10 pruebas para encontrar al príncipe azul de Haimi Snown

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de un libro que leí en colaboración con la autora, 
quien buscaba rep para su novela y que terminó por elegirme. Motivo por el cual le agradezco el envío del ejemplar en digital, permitiéndome así conocer su pluma y también, al mismo tiempo, pues darme la oportunidad de que vosotros también la conozcáis.

Por eso, no me voy a entretener mucho más en esta parte introductoria de la novela y prefiero entonces dejaros con la sinopsis y mi opinión de 10 pruebas para encontrar al príncipe azul de Haimi Snow:

SINOPSIS

En la Tierra de los Cuentos, Birdie Oftheredheads, valiente señorita que siempre oculta su rostro y su alma bajo una capucha, desafía la norma de los príncipes azules. Para ella, el mundo está plagado de sapos, y el peor de todos es Ark Oftherestlessheart: apuesto, de sonrisas fáciles y demasiado seguro de sus encantos.
Por si fuera poco, Ark es tan responsable como un gato con un ovillo de lana, y logra hacer a Birdie partícipe en su condena. Obligada a decidir entre salvar al sapo o mandarlo a La Granja, Birdie empieza la difícil tarea de transformar a Ark. Pero el camino es arduo, complicado por hadas madrinas entrometidas, un duende que habla en adivinanzas, una madrastra malvada de cliché, una vecina devota de lo romántico y un par de amigos que harían que Cenicienta se quede en casa.

Birdie se enfrenta a un verdadero embrollo. ¿Qué medidas tendrá que tomar para convertir a este sapo en un auténtico príncipe azul? Sumérgete en una historia donde la verdadera belleza reside en el corazón, y donde se demuestra que el poder del amor puede superar todos los obstáculos, incluso aquellos que uno mismo coloca en su camino.
¿Podrá Birdie transformar a Ark y encontrar su propio final feliz? ¡Descúbrelo en esta mágica aventura!

OPINIÓN

Amantes de las fantasía, hoy os traigo la opinión de una novela que hará delicias en nuestros gustos. E incluso, a los que no lo sean, ya que la lectura de esta novela ha sido como volver a leer uno de los cuentos clásicos de príncipes y princesas con los que más de una generación ha crecido y se ha criado y que son atemporales, por lo que no pasarán de moda jamás.

Eso sí, si bien es cierto que mientras iba leyendo he encontrado más de una alusión e inspiración a estas historias clásicas, la realidad es que la premisa original de la historia se casaba precisamente, no solo en el giro y la vuelta de tuerca para que fuera el chico quien tuviera que demostrar su validez para convertirse en príncipe. Sino que, además, ha añadido algunos extras que provocan que no sean tan infantiles como los cuentos populares en los que, inicialmente, se han basado. Y por lo tanto, puede decirse sin temor a equivocarnos que, es un cuento real y adaptado a nuestra sociedad contemporánea. Es más, en mi caso, tengo que decir que me recordó más a Shrek que a un cuento o una película de Disney. Ese es el nivel.

Sin embargo, además de la inversión de roles, el segundo aspecto que tengo que decir que más me ha gustado es la humanización de todos y cada uno de los personajes, tanto en actitudes y comportamientos en sus vidas cotidianas - incluyendo así, el sexo, por ejemplo - pero también, sirviendo esto de motivo para recordar que todos, queramos o no, en algún momento de nuestras vidas, somos el villano en la historia de otra persona. De manera más o menos involuntaria. Por eso, conviene tener más empatía y por eso también, es necesario que concedamos segundas oportunidades en la vida. A los demás. Y sobre todo, a nosotros mismos, podríamos sorprendernos en ese sentido.

En esta historia conoceremos la historia de Birdie y Ark principalmente, aunque, si yo tuviera que elegir, más bien diría que es la de Birdie porque, si bien es cierto que ambos son los protagonistas, la realidad es que buena parte del peso argumental recae sobre ella por las acciones que comete, directa o indirectamente.

Parte de nuevo, de una premisa y una idea muy extendida, pero a la que sabe darle ese giro original. Y que incluso creo que, más de uno o una, querría que esto sucediera en nuestras vidas cotidianas. Y eso no es otro que, la existencia en príncipes azules y sapos. Porque en este mundo de fantasía, sí que cabe la posibilidad de que, cuando algún hombre no se comporta como debe de acuerdo a unas normas de decoro, puede convertirse en un sapo. Literalmente.

¿Quién de nosotras, especialmente las que estamos ya un poco hartas de besas sapos, no querría que existiera esta posibilidad? Una fantasía, por tanto, como he dicho. Literal y metafóricamente.

Pero, con estas circunstancias la autora también recuerda que, si bien es cierto que han de existir unas normas y que estas están muy bien para cumplirlas, la realidad es que, tampoco debemos hacer que se tornen en amenaza o castigo. Porque entonces, más que vivir en libertad, se corre el riesgo de vivir en una dictadura. Y ya sabemos que vivir en miedo y represión no es realmente vivir, sino sobrevivir. Amén de que con esta premisa también se da pie a que rencillas personales que poco o nada tienen que ver con la norma oficial sirvan de premisa y excusa para acusaciones y por lo tanto, penas para delitos que nunca se han cometido. Porque la existencia, o mejor dicho la coexistencia del bien y el mal en todos y cada uno de nosotros es otro de los grandes temas que están presentes entre las páginas de esta novela. Así que la advertencia acerca de lo peligroso que puede llegar a ser el poder, por la toxicidad de su amor, es una de las enseñanzas a tomar muy en cuenta y a aplicar durante y después de la lectura.

Birdie como personaje me ha gustado porque, a priori, es la anti heroína y la anti princesa, puesto que su padre no la ha educado como la clásica princesa en apuros y por lo tanto, sabe cómo defenderse sola. Así que podría decirse que es una tipa dura. Más cuando se convierte en uno de los escudos de la pareja de amigos que se casa en esta historia y que da pie a todo lo que sucede posteriormente.

Y en su caso, esto de ser un escudo es una metáfora muy bien traída porque es justo lo que ella es, pero también lleva a diario porque pocas son las ocasiones en las que se muestra realmente como es. Ya que siempre va tapada. Y no solo por esa capucha que se empeña en llevar para tratar de pasar desapercibida, sin darse cuenta de que, lo que provoca es justo lo contrario. De ahí que las apariencias engañan. Y por eso, si alguien se detuviera a rascar la superficie o a darle la oportunidad de que se "desnudara" podría ver que es una mujer mucho más sensible de lo que parece a la que las circunstancias en las que ha sido criada la han dejado tan marcada y tocada psicológicamente que, en consecuencia, no cree ser digna de recibir amor y también desdeña al sentimiento y al príncipe azul que podría aportárselo en su vida.

Sin embargo, como bien dice la sabiduría popular, del amor no se puede huir porque siempre terminará por alcanzarlos. Incluso en aquellas ocasiones en que menos interesados estemos en él. Ya que aparece dónde, cuándo y con quién menos se le espera. Incluso en un sapo como Ark.

Y hablando de amor, aquí aparece en más de una ocasión y en más de un tipo, sin ser de todo siempre sano.

Así, se hace hincapié en el amor entre los miembros de una familia. Que no siempre es sano. Y esto lo relaciona con la paternidad, que no es para nada sencilla. Porque en más de una ocasión habrá malentendidos o puntos de vistas diferentes. E incluso, a veces, por querer hacer un bien, terminaremos provocando un daño grave. Eso sí, en el caso de decidirnos a seguir adelante con la misma, tenemos que tener bien claro que los hijos siempre serán siempre nuestra prioridad y sobre todo, que tendremos que aprender a respetar su individualidad, porque eso sí que es un rasgo típico de buen amor. Querer cambiar a otro para parecerse a la idea que tenemos de él o ella sin embargo, eso no es.

Además, tenemos que poner más esfuerzo en este tipo de amores y relaciones porque, tendemos a darlas por descontadas. Y al contrario, como todas las relaciones importantes en nuestras vidas, tenemos que cuidarlas y darles la consideración que merecen; toda. Y sobre todo, tener bastante en cuenta que no podemos valernos de la excusa de ser familiar de, para criticar, insultar o tratar mal a otro pensando que se nos perdonará todo por el hecho de compartir el mismo vínculo sanguíneo. No es así. Padre se hace y no se nace y por eso es tan importante tener en cuenta las circunstancias en las que hemos sido criados, porque ahí continuamos y propagamos determinadas actitudes y comportamientos que tienden a no ser sanos en la inmensa mayoría de los casos. Y también porque, sin darnos cuenta, contribuimos a la formación de una personalidad determinada y a la aceptación o rechazo de según qué ideas.

Por eso, una vez más, Ark y Birdie, a pesar de sus diferencias, son más similares de lo que creen y sus circunstancias familiares explican en buena parte de las ocasiones por qué son como son o actúan del modo en que lo hacen.

Hay otro amor relacionado con este, que es el del amor por los amigos, quienes, en más de una ocasión sustituyen a esa familia de sangre por lo especial del vínculo creado entre ellos. Aquí he de decir que, me ha gustado mucho la diversidad y la pluralidad entre ellos, porque ha demostrado que cuanto más diferentes son de nosotros, más ricos seremos. Así que esa idea de unos escuderos tan variados entre sí, ha sido un total acierto.

Además, en el amor y la amistad también ha incluido otro tema que es muy interesante como es el de la sororidad. Desde ambas perspectivas, lo cual ha sido más enriquecedor. Porque, sí que es cierto que las escuderas se apoyaban entre sí, demostrando de un modo muy poderoso que, precisamente, si las mujeres nos apoyáramos más entre nosotras, el mundo sería un lugar mejor para todo el mundo. Pero además, también ha incluido la ausencia de la misma y sobre todo, ha tendido a relacionarlo con la presencia de un hombre de por medio. Porque esas suelen ser las circunstancias más comunes en las que nos consideramos más enemigas las unas de las otras.

Y así, esa mala relación por ejemplo entre Birdie y su madrastra o entre Birdie y Circe, se deben precisamente a la preferencia del padre de Birdie para con su hija por encima de su mujer. O a los celos que siente Birdie ante esa amistad especial que esta hechicera tiene con Ark.

Circe, de hecho, es un personaje que, me ha caído bien, pero a veces no tanto. Su inclusión y ese pequeño homenaje a la mitología griega, acompañado también de esa crítica velada que toda esta narrativa tiene para con aquellas mujeres fuertes y poderosas que se salían del rol sumiso que la civilización les daba, me ha encantado. Precisamente porque aquí también lo ejemplifica en cierta manera. Y porque así, convierte a la literatura en algo que trasciende el mero entretenimiento, sino que es un arma de denuncia de aquellos aspectos de nuestra sociedad susceptibles de mejora.


Además, me ha gustado ese rollo informador inspirado en Gossip Girl o Lady Whistledown que todos tenemos dentro de nosotros, y que nos cuesta asumir con más o menos naturalidad.
Y también me ha gustado esa amistad con Ark, porque demuestra una idea que, incluso hoy, en ocasiones, parece un poco increíble y esa no es otra que los hombres y las mujeres pueden ser amigos sin ningún tipo de problema.



Pero, tengo que decir que, en ocasiones, no me ha gustado cómo se comporta con Birdie. Entiendo que está más en el bando de Ark porque son más amigos, pero también demuestra en cierto modo la ausencia de escrúpulos presente en nuestra sociedad con tal de llevar a cabo un trabajo o conseguir un objetivo.

Es también, al mismo tiempo, un homenaje más que necesario a la literatura y al poder que las palabras tienen. Y con este recurso de la metaliteratura al convertirla en la narradora de esa historia fraguada entre estos escuderos, recuerda también que si bien es cierto que debe haber narradores de historias, todos y cada uno de nosotros debemos ser los narradores y también de nuestras propias historias en forma de vida.

Un aspecto que también critica es el de consideración que se tiene con los ancianos en nuestra sociedad y sobre todo, está muy bien extrapolado y ejemplificado con la señora Maerwelen. Parece que en nuestra sociedad y sobre todo, por parte de los más jóvenes, si no se puede extraer beneficio de alguien o algo, no es válido. Y no es así. Al menos en el caso de los ancianos deberíamos recordar que su sabiduría viene de las experiencias que han tenido en la vida y que por eso, es tan fundamental darles el rol importante que deberían de tener y hacerles un hueco en el caso de que no lo tuvieran porque, de nuevo, todos saldríamos ganando.

Amén de que, parece lejano, pero todos terminaremos por llegar a su edad, así que ese desprecio o consideración de inútiles también lo sufriremos llegado el momento. Así que, además de plantear el Carpe Diem, la autora convierte a esta anciana entrañable en la abuela y en la repartidora de ese amor que tanta falta les hace en la vida a los protagonistas.

Porque, hay una historia de amor sano. Por supuesto que sí. Pero también llena de malentendidos e impresiones erróneas a causa de la ausencia de comunicación entre ellos. Demostrando así cuán fundamental es hablar de todo y con todo el mundo para evitar, precisamente, que más situaciones similares a esta se repitan.

Pero también, demuestra cómo el miedo que tenemos a comunicarnos con los demás por entenderla como un síntoma de debilidad o de exposición y por tanto control para con el otro, termina por provocar que prefiramos no dar ese paso adelante y no expresar qué sentimos u opinamos al respecto de un tema en concreto antes que comunicarnos de manera efectiva. Cuando debería ser justo lo contrario.

Así por ejemplo, mientras que Birdie huye del amor y sobre todo, desconfía de aquellos que en el exterior son bellos porque ha vivido en sus propias carnes que, esa belleza externa no se corresponde con la interna, Ark prefiere no tener ningún vínculo más o menos profundo con alguien de su entorno que implique sentimientos y por tanto, buscando más las relaciones sexuales. Al considerarlas así más inofensivas. Olvidando que el sexo es un aspecto muy interesante y necesario de una relación sentimental. Y además que esa intimidad repetida en más de una ocasión con una misma persona, puede provocar la aparición de sentimientos de otro cariz.

Sin embargo, el homenaje a la comunicación como canal y base de lo que es un buen amor demuestra en esta historia que el sentimiento es tan fuerte y poderoso que atraviesa capuchas y corazas de lo más gruesas y por tanto, no importa el número de requisitos o lo complicados que, en apariencia pudiera ser el conseguir que alguien nos considere como un posible interés amoroso, que si es sano, el sentimiento contribuirá a que la pareja termine junta.

Eso sí, hay que recordar de nuevo que esto ha de ser posible solo cuando sea sano. Y sobre todo, que para poder querer bien a los demás, primero tenemos que querernos bien a nosotros mismos. Porque si no, no podremos extrapolarlo al resto de personas.

De ahí que, como moraleja final y más que acertada, tenemos que aprender de una buena vez por todas, que la perfección no existe. Y por eso, tenemos que dejar de perseguirla incansablemente porque eso, a la larga, solo provocará que la infelicidad llegue a nuestras vidas al no conseguir ese objetivo que nos habíamos marcado y sobre todo, el enfado por haber perdido un tiempo más que valioso, precioso, al haber perseguido incansablemente, un imposible.

Así que en ese amor propio, también tenemos que incluir el perdón. Para con nosotros mismos y para con los demás y por eso dejar el pasado atrás, más en aquellos casos en los que es un lastre. Pero sobre todo recordar que, es mucho mejor ser sapos imperfectos que príncipes o princesas azules perfectos. Nuestras vidas, desde luego, serán mucho más interesantes.

Y felices, que de eso se trata.

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

¡Nos leemos pronto!


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