Di mi nombre de Isabel Cánovas

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que pude leer antes que nadie 
gracias a la colaboración y generosidad de su autora, a quien agradezco enormemente el envío del ejemplar. Sin embargo, algo me decía en el estómago y la patata que esta novela me iba a gustar tanto que debía tomarme mi tiempo para asimilarla y sobre todo, opinarla y analizarla como merece.

No era el único presentimiento que tuve al respecto de esta novela, más que nada porque tuve un enamoramiento a primer vistazo con la portada... y por eso, tenía que estar en mis estanterías. ¿Queréis saber si mis impresiones fueron acertadas o no?

Pues no me voy a entretener mucho más en esta parte introductoria de la publicación y por eso, prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Di mi nombre de Isabel Cánovas.

SINOPSIS

Comedia romántica de enemies to lovers con mucho salero.

¿Y si para lograr el ascenso de tus sueños debes pisar primero la ciudad que más odias? Eso le ocurre a Txell.
Suerte que sus cuatro locas e incondicionales amigas son capaces de dejarlo todo para acompañarla en el viaje. Gracias a su apoyo, Txell se cree capaz de participar con éxito en un importante congreso y de sobrevivir cinco días en la ciudad de sus pesadillas.

Lo que no se imagina es que se aficionará al rebujito y a un irresistible bombero llamado Lucas, cuya familia, amigos y perro se colarán en su corazón.

¿Se dejará Txell conquistar por Sevilla?
¿Y el corazón de Lucas? ¿Permanecerá a salvo?

¡No te pierdas esta historia de amor, miarma!

OPINIÓN

Voy a empezar la casa por el tejado y os responderé a esa pregunta que os he lanzado al principio para despejaros la duda. Las sensaciones se confirmaron y fueron muy muy buenas porque, esta novela me ha encantado de principio a fin.

Vaya por delante que, como ya sabéis, mi cliché preferido de siempre habido y por haber es, precisamente el del enemies to lovers, pero... en este caso, la historia, los opuestos y los personajes - especialmente Lucas, que ha prendido en llamas mi corazón de lo bonito que es - están tan bien formados y narrados que, es imposible que no guste.

En esta novela con tintes de comedia, la autora se vale además de incluir más de un mensaje y más que necesario para criticar aquellos aspectos de nuestra sociedad que no son tan brillantes como pudiéramos pensar en un principio. Demostrando así dos cosas: que la comedia parece un género fácil, pero es más difícil de gestionar y escribir porque no es fácil hacer reír a todo el mundo. Y sobre todo, que la literatura es algo que va mucho más de un mero entretenimiento porque hace ver realidades que, de otro modo nos pasaría desapercibidos, poniendo voz a aquellos que en la cotidianeidad no pueden hacerlo. Y sobre todo, sirviendo a su vez para que, si algún lector que se acerque a un libro se siente identificado con lo ahí narrado, sucedido o con alguno de los personajes de la novela... que actúe bien como el personaje implicado. O bien justo al contrario, ya que en más de una ocasión la literatura sirve de espejo y muestra para ejemplificar amores, comportamientos y relaciones que de sanas tienen más bien poco. Al contrario, son bastante tóxicas.

además del enemies, queda demostrado cómo los opuestos se atraen. Sin embargo, en lugar de aprovechar diferentes trabajo o circunstancias personales, la autora se ha decidido por oponer a Txell y Lucas desde el punto de vista territorial, lo cual es muy interesante. Y además, un aspecto que a mí me ha gustado mucho, critica cómo existe a día de hoy en nuestra sociedad una exacerbada glotofobia, que no es otra cosa que la discriminación o rechazo a una persona por su acento a la hora de hablar, junto a una cierta xenofobia clasista en nuestra sociedad al respecto de las personas que viven en determinadas comunidades autónomas o zonas geográficas. Lo cual es un error bastante grave y sobre todo, dice mucho de nosotros como sociedad.

Y esto lo digo con conocimiento de causa, porque yo soy y yo vivo en una de esas zonas que sufren esa glotofobia y en más de una ocasión, personas procedentes de otras comunidades autónomas me han tratado con exceso paternalismo y por encima del hombro simplemente por ser de Extremadura. E incluso, llegar a decirme que no estaban entendiendo lo que decía o preguntarme si estaba hablando castellano como ellos. Así de grave y así de triste.

Sobre todo, porque incluso llegó un momento en que me pareció que mi acento era horroroso y, en cierta manera, me avergonzaba de él. Pero, ese es un detalle del que, poco después me di cuenta que, me empobrecía como persona. Y por eso, nos empobrece como sociedad ya que así no ponemos en práctica esa creencia que indica que la diferencia enriquece y no tiene por qué separar. Y sobre todo, que cuanto más diferentes seamos, más ricos seremos. Así que no solo debemos valorar esas diferencias, sino también aceptarlas porque así, todos saldremos ganando.

Así que, desterremos estereotipos que en la inmensa mayoría suelen ser falsos y por supuesto, nada de avergonzarse por el lugar de donde somos, y cómo hablamos o pronunciamos determinados sonidos. Porque eso forma parte de nosotros y si no nos queremos bien a nosotros mismos, tampoco seremos capaces de querer a los demás. Amén de que, si este comportamiento aún hoy lo ponen en práctica famosos porque piensan que esconder sus orígenes y su acento, pensando que utilizando uno mucho más neutro, pueden ser más triunfadores o tener más éxito en la vida, a causa de la presión de la sociedad ¿qué no haremos el común de los mortales?

Y tampoco hay que avergonzarse de nuestro pasado o nuestros orígenes, ya que estos también nos definen. Y sobre todo, este es un tema bastante peliagudo aquí en España al relacionarlo con los nacionalismos porque, parece que buena parte de las personas que pertenecen a una generación determinada, se han olvidado del éxodo rural y de cómo personas de otras zonas de España menos desarrolladas tuvieron que emigrar dejando pasado y familias atrás en aras de mejores oportunidades vitales y laborales. Haciendo en parte de menos, esas acciones que tan duras y difíciles debieron ser para ellos.

Y olvidando así, convenientemente que ese pasado y esos orígenes que tanto se empeñan en criticar y menospreciar forman parte de ellos. Pero vamos, que este comportamiento no es nuevo, puesto que ya lo hacía Torquemada con sus orígenes judíos. De ahí que se convirtiera en un feroz inquisidor para, precisamente, no verse relacionado con él. No creo que la situación llegue a ese extremo, pero creo que sirve muy bien de ejemplo de, hasta dónde podemos llegar si la situación escapa de nuestro control.

Y, al mismo tiempo, al respecto de los demás en este sentido, tenemos que tener mucho cuidado con lo que podemos decir al respecto de los demás porque, incluso por hacer un bien, podemos provocar mucho daño.

Así que, con este tema inicial podríamos incluir a Txell como la protagonista, pero también como la villana de la historia. Sin embargo, recuerda muy bien que, antes de juzgar, debemos conocer la historia de quien está detrás de esa cara visible. Porque podríamos sorprendernos y sí que entonces podríamos entender por qué son como son. Y en el caso de ella, estaba claro que tenía una relación de amor/odio con Sevilla y los sevillanos por un trauma familiar. Sorprendente he de decir porque no lo esperaba así.

Otro tema que también desarrolla de un modo muy coherente y es más, muy necesario añadiría yo es el de la validez en las mujeres en la ciencia. Y en este caso, como podréis imaginar, es Txell quien mejor ejemplifica la situación. Ella, con su profesión de arquitecta famosa y reputada, ejemplifica muy bien que las mujeres también podemos ser referentes en nuestro ámbito laboral y académico, amén de ejemplo a seguir.

Sin embargo, nuestro camino hasta llegar a alcanzar esa buena consideración en el campo laboral va a ser mucho más complejo y complicado que el de nuestros colegas masculinos porque tendremos que esforzarnos el doble o el triple que nuestros colegas masculinos hasta llegar allí. E incluso, en aquellos casos en que lo hagamos, esa sombra de la duda acerca de los métodos en los que hemos llegado hasta allí continuará persiguiéndonos. Y además de todo eso, incluso siendo admiradas y valoradas, los hombres continuarán tratando con un paternalismo disfrazado de desprestigio que no se produce con colegas masculinos. Lo cual, de nuevo, sirve de indicador para hacer ver la potencia y la fuerte presencia del machismo en nuestra sociedad a día de hoy.

Afortunadamente, no todos los hombres son así y por suerte, Jesús representa cómo, poco a poco, la situación está cambiando y que por tanto, pese a que el camino hacia la igualdad seguirá siendo duro y arduo, poco a poco podremos alcanzarla.

Junto a todo ello, me ha gustado que tanto Txell como Lucas e incluso Jesús sirven de nexo para despertar consciencias al respecto de la urgencia climática, la cual puede ser disminuida y combatida desde todos los puntos y aspectos posibles, si todos y cada uno de nosotros ponemos nuestro granito de arena para ello.

No es la única crítica a la desigualdad que se incluye en esta novela, ya que si bien hay glotofobia y clasismo encubierto por el tema de los acentos, también hace presente cómo, por increíble que parezca, también existe clasismo por estudios. Y que aún hoy existe una fuerte creencia acerca de que aquellas personas que no tienen estudios son menos inteligentes o menos válidas que otras. Confirmando así, una vez más, lo escasos y cerrados de mente que somos como sociedad porque, tenemos que recordar que, no todo el mundo sirve para lo mismo. Y sobre todo, que tampoco debemos juzgar o prejuzgar a aquellas personas que carecen de estudios porque, desconocemos cuáles son los motivos o circunstancias que les motivaron a no querer continuar con los mismos.

Además de estos temas iniciales, en esta novela hay un viaje literal y metafórico de nuestra protagonista Txell, en el que se descubrirá a sí misma y aprenderá a valorarse y sobre todo, quererse bien a sí misma. Tal y como merece.

Un viaje que realiza acompañada de sus amigas en un canto más que necesario a la sororidad y a la demostración de lo bien que iría el mundo si las mujeres nos considerásemos más aliadas que enemigas. Y sobre todo, que las amigas son esa familia que nosotros elegimos.

Y hablando de la familia, también hay amor entre los miembros de una familia, el cual no hay que darse por descontado. Y sobre todo, gracias a las diferentes circunstancias de los protagonistas, queda demostrado que no hay un único tipo de familia válido y sobre todo, pone de relieve lo difícil que es la paternidad. O la maternidad, cuando se realiza como familia monoparental.

Aunque, al mismo tiempo, recuerda que el amor entre los miembros de una familia no tiene por qué darse por descontado. Al igual que el resto de relaciones importantes de nuestras vidas, tenemos que cuidarles con la importancia que merece. Y no pensar que, por el mero hecho de compartir un grupo sanguíneo para con otro, no nos da derecho a opinar y cuanto menos decidir al respecto de sus vidas. Al contrario, si los queremos bien hay que apoyar y respetar su individualidad como persona, porque querer cambiar a otra persona no es síntoma de buen amor, al contrario eso sí que tiene rasgos de toxicidad.

Eso sí, en este sentido, en el caso de Lucas, cuando se produce su punto de quiebre y revulsivo como personaje, el conflicto y la presión a la que le someten se me ha quedado un tanto flojo. Incluso metido con calzador diría para aportar algo de drama a su personaje. Y creo que, si se hubiera profundizado más en el conflicto que explicaba la tensa relación para con ellos, hubiera quedado mucho más compacto y cerrado como conflicto.

Aunque sí que diré que ha servido como un magnífico ejemplo de que padre se hace y no se nace. Y por lo tanto, ni mucho menos se puede comprar. Y sobre todo, que el dinero no da la felicidad. Amén de que, lanza una crítica brutal al modo de vida contemporáneo en el que estamos más centrado en trabajar y alcanzar el éxito y en una buena posición económica que en disfrutar de las pequeñas cosas que conforman el día a día y que son las que, a la larga, provocan y traen la felicidad.

Para terminar con el tema de los familiares, tengo que decir que sí que me ha gustado el homenaje que se les realiza a las abuelas, no solo como parte fundamental de las familias. Sino de la sociedad, invitándonos así a recordar que no todo en esta sociedad ha de ser de usar y tirar. Así que conviene tener muy presente que la sabiduría que ellos tienen y que aportan al resto del mundo, viene de su experiencia. Y esa no se puede aprender, solo compartir. Así que tengo que decir que, me declaro fan de las croquetas de este par de señoras sin haberlas probado. Y fan de Isabel porque ha demostrado que sí que es posible estereotipar sin burlarse de nadie.

Un detalle interesante que me ha gustado de esta novela es el del poder de las palabras. O mejor dicho, de los nombres. Y eso queda muy bien ejemplificado con los protagonistas, porque dicen mucho de sí mismos, pero también de la relación que tendrán entre ellos.

Porque Meritxell tiene como uno de los significados "roca" y precisamente el amor que siente Lucas para con ella será lo que le sirva de roca para no hundirse a causa de todo lo que sucede a su alrededor, a pesar de que no lo ha hecho bien del todo con ella. Pero también significa con gracia. Y si bien es cierto que aquí se refiere a la gracia divina, la realidad es que, ella quizás no tiene la gracia y el salero de otros a la hora de bailar sevillanas, pero la gracia es un concepto relativo y subjetivo. Y por tanto, ella es la más grácil para Lucas. Un Lucas cuyo nombre significa "luz" y por eso, él será quien le traiga mucho fuego en el plano sexual, pero también la luz y la calma que la ayude a erradicar esos pensamientos negativos y estereotipos equivocados para con los sevillanos y que le llevará a darse cuenta de que, hasta ese momento, no ha sido del todo completamente feliz. Y por tanto, se reconciliará con los demás y con ella misma.

Un proceso que no es nada sencillo, a decir verdad. Y por eso, me ha gustado mucho que se haya incluido la presencia de un profesional de la salud mental. Por lo ya dicho anteriormente a favor de la literatura, pero también, porque, de este modo pone en valor la importancia que la salud mental y los profesionales que pertenecen a esta rama de la medicina tienen. Y sobre todo, porque contribuye a normalizarlo y dejar de estigmatizar a aquellas personas que tienen un problema de este tipo.

Relacionado en este sentido con este tema, de trata otro tema de bastante importancia en la novela. Y ese no es otro que el de la importancia de la comunicación. Pero, una vez más, ambos ejemplifican el profundo miedo que nos da a hablar con los demás, por el miedo tremendo al juicio externo, tanto de personas que nos conocen como aquellos que no. Y en este sentido, me ha gustado que, si bien es cierto que son ambos los que pecan de la falta de la misma, de ahí que no puedan reprocharse nada en ese sentido, al final es ella, la que sirve como el mejor instrumento para ejemplificarlo. Y me ha gustado precisamente por eso, por el giro de tuerca y el intercambio de roles que no suele ser habitual, pero que también demuestra que las mujeres podemos tener miedo al amor y por eso, preferir el sexo, porque aparentemente, plantea menos problemas.

Pero demuestra que hay que hablar. De todo y con todo el mundo porque, precisamente el mero hecho de no hablar será lo que provocará malentendidos, discusiones e incluso rupturas sentimentales. Amén de que, como aquí queda bien demostrado, tenemos que conocer siempre todas las versiones de una historia para poder juzgar o criticar al respecto. Porque las apariencias engañan y sobre todo, porque podríamos sorprendernos - para bien o para mal - al darnos cuenta de que habíamos vivido en una pseudo realidad de infelicidad y mentiras.

Además de eso, porque recuerda que los silencios también hablan y por eso, por no querer hablar o no tocar un tema, incluso a pesar de sea con toda la buena intención del mundo, terminaremos provocando un daño involuntario al otro... y además, así no se puede sostener ninguna relación, sea de tipo sentimental o no. Ya que faltaría el otro pilar fundamental para que llegue a buen puerto: la confianza.

Por último, hay mucho amor. Y del bueno. Aunque es cierto que les cuesta reconocerlo. Y a más de un personaje. Por eso, se distraen en el proceso y además, como les da tanto miedo el sentimiento en sí, y también la idea de haber sucumbido al mismo, prefieren autoengañarse y autoconvencerse de lo idóneo que es sólo mantener relaciones sexuales.

Sin embargo, parecemos olvidar en esos casos, la importancia que tienen las relaciones sexuales dentro de las relaciones sentimentales. Porque, a base de compartir esa intimidad de manera repetida, pueden derivar en algo mucho más profundo e intenso. Y por eso, no hay que renegar ni negar su llegada a nuestras vidas, porque eso es solo una batalla perdida de antemano.

Lucas, quien se ha convertido en mi último y más reciente crush literario y Txell son magníficos como ejemplos para esto y ha sido muy divertido ver el fuego que desprendían desde su primer encuentro, la química tan brutal entre ambos que traspasaba páginas. Pero sobre todo, ver y leer cómo se entendían y se admiraban tanto fuera como dentro del dormitorio. Además de que, por eso, era bastante divertido observar cómo renegaban casi incansablemente del amor podría decirse cuando, les sucede justo lo contario, ambos han quedado flechados por Cupido desde que este les susurró en francés en el tren.

Su amor, que es sano y por tanto libre, respetando su individualidad dentro de la pareja y por tanto, sin considerarse un impedimento para la felicidad, demuestra que el sentimiento aparece dónde, cuándo y con quién menos lo esperamos. Por eso, presentarle batalla y oposición es una guerra de antemano.

Eso sí, antes de poder querer bien y plenamente a otra persona, debemos aprender a querernos bien a nosotros mismos. Y por eso, el final de esta novela no me ha podido gustar más ya que, si bien sorprendente, es feliz ya que Txell se ha traído de Sevilla un magnífico regalo: el amor, la felicidad y sobre todo, la mejor versión de sí misma.

Huelga decir que me ha gustado muchísimo esta novela y que, mi planificación inicial de metas se fue al traste desde los primeros capítulos. Así de enganchada estaba.

Y por tanto, no puedo hacer otra cosa que recomendar su lectura y pedir perdón por la tardanza en la publicación en el blog. Agradeciendo, una vez más, la confianza en mí por el envío.

Aunque, ya puestos... no me importaría que Isabel continuara explorando esa idea de opuestos que se atraen. Así que desde ya le lanzo otra propuesta: ¿qué tal una extremeña que sea guía turística con un chicarrón del norte? Acho, yo lo veo ¿eh?

¡Nos leemos pronto!




Comentarios

  1. Miarma! Qué pedazo de reseñón! Soy fan de tus superanálisis. Cómo te los curras. Miles de gracias. Estoy feliz por haberte entretenido y divertido. Tomo nota de la sugerencia de la extremeña y el chicarrón del norte. Un abrazo!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Quimeras del pueblo libre: Primer Ciclo La Sombra del ayer I de Laura Collado Moreno

La invitación de Vi Keeland

Only work, no play de Cora Reilly