Juntos en medio del caos de Priscila Serrano

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la 
editorial, a quienes agradezco enormemente el envío del ejemplar en físico.

Es cierto que conocía la pluma de la autora, pero no en un subgénero más juvenil, así que, me animé y me decidí a probar y por eso aquí nos encontramos hoy.

Por eso, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de esta publicación y en cambio, os dejo con la sinopsis y mi opinión de Juntos en medio del caos de Priscila Serrano.

SINOPSIS

¿Qué tienen en común una amante de la música y un boxeador?

Si bien es cierto que no tienen nada que ver, ellos serán la prueba de que dos mundos tan diferentes pueden unirse creando un equilibrio especial.

Mientras que Tracy, una joven de familia adinerada, busca la manera de vivir su propia vida sin tener que agradar en todo a sus padres, Marcus intenta sobrevivir como puede, con la única compañía de su hermano.

Las diferencias entre ambos son abismales o eso creen ellos antes de conocerse.

Todo comenzó con un beer pong y una apuesta que los puso en la cuerda floja. A partir de ese momento, no podrán separarse y cada encuentro será más intenso que el anterior.

Para ella, él es un capullo que la saca de quicio con la única intención de acercarse a ella.

Para él, ella es una chica con los hoyuelos más bonitos que ha visto en su vida y que intenta escapar de él, aunque le es imposible.

Dos mundos muy diferentes. Dos personas con el único propósito de salir del caos de vida que tienen. Dos corazones que comenzarán a latir al unísono en cuanto sus ojos se encuentren.

¿Qué pasará cuando ambos mundos colisionen?

OPINIÓN

Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de hacer una mención a la portada. Ya sabéis que me declaro fan absoluta de las portadas ilustradas, como esta, pero, a posteriori y una vez leído el libro, tengo que decir que la expresión de chulito prepotente que tiene el Marcus es tal cual me la he imaginado mientras leía las páginas de la misma. Así que, he de dar la enhorabuena a la responsable de la misma porque, en ocasiones, es bien difícil conseguir representar esos detalles y gestos tan específicos, especialmente cuando están en la mente de otra persona.

Además de eso, he de decir que la maquetación del interior me pareció muy original porque representa que ambos son más frágiles de lo que podríamos pensar a priori y que por eso, cargan con cicatrices más o menos visibles que les provoca estar rotos por dentro. Y que basta con rascar la superficie mínimamente para darnos cuenta de lo que realmente sucede en sus vidas, emplazando a que dejemos de mirarnos el ombligo tan de seguido y a que estemos más pendientes de los detalles a nuestro alrededor.

Dicho esto, he de decir que, en ocasiones, me recordó a la novela Maravilloso desastre de Jamie McGuire por la ambientación de la novela y sobre todo, por el cliché aquí incluido, que no es otro que el de opuestos que se atraen.

En esta historia conoceremos la historia de Marcus y Tracy, dos adolescente que, pese a que, a priori pudiera parecer que son diametralmente opuestos, la realidad es que son mucho más similares de lo que podría parecer.

Por eso, con esta premisa, se nos recuerda que debemos ser más empáticos para con los demás. Y sobre todo, recordar que las apariencias engañan y que por eso, antes de emitir cualquier juicio u opinión al respecto de los demás, debemos dejar ruidos y prejuicios a un lado y ser lo suficientemente maduros y valientes como para formárnoslas por nuestra propia cuenta y voluntad. Podríamos sorprendernos... recordando también que, a veces, son para bien.

Otro aspecto que me ha gustado mucho es que haga hincapié en el hecho de que las circunstancias en las que hemos sido criados influyen muy y mucho a la hora de ver la vida y el mundo a nuestro alrededor. Tanto para bien como para mal. De ahí que, comportamientos que poco o nada tienen de sanos, continúan perpetuándose a día de hoy con tanta facilidad. Porque se les da unos visos de normalidad que no tienen.

Pero también, puede servir para justo lo contrario. Y provocar un despertar más que necesario de nuestra sociedad. En este sentido, con lo que aquí sucede, la autora convierte a la literatura, una vez más, en algo que va mucho más allá de un mero entretenimiento. Es un arma de denuncia de aquellos aspectos de nuestra sociedad que no son los más brillantes y emplaza a que, si algún lector o lectora que se acerque a la historia esté sufriendo o sea testigo de una situación similar a la que se narra entre sus páginas, tiene que actuar y alzar la voz.

Tolerancia cero ante según que temas o circunstancias.

Otro tema desarrollado aquí que es un recordatorio más que necesario es el de que la riqueza de la vida no está en la acumulación de posesiones materiales o mucho dinero en la cuenta corriente. Al contrario, la verdadera riqueza se encuentra en las pequeñas cosas de la vida, las cuales, en muchos casos, carecen de valor material.

También me ha gustado que la autora se moje y rompa una lanza a favor de aquellas carreras que son más humanísticas y de letras, las cuales, tienden a ser menospreciadas, peor valoradas e incluso hechas de menos frente a los estudios científicos, cuando no es así.

Es más, vuelve a ser otro fiel reflejo de la falta de empatía que tenemos como sociedad en la que el respeto tiende a brillar por su ausencia y en la que hemos olvidado que la diferencia enriquece y nunca ha de separar. Además de que, no a todo el mundo se le dan igual de bien las mismas cosas y sobre todo, que las carreras humanísticas desarrollan una serie de habilidades como son el raciocinio y la apertura de mentes que se enlazan directamente con la proporción de la libertad. Y, si no hubiera más "artísticos" estaríamos condenados a ser una sociedad de borregos y muy fácilmente manipulables.

Y lo mismo que hablo de estudios universitarios, lo aplico también a profesiones... como por ejemplo la música, el sueño escondido de Tracy. Una música que nos acompaña en nuestro día a día y que es tan fundamental porque son numerosas las ocasiones en las que las letras nos ayudan a expresar en palabras pensamientos y sentimientos que, al tener un grave problema de comunicación como sociedad en general, nos cuenta expresar en voz alta.

Eso sí, tengo que decir que este aspecto de su personaje se me ha quedado flojo y cojo y que me ha parecido algo más similar a un accesorio que a algo fundamental para su personalidad.

Hablando de comunicación... aprovecho aquí para profundizar un poco más en ella porque, es uno de los principales problemas que, como sociedad tenemos. ¿Por qué? Porque aún hoy continuamos considerándolo como un síntoma de debilidad y exposición al juicio externo. Y si miedo nos da querer saber qué piensas desconocidos de nosotros, ese miedo es aún mayor cuando proviene de quienes son más cercanos a nosotros.

De ahí que prefiramos callar y guardar nuestros problemas como si de secretos se trataran... con todo lo erróneos que es ese comportamiento o actitud. En ese sentido, queda muy bien reflejado con la actitud de Marcus durante buena parte de la novela. Amén de que juega muy bien con esa idea aún muy extendida también de la masculinidad frágil cuyo reflejo más evidente es que los hombres no lloran. Cuando sí lo hacen, igual o más que las mujeres. Y no pasa nada.

Por eso, es tan fundamental hablar. De todo y de todos. Y esa comunicación es aún más necesaria cuando el tema que nos ocupa es doloroso o espinoso a ojos de los demás. Más que nada, porque la comunicación no solo no es un acto de cobardía sino todo lo contrario, el mayo acto de valentía que podemos realizar en nuestras vidas cotidianas. Sino también porque, si no hablamos de un tema, parece que este no existe y sí lo que hace. Contribuimos así de este modo entonces al arraigo y extensión del problema cuando, paradójicamente está en nosotros la solución.

Por supuesto, es una novela romántica donde el amor está bien presente. En más de un tipo además.

Así, hay alusión al amor por los miembros de una familia. Y sobre todo, recuerda que el mero hecho de compartir un vínculo o grupo sanguíneo con otra persona, no tiene por qué provocar el surgimiento espontáneo del amor para con el otro. Al contrario, al ser una más de las relaciones importantes de nuestras vidas, debemos cuidarla y darle la importancia que esta merece. Amén de que, tampoco podemos darnos el lujo de consentir que un familiar nuestro nos critique o insulte precisamente valiéndose de ese pretexto. No todo se vale.

Relacionado con esto, en cierto modo, está la inclusión del tema de la paternidad. Recordando muy bien que padre se hace y no se nace. Y que por eso, esta es una decisión que hay que meditar muy y mucho antes de ponerla en práctica porque es una responsabilidad para toda la vida.

Es tan grande que, por supuesto no hay una edad determinada para decidirse y también que nunca se es demasiado pronto o demasiado tarde para llevarla a cabo. Más que nada porque la madurez no va asociada a una edad sino a una personalidad. E incluso, es esta misma paternidad la que no obliga a madurar de golpe.

Eso sí, aunque no hay un manual de instrucciones al respecto de ser padres, sí que debemos tener en cuenta desde inicio que hay que respetar la individualidad del otro y por tanto, que quien bien te quiere, lo hará libre. Por eso, aunque es difícil, debemos saber marcar bien la fina línea entre protección y sobreprotección. Más que nada porque, en numerosas ocasiones, por querer hacer un bien a los demás, lo que terminamos provocando a la larga, es un mal mayor a los demás. Y que una jaula de oro, por muy brillante o grande que sea, no deja de ser una jaula, y por tanto, un modo de control. O dicho de otro modo, un tipo de amor tóxico.

También hay alusión al amor romántico, por supuesto.

E incide muy y mucho en dos aspectos al respecto del sentimiento.

En primer lugar, recuerda que, al pertenecer este al campo de la psique, no se puede estandarizar o comparar, porque si por algo se caracteriza el ser humano es por su evolución continua y constante. De ahí que, todas las historias son igual de importantes en nuestras vidas y sobre todo, que no podemos obligar a nadie a que nos quiera como nosotros lo hacemos, porque así estamos obligándole a cambiar, lo que choca de lleno con la libertad que debe caracterizar un buen amor.

Y en segundo lugar, debemos saber distinguir entre querer y amar a otra persona... porque, pese a que pueden parecer dos sinónimos, para nada lo son. Y el resultado, una vez más, será ese causar de daño para con los demás. Por eso, a riesgo de sufrimiento, debemos recurrir una vez más a la comunicación. Porque si no hablamos, aparecen malentendidos, discusiones e incluso rupturas de amistades de larga duración.

Pero también hay alusión al amor sano. El cual aparece cuándo, dónde y con quien menos se le espera. Incluso en mitad del caos que puede ser nuestra vida. De ahí que esto sea un círculo perfecto y se nos emplace a tener los ojos más abiertos al respecto. Lo que no hay que hacer de ninguna de las maneras es oponernos a su aparición o presentar batalla a su llegada... porque está perdida de antemano.

Así que no hay que tener miedo a enamorarse y sí ser más valientes en la vida en lo que al sentimiento se refiere. Más cuando es un amor sano y nos querrá bien y libre, porque, a la larga, conseguirá sacar siempre la mejor versión de nosotros mismos.

Pero, antes de querer bien a los demás, debemos querernos bien a nosotros. Y en este sentido, debemos saber que el caos no tiene por qué ser siempre un síntoma de negatividad o maldad, a veces, dejarse llevar tiene un efecto bastante positivo en la vida.

Así que, os emplazo a que os dejéis llevar y os acerquéis esta novela.

¡Muchas gracias por el envío del ejemplar!

¡Nos leemos pronto!

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