Desde la eternidad (trilogía del trébol II) de Susana Martín Gijón

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que releí en colaboración con la 
editorial, B de Bolsillo, a quienes agradezco el envío del ejemplar y la posibilidad de la colaboración.

Quizá hayáis leído con extrañeza esta primera frase introductoria, pero no es así. Lo que ocurre es que desarrollaré de forma más detallada y profunda esto que acabo de indicar en la segunda parte de la publicación.

Y por eso, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de la misma y por eso, prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Desde la eternidad, el segundo volumen de la trilogía del trébol, escrita por Susana Martín Gijón.

SINOPSIS

La tranquila ciudad de Mérida salta al primer plano de la actualidad informativa por dos crímenes casi simultáneos: el propietario de un spa ambientado al estilo romano aparece apuñalado en sus termas, y un alto cargo del gobierno regional resulta gravemente herido durante un acto público. Parecen casos sin ninguna conexión, pero la agente Annika Kaunda, que una vez más se debate entre las órdenes de sus superiores y su conciencia, no lo cree así, sobre todo cuando descubre un dato desconcertante: las armas empleadas en ambos crímenes pueden tener casi dos mil años de antigüedad.

OPINIÓN

Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de hacer varias aclaraciones y comentarios previos al respecto del libro.

En primer lugar, es el segundo de la trilogía y lo releí a sabiendas. Sin embargo, he de decir que, es cierto que hay una subtrama que se desarrolla en cada volumen y que es la que da el subtítulo a la misma, pero que, en cambio, los casos son independientes, aunque todos resueltos por la agente Annika, de quien también iremos conociendo más detalle de su vida personal en cada volumen. Por eso, sí que puedo decir que se pueden leer de manera independiente, pero que, si os animáis a hacerlo en orden, tampoco pasa nada.

En segundo lugar, ¿por qué relectura? Porque he de confesar que no es la primera vez que este libro cae en mis manos, si bien es cierto que lo he leído como si de la primera se tratara. Este llamó la atención entre las estanterías de la biblioteca porque, en la portada con la tirada original aparece la estatua de la diosa Ceres - aunque yo no pienso que sea ella, pero ese es otro tema bien diferente - y esa escultura es muy reconocible porque está ubicada - en copia, eso sí, ya que la original se ubica en una de las salas de Museo Nacional de Arte Romano - en el frente del teatro Romano, de Mérida. Mi ciudad. Así que la ligera y remota posibilidad de que la novela estuvo ahí. Bien desde el inicio... y quedó confirmada cuando leí la sinopsis.

No pude creerlo. Sobre todo porque, al hecho de ubicar la novela en mi ciudad, la autora había decidido que era idónea para una novela negra con misterios y crímenes y ciertos toques de inspiración en la cultura romana que tan fuerte y evidente impacto ha dejado en ella. Un tres por uno. Y lo devoré.

Y lo he vuelto a hacer, por supuesto.

Y el tercer aspecto a aclarar en este sentido, tiene que ver precisamente con la ambientación. Mérida. Y aquí ya puedo advertiros que, si bien una opinión se caracteriza por no ser nada objetiva, esta va a serlo menos que ninguna. ¿Por qué? Porque, como bien se dice en italiano, soy un poco campanilista. O, como diría uno de Mérida, soy una pecholata orgullosa. De ahí que, si bien me encanta, me alegro y me hincha el orgullo que producciones nacionales e internacionales decidan venir a mi tierra, Extremadura para rodar sus proyectos.

No solo porque es un pequeño gran paraíso en la tierra, sino porque está llena de tesoros ocultos que, gracias a esto, la gente está conociendo cada vez más. Y sobre todo, que ayuda a ubicarnos en el mapa, contribuyendo así a erradicar determinados estereotipos acerca de la tierra y sus gentes que, como suele ser habitual, son bastante equivocados.

Sin embargo, tengo que decir también que, como persona que se dedica al sector del turismo, siento envidia sana y cierta rabia al ver que Mérida no se elige. Porque, según mi criterio, sí que cumple con muchos requisitos que podrían convertirla en un escenario de película o serie más que digno. En este caso, por supuesto, no pierdo la esperanza en que con la reedición tenga mucho éxito y, al final, alguien se anime.

Aquí son muchos los temas que se esconden y trascienden tras la ola de crímenes y asesinatos. Y el primero tiene que ver con el respeto al patrimonio y a nuestro pasado, el cual no estamos tratando y cuidando del modo en que deberíamos. Más en una ciudad tan histórica como la mía, y que tanto le debe al turismo. Así que esa crítica ma parece muy adecuada... porque, en parte, tiene razón.

Annika es también un personaje que sirve para poner de relieve varios temas interesantes. De entrada, su aspecto físico es peculiar, al tratarse de una persona de color. Y así denuncia el racismo y la xenofobia que están muy presentes en nuestra sociedad. O mejor dicho, el clasismo asociado a estos temas porque, si la persona es famosa o tiene un cargo de poder, parece que este sentimiento se atenúa. Mientras que, si es una persona de a pie... reaparece. Y con mucha potencia además.

Junto a ello, lo relaciona con el machismo de nuestra sociedad. Porque, aunque es agente de policía, su capacidad de liderazgo y sus habilidades siempre quedan en entredicho. Y por eso, ha de esforzarse el doble o el triple que sus colegas masculinos para demostrarlo. Amén de que, la sombra del paternalismo nunca termina de abandonarla... lo cual es muy triste y dice mucho de nosotros como sociedad.

Además de eso, también indica cómo, en más de una ocasión, a nivel más personal y a nivel más público,se repiten. Y esa no es otra cosa que el uso y el abuso de poder por parte de los hombres cuando tienen una responsabilidad. Y cómo se valen de la misma para la implantación de sus propias normas al respecto, intentando ocultar aquellas acciones con tufo de corrupción que puedan ponerles en entredicho.

No puedo no concluir el tema del machismo porque, recuerda que, aunque estamos en un mundo y sociedad civilizados, la realidad es que, en más de una ocasión, continuamos comportándonos como animales salvajes. Y sobre todo, que en esas situaciones de conflicto, los niños y las mujeres tienden a ser las víctimas predilectas porque, se las sigue considerando como el sexo débil. Cuando, queda más que demostrado en esta novela tan femenina que así no es. Y no ya por el personaje de Annika, que también. También me ha gustado la capacidad de lucha y resiliencia de Alma. Y sobre todo, su alta capacidad de sororidad con Sabina. Demostrando así que, si las mujeres nos apoyásemos más entre nosotras y dejásemos de considerarnos como rivales, el mundo sería un lugar mejor para todos.

Aunque, en el caso de la debilidad, tengo que decir que me ha parecido de recibo cómo, una vez más, las mujeres siempre hemos estado supeditadas a los hombres y por eso, según las conveniencias y usos que puedan atribuírseles. Y sobre todo, si se le puede extraer algún tipo de beneficio económico, no pasa nada. Pero que, en cuanto sacamos los pies del tiesto y dejamos de querer ser sumisas, ahí ya nos convertimos en una amenaza. Y por eso, llegan las malas famas. Las cuales, a posteriori, nos cuesta dejar atrás.

Pero también es madre. No natural. Recordando tal que así que padre se hace y no se nace y que si la decisión la tenemos en claro, no se ha de dudar. Aunque también recuerda que una mujer no es menos que otra por querer ser madre. De ahí que no hay que juzgar o criticar. Sobre todo porque no sabemos cuáles son las circunstancias que la han llevado o motivado a decidirse e inclinar la balanza hacia uno u otro lado en ese sentido.

Además de eso, también recuerda que el mero hecho de compartir un grupo sanguíneo con otra persona, no tiene por qué conllevar o acarrear el surgimiento o brote del amor entre los miembros de una familia. Eso es darlo por descontado y ahí está el primer error. Porque quien bien te quiere, demuestra interés al respecto.

En este sentido, sí que me ha gustado la relación especial de Bruno con su madre. Aunque bueno, he de decir que me ha gustado todo de él. Partiendo de la base de que es italiano, además refleja muy bien la especial relación entre la mamma y su hijo. Pero Bruno también sirve para realizar un homenaje más que necesario y muy bien justificado a las mujeres rurales, cuyo peso en la sociedad es mucho más importante de lo que podríamos pensar. Quienes, en más de una ocasión son valientes y se atreven a emprender, convirtiéndonos también así en los motores económicos de sus lugares de residencia. De aquí y de allá, porque la cultura mediterránea sigue siendo nexo de unión aún hoy.

Junto a ello, la madre de Bruno también pone de relieve un problema que, por increíble que parezca, sigue siendo bastante habitual en el país de la bota. Y ese no es otro que el de la mafia. Más en la zona de Nápoles de donde él es originario. Y en este sentido, ha sido una metáfora muy interesante el viaje de autodescubrimiento, tanto literal como metafórico, que su personaje realiza. Porque hace hincapié en que no debemos perder la curiosidad en ningún momento de nuestras vidas y que no tenemos que acostarnos nunca sin aprender algo nuevo.

Y que solo conociéndonos bien a nosotros mismos, podremos hacer lo propio para con los demás. Incluyendo así el amor. Aunque, en este caso, ese viaje está mejor traído que en otras ocasiones al relacionarlo con su profesión de periodista. La cual, se caracteriza precisamente, por su capacidad de investigación y la confianza en su instinto. Amén de que, refuerza aún más su carácter de contrapunto perfecto para con Annika. Y he amado su faceta más doméstica, he de decir.

En cuanto a la novela en sí, la división en capítulos breves provoca que, literalmente, cualquier lecto que se decida a abrir la novela y leer sus páginas, se la beberá.

Pero además, he de decir que, en mi caso, uno de los puntos más fuertes de esta historia es la ambientación en Mérida y sus alrededores. Más, siendo tan visual como soy yo. En este sentido, no me ha resultado nada difícil imaginarme escenarios - sí personajes - he de decir porque, habitualmente paseo por sus calles y los visito. Así que, en esta ocasión, en más de una ocasión, ese reconocimiento me ha sacado una sonrisa.

Y también porque, si bien es cierto que es una obra de ficción, la realidad es que algunos de los lugares y personas que han servido de inspiración han sido fácilmente reconocibles. Pero, al mismo tiempo, esta ambientación es precisamente la que ha provocado que, la obra haya envejecido y no precisamente del todo bien. No es fundamental para la novela, pero, quien es amante de la cultura romana o de las recreaciones se dará cuenta: el tema de cambio de fecha de Emérita Lúdica, mi fiesta preferida de todas las que celebramos aquí.

Aunque, al mismo tiempo, en una metáfora preciosa en lo que es la vida y por eso, la importancia del tiempo en ella., puede servir para darnos cuenta y ser conscientes de, de dónde venimos para saber dónde vamos. Y a su vez, para darle importancia a la historia que realmente tiene, la cual, pasa, desgraciadamente, bastante desapercibida. Por eso, yo tomo como referencia la deriva y el desarrollo de la fiesta de Emérita Lúdica, la cual, hablando mal y pronto, comenzó siendo considerada como una fiesta para "cuatro frikis" romanos y, a día de hoy es ya de Interés Turístico Nacional. Solo la eternidad podrá decir si será algo más.

En cualquier caso, estáis más que invitados a disfrutar de la ciudad, su fiesta y sus gentes.

Para concluir ya, he de decir que, no vi venir de ninguna de las manera quién era la mano ejecutora tras todo esto. Y que aun así, me ha gustado mucho el toque extremeño.

Por supuesto, el caso queda resuelto. Sin embargo, dado que las subtramas personales quedan abiertas, se puede considerar que también lo tiene.

¡Muchas gracias por el envío del ejemplar!

¡Nos leemos pronto!


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