Las tres damas: el origen de Claudia Cortez

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la 

autora, a quien agradezco enormemente el envío del ejemplar en digital, antes incluso de su propia fecha de publicación. Pero sobre todo, le agradezco la confianza en mí y querer saber mi opinión al respecto de la misma.

Por eso, no me entretengo mucho más y prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Las tres damas: el origen escrito por Claudia Cortez:

SINOPSIS

El bosque.

La mansion Stone Hall y sus abismos.

Un viaje hacia el origen del mal.

Julia se enfrentó al horror muchos años atrás .

Descubrió a seres cuya maldad no tiene límites, seres reales que viven entre nosotros y que existen, creamos en ellos o no.

Una vez pudo vencerlos con la fuerza de su amor, pero esta vez también esta en juego la persona mas importante de su vida: Adela

OPINIÓN

Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de decir que este es el tercer volumen de la serie y que, si bien es cierto que en él se explica el origen de por qué comenzó todo, la realidad es que también se hacen avances en algunas de las tramas planteadas en los volúmenes anteriores. Por eso, conviene leerlos en orden a riesgo de spoilers, pero sobre todo, porque así podréis entender mejor el arco argumental de los personajes y por qué actúan como actúan.

Adela y Julia vuelven a Stone Hall, a pesar de todo cuanto habían renegado de dicho lugar, especialmente la segunda. Sin embargo, con este regreso se desarrolla uno de los temas principales que se desarrollan en esta novela y que no es otro que, que hay que regresar a los lugares donde fuimos felices. Porque las circunstancias de cada una de esas visitas o estancias serán diferentes. Y por tanto, influirán más o menos a la hora de tener una consideración y/o opinión diferente al respecto del mismo.

Como así sucede con Adela.

Una Adela que, en este tercer volumen ha tenido más importancia y peso, y eso me ha gustado. Además de que, ella también es el punto de partida para que se pueda desarrollar el segundo gran tema de esta novela. Y ese no es otro que, el de conocer bien nuestro pasado y nuestros orígenes para poder así conocernos mejor en el presente y actuar en consecuencia en el futuro.

Porque, antes de juzgar un libro por su portada o emitir una opinión al respecto de una persona, tenemos que conocer también su propia versión de los hechos porque... podríamos sorprendernos. Para bien. O para mal. Pero siempre por tanto, tenemos darle la oportunidad a ser escuchado.

Es inteligente el uso del número tres a lo largo y ancho de las páginas de esta novela. En todas y cada una de las ocasiones en las que se incluye. Porque tres son las líneas temporales que se narran, tres son las damas y tres son las amigas - incluida Adela - que inician esta investigación para conocer el pasado. Amén de que tres es un número muy poderoso y mágico.

En este sentido además, este tres se relaciona también con otro tema que se repite mucho en esta novela, la cual, por otra parte, es muy femenina. Me ha encantado por tanto, la sororidad y el profundo amor existente entre las mujeres amigas en las tres subtramas. Una sororidad que plantea la siguiente pregunta... ¿qué estarías dispuesto a hacer por la persona que quieres? ¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar? Eso sí, no falta tampoco la advertencia al respecto porque, en más de una ocasión, por querer ayudar y hacer un bien, lo que terminamos por provocar es un daño mucho mayor. Incluso los secretos asociados a mentiras piadosas pueden volverse en nuestra contra.

Pero, asociado a esto, también me ha gustado que aprovecha para criticar el machismo que, aún hoy, perdura en nuestra sociedad... casi como sucedía antaño.

De ahí que el paralelismo y la metáfora en las situaciones, al compararlas, se aprecie mucho mejor. Porque antes, si una mujer no seguía los roles de comportamiento ni obedecía a las autoridades, enseguida era mal considerada. O incluso acusada de bruja, aunque no tuviera poderes. Simplemente era considerada un peligro porque, su actitud podía ser copiada por otras... y claro, fuera de control, el cambio sería peligroso para quienes estaban en el poder. Por supuesto, hombres.

Ahora, en cambio, ese machismo, sigue presente porque, en cualquier ocasión en la que se ven involucrados una mujer y un hombre, ella sale siempre peor parada y mucho más perjudicada. Sea tanto de manera pública como de manera más privada porque, incluso hoy, cuando una mujer se comporta igual que un hombre, en lugar de alabarla o aplaudirla, se la critica hasta la saciedad - y sí, hablo de la sexualidad -. Y lo que es peor, esa crítica viene en muchos casos de otras mujeres.

Aunque el amor romántico no tiene un peso tan fundamental como en los otros libros, sí que tengo que decir que, de los tres libros, este es en el que peor me ha caído Sir Michael con su actitud de perro del Hortelano. Entiendo que la quiera bien y por tanto, la quiera libre. A sabiendas que lo suyo es imposible. Pero, tampoco cierra del todo el capítulo para con Julia y por eso, continúa haciéndole daño. En este sentido, la moraleja que se extrae es la de la importancia de saber cerrar capítulos.

Y Julia también se comporta de un modo similar para con Lucas, porque tampoco es clara del todo con él, no para de rechazarle - y en cierto modo, utilizarle - y de ahí que, le haga daño. En este caso, el lector puede extraer una segunda moraleja de este tipo de relación y comportamiento entre ambos. Y ese no es otro que, hay que saber diferenciar entre el amor y el cariño, porque, si no sabemos situar cada cosa en su sitio, a la larga, lo que también terminamos por provocar es daño al otro. Incluso aunque no sea nuestra intención.

Así que se han juntado una serie de personas infelices, que no viven, sobreviven ya que se han aposentado sin amor en sus vidas por culpa del miedo a dar un paso adelante. Y, a su vez, en el miedo a mantener una buena y sana comunicación.

Un segundo tema que tiene que ver con el amor romántico es el que sirve de punto de partida e inicio para recordar que, hasta no hace mucho tiempo, los matrimonios por amor eran los menos habituales. Porque el sentimiento no era imprescindible para contraer esas nupcias. Es más, aún hoy, esa idea persiste y subsiste en según qué determinados círculos económicos y sociales. Demostrando así que por tanto, esa idea tan rancia de la endogamia se ha derivado en un clasismo hacia según qué personas y profesiones.

Sin embargo, me ha gustado que la autora nos cuente y nos haga saber todo lo que ocurre con Sancia porque así, si bien es cierto que es muy villana, la realidad es que puede entenderse algo mejor por qué actuó como actuó. Y a su vez, también ha demostrado que incluso la persona más fría e inalcanzable también tiene sus puntos débiles y, como tal, su corazoncito.

Destaco también de la segunda subtrama, la de Hope, el vínculo que crea con Michael. Pero sobre todo, la ambientación de finales del diecinueve así como el interés/fascinación/obsesión para con los fantasmas, el espiritismo y el ocultismo porque refleja muy bien lo difícil que es establecer el límite entre curiosidad y obsesión.

Y es precisamente Hope el personaje que también sirve de inicio para la inclusión de la subtrama de la Casa Turner, la cual he de decir que, al principio me pareció un tanto confusa. Pero que, tras haber finalizado la lectura, me ha servido para darme cuenta de que, las apariencias engañan, que todos tenemos unos secretos que no queremos compartir con los demás - por los motivos que sean - y a su vez, que en más de una ocasión, la solución al problema está justo delante de nuestros ojos y al alcance de nuestras manos.

Pero también es, otra metáfora muy inteligente que sirve para hacer que tengamos muy presente la importancia de conceder segundas oportunidades en nuestras vidas. Y sobre todo, que conviene tocar fondo para así poder renacer de nuestras cenizas y mucho más fuertes que antes.

Creía que este iba a ser el tercer volumen de la trilogía. Pero al parecer, tenemos una cuarta y última entrega que ya estoy deseando leer. Sobre todo porque todo ha quedado abierto de cara al mismo y por lo tanto, yo necesito leer.

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

¡Nos leemos pronto!