La flor del mal de Laura Bartolomé

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la 

autora, a quien agradezco enormemente el envío del ejemplar en digital.

En este caso, no es la primera vez que leo y conozco su pluma, aunque, sí que es cierto que el género y la ambientación de esta son diferentes a la anterior, así que podría decirse que es como si lo fuera.

Por eso, no me voy a entretener mucho más y por eso, os dejo aquí con la sinopsis y la opinión de La flor del mal de Laura Bartolomé por si no lo conocíais:

SINOPSIS

Alicia es una apocada joven de la época actual, que verá cómo su vida da un giro inexplicable tras un extraño suceso, acabando en Casa Roses durante el modernismo barcelonés de principios del s. XX. A medida que vaya asimilando la extraña situación en su nuevo rol, comenzará a descubrir el secreto familiar que la ha llevado a ese lugar y que se extiende a lo largo del pasado y del futuro. Pero cuando crea que todo ha terminado para ella, la rueda del tiempo volverá a girar. No te pierdas esta intrigante historia dentro una mansión que es pura maldad. Con personajes que esconden secretos inconfesables y seres que no son de este mundo… Acompaña a Alicia en sus periplos temporales.

OPINIÓN

Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de hacer un comentario al respecto del título, la portada y la novela en sí.

En lo que se refiere al primer aspecto, me recuerda mucho a una obra de Charles Baudelaire, pero ambas son bastante diferentes entre sí. Más que nada porque la obra del autor francés pertenece al género lírico y esta es una novela breve.

La portada actual me parece un acierto. Más porque he visto la anterior y considero que no terminaba de darle ese toque gótico y fantasmagórico que la ambientación de la novela tiene.

Y en lo que al tercer aspecto se refiere tengo que decir que fue toda una sorpresa el hecho de descubrir a posteriori ese giro misterioso a la historia de Alicia en el país de las maravillas. Aunque, he de confesar, que me costó darme cuenta de este detalle. Pero, en mi defensa tengo que decir que no soy la persona más avispada del mundo en lo que a darme cuenta de detalles y cosas se refiere.

Eso sí, apenas lo hice, me di cuenta de que no era el único detalle o la única alusión a la literatura que se incluye entre sus páginas. Una vez más, de manera interesante e inteligente. Porque, creo que también entreví alusiones y referencias a El retrato de Dorian Gray.

En esta novela conoceremos el tremendo viaje de Alicia, el personaje principal. Tanto literal como metafórico.

Y no solo ya porque cumpla dieciocho años al inicio de esta novela, que también, y por tanto la ubican desde inicio en un punto de quiebre y cruce de caminos en el que no es del todo niña, pero tampoco es del todo adulta ya que apenas está a punto de dar los primeros pasos en esa vía y en esa dirección. Sino que, junto a todo eso, hay más de una trama en esta novela, jugando así muy bien con esa idea de que incluso en la contemporaneidad, caracterizada por su racionalidad, el mundo de las supersticiones y las creencias tiene un enorme peso.

Como historiadora que soy, me han gustado mucho tres aspectos:

El primero de ellos es de que concede el lugar que la disciplina merece, contribuyendo así a mejorar la imagen de inútil, desaprovechada e incluso aburrida que se tiene de ella. Cuando no es así. Puede que esté barriendo un poco para casa porque soy historiadora, pero considero que la historia ayuda a pensar, a fijarnos más en los detalles y sobre todo, nos emplaza a que estemos más pendientes de lo que sucede a nuestro alrededor tanto a título personal como de la sociedad porque, esta tiende a repetirse. Y está en nosotros el provocar que no suceda así.

Además de eso, también me ha gustado que dé el rol que merece a la mujer dentro de la misma. Es cierto que la historia la cuentan los vencedores y privilegiados, que suelen ser hombres. Pero eso no significa que nuestro papel y rol no fuera importante. E incluso, que en más de una ocasión fuéramos utilizadas como chivo expiatorio y culpable público de acciones que sucedían provocadas por su propia mano. Demostrando así, cuán fácil es manipular al pueblo y usarlo según sus conveniencias.

Aspecto muy bien desarrollado con el tema de las brujas y las hechiceras, quienes, en muchos casos, no eran malas, sino que simplemente, su único delito era el de ser competencia directa en lo que a cura de enfermedades se refiere de sus colegas masculinos... hombres. Lo cual, no convenía y ahí las consecuencias.

Y el tercer aspecto engloba tanto a mujeres, como historia y supersticiones porque, sí que es cierto que el factor humano tiene y juega un rol muy importante, pero es también cierto que existen lugares con una cierta predisposición - por múltiples motivos - a que sean lugares de mal... como la casa Roses.

Fascinante y tétrica como todo lo que caracteriza a la ambientación gótica y a buena parte de la arquitectura modernista.

No puedo no concluir este gran tema sin hacer alusión a una advertencia importante que incluye mi tocaya en esta novela; y esa no es otra que, toda acción - por nimia que parezca - tiene su consecuencia. Así que, debemos ser más empáticos y tener más cuidado al respecto de lo que hacemos y decimos para con los demás porque, nunca sabemos cuáles son los demonios con los que cargamos cada uno de nosotros. Frase que, de nuevo, puede aplicarse, de manera literal y metafórica y que está muy bien relacionada aquí con el famoso Efecto Mariposa.

En esta novela además, se hace alusión a una de las lacras de nuestra sociedad, como es la del bullying, con la que hay que tener tolerancia cero y sobre todo, estar mucho más pendientes, porque alquien cercano puede estar sufriendo un caso y, como aún hoy, parece un tema tabú, si no se habla, parece que no existe. Y sí que lo hace, desgraciadamente.

Por eso, emplaza a que la sociedad sea más empática y a que padres y educadores vayan a una para tratar de ponerle fin o al menos atajarlo lo antes posible. Recordando también en este sentido, que los profesores son un complmento y acompañamiento de apoyo en la educación y que pueden ayudar a despertar conciencias y a generar sus propias opiniones independientes, pero que la educación viene de casa y esa responsabilidad pertenece a los padres.

Y que esa educación no tiene por qué brillar por su ausencia cuanto menos nivel económico se posea. Nos sorprenderíamos en más de una ocasión cuando descubriésemos que, la verdadera riqueza no va asociada a las posesiones materiales y sí a las pequeñas cosas de la vida cotidiana.

Esta situación también sirve para introducir otro de los temas importantes de esta novela, que no es otro que el que las circunstancias en que hemos sido criados tienen un profundo impacto en nosotros y en el desarrollo de nuestra personalidad y carácter y aceptar comportamientos que no son sanos, como si lo fueran. Amén de que nuestros padres también son las primeras personas a las que tomamos como punto de referencia en la vida. Y en ese sentido, les idealizamos.... con lo peligroso que eso es. Porque idealizar es perfeccionar y la perfección no existe.

Así que tratar de perseguir ese ideal lo único que terminará por provocar será la llegada de la tristeza y la infelicidad por no poder conseguirlo.

Termino de hablar del tema de la familia porque es uno de los tipos de amores presentes e incluidos en esta historia. Recordando así que, el mero hecho de compartir un grupo y un vínculo sanguíneo con otra persona, no tiene por qué llevar implícito el brote o la aparición del amor. Al igual que el resto de las relaciones importantes de nuestras vidas, han de cuidarse con la importancia que merecen: toda.

Y en este sentido, el mejor ejemplo es el de la relación entre Gabriel y Alastair, las dos caras de la misma moneda. Y que sirve de recordatorio a tener en cuenta de que, la paternidad es muy difícil y que hay respetar la individualidad de cada hijo porque las comparaciones son odiosas. Y las palabras pueden hacer mucho más daño que las acciones porque sus efectos son muchos más invisibles y más duraderos en el tiempo.

Por último, es también una novela romántica y por eso, el amor está muy presente en todas sus páginas. Demostrando que, una vez más, no siempre es sano.

Ya he mencionado el amor por los miembros de la familia para ejemplificarlo.

Pero, hay que tener bien presente que el amor nunca ha de vivirse en la clandestinidad ni se motivo de vergüenza. Al contrario, siempre orgullosos del sentimientos. Así que, esta relación con la denuncia del tema, me ha gustado mucho porque, una vez más, convierte a la literatura en algo que va más allá de un mero entretenimiento: un arma.

Y sobre todo, nos emplaza a que tengamos muy en cuenta que el amor puede ser tóxico y que quien bien te quiere lo hará libre y que, aunque intentará sacar siempre la mejor versión de nosotros mismos, no hay que confundirlo con el control y la privación de la libertad. Ahí no es. Así que, como bien ejemplifica Alicia para con Damien, en el momento en el que se den esos mínimos rasgos... hay que poner distancia de por medio.

Porque la verdad siempre terminará saliendo a la luz y también que nuestra verdadera cara también por rebelarse. Así que cuidado con las flores, porque son bonitas, pero también tiene espinas.

Hay una trama de misterios y asesinatos, sobre todo, en las historias ambientadas en el pasado que me generaron mucha curiosidad, pero que, por sorprendente e increíble que pueda parecer, tienen todo el sentido del mundo con la historia del presente y que Alicia rinde un digno homenaje a todo lo que había experimentado con anterioridad.

Porque nuestro pasado sirve también para tener y vivir experiencias, por eso no hay que avergonzarse de él, sino que hay que saber aceptarlo e integrarlo en nuestros actuales yo. Porque el error no tiene por qué ser considerado como algo negativo, más cuando hay voluntad de cambio y arrepentimiento con el mal causado anterior.

Ha convertido así, a esta novela en una historia con un círculo y una trama redonda. Para nada mala.

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

¡Nos leemos pronto!