Baile con los delfines de Maribel Visedo Bernabé

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la 
editorial, Íbera Ediciones, a quienes agradezco enormemente el envío del ejemplar en físico. Pero sobre todo, una vez más, que haya dado una respuesta positiva a mi petición de la solicitud del ejemplar.

Además, también me ha permitido así conocer la pluma de la autora para poder, a su vez, contaros mis impresiones a vosotros.

Por todo ello, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de la novela y en su lugar, prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Baile con los delfines de Maribel Visedo Bernabé:

SINOPSIS

Amanda estaba creciendo, dejando de ser niña, conociendo al que podría ser su primer amor y de repente la tragedia sacude su vida y… Todo eso cambia. Se encuentras desolada no quieres pensar en otra cosa que no sea encontrar a los responsables de ese dolor y en su cabeza se forma un solo pensamiento, la venganza. Deja todo a un lado, su forma de vida, su amor y desaparece para ir a prepararse física y profesionalmente para alcanzar ese único objetivo con el pesar de “y si he encontrado el verdadero amor y lo acabo de perder”. Pero el destino decide por ella y le da una nueva oportunidad para recuperar ese amor a la par de encontrar a los responsables que desde los despachos defraudan y matan por conseguir su enriquecimiento.

OPINIÓN

En esta novela vamos a conocer la historia de Amanda, a quienes acompañaremos en su periplo vital para encontrar la felicidad. Un camino que todos hemos de recorrer y que, he de decir en su caso que, está lleno de aventuras y que provoca que, no haya un género único en el que esta novela se pueda encuadrar.

Pero, además de eso, trata temas muy interesantes dignos de analizar.

De entrada, os digo que si pensáis que las mujeres no somos multidisciplinares, la señorita Amanda Abbott os irá desmontando esos prejuicios uno tras otro. Y hablando de prejuicios, me ha gustado que sea hija de padre norteamericano y madre mexicana porque así, contribuye a erradicar ideas contra el racismo y la xenofobia, las cuales son bastante erróneas.

Para empezar, todo el mundo ha tenido que moverse en aras de un provenir mayor en algún momento de la historia y por eso, fruto de esas relaciones, la humanidad es así de plural como es hoy. Y por eso, la diferencia enriquece y no tiene por qué separar. Es más, deberíamos estar orgullosos de esa mezcla que nos define y asegurarnos que esas raíces no se pierdan nunca... en aras de seguir considerándonos seres humanos. Y sobre todo, porque esa mezcla será también las que nos convierta en personas muy versátiles y resolutivas en situaciones de lo más diversas.

Un tema, el de que la diferencia enriquece, que también vuelve a tratarse desde una perspectiva diferente al introducir a Shely, la mejor amiga de nuestra protagonista. Porque, si bien ambas gozan de una buena posición económica y un buen estatus, la realidad es que su amiga es más cercana a la idea de pija que todos tenemos en el imaginario colectivo.

Y digo esto de la pija "típica" porque he de decir que al principio no fue santa de mi devoción, ya que incluso en ocasiones, la veía bastante superficial y frívola. Amén de que perpetuaba una imagen de mujer florero que no me gustó para nada. Sin embargo, pasado un cierto momento del libro, y sobre todo, con la llegada y aparición de una persona en su vida, es un personaje que tiene una magnífica evolución en su arco argumental. Demostrando así cuán fuerte y poderoso es el poder del amor cuando es sano, porque así siempre sacará la mejor parte de nosotros mismos.

Sin embargo, en un canto fabuloso a la sororidad, ellas se quieren, se respetan y se apoyan. Como debería de ser. Porque, es más, si más mujeres nos comportásemos así, el mundo sería un lugar mejor para todo el mundo. Es más, su relación es tan especial que confirma, una vez más, que los amigos son la familia que se eligen y que si una relación es sólida y sana, no habrá contratiempos y sabrá durar mucho tiempo y superar separaciones y obstáculos que la vida vaya planteando.

Dado que he introducido ya el tema de la amistad, destaco también la especial relación que Amanda tiene con su padrino y cómo, una vez más, esa diferencia de edad, permite que ambos se enriquezcan mutuamente, resultando beneficiados ambos. Y quienes están a su alrededor.

A mí personalmente me ha gustado que su padrino, pese a ser un hombre importante, no tenga reparos en reconocer la admiración de su ahijada, demostrando así que la admiración es una vía recíproca y que por tanto, no importa la diferencia de edad. Siempre es un buen momento para reconocer en voz alta las virtudes de otra persona. En cierto modo además, confirma esa idea de que padre se hace y no se nace y por eso, en más de un caso, se comporta como un segundo padre con Amanda.

Pero también hay alusión al amor por la familia, en este caso sano. Y es más, la relación entre los miembros de esta familia es muy especial y confirma todos aquellos pensamientos que se puedan tener al respecto. Como por ejemplo, que las circunstancias en las que hemos sido criados, tienen un profundo impacto en el desarrollo de una personalidad determinada o a la hora o no de madurar antes. En el caso de Amanda, la profesión de sus padres, especialmente de su padre - de quien es la niña de sus ojos - influye muy y mucho durante toda su vida, pero de manera más evidente en el desarrollo del concepto de justicia, el cual tiene tan arraigado.

Y además, sus padres también respetan la individualidad de su hija y la dejan ser. Y por eso, aunque no están muy de acuerdo con algunas de las elecciones que puedan tener, siempre anteponen su felicidad. Como debería de ser. Eso sí, he de reconocer que me hubiera gustado leer con mayor profundidad todo el tema de la pertenencia al equipo olímpico de tiro. Por lo original de la elección existiendo tanta diversidad de deportes olímpicos.

Eso sí, me he quedado con la sensación tras terminar el libro que, en más de una ocasión, el rol y peso que tienen los padres en su vida y a su vez de manera pública es lo que la espolea a que Amanda deba ser tan buena en todas y cada una de las actividades y profesiones en las que se embarca a lo largo de su vida. Y esto sí que no es del todo sano, porque se hace muy complicado alcanzar las expectativas de los demás y además, tenemos que recordar que la perfección no existe. Por eso, no podemos ni debemos pretender perseguirla o alcanzarla incansablemente, ya que eso solo conduciría a la infelicidad, la tristeza y la insatisfacción más absolutas.

Aunque, de todas las relaciones familiares importantes, me gustaría destacar la que tiene con su abuela. Porque así ha dado a los mayores el rol y la importancia que estos merecen. Como debería ser. Pero, al estar en una sociedad muy inmediata e instantánea, si no podemos extraer un beneficio, al momento lo desechamos y descartamos. Cuando es un error, ya que la verdadera sabiduría que ellos nos aportan se debe a causa de sus experiencias vitales. Y eso, no hay manual completo que nos lo pueda explicar o enseñar.

La familia sirve también para introducir otro de los temas importantes de esta novela, como es el duelo o el sentimiento de pérdida. Y, como cualquier sentimiento o tema que tenga que ver con la psique humana, no hay un método o manera única que sea considerada como buena o válida. Es personal y por tanto, subjetiva. De ahí que, quienes estamos a su alrededor, debemos acompañar y apoyar... pero hasta cierto punto porque tampoco debemos regodearnos en el mismo, puesto que entonces, así no vivimos, sino que sobrevivimos. Lo cual choca de frente con el que tiene que ser nuestro objetivo vital prioritario: la felicidad.

Y en este caso, he de decir que, aquí es donde he encontrado el punto más débil de la novela: la personalidad de Amanda. Y es que, me ha faltado en muchos casos que se profundizase más en su psique y que por tanto, se la humanizase. Al no desarrollarse más este aspecto tan importante, la empatía y el desconcierto al respecto de alguna de las actuaciones y decisiones que toma, se me hizo complicada. Es cierto que se intuía y dejaba más hablar a las acciones antes que las palabras, pero hubiera estado muy bien más detalle en todo este aspecto. Porque así como personaje Amanda termina por quedarse flojo. Más que nada, porque sí que hay sentimientos en esta novela.

Hablando precisamente de estos, también hay amor romántico para Amanda en el personaje de Nick, confirmando ese dicho popular tan sabio de que, de una boda sale otra. Además de eso, demuestra y confirma que el amor aparece, dónde, cuándo y con quién menos se le espera. Por eso, tenemos que tener los ojos bien abiertos a su llegada y sobre todo, no plantarle cara porque será una batalla perdida de antemano. Incluso en aquellos casos en los que no sepamos muy bien cómo gestionarlo. Como es el caso de ella, por eso lo mencionado anteriormente de la escasez de humanidad.

Y además, este personaje de Nick sirve también para confirmar que las apariencias engañan y que por tanto, hay que conceder más segundas oportunidades a la vida. Sobre todo porque un error no nos define como personas. Así que en este sentido, he agradecido el amor generoso de Nick para con ella y sobre todo que, con esta premisa, dé la importancia que merece a la comunicación como uno de los pilares básicos de cualquier relación. Independientemente del cariz que tenga.

Porque solo así se evitarán malentendidos, discusiones e incluso rupturas sentimentales. Y además, confirma una vez más que la comunicación ha de ir siempre de la mano de la confianza para que cualquier situación prospere. Y en su caso particular, si estas bases no hubieran sido así de sólidas, las cosas hubieran terminado de una manera diferente. Dando así con esta premisa, la importancia a la paciencia que ha de tener. Y a su vez, criticando una vez más, la querencia y la inmediatez de nuestra sociedad.

Además de estos temas de cariz más sentimental, la historia tiene también una subtrama mucho más de acción y crítica en la que también vuelven a aparecer otros temas importantes de desarrollo.

En este caso, he de decir que entiendo perfectamente la división de capítulos en hitos o momentos importantes que marcan la vida de la protagonista. Pero, en mi opinión eran demasiado largos y sobre todo, tampoco había divisiones más pequeñas en subpartes que hubieran hecho una lectura global del libro de un modo mucho más fluido. En mi caso, mi TOC de no poder dejar un capítulo a medias - y que es común a muchos lectores - lo hubiera agradecido.

Así, me ha gustado que a pesar de ser abogada, la versatilidad de Amanda le permita ejercer otras profesiones, sobre todo porque enfatiza la importancia que tiene la formación reglada, pero también la que no lo es. Animando así a que no dejemos de aprender a lo largo de la vida.

Y a su vez, también critica cómo las mujeres tenemos que esforzarnos siempre el doble o el triple en cualquier profesión, pero sobre todo en aquellas que han sido asociadas como masculinas, para que seamos consideradas igual de válidas que nuestros colegas masculinos.

E incluso, cómo a pesar de demostrarlo de manera bastante obvia, no nos libramos tampoco de ese paternalismo por parte de los hombres de nuestro alrededor. Lo cual, dice mucho de cuán poderoso sigue siendo el machismo en nuestras vidas cotidianas aún hoy.

Y también se trata el tema de la corrupción, asociándolo con el amor tóxico por el poder. Del cual parecemos nunca tener suficiente. De ahí que, en este sentido, tenga que decir que me ha sorprendido descubrir la identidad de la cabeza pensante detrás de la operación.

Un viaje diverso el de la vida de nuestra protagonista, que al final y paso a paso va cerrando capítulos para así por fin, saber encontrar su lugar en mundo y por ello, rodearse de aquellas personas que sacan el brillo y mejor versión de sí misma . Permitiendo así que sea feliz.

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

¡Nos leemos pronto!


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