Burke (serie Vampiros nº6) de Margotte Channing

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la 

autora, a quien agradezco enormemente el envío del ejemplar en físico, pero aún más, la confianza en mí para saber mi opinión acerca de su serie de vampiros.

Es cierto que no he leído todas sus criaturas sobrenaturales, pero sí que tengo que decir que esta, es sin duda es mi preferida.

Por eso, no me voy a entretener mucho más en esta parte introductoria de la publicación y prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Burke, el quinto volumen de la serie Vampiros de Margotte Channing.

SINOPSIS

Diciembre de 1886
Cobh, Irlanda.

Burke se siente desconcertado cuando conoce a Brenda Stevens y siente por ella una inmediata atracción, pero piensa que el sentimiento no es recíproco y decide que su relación sea únicamente profesional. Hasta que una noche aparece en el umbral de su puerta, aterrorizada, huyendo de dos vampiros que han entrado en su casa mientras dormía con las peores intenciones.

En ese momento él se da cuenta de que se ha estado engañando y de que hará lo que sea para mantenerla a salvo, cueste lo que cueste.

OPINIÓN

Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, tengo que decir que este libro, si bien contiene una historia autoconclusiva de amor entre los protagonistas, la realidad es que conviene leer en orden por el trasfondo y sobre todo, por las subtramas en las que sucede y se desarrolla la historia principal, ya que estas sí que son de las que se van completando y desarrollando volumen tras volumen. Y por eso, si se empieza por un libro específico que no sea el primero, quizás se tengan ciertas dificultades para seguir la línea de acontecimientos y sobre todo, hay riesgo de conocer spoilers.

En Burke, conoceremos cómo este nuevo vampiro se enamora y escoge a su compañera de vida, quien no le resulta del todo desconocida, puesto que, en el libro precedente, ya vimos que este par iba a terminar por enamorarse.

Personalmente, he agradecido enormemente que la autora vuelva a centrarse y a conceder más importancia a la pareja protagonista porque, eché esa intimidad y conexión en el libro de Fenton. Además, de eso, en este caso, ha desarrollado el cliché de enemies to lovers, el cual como sabéis es uno de mis preferidos.

El personaje de Brenda me ha gustado mucho porque sirve de instrumento para enviar más de un mensaje que, a pesar de ser ficción y de estar ambientado en el siglo XIX, podrían pasar perfectamente por contemporáneos.

Ella es mestiza, es decir, mitad vampiro y mitad humana, y por eso, no termina de encajar ni un sitio ni en otro. Y además, suele sufrir el rechazo, cuando no el odio de quienes están a su alrededor precisamente por eso. ¿No os suena?

Un pensamiento más que equivocado porque, como bien incide la autora en esta novela, la diferencia enriquece y no tiene por qué separar. Además de que, por ese motivo, ella tiene lo mejor de ambos mundos y por tanto, es el doble de válida, al contrario de lo que se pudiera pensar.

Y el segundo aspecto en el que la usa como instrumento de crítica es para poner de relieve que, en cualquier situación en la que haya involucrada una mujer y un hombre, y sobre todo, si es un tanto particular y/o conflictivo, la mujer será siempre la peor parada.

E incluso, aunque a posteriori se descubra que lo que se había pensado y dicho era completamente falso, esa alargada sombra de la mala fama, terminará por acompañarla el resto de su vida. Como le pasa a ella, donde en más de una ocasión, su nombre se ha visto asociado al de un hombre de poder y por lo tanto, han pensado en una relación de dudosa reputación para ella. En mi fuero interno, yo sabía que no era así, de ahí que en ese sentido, me alegré al descubrir que no estaba equivocada. Y sobre todo, también me gustó que cerrara bocas en más de una ocasión al respecto de ese sentido.

Esta premisa también sirve a su vez para recordar otro par de aspectos. En ambos casos, relacionados con las palabras y todo el poder que estas tienen.

El primero porque las palabras son mucho más poderosas y fuertes que cualquier golpe que podamos recibir en la vida, porque sus efectos son mucho más invisibles y por lo tanto, prolongados en el tiempo.

Además de eso, nos emplaza también a ser más conscientes a la hora de usarlas porque, incluso sin darnos cuenta y cuando las pronunciamos con toda la buena intención del mundo, podemos provocar un daño un tanto gratuito. De ahí que esté muy a favor de cualquier mensaje en que se haga hincapié de que nos formemos nuestra opinión al respecto de cualquier persona o tema una vez hayamos escuchado todas las versiones del mismo. Y en este sentido, Burke lo hace bien... a medias.

Relacionado también con Brenda, la autora introduce uno de los tipos de amores presentes en la novela. El que existe entre los miembros de una familia. El cual no es siempre sano.

Al menos no lo es entre ella y su madrastra, quien en cierto sentido se convierte en el blanco de sus críticas y odios ya que canaliza en ella el odio y la ira que le provoca su anterior pareja.

De ahí que, también sirva para incidir a las mujeres que tenemos que ser más sorores entre nosotras y no considerarnos más enemigas y sí amigas. Más que nada porque, en este caso, ella no tiene culpa de nada. Aunque, para su infortunio, ella sufre críticas y odio de más de una mujer en su novela. Pero, al contrario de lo que pretendían conseguir, estas faltas de respeto y menosprecios continuos lo que hacen es convertirlas en una mujer muy fuerte.

Junto a este aspecto, la autora también recuerda que la paternidad es más difícil de lo que pudiera parecer a priori. Pero que siempre, hay que respetar la individualidad de nuestros hijos, evitando comparaciones odiosas y sobre todo, jamás hay que menospreciarles por ser diferentes. Porque, como he dicho antes, cada uno es perfecto y bello en sí mismo.

Así que cómo trata a Philip por no tener un físico perfecto me ha parecido bastante reprobable y también muy necesario el que se haya incluido porque, la perfección no existe y por tanto, jamás hay que buscarla o perseguirla incansablemente a riesgo de la infelicidad para siempre. Y sobre todo, que las personas somos mucho más que un físico. Así que no debemos juzgar a un libro por su portada porque, podríamos sorprendernos... para bien.

En este sentido, menciona a la maternidad con otro personaje secundario, recordando que padre se hace y no se nace y también que hay que saber respetar a las mujeres que desean ser madres y a aquellas que no, porque ninguna es menos que otra por este motivo. Amén de que, solemos pensar que la maternidad es sencilla, pero existen numerosas mujeres que tienen muchas dificultades para convertirse en ellas. Así que no hay que darlo por descontado tampoco.

La madrastra de Brenda en este sentido también sirve muy bien para ejemplificar otro amor tóxico que, desgraciadamente está muy presente y que, por eso, en cierto modo puede relacionarse con el amor entre las familias. Y ese no es otro que el que se tiene por el dinero o el poder. Desgraciadamente, en la inmensa mayoría de los casos, este no es sano. Al contrario, es tan tóxico como un veneno y por eso, hay personas que están dispuestos a lo que sea con tal de conseguirlo u obtenerlo. E incluso con él ya en las manos, retenerlo el mayor tiempo posible... quitándose con cualquier competencia o amenaza posible al respecto del mismo.

Me ha gustado mucho de esta novela el toque femenino y feminista de la novela.

Femenino porque, poco a poco, la cuota de protagonismo de las mujeres de la saga va siendo mayor. Y por eso, me encanta saber que mi chica preferida, Kristen, ya esté manos a la obra con su inteligencia y está a punto de completar la misión que se le encomendó.

Y sobre todo, las mujeres sirven también para darnos esbozos de lo que va a suceder en próximas entregas. Y como podéis imaginar, tras la revelación de la identidad del coronel, huelga decir que tengo unas ganas enormes de saber más de ellos.

Aunque, como su pluma es tan adictiva y ella es muy inteligente y en cierto modo, maléfica, se nos ha introducido a una nueva pareja; la formada por Devan, el dueño de un club en Escocia y a Amber, la mujer de la que está enamorado... con problemas en el paraíso, eso sí, entre este par.

Y feminista porque, no le duelen prendas al hacer hincapié que, en caso de debilidad y conflicto, las mujeres son siempre uno de los colectivos más perjudicados porque las consideran débiles, si bien de débiles nada. Así que, el hecho de que haya puesto el ojo en la situación del tráfico de niñas me ha parecido muy acertado porque, demuestra una vez más, el poder que tienen las palabras. Además de que, convierte así en algo que trasciende el mero hecho de ser un hobby.

De ahí que, cualquier lector se dé cuenta de algo sospechoso similar a lo que aquí se narra, tiene que actuar tal y como se plantea aquí.

Es también una novela romántica, por supuesto. Y por eso, hay mucho amor del sano entre los protagonistas, el cual ambos necesitaban en sus vidas.

Porque, a priori, ambos pueden ser bastante opuestos y extremos. Pero son más similares y parecidos de lo que podríamos pensar. Al menos en lo que a sentimientos se refiere. En ambos casos, a causa de sus circunstancias personales. Lo que demuestra esto es que las apariencias engañan y que todos cargamos con unos demonios que no solemos compartir para con los demás.

Porque él no cree ser merecedor de ser amado mientras que ella, lo único que desea es que alguien la quiera por como es y que no confunda el sentimiento con otros similares, como por ejemplo, pueda ser la compasión. Por eso, son tan perfectos el uno para el otro.

Y por eso, me ha gustado tanto que, una vez se hayan dado cuenta de sus verdaderos yoes y sobre todo, cuando son conscientes de que no se puede luchar contra el sentimiento porque es una batalla perdida y que, a pesar de que quizás el momento en que aparece, quizás no es el mejor, el sentimiento es ingobernable, han sido muy tiernos y muy bonitos. Con un pequeño revulsivo eso sí, que los ha humanizado a los dos, ya que, cuando han estado a punto de perderlo, es cuando realmente se han dado cuenta de la importancia del mismo.

Porque su amor es fuerte, sano, libre y eterno. Demostrando así que, con estos rasgos, siempre tratará de sacar la mejor versión de nosotros mismos. Y nunca querrá cambiarnos.

Y hablando de libertad, me ha gustado mucho la historia de amor del hermano de Burke y su compañero, y confieso que no me importaría saber más de ellos.

Pero antes, mejor vayámonos a Italia, porque estoy deseando conocer y saber más de El Coronel y su pareja. 

Vampiros e Italia.

¡Menuda fantasía!

¿Quién se la querría perder?

Desde luego, yo no. ¿Me acompañáis en esta aventura y este viaje?

¡Mil gracias por querer colaborar conmigo!

¡Nos leemos pronto!

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