Un pacto entre tú y yo de Donna Kenci

¡Buenas tardes!

El primer post de hoy está dedicado a la opinión de una novela que leí en colaboración con la autora, a 
quien agradezco enormemente el envío del ejemplar en físico. Y sobre todo, permitirme conocer su pluma porque, hasta lo de ahora no lo había hecho.

Por todo eso, no me voy a entretener mucho tiempo más y prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Un pacto entre tú y yo de Donna Kenci.

SINOPSIS


Cuando la situación requiere tomar medidas desesperadas…
Para Jane Evans no hay nadie más odioso en el mundo que su arrogante vecino; ese que se ha convertido en una estrella del deporte y no hace más que alardear de su fama, yendo de fiesta en fiesta. Sin embargo, para ella eso ya quedó atrás, puesto que su única prioridad es buscar una solución que le permita forjarse el futuro que su familia nunca le ha dejado llevar a cabo.

Sus caminos se vuelven a cruzar…
Ethan Cooper siempre ha detestado a su presumida vecina de al lado. Aunque eso ya es cosa del pasado y ahora solo le interesa llegar a ser el mejor jugador de hockey de la NHL. No obstante, sus continuos escándalos y su mala conducta obligan a que su entrenador lo aparte del equipo, hasta que demuestre que su disipada vida es historia y que puede concentrarse de lleno en su profesión. Ambos necesitan un plan urgente para lograr lo que quieren. Pero, ¿y si pactar con su peor enemigo es la única opción que tienen para conseguir lo que más desean?

OPINIÓN

Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de hacer un par de comentarios al respecto de los motivos por los cuales me decidí a leer esta bilogía. Porque sí, sorpresa, sorpresa son dos. Este es el primer volumen y es autoconclusivo, así que el único spoiler que tendríais sería el de conocer a los protagonistas de la siguiente novela.

El primer motivo, como he indicado anteriormente es el de que no conocía la pluma de la autora, y ya sabéis cuánto me gusta conocer nuevas plumas siempre y así poder compartiros mis impresiones. Pero además en este caso, añado el motivo número dos que es nada más y nada menos que la profesión del protagonista masculino: es jugador de hockey. O dicho de otro modo, deportista.

Uno de mis clichés preferidos de siempre. Y es sí, queridos, así soy yo: me dais un deportista, un italiano no mafioso o un jefe y ya me tenéis dentro para siempre. Muy fácil conquistarme, para qué nos vamos a engañar. Por eso, como este era un deportista... un detalle a sumar.

En esta novela romántica conoceremos la historia de Ethan y de Jane, que desarrolla el cliché principal de enemies to lovers, el cual, por otra parte, es también mi preferido de siempre. Pero, a su vez también desarrolla esa idea de que los opuestos se atraen y que del odio al amor solo hay un paso.
Así que tenemos que estar muy pendientes porque, en más de una ocasión, esa negativa rotunda en negar lo evidente, en realidad esconde unos sentimientos de un cariz de lo más diferente.

Además de que, en este caso, esa polaridad extrema no es más que un supuesto porque la realidad es que ambos son más parecidos y similares de lo que parecen. Incidiendo así en el hecho las apariencias engañan y que por eso, en más de una ocasión somos más de lo que mostramos en esa fachada en forma de coraza que nos plantamos cada vez que salimos de casa y nos exponemos al público.
Por eso, nos recuerda de un modo que es muy coherente que, antes de juzgar a nadie, lo que tenemos que hacer es formarnos nuestra propia opinión al respecto de todo tema y persona. Podríamos sorprendernos. E incluso para bien.

Este es un modo original de criticar la poca empatía de nuestra sociedad y sobre todo, de que en más de una ocasión debemos aprender a ponernos más en la piel del otro. Porque una buena acción puede cambiarnos el día. E incluso la vida, literalmente hablando. Además de que, de otro modo original da la importancia que las palabras y la comunicación tienen.

De ahí que, como bien se demuestra aquí, es solo en las distancias cortas cuando de verdad se conoce a otra persona. Y de ahí que sea tan fundamental la convivencia en cualquier pareja. Un tema muy bien traído y desarrollado en el caso de él por ser famoso.

Y con esto, introduce el primer tema interesante de reflexión, como es el de la fama. Un estatus al que muchos aspiran y al cual es cada vez más fácil acceder, pero para el cual no todos estamos preparados. Y ahí, el brillo es tan potente y poderoso que puede dejarnos ciegos. Más cuando el paso del anonimato al estrellato se hace un modo muy rápido e inesperado.

Por eso es tan fundamental que, en aquellos casos en los que no estemos preparados, sea tan fundamental la figura de un psicólogo que le ayude en la gestión de todo el proceso. Amén de que así también se le daría a la salud mental la importancia que realmente merece. Y en este caso, hubiera estado muy bien que, bien durante el proceso y desarrollo de su arco argumental, bien de cara al final, hubiera decidido contar con la ayuda de alguien así. O que su entrenador e incluso Jane se lo hubiera sugerido.

Principalmente porque así, el tema del desarrollo del amor propio y la inseguridad que siente, hubiera tenido un final mucho más cerrado. Y así también, la idea de que si no te quieres bien a ti mismo, no podrás querer bien a los demás hubiera terminado de modo mucho más compacto.

Es una novela muy romántica, donde el sentimiento aparece de más de un modo y no siempre de modo sano.

Así, la relación de ambos progenitores con sus madres - de ahí esa similitud anteriormente mencionada - no es del todo sana. Refuerza de este modo dos ideas: en primer lugar, el profundo impacto que tienen las circunstancias en las que hemos sido criados, tanto para bien como para mal. Las cuales, a su vez, terminan por demostrar que desarrollemos una personalidad determinada o nos comportemos de determinada manera ante determinados estímulos.

Asimismo, también incide mucho en la idea de que la paternidad no es fácil. Pero si hay un detalle que tenemos que tener en claro es que los padres han de respetar siempre la individualidad de sus hijos, permitiéndoles siempre ser felices. Porque si no, no viven, sobreviven. Amén de que, querer cambiar a alguien es precisamente una falta de respeto a esa individualidad que los hace únicos y especiales. Cambiar no es amar, al menos, no de manera sana.

En este sentido, está muy bien traído por el hecho del poco respeto a los estudios universitarios de Jane; profesora. Y sobre todo, a su deseo de creación de un centro de ayuda para personas con necesidades económicas y que sus necesidades básicas diarias estén siempre cubiertos. Aquí, destaco sobre todo esa idea que subyace en más de una ocasión en el imaginario colectivo acerca de la existencia de profesiones y estudios de primera y otros de segunda. Cuando no es así. Todos son iguales de importancia y como tal han de ser considerados. En mi caso además, como personas con estudios de docente, agradezco ese homenaje a la figura del profesor, tan denostada en nuestras vidas cotidianas.

Asimismo, los hijos jamás han de ser usados como armas arrojadizas o excusa de los errores que hemos cometido ni tampoco pretender vivir de la fama de los mismos para siempre. Esos son modos de chantaje emocional que, una vez más, tampoco son sanos.

Y es que el mero hecho de compartir un vínculo sanguíneo no tiene por que conllevar la aparición o brote espontáneo del amor entre los miembros de esta familia. Al contrario, no hay que darlo por descontado y sí que hay que darle la consideración e importancia que merece: toda.

De ahí que debamos cuidarla como tal y sobre todo, que tengamos el mismo tacto y cuidado al respecto de hacer determinados comentarios al respecto de nuestros familiares porque, las palabras pueden hacer mucho daño, incluso aunque estén hechos con una buena intención. Pero también conviene tener presente que, con la excusa de que somos familiares, pensamos que se nos perdonará todo de manera inmediata. Y tampoco es así.

Eso sí, relacionado con este tipo de amor, sí que introduce un mensaje esperanzador al respecto de la evolución del ser humano. El cual cambia. Y por eso, si hay voluntad real de arrepentimiento, hay que conceder muchas más segundas oportunidades.

Afortunadamente, sí que hay amor entre los miembros de una familia y que es del tipo sano. Además, en este caso, es el nexo de unión - otro más - entre ambos. Y ese no es otro que Maggie, la hermana de Ethan que a su vez es la mejor amiga de Jane y que por tanto, demuestra que en más de una ocasión, los amigos son la familia que se escoge. Y en este caso, añadiendo además el hecho de la sororidad bien entendida. Porque, hubiera sido fácilmente entendible su posición de estar atrapada en el medio porque, ambos extremos le duelen y por tanto, se entendería que quisiera desbancarse totalmente de ambos.
Más porque durante buena parte de su vida, era difícil de gestionar ese odio camuflado.
Sin embargo, es buena amiga y hermana y está ahí, siendo lo más objetiva posible dentro de sus circunstancias porque lo que quiere es que las personas a las que quiere sean felices. Y si es juntos, pues mucho mejor. Tal y como debería ser.

Un tema que me ha gustado mucho también y que en cierto modo se relaciona con la empatía es la de los límites del humor. Porque no todas las bromas son graciosas. Así que, si las dos partes implicadas en la situación no se ríen, y esa risa no es genuina o real, quizás debamos replantearnos el modo que nosotros consideramos lo que es divertido y lo que no. Y aquí he de decir que, algunas bromas distaban mucho de ser divertidas.

Y por último, hablamos del amor romántico. El cual está presente desde el principio entre los protagonistas, los cuales eran demasiados jóvenes como para poder reconocerlo delante de sus ojos y por eso lo confundían con otros sentimientos, amén de que querían negárselo con tanta fuerza que preferían hacer daño a la persona a la que querían e incluso a sí mismos. Con esto demuestra que no hay más ciego que quien no quiere ver, y sobre todo, que no se puede luchar contra el sentimiento.
El cual aparece cuándo, donde y con quién menos se le espera. O incluso reaparece o puede hacernos ver que estaba mucho más cerca de lo que habríamos pensado. Y por eso, tenemos que tener bien los ojos bien abiertos.

Así que entre este par, casi podría decirse que era un secreto a voces y por eso, que no sorprendiera a nadie cuando lo oficializaron... de mentira. Porque, como otra de los temas que se tratan y desarrollan es el de la comunicación. La cual ha de hacerse con palabras escritas y habladas, y en ambos casos, con igual de importancia.

Por eso, el tema de los diarios "de deberes" lo ejemplifica muy bien, ya que además sirve como método de autoconocimiento y autodescubrimiento, que es fundamental y básica antes de querer bien a otra persona. Y también sirve para ejemplificar cómo nos da miedo exponernos y abrirnos a los demás, ya que el miedo al juicio externo es enorme.

Por eso, preferimos ser introvertidos y en ocasiones, no comunicarnos a dar el paso adelante y hacerlo. Porque también comenzamos a considerarlo como un síntoma de debilidad, cuando es justo lo contrario: solo aquellos que son lo suficientemente valientes y seguros de sí mismos, dan el paso a la comunicación. Evitando a su vez malentendidos, discusiones e incluso rupturas sentimentales.

Aunque ese miedo en parte es entendible porque las palabras son mucho más poderosas de lo que pudiéramos pensar en un principio, especialmente para mal ya que sus efectos son mucho más prolongados en el tiempo e invisibles. Sumando así además un ingrediente extra para que el cóctel termine en desastre si no se sabe gestionar del todo bien. Porque la comunicación ha de ser siempre uno de los pilares básicos de cualquier relación.

Junto con la confianza. Y por eso, ha sido inteligente que relacione ese inicio de la relación con una mentira. Porque introduce así el cliché de fake dating, pero también sirve para que tengamos presente que toda mentira tiene su base de realidad, que también todas tienen las patas muy cortas y que a veces, al igual que los límites entre odio y amor, en ocasiones es bien difícil distinguirlos.

Pero también con el tema de la comunicación, tampoco podemos olvidar que, de cuando en cuando esta se hace por gestos. Y que no hay que desmerecerlos tampoco. Eso sí, lo ideal es que se complementen para hacer saber así de la mejor manera posible a la persona de la que estamos enamorados que es lo que realmente nos hace felices. Porque la vida no se trata de ser famoso o de competir por ver quien lo es más, la vida va de jugar en equipo y disfrutar haciéndolo. De ahí que para ello, nuestra pareja ha de ser el mejor compañero posible en el partido que todos y cada uno estamos jugando.

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

¡Nos leemos pronto!

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