Los secretos que albergamos bajo nuestra piel de Laura Spínola

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí hace un tiempo y que tenía 
pendiente traer la opinión por aquí. Porque se colaron de por medio, colaboraciones, lecturas cero y otras cosas de por medio.

Sin embargo, como, de momento, las colaboraciones siguen, pero no están concluidas en lo que a lectura se refiere, poco a poco, os voy a ir presentando algunas de las que había dejado en el tintero.

Por eso, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de esta novela y prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Los secretos que albergamos bajo nuestra piel, escrito por Laura Spínola.

SINOPSIS

Aileen tiene una amistad especial con Martha, una anciana a la que conoció en Edimburgo. Tras la muerte de Martha, descubre que su amiga le ha legado una casa en Balford, un pequeño pueblo escocés, pero con una doble condición: no puede casarse si quiere conservarla y, además, debe resolver el asesinato de su hija Alice Wright, un suceso que ocurrió treinta años antes en esa misma casa.
Con la firme intención de cumplir con el último deseo de Martha, Aileen se muda a Balford, donde conoce a Andrew, un apuesto abogado londinense. La atracción entre ellos es innegable, pero nada es lo que parece porque ¿quién no tiene secretos?


OPINIÓN

En esta novela que mezcla misterio con romance, ya desde el propio título podemos ver y extraer algunos de los mensajes importantes que se desarrollarán entre sus páginas. Como por ejemplo, que las apariencias engañan y por eso, no debemos juzgar un libro por su portada. Y a su vez, que todos tenemos unos demonios - a veces, en forma de secretos - que no solemos compartir con los demás, por miedo al qué dirán y sobre todo, a la exposición en público.

Volveré sobre ello, pero hay más aspectos y temas susceptibles de desarrollo.

Así, al desarrollar buena parte de la acción en un pueblo pequeño, la autora pone de relieve los pros y los contras de vivir en pequeñas comunidades y por eso, por qué hay personas que sí que son capaces de adaptarse al cambio, mientras que hay otras que, en cambio no lo hacen. Esta premisa, por tanto, pone de relieve a su vez, cómo, cada vez más, la sociedad tiende a ser más individualista y por lo tanto, menos empática... primando la inmediatez sobre las cosas que duran y pueden perpetuarse en el tiempo.

Aunque parezca que estoy divagando con el inicio del párrafo, lo indico porque, otro de los temas que se tratan en esta novela asociado al pueblo pequeño es el de dar la importancia que los abuelos; o mejor dicho, las personas mayores, tienen en nuestra sociedad. Personalmente, es un homenaje que me ha gustado mucho, sobre todo, porque pone de relieve cuán mal nos comportamos con ellos. Porque sí que son importantes, ya que su sabiduría y habilidades no se han aprendido, sino que se han producido a causa de sus vivencias y experiencias de la vida, la cual, por otra parte, es también una fuente inagotable de aprendizaje.

Sin embargo, en una sociedad cada vez más deshumanizada en la que pensamos que no podemos extraer ningún beneficio económico inmediato, tendemos a apartarlos y a aislarlos. Sin darnos cuenta de que el mejor regalo que se puede dedicar a otro hoy día es el de nuestro tiempo, incalculable en su valor material. Así que la amistad entrañable que forman Aileen y Martha es fantástica. No solo desde el punto de vista de la sororidad, que también. Sino porque confirma y demuestra que, cuanto más diferentes de nosotras sean las personas que nos rodean, más ricos seremos. Así que, hagámoslo más, podríamos sorprendernos.

Retomo, ahora sí, la idea de la convivencia en comunidades pequeñas, con sus aspectos positivos y negativos. Es positivo porque el sentimiento de pertenencia a la comunidad es más inmediato y también el acudir en socorro en caso de ayuda. Eso sí, en ocasiones, la acogida no es tan positiva, sino que suele provocar recelo por el miedo y el rechazo a lo extranjero.

Además de eso, la sensación de intimidad y el respeto a la vida privada es menor. Y por eso, personas más independientes no gustan mucho de esta sensación. Amén de que se da pie también a que aparezcan rumores, cotilleos y noticias falsas. Y lo que es peor, que estas se propaguen con mucha más facilidad. Por no hablar de que las rencillas y los odios nacidos generaciones atrás se siguen perpetuando con igual intensidad, a pesar de que los afectados en la contemporaneidad tengan poco o nada que ver en la implicación de la situación original.

Es una novela muy femenina porque, a excepción de Andrew, el peso argumental lo llevan mujeres y sus vidas. Muy diferentes entre sí. Pero a su vez, por este motivo es una novela valiente que convierte a la literatura en algo más que trasciende de un mero entretenimiento porque, pone de relieve algunas de las lacras de nuestra sociedad, a las cuales siempre hay que ponerle voz. Y por eso, si alguna lectora al acercarse a sus páginas, se siente identificada porque está viviendo algo similar, debe actuar y proceder como aquí. Jamás hay que consentir ningún tipo de violencia.

También me ha gustado que use el rasgo femenino para indicar que, el machismo sigue estando muy presente en nuestra sociedad. Porque, aún hoy, continúan existiendo hombres que, aprovechan su cargo de poder o autoridad para salir indemnes con total impunidad de algunos comportamientos y acciones más que reprochables. O incluso de delitos más graves. Junto a ello, también queda reflejado cómo, en aquellos casos en los que sucede una situación o hecho desagradable, si hay dos personas de diferente género, la mujer siempre resultará peor parada y esa "mala" fama perdurará más en el tiempo. Lo que au vez sirve también para ejemplificar muy bien y de un modo coherente, el miedo a hablar. Por no ser creídas e incluso, por no ser tomadas en serio.
Todo eso dice también mucho de nosotros como sociedad y sobre todo, pone de relieve que, aunque hemos avanzado mucho en ese terreno, el camino a recorrer continuará siendo largo, duro y doloroso.

Hay una historia de amor entre Andrew y Aileen que demuestra indicando que la atracción puede dar pie a algo más, pero que también pone de relieve que el amor es poderoso. Porque, si bien las circunstancias en las que hemos sido criados tienen un profundo impacto a la hora de desarrollar nuestra propia personalidad, actitud o comportamiento determinados frente a determinadas situaciones, y sobre todo, si bien sí que es cierto que somos herederos de nuestros padres, la realidad es que, cada uno somos únicos e irrepetibles. Por eso, debemos aceptar esa individualidad que nos define. Porque, hasta que no nos queramos bien a nosotros mismos, no podremos querer bien a los demás.

Y en ese amor propio, se debe incluir también el cierre de capítulos o etapas que nos impiden avanzar. Porque choca con una característica que es definitoria del género humano, y esa no es otra que la de la evolución. En este caso, es el sentimiento romántico, cuando es sano, más que nada porque es fuerte, el que puede ser el punto de partida que nos lleve a dar ese paso y a ponernos como prioridad... por egoísta que pueda parecer de cara a los demás.
Porque el amor es fuerte y poderoso. De ahí que pueda acercar a dos personas que tienen tantos obstáculos que superar y frentes comunes que tienden a separarles. Eso sí, queda más que demostrado que, para que eso suceda, ambos deben estar en el mismo punto y sobre todo, remar en la misma dirección.

Por eso, es tan fundamental la concesión de segundas oportunidades en la vida, y sobre todo, el tener bien presente que, a veces la primera impresión que nos formamos de una persona puede ser errónea al estar fundamentadas en nuestras propias concepciones previas o en comentarios y rumores que hemos escuchado. Sin embargo, debemos dejar atrás siempre ruidos y rumores y atrevernos a formarnos nuestra propia opinión al respecto siempre. Podrían aparecer sorpresas... una vez más.

Para ello, une vez más, la comunicación es fundamental. No solo entre los miembros de una pareja, que también. Sino también en cualquier relación importante de nuestras vidas. Sin embargo, al igual que sucede con el sentimiento, tenemos miedo a ejecutarla de buena manera... por miedo. En este caso, miedo al daño que las palabras pueden hacernos y al impacto que pueden tener en los demás. Y ahí está el error, porque no tener una buena comunicación, a la larga termina revelándose como una falta de confianza en el otro. La cual es el segundo pilar fundamental para que una relación funcione.

Pero, como las palabras son muy poderosas, su daño se prolonga más en el tiempo porque es más invisible o evidente a los demás. De ahí que, antes de sufrir, prefiramos guardarnos todo para nosotros mismos. Y ahí está el error. Porque hablar no es un síntoma de debilidad y tampoco tiene por qué ser indicador de miedo, ya que al contrario, solo aquellos valientes de verdad, se atreven a dar ese paso adelante y exponerse para con los demás. Y por eso, solo aquellos que lo hacen, serán verdaderamente felices en la vida. Tendrán la conciencia tranquila y serán libres.

Antes he mencionado que hay una subtrama de misterio, porque hay un crimen ocurrido treinta años atrás que, de un modo u otro afecta a los protagonistas, pero también al resto de ciudadanos del pequeño pueblo. Y, tengo que decir que, si sois muy amantes del thriller o de la novela negra, este no es al cien por cien del género ya que, antes de llegar a la mitad del libro, el lector - incluso uno tan poco avispado como yo - sabe qué ha pasado.

Sin embargo, eso no resta ganas de seguir leyendo, al contrario. Del mismo modo que eso tampoco signifique que no haya sorpresas bastante impactantes en la novela. Porque estas no paran de sucederse, de ahí que el lector quedará fascinado en más de un caso, en el modo tan inteligente en que todo está perfectamente ligado. Y sobre todo, en cómo, aunque parece que no, cualquier detalle incluido en la novela tiene su motivo y su por qué.

Así que, no puedo concluir este post sin invitaros a que os animéis e intentéis descubrir cuáles son los secretos que alberga la piel de esta novela entre sus páginas. Quizás os sorprendan a vosotros también.

¡Nos leemos pronto!

Porque hay amor, claro que sí. De múltiples tipos y no todos sanos. 

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