Más p'allá que P'acá de Alba García Marcos

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de uno de los libros viajeros que llegaron a mi 
casa en días pasados. En este caso, no conocía la pluma de la autora y, he de admitir que la portada me enamoró al primer vistazo y, como persona que habla de brujas y hechiceras en mis visitas guiadas, algo me decía que la señora Moon también iba a ser una señora de lo más peculiar.

De ahí que por eso nos encontremos aquí hoy y que no me entretenga mucho más y prefiera dejaros con la sinopsis y mi opinión de Más p'allá que p,acá de Alba García Marcos.

SINOPSIS

La tarotista Ms. Moon muere atragantada por una loncha de jamón en su tienda de Londres tras echarle las cartas a sus cuatro clientes españoles. Tiene diez días para solucionar sus asuntos pendientes en la tierra si no quiere quedarse en el insulso limbo para siempre. ¿Será tiempo suficiente para ayudar a un actor frustrado a no caer en sus adicciones, a una psicóloga a que acepte su condición sexual, a una peluquera que huye de su mafioso ex y a un hombre que vive ninguneado por su mujer? Demasiados frentes abiertos para una aprendiz de fantasma.

OPINIÓN

Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, tengo que decir que, a pesar de ser una obra cómica, esconde mucho mensajes de un cariz más serio de lo que pudiéramos pensar a priori. Y por eso, me gusta que haya sido arriesgada y que demuestre que, al igual que sucede con determinados géneros de la literatura, la comedia también está muy denostada y, al contrario, es mucho más complejo hacer reír de lo que pudiéramos pensar de inicio.

Además de eso, plantea al lector varias preguntas y reflexiones que no dejan indiferente. Como por ejemplo, si creemos o no en el más allá y si por tanto, hay vida tras la muerte.

En este sentido, he de decir que el duelo por tanto, es uno de los temas principales de la novela. Y por eso, al pertenecer al campo de la psique, cada uno lo gestionamos de un modo diferente. Y es más, no conviene que lo estandaricemos porque estaríamos cometiendo un tremendo error. Pero también advierte de que no podemos vivir eternamente regodeados en el mismo, porque entonces no vivimos, sobrevivimos y su vez, estaríamos muertos en vida.

Junto a ello, esto se relaciona con la libertad de creencia y pensamiento para con cualquier tema de nuestra sociedad, con lo que tenemos que tener bien presente que la diferencia enriquece y no tiene por qué separar. Es más, cuanto más diversas a nosotros sean las personas que nos rodeen, más ricos seremos. Por eso, queda muy bien demostrada esa diferencia en los clientes del Miss Moon.

Para concluir, recuerda que no nos marchamos del todo hasta que se olvidan de nosotros. Y en este sentido, Miss Moon es tan inolvidable que es harto difícil olvidarse del impacto y presencia que tiene en la vida de los demás. Otro de los mensajes importantes que recuerda que, sin darnos cuenta, todos tenemos un impacto mayor o menor en las vidas de los demás. Y por eso, tenemos que ser más conscientes de este detalle y así, al mismo tiempo, dejar de ser tan egoístas.

Por otra parte, dada la edad de la protagonista, la autora realiza un homenaje más que necesario a los abuelos y las personas mayores en nuestra sociedad, criticándonos a su vez porque, parece que estamos convencidos de que, si no se puede extraer algún tipo de beneficio económico, no somos válidos. Cuando, al contrario, los mayores sí que son útiles, porque su sabiduría y agudeza mental viene de las experiencias que han vivido en etapas pasadas. Por eso, son más listos que el hambre, como bien dice el refrán.

Sin embargo, como nuestra idea de sociedad choca de frente con este pensamiento, la realidad es que la soledad y la sensación de abandono son un problema acuciante con más de uno de ellos. Por muy capaces y válidos que se muestren tanto física, como mentalmente para con los demás.

Enlazando así con otra idea interesante de la novela, como es que todo el mundo necesitamos ayuda en algún momento de nuestras vidas, así que no somos invencibles ni imprescindibles. Y cuanto antes seamos conscientes de este detalle, antes podremos cambiar aquellos aspectos que nos lacran, nos convierten en infelices y luchar para alcanzar lo que estamos persiguiendo incansablemente: la felicidad.

Al mismo tiempo, Miss Moon recuerda que somos herederos de nuestro pasado, y por tanto, no debemos renegar de nuestros orígenes. Aunque, es cierto que en más de una ocasión cuando hemos vivido en otros lugares durante mucho tiempo, hemos perdido esa perspectiva y, obnubilados por ese nuevo país y cultura que tanto nos ha dado, difuminamos o tendemos a esconder todo lo anterior. Sin embargo, la vida y el karma son muy sabios y por eso, se encargan de poner las cosas en su sitio... de ahí que me haya gustado mucho que juegue con la idea de que, la comida española, está de muerte. Literalmente hablando.

Hay muchas alusiones a la cultura británica por tanto en esta novela y me ha encantado el hecho de que su san Pedro sea tan regio. Aunque tuviera una vida muy disipada, eso sí.

Otro tema interesante que se desarrolla entre las páginas es que las apariencias engañan y que por tanto, toda acción que comentamos, tiene su consecuencia. Incluso aquellas que pensamos que realizamos buscando el bien del otro, puede que no sea así. Y como estamos siendo juzgados de inicio, llegará un momento en que seamos juzgados. Porque todos tenemos unos demonios y unos temas que no solemos compartir con los demás. Y esto queda muy bien reflejado en las diferentes subtramas de los clientes habituales de la vidente.

- Germán sirve para introducir lo importante y el peso que tiene la política en el ciudadano de a pie inglés. Y sobre todo, cómo el Brexit ha supuesto un punto de inflexión hacia según qué temas. Sobre todo, en lo que al problema de inmigración y racismo se refiere. Y, al mismo tiempo, cómo las pequeñas comunidades que habitan allí, tienden también a reunirse y concentrarse entre ellos. En ambos caso, comportamiento equivocado, porque, como he dicho antes, la diferencia enriquece. Más en un país como el inglés, quienes hasta ayer por la tarde como quien dicen fueron cabeza de un extenso imperio y que aún no han roto del todo esos lazos coloniales por la Commonwealth.

Un Germán con dotes de líder que vive un matrimonio infeliz, demostrando así que, tenemos que priorizarnos siempre y que, si no somos felices en nuestra relación, tenemos que cortar de raíz con todo aquellos que nos genere infelicidad. Asimismo, he de decir que me ha parecido muy interesante cómo él también sirve de personaje e instrumento que recuerde que el amor aparece, dónde, cuándo y con quién menos se le espera. Y si es paciente, sabrá encontrar el modo y la manera para aparecer en nuestras vidas. Porque es el alimento principal de las mismas.

Hablando de la inmigración, xenofobia y racismo, me ha gustado que lo incluya desde la otra perspectiva. Es decir, de la persona recién llegada. Porque así, pone de relieve que, antes de juzgar o criticar a nadie, tenemos que conocer la historia al completo. Amén de que también sirve para hacer hincapié en una de las lacras de nuestra sociedad como son los malos tratos. Tolerancia cero en ese sentido porque, quien bien te quiere, lo hará siempre libre. Y sobre todo, que esa libertad es imprescindible para ser felices. Y tener, por tanto, esa segunda oportunidad vital.

Leo sirve para poner de relieve la cara oculta de la fama y por eso, lo imprescindible que es gozar de una buena salud mental. Porque las adicciones y caer en ellas están muy cerca. Y si no tenemos una buena autoestima o contamos con la ayuda de un profesional que nos ayude a gestionar esa fama y que nos explique el por qué somos como somos - especialmente, en aquellos casos en los que se confirma que las circunstancias en las que hemos sido criados tienen un profundo impacto en nuestras vidas -.

Candela sirve para reforzar el amor propio, para querer bien a los demás, debemos hacer lo propio con nosotros mismos. Y por eso, hasta que no se acepta por completo y sus sentimientos por otro personaje, descubre que no es feliz del todo.

Al mismo tiempo, con el periplo y el tiempo extra que le conceden a Miss Moon, la autora recuerda que un error no tiene por qué definirnos como personas, especialmente si tenemos voluntad de cambio y arrepentimiento. Pero que la ida es solo una y por eso, si queremos ser realmente felices en ella, tenemos que cerrar capítulos. Y sobre todo, que tenemos que saber hacerlo realmente bien.

De ahí que, la subtrama del asunto pendiente que es lo que realmente la liga indiscutiblemente a la Tierra, si bien algo inverosímil y en mi opinión, precipitada en la introducción del problema, esté muy bien traída. Aunque, el modo en que se resuelve todo y cómo lo gestiona con ese humor inglés tan particular, me ha parecido muy inteligente.

No puedo no hablar del amor, porque es concepto que evoluciona con el tiempo y por eso, cómo la protagonista ha idealizado a su primer amor, demuestra lo erróneo que es este comportamiento. Sobre todo porque no existe la perfección. Y de ahí que la caída del pedestal, no es dolorosa para con el otro, sino para nosotros mismos.

Y por último, tampoco puedo dejar pasar un detalle que es fundamental y que en parte se relaciona con el amor. Como es el de la importancia de la comunicación. Y cómo, si no la ponemos en práctica de manera práctica y fehaciente, será en vano. Porque estamos ciegos y sordos entonces. Y porque tampoco podremos adivinar qué piensa o siente el otro. Amén del mensaje que pretende enviar con esto me parece de lo más acertado y correcto.

El libro ya ha salido en dirección a la siguiente parada.

¡Nos leemos pronto!



Comentarios

Entradas populares de este blog

La invitación de Vi Keeland

Only work, no play de Cora Reilly

Quimeras del pueblo libre: Primer Ciclo La Sombra del ayer I de Laura Collado Moreno