Rompiendo el hielo: un amor inesperado de Elle Kennedy

¡Buenas tardes!

Sobre todo a los amantes de los sports romance como servidora, porque la entrada del blog de hoy está 
dedicada a la opinión de un libro que leí como parte de las opiniones para la web El rincón romántico de la que formo parte como reseñadora oficial.

Por eso, no me voy a entretener en esta parte introductoria de la publicación y os dejaré con la sinopsis y mi opinión de Rompiendo el hielo: un amor inesperado de Elle Kennedy:

SINOPSIS

Un chico malo jugador de hockey es justo lo que ella nunca quiso

Hayden Houston pasó su infancia viajando por todo el país con su padre, entrenador de hockey, y ahora quiere tomarse un tiempo para planificar su futuro. Queda por ver si ese futuro incluirá a su novio, con quien mantiene una relación intermitente. A quien desde luego no incluirá es al chico que acaba de conocer en un bar y con quien ha tenido una aventura de una noche.

Brody Croft, la estrella del hockey, no parece haber asimilado que iba a ser temporal. Grande, audaz y motivado, es apasionado en todo lo que hace. Hasta ahora, se ha dedicado en cuerpo y alma a su equipo, el del padre de Hayden. Pero la noche que ha pasado con ella ha provocado algo que no esperaba. Los dos son buenos juntos. Muy buenos. Hay una conexión que nunca antes había experimentado y sabe que harían mal en ignorarla. Incluso con un escándalo de partidos amañados que pone a prueba la lealtad de ambos: con los compañeros de equipo, los amigos... y la familia.

Una parte de Hayden quiere salir corriendo. Pero cuando se trata de Brody, Hayden se da cuenta de que las personas pueden ser mucho más de lo que parecen.

OPINIÓN

En esta novela conoceremos la historia de Hayden y Brody, quienes, a priori no pueden ser más opuestos entre sí. Pero que por eso, dos ideas que se desarrollan en esta novelan son, precisamente esa; la de que los opuestos se atraen, pero también que la diferencia enriquece y no tiene por qué separar. Al contrario, seremos más ricos cuanto más diversas de nosotros sean las personas a nuestro alrededor.

Pero, además de eso, también se han desarrollado otros temas que son susceptibles de desarrollo y que os voy a relatar en profundidad aquí. Aunque, todas están en cierto modo relacionadas con los tipos de amor existentes, los cuales no son siempre todo lo sanos que deberían.

De entrada se trata del amor por una profesión, con más de un personaje. Y trabajar con pasión en algo que te gusta está bien. Y es más, todos deberíamos trabajar en algo que nos haga felices porque así, el horario laboral se hará más llevadero.

El problema es cuando se da un paso más allá y ese gusto o amor se convierte en obsesivo, convirtiéndose en la prioridad de nuestras vidas, situándose por encima de otras facetas de la misma. Porque así nos olvidamos de vivir para sobrevivir. Dos verbos que se confunden muy fácilmente como sinónimos y distan mucho de ser similares. Porque la consecuencia que se aprecia de un modo muy evidente es que quienes están a nuestro alrededor son conscientes de cómo los vamos dejando atrás. E incluso en aquellos casos en los que se hace con toda la buena intención del mundo, el daño ya está hecho.

Y con esto, la autora, a pesar del tiempo transcurrido desde el momento en que escribió la historia, envía una crítica más que acertada, necesaria incluso a nuestra sociedad, la cual parece estar empeñada en el éxito y el reconocimiento laboral. Tanto que, en ese proceso nos deshumanizamos y tendemos a considerar a otras profesiones menos atractivas desde el punto de vista económico como secundarias. Nuevo error porque todas son importantes, de ahí su presencia sino en la sociedad.

En mi caso, me ha gustado porque así da la importancia que merecen los estudios artísticos y humanísticos en nuestra sociedad, así como el rol de los profesores en nuestra sociedad. Una profesión cada vez más denostada. Aunque, al mismo tiempo, también me ha gustado que sirva para desmitificar estereotipos con Brody porque, también es bastante común que los deportistas no son inteligentes. O no tienen estudios. Y podríamos sorprendernos para bien.

Relacionado en cierto modo con esto, he de hacer mención a la obsesión por el dinero y la fama. Y esta, desgraciadamente cada vez es más habitual. Porque el brillo de la misma en ocasiones es tan intenso y cegador, que hay personas dispuestas a todo con tal de conseguirla. Y sobre todo, mantenerla. Convirtiéndose así en un problema muy serio que puede derivar en otros asuntos que pinten igual de feo.

Por lo referente a este segundo aspecto, es Brody quien más lo sufre en sus propias carnes. No solo por el tema del rumor de las apuestas ilegales, sino porque él quiere que lo quieran por sí mismo. Y que traspasen la capa de hielo que cubre el nombre del jugador de hockey. Por eso, nadie mejor que Hayden, con su mala consideración hacia el deporte para que se convierta en su pareja.

Un segundo tipo de amor es el de los miembros de una familia. Y en este caso, se ven los dos representados. Aunque he de hacer una aclaración al respecto de este tema.

No es que Hayden y su padre tengan un amor tóxico, sino que se han perdido en el camino porque están descompensados en lo que a deseo de implicación en la buena funcionalidad de la pareja. Y para que una relación funcione, independientemente del tipo que sea, ambas partes han de estar igual de implicadas. Y eso se consigue con una buena comunicación derivada de una confianza entre las partes.

Sí que me ha gustado por tanto, la buena relación de Brody con su familia porque, son ellos quienes le mantienen los pies en la tierra al respecto de su fama. Ya que no hay que olvidar nuestro pasado para ser mejor así en el futuro. Además de eso, la relación entre sus padres es también lo que explica que él quiera algo similar para sí mismo, porque las circunstancias en las que hemos sido criados tienen un profundo impacto en nosotros.

Hay amor entre los miembros de esa otra familia. La que se escoge y esa no es otra que la de los amigos.

En este caso, tengo que decir que me ha encantado la relación entre Hayden y Darcy, su amiga. Y la sororidad entre ambas, porque se quieren y respetan, a pesar de que sus modos de vivir la vida en más de un aspecto sean diametralmente opuestos. Un magnífico ejemplo de lo que es la sororidad y de cómo tendría que funcionar el mundo siempre, ya que si las mujeres nos apoyásemos más entre nosotras, al final todos saldríamos ganando. Una Darcy de la que quiero saber su historia, por supuesto.

Y una Darcy también que sirve para ejemplificar el doble rasero que tenemos como sociedad al respecto de determinados comportamientos, cuando estos los realiza una mujer o un hombre. Especialmente en el campo de las relaciones sexuales. He aplaudido por tanto, la libertad con la que ella gestiona su vida, como dueña de la misma que es.

Y por eso, también me ha gustado mucho que critique y denuncie algo similar con la ex mujer del padre de Hayden. Porque, desgraciadamente, cuando se produce una situación desagradable en la que se ven envueltas dos personas y una de las dos es de género femenino, siempre resultará peor parada y más perjudicada. Cuando quizás no sea así.

De ahí que el mensaje a favor de la empatía y sobre todo a la escucha consciente está muy bien traído. Porque antes de hablar o juzgar a nada o nadie, tenemos que escuchar las dos versiones de una historia. Porque, una vez más, podríamos sorprendernos. Y el golpe de realidad será bastante duro y doloroso.

Pero también con el tema de la amistad, de incluye y desarrolla la lealtad. Más en el contexto deportivo del equipo, que todos han de ir a una. Por eso, aquí esta se pone a prueba ante la deliciosa tentación del dinero y un buen estatus económico.

Una deriva que puede acabar tan mal que se convierta en una adicción. Y aquí queda muy bien reflejado que es una enfermedad y que solo cuando el enfermo asume el problema y está dispuesto a ser ayudado, comenzará su salida del túnel. Mientras tanto, por doloroso que parezca, será en vano.

Por supuesto, es una novela de amor romántico.

Sentimiento que no hay que confundir con otros similares como el cariño o la costumbre porque, aunque haya una buena intención, a la larga, lo que terminamos por provocar es sufrimiento. De ahí que, una vez más, la comunicación sea pieza clave o básica para que haya buen entendimiento y cualquier tipo de confusión al respecto quede aclarada.

Por eso, desde el primer momento, tuve claro que, en realidad Hayden no estaba del todo enamorada de Doug. Un hombre que, aparentemente es el ideal para él, pero del dicho al hecho hay un trecho y por tanto, no se puede jugar con el amor, porque siempre resultaremos perdedores. De ahí que, en ocasiones y a priori, la persona menos indicada, sí que termine por serlo.

Un Doug que, entiendo que represente muy bien al caballero sureño respetuoso y educado, pero que enfatiza a la inversa la importancia que las relaciones sexuales tienen dentro de cualquier relación sentimental. Porque tiene que haber química en todos los ámbitos de la misma, incluida la cama.

Pero también a las relaciones sexuales tampoco se las tiene que dar por descontadas y pensar que son un recurso fácil, inofensivo o incluso una vía de escape temporal a nuestros problemas. Tampoco lo son. Porque a base de compartir intimidad física, se puede compartir también intimidad psicológica y de ahí que se deriven en otro tipo de sentimientos que son mucho más profundos y van mucho más allá de una mera atracción.

Eso me lleva a decir que, en realidad, yo creo que Brody nunca ha sido un chico malo y sí uno muy decidido, así como muy fiel a sus valores y a lo que quiere en su vida. De ahí que su determinación me haya encantado. Porque sí, es testarudo, pero no es invasivo y por eso le permite espacio y tiempo de reflexión a la mujer a la que ama para que tome las decisiones que le lleven al mismo punto en que se encuentra.

Y sobre todo porque juntos han demostrado que, si se quiere, se puede. Pero que no es fácil porque el camino de la vida es difícil y complicado. Por eso, hay que encontrar siempre al mejor compañero de equipo con el que jugar ese partido. La felicidad está en juego y será siempre el mejor trofeo posible.

¡Muchas gracias por el envío del ejemplar!

¡Nos leemos pronto!



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