aspectos más grises de nuestra sociedad. Emplazándonos así a mejorar.

Sin embargo, Annenke no se queda atrás y sobre todo, gracias a su abuela - sorprendente la revelación final, por otra parte, aunque en parte me lo olí - se convierte en una mujer independiente y capaz. Hasta el punto de sacarse la carrera de maestra y también enfermería.

Y con eso se demuestra también que, el mero hecho de haberse decidido por unos estudios de una rama en concreto, no tiene por qué suponer que detengamos nuestro aprendizaje cotidiano porque, la vida es un no parar de adquirir conocimientos y, al igual que con las personas, nunca podremos saber la importancia de los mismos en nuestro futuro. Así que no hay que renegar de nada ni de nadie.

Al hilo de esto, me ha gustado que se rompa una lanza a favor de la convivencia entre ciencias y letras porque, ambas son fundamentales en el desarrollo del ser humano y por tanto, no hay carreras mejores y peores que otras. Solo hay diferentes aproximaciones a la misma situación o acontecimiento. Y por eso, hay que respetar ambas.

Ella vive una vida plena - repitiendo patrones familiares, eso sí - e incluso se enamora. En más de una ocasión. Demostrando así que, al pertenecer al campo de la psique, el sentimiento no se puede estandarizar y por supuesto, que tampoco podemos forzar a su llegada o aparición, lo hará en el momento justo y conveniente e incluso cuándo, dónde y con quién menos lo esperamos.

Eso sí, si bien los primeros amores de nuestras vidas son inolvidables, debemos recordar que el sentimiento evoluciona junto con el ser humano y por eso, tratar de estandarizarlo, es un error. Amén de que tampoco podemos obligar a que nos quieran como nosotros queremos que lo hagan porque eso es cambiar, y no tratar de mejorar y por tanto, no es amor. Todos, independientemente han de vivirse con la intensidad e importancia que merecen. Eso sí, si son sanos porque, ante el más mínimo gesto de toxicidad, debemos huir lo antes posible.

Es cierto que, hasta los mayores monstruos del mundo tienen corazón - como aquí bien demuestra Klaus en una de las tramas paralelas - pero incluso su concepción del amor será retorcida y, a la larga, provocará sufrimiento. Por eso, como bien queda demostrado aquí, para querer bien a otros, hay que quererse bien a nosotros mismos, porque si no, consentiremos de todo a todo el mundo y a la larga, el principal perjudicado seremos nosotros. Quienes, al contrario, debemos ser nuestra prioridad. Siempre.

Incluso en aquellos casos en los que debamos separarnos de la persona amada. Por doloroso que eso pueda suponer. Como hace Remi, un personaje del que siento mucha curiosidad por saber mucho más en el segundo volumen. Estoy convencida de que tiene una historia digna de ser contada.

Eso sí, para que una relación funcione bien, la confianza y la comunicación han de ser la base y los pilares fundamentales de la misma. O sea que, los secretos han de estar prohibidos. Hay que hablar, de todo y de todos. Y muy especialmente de aquellos temas dolorosos o espinosos ya que, si no, a la larga, lo que terminará por suceder será que aparezcan malentendidos, discusiones e incluso rupturas sentimentales. Entiendo que, en aquellas relaciones en las que se da el paso de amigos a amantes como aquí sucede, el miedo al fracaso es grande y la sensación de pérdida sería doble, pero es un riesgo necesario a asumir si queremos alcanzar la felicidad. Nuestra prioridad por siempre.

Uno de los problemas y causas de no realizar bien esta comunicación se deriva de la aparición de las nuevas tecnologías en nuestras vidas ya que, si bien es cierto que en ocasiones la facilitan, también es cierto que ha contribuido y mucho a convertirnos en antisociales de frente, prefiriendo en muchos casos escondernos en el refugio de una pantalla para dar nuestra opinión al respecto... antes que hablar cara a car. De ahí que esa crítica haya estado muy bien traída.

Y sobre todo que recuerde que, la tecnología es un arma y que, de nuevo, depende del ser humano que la controle, se le dará un uso positivo o negativo a la misma. Por eso, puede ser una herramienta de bien... o de mal, como aquí se indica con la deep web. Personalmente, una parte de Internet que me provoca escalofríos al tratar de imaginar qué se esconde en los recovecos más oscuros y profundos de Internet.

Como ya he mencionado, la protagonista es Annenke, y ella también sirve para indicar perfectamente bien que las apariencias engañan y que todos somos más de lo que podríamos pensar a simple vista. De ahí esa nueva alusión a la empatía. Y por eso, a ella la buscan. Más personas de las que podríamos pensar en un principio.

Pero Annenke entronca su trama con una misteriosa mujer llamada Julia - cuya identidad y motivo de relación también se revela aquí - quien, bajo el testimonio de su diario, nos ayudará a entender por qué la buscan además de empatizar con ambas.

Eso sí, si bien necesario, tengo que decir que el periplo vital de Julia hubo partes que me resultó lento y que por tanto, rompían la dinámica tan ágil de lectura de esta novela. Es cierto que al final se termina descubriendo por qué tanto detallismo es necesario, pero a mi parecer ha sido la parte que más me ha costado leer y la menos interesante.

Por supuesto, como sabía de antemano que era el primer volumen, conocía que el final iba a ser abierto y que, al mismo tiempo, todo iba a quedar por resolver en la segunda parte. Y ¡menudo final! A la altura. No solo tengo ganas de seguir sabiendo de Annenke, sino también de Remi e incluso de Yin, una persona medicina que todos necesitamos en nuestras vidas, pero al mismo tiempo, también algo misterioso que confirma una vez más, el ojo clínico que tiene nuestra protagonista para fijarse en los hombres.

Exceptuando determinadas partes de Julia, es una novela que me ha gustado muchísimo y que os emplazo a leer desde ya.

¡Muchas gracias por haber querido colaborar conmigo!

¡Mil perdones por la tardanza!

¡Nos leemos pronto!


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