Un amor de gira de Beck M.
¡Buenas tardes!
La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la editorial, La esfera de los libros, a quienes agradezco el envío del ejemplar en físico. Permitiendo así que colaborásemos por primera vez. y a su vez, conocer de primera mano la pluma de su autora. Actividad y dinámica que ya sabéis cuánto me gusta realizar, puesto que así puedo hacer exactamente lo mismo con vosotros.
Por todo ello, no me voy a entretener mucho más en esta parte introductoria de la publicación y prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Un amor de gira escrito por Beck M:
SINOPSIS
¿Qué harías si pudieras irte de gira con tu cantante favorito?
Martina acaba de ganar una cena con el famosísimo Marc Luna en un sorteo de Instagram. Lleva toda su vida preparándose para ese momento; lo que no entraba en su ecuación es que la cita quedara inmortalizada por los paparazzi. Las fotos se han hecho supervirales y ahora todo el mundo habla de la química que hay entre los dos. Este dato no le pasa desapercibido a Ricardo, el mánager de Marc, que ya está tramando un plan para avivar el rumor y volver a colocar al cantante en la cima de las listas de Spotify. Pero para que todo vaya según lo previsto, Martina tendrá que acompañarlos en su gira de verano haciéndose pasar por su novia. Un poco de fanservice nunca ha hecho daño a nadie, ¿no?
La vida de nuestra protagonista acaba de ponerse patas arriba y, por si fuera poco, tendrá que lidiar con Álex, el primo y community manager de Marc, con el que ya ha tenido algún que otro roce.
¿Conseguirá de verdad enamorar a Marc Luna?
¿Podrá librarse de Álex y disfrutar de la experiencia?
Sal a la carretera y únete a Martina hasta el último concierto de la gira del verano.
OPINIÓN
En esta novela conoceremos el tremendo viaje de autodescubrimiento y autoconocimiento que Martina realiza. Acentuado aún más dada su edad, porque se encuentra en el último año de instituto y a punto de empezar la universidad. Comenzando así, de "manera oficial" la vida adulta e independiente.
Sin embargo, está en esa encrucijada en la que no se es del todo niño, pero tampoco es del todo adulto. Y por eso, algunas de esas decisiones que tomamos sin ser realmente conscientes del impacto que tendrán a posteriori, pueden salir bien o mal. En este sentido, sí que tengo que decir que, es precisamente, la intensidad de de los sentimientos. E incluso, la irreflexión de algunos comportamientos o actitudes que más de un personaje tiene a lo largo de la historia.
Es cierto que, la madurez no tiene por qué ir asociada a una edad determinada, sino que está más en sintonía con una personalidad o un carácter. Pero, en este caso, sí que tengo que decir que me ha faltado más desarrollo tanto en el punto de inflexión como en la reacción - excesiva en ambos casos por parte de los dos personajes - ante los problemas que se les presentan y que son, a la larga, los conflictos de esta historia.
Con el viaje de Martina y todo lo que le sucede, además de ser su acompañante, el lector se dará cuenta y percatará de más de un tema importante susceptible de desarrollo.
Así, por ejemplo, se hace referencia a los tipos de familia que existen. Las cuales todas son igual de válidas, independientemente del número de sus miembros. O de los vínculos que existen entre sus miembros. Junto a ello, también desarrolla muy bien la ida de que las circunstancias en las que hemos sido criados tienen un profundo impacto en nuestras vidas... para bien o para mal.
Por eso, la relación entre Martina y su madre es muy especial. Pero, al mismo tiempo, incide en que hay que saber que, una cosa es educar y otra cosa sobreproteger. En este sentido, se pone de relieve que la paternidad es dura y difícil. Pero...que los padres han de tener siempre claro que la felicidad y la prioridad han de ser siempre los niños. Y que por tanto, hay que respetar su individualidad, porque no podemos permitir que sean una copia nuestra, ya que eso implica su infelicidad. Por muy buena intención que haya en ese tipo de comentarios o comportamientos. Y es que ha veces, las buenas intenciones, están llenas de daño.
Además, en este caso, me ha gustado que lo marque porque también lo asocia a una creencia popular que está de lo más arraigada y extendida aún hoy en el imaginario colectivo. Y esa no es otra que, solo aquellos estudios o profesiones que están relacionadas con el mundo de la ciencia son las que se consideran exitosas. No lo es, además de que conviene tener en cuenta, una vez más, esa idea de que la diferencia enriquece y que por tanto, no a todo el mundo se le dan bien las mismas cosas. Por eso, conviene ser respetuosos y tener más empatía con el prójimo para que la sociedad sea un lugar feliz para todos. Amén de que todas las profesiones son exactamente igual de importantes.
Al mismo tiempo, hay otra alusión al amor entre los miembros de una familia. En este caso, la que se elige y que está formada por los amigos. En este caso, vuelve a demostrarse que la diferencia enriquece y no tiene por qué separar. Al contrario, cuanto más diferentes sean las personas junto a nosotros, más ricos seremos. Así que este trío tan peculiar se retroalimenta tanto para bien como para mal- Y su estrecho vínculo - típico de la adolescencia - queda también muy bien reflejado.
Además de que, también es un muy ejemplo e indicador de la importancia de la comunicación en cualquier relación. Sea del tipo que sea. Porque, por muy bien que nos llevemos con otra persona o por mucha confianza que tengamos para con ella, la realidad es que todo el mundo cargamos con unos demonios que no compartimos con el resto de personas que están a nuestro alrededor. Por motivos múltiples y diversos, pero entre los cuales suele destacar el miedo al juicio externo. Más, si ese juicio viene de personas que están cerca de nosotros, ya que sabemos el tremendo poder e impacto que pueden tener las palabras.
Sin embargo, hay que hablar. De todo y con todo el mundo porque hablar no es síntoma de debilidad, sino de fortaleza. Y sobre todo, de confianza para con el otro. Y el hecho de no hacerlo será lo que a la alarga terminará por provocar malentendidos, discusiones e incluso, rupturas totales o parciales de la relación. Amén de que guardarnos las cosas para nosotros mismos tampoco conlleva ningún tipo de beneficio porque, todo terminará por explotar. Y por supuesto, lo hará en el peor momento posible. Como aquí queda demostrado en más de un caso.
Hay otro tipo de amor muy presente a lo largo y ancho de la novela. Tanto para bien como para mal. Y ese no es otro que el del amor por la fama. Y en este sentido, me ha gustado mucho ese aterrizaje que la autora consigue darle. Por lo cierto y lo coherente del mismo, añadiendo así unas advertencias que son más que necesarias.
Y es que evidentemente, todo el mundo ha soñado alguna vez en su vida con ser famoso. Y por eso, hemos idealizado esa profesión. Y ahí está el problema porque, con este tipo de pensamientos y consideraciones, la consideramos perfecta. Y no es así, porque la perfección no existe. De ahí que solo centrarnos en los aspectos positivos de la profesión es un error. Muy peligroso además.
La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la editorial, La esfera de los libros, a quienes agradezco el envío del ejemplar en físico. Permitiendo así que colaborásemos por primera vez. y a su vez, conocer de primera mano la pluma de su autora. Actividad y dinámica que ya sabéis cuánto me gusta realizar, puesto que así puedo hacer exactamente lo mismo con vosotros.
Por todo ello, no me voy a entretener mucho más en esta parte introductoria de la publicación y prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Un amor de gira escrito por Beck M:
SINOPSIS
¿Qué harías si pudieras irte de gira con tu cantante favorito?
Martina acaba de ganar una cena con el famosísimo Marc Luna en un sorteo de Instagram. Lleva toda su vida preparándose para ese momento; lo que no entraba en su ecuación es que la cita quedara inmortalizada por los paparazzi. Las fotos se han hecho supervirales y ahora todo el mundo habla de la química que hay entre los dos. Este dato no le pasa desapercibido a Ricardo, el mánager de Marc, que ya está tramando un plan para avivar el rumor y volver a colocar al cantante en la cima de las listas de Spotify. Pero para que todo vaya según lo previsto, Martina tendrá que acompañarlos en su gira de verano haciéndose pasar por su novia. Un poco de fanservice nunca ha hecho daño a nadie, ¿no?
La vida de nuestra protagonista acaba de ponerse patas arriba y, por si fuera poco, tendrá que lidiar con Álex, el primo y community manager de Marc, con el que ya ha tenido algún que otro roce.
¿Conseguirá de verdad enamorar a Marc Luna?
¿Podrá librarse de Álex y disfrutar de la experiencia?
Sal a la carretera y únete a Martina hasta el último concierto de la gira del verano.
OPINIÓN
En esta novela conoceremos el tremendo viaje de autodescubrimiento y autoconocimiento que Martina realiza. Acentuado aún más dada su edad, porque se encuentra en el último año de instituto y a punto de empezar la universidad. Comenzando así, de "manera oficial" la vida adulta e independiente.
Sin embargo, está en esa encrucijada en la que no se es del todo niño, pero tampoco es del todo adulto. Y por eso, algunas de esas decisiones que tomamos sin ser realmente conscientes del impacto que tendrán a posteriori, pueden salir bien o mal. En este sentido, sí que tengo que decir que, es precisamente, la intensidad de de los sentimientos. E incluso, la irreflexión de algunos comportamientos o actitudes que más de un personaje tiene a lo largo de la historia.
Es cierto que, la madurez no tiene por qué ir asociada a una edad determinada, sino que está más en sintonía con una personalidad o un carácter. Pero, en este caso, sí que tengo que decir que me ha faltado más desarrollo tanto en el punto de inflexión como en la reacción - excesiva en ambos casos por parte de los dos personajes - ante los problemas que se les presentan y que son, a la larga, los conflictos de esta historia.
Con el viaje de Martina y todo lo que le sucede, además de ser su acompañante, el lector se dará cuenta y percatará de más de un tema importante susceptible de desarrollo.
Así, por ejemplo, se hace referencia a los tipos de familia que existen. Las cuales todas son igual de válidas, independientemente del número de sus miembros. O de los vínculos que existen entre sus miembros. Junto a ello, también desarrolla muy bien la ida de que las circunstancias en las que hemos sido criados tienen un profundo impacto en nuestras vidas... para bien o para mal.
Por eso, la relación entre Martina y su madre es muy especial. Pero, al mismo tiempo, incide en que hay que saber que, una cosa es educar y otra cosa sobreproteger. En este sentido, se pone de relieve que la paternidad es dura y difícil. Pero...que los padres han de tener siempre claro que la felicidad y la prioridad han de ser siempre los niños. Y que por tanto, hay que respetar su individualidad, porque no podemos permitir que sean una copia nuestra, ya que eso implica su infelicidad. Por muy buena intención que haya en ese tipo de comentarios o comportamientos. Y es que ha veces, las buenas intenciones, están llenas de daño.
Además, en este caso, me ha gustado que lo marque porque también lo asocia a una creencia popular que está de lo más arraigada y extendida aún hoy en el imaginario colectivo. Y esa no es otra que, solo aquellos estudios o profesiones que están relacionadas con el mundo de la ciencia son las que se consideran exitosas. No lo es, además de que conviene tener en cuenta, una vez más, esa idea de que la diferencia enriquece y que por tanto, no a todo el mundo se le dan bien las mismas cosas. Por eso, conviene ser respetuosos y tener más empatía con el prójimo para que la sociedad sea un lugar feliz para todos. Amén de que todas las profesiones son exactamente igual de importantes.
Al mismo tiempo, hay otra alusión al amor entre los miembros de una familia. En este caso, la que se elige y que está formada por los amigos. En este caso, vuelve a demostrarse que la diferencia enriquece y no tiene por qué separar. Al contrario, cuanto más diferentes sean las personas junto a nosotros, más ricos seremos. Así que este trío tan peculiar se retroalimenta tanto para bien como para mal- Y su estrecho vínculo - típico de la adolescencia - queda también muy bien reflejado.
Además de que, también es un muy ejemplo e indicador de la importancia de la comunicación en cualquier relación. Sea del tipo que sea. Porque, por muy bien que nos llevemos con otra persona o por mucha confianza que tengamos para con ella, la realidad es que todo el mundo cargamos con unos demonios que no compartimos con el resto de personas que están a nuestro alrededor. Por motivos múltiples y diversos, pero entre los cuales suele destacar el miedo al juicio externo. Más, si ese juicio viene de personas que están cerca de nosotros, ya que sabemos el tremendo poder e impacto que pueden tener las palabras.
Sin embargo, hay que hablar. De todo y con todo el mundo porque hablar no es síntoma de debilidad, sino de fortaleza. Y sobre todo, de confianza para con el otro. Y el hecho de no hacerlo será lo que a la alarga terminará por provocar malentendidos, discusiones e incluso, rupturas totales o parciales de la relación. Amén de que guardarnos las cosas para nosotros mismos tampoco conlleva ningún tipo de beneficio porque, todo terminará por explotar. Y por supuesto, lo hará en el peor momento posible. Como aquí queda demostrado en más de un caso.
Hay otro tipo de amor muy presente a lo largo y ancho de la novela. Tanto para bien como para mal. Y ese no es otro que el del amor por la fama. Y en este sentido, me ha gustado mucho ese aterrizaje que la autora consigue darle. Por lo cierto y lo coherente del mismo, añadiendo así unas advertencias que son más que necesarias.
Y es que evidentemente, todo el mundo ha soñado alguna vez en su vida con ser famoso. Y por eso, hemos idealizado esa profesión. Y ahí está el problema porque, con este tipo de pensamientos y consideraciones, la consideramos perfecta. Y no es así, porque la perfección no existe. De ahí que solo centrarnos en los aspectos positivos de la profesión es un error. Muy peligroso además.
Porque el brillo de la fama es tan fuerte, que puede dejarnos ciegos. De ahí que, para evitar caer en esa dinámica para mal, tengamos que rodearnos de un núcleo fuerte y sincero que ayude a que mantengamos los pies en la tierra. Como hacen Ricardo, si bien es cierto que, en ocasiones, se extralimita. Y también Álex.
Está muy bien que lo hagan, más por la edad tan temprana de Marc, el cantante preferido de Martina. Porque, fuera de control y sin ese círculo de apoyo, el riesgo de convertirse en un juguete roto es mucho más alto. Pero, también conviene recordar que, además de ser cantantes o famosos, son también personas. Y por lo tanto, merecen el respeto a la intimidad y la privacidad, intentando que sus vidas sean, dentro de lo posible, lo más normales posible.
Sobre todo, porque al no hacerlo, aquello que comenzó como un sueño, puede convertirse en una pesadilla. Porque no nos hace felices. Y aquí, una vez más, también sirve para poner de relieve a Marc, quien, a pesar de que es rico y famoso, poco a poco está iniciando ese descenso a la infelicidad. Demostrando así que no es más rico quien más tiene, y que la verdadera riqueza de la vida está en las pequeñas cosas del día a día.
Recordando a su vez que, los famosos son personas. Antes que nada y que por tanto, no tienen por qué ser considerados mera y únicamente como un producto musical del cual extraer un beneficio. Así que esa melancolía y soledad a la que se alude y hace referencia... sí que queda muy bien reflejada. Del mismo modo que, en ese sentido, entiende la curiosidad que la franqueza de Martina le provoca y que por eso, se sienta algo confuso al respecto del tipo de sentimientos que ella le provoca.
Porque ese es otro de los grandes temas y amores que se desarrollan en esta novela, el del amor romántico. Y cuán fácil es confundirlo con otro tipo de sentimientos parecidos como el cariño. Los cuales, a pesar de ser en ambos casos de tipo positivo, la realidad es que, sin pretenderlo provocan mucho daño al otro. Más, si no se aclaran cuanto antes. De ahí, una vez más, la importancia de la comunicación efectiva. Con gestos y palabras.
Así que todo el tema del blog, si bien mal, a la larga sí que termino de entenderlo como un gesto de amor, recordando que nosotros mismos somos nuestro peor enemigo. Y de otro modo, relacionándolo con la idea de que, si nosotros mismos no somos quienes nos queremos o valoramos a nosotros mismos... no podremos hacer lo propio con los demás.
Palabras dichas o escritas, de ahí que piense que la profesión de cantante de él no haya sido baladí. Sino escogida a propósito para recordar que la palabra escrita también es poderosa y puede usarse como modo para comunicarse con el otro.
Por último, también hay alusión al amor romántico, el cual si es sano y siempre saca la mejor de nosotros mismos, es bienvenido. Y es que, conviene tener en cuenta como bien se hace aquí que, una cosa es querer cambiarnos o modificar nuestra personalidad, lo cual de sano no tiene absolutamente nada. Y otra cosa es la retroalimentación para ser la mejor de nosotros mismos, el cual sí que debe ser válido o aceptado. Porque así el amor se demuestra como una fuerza muy poderosa. Tanto es así que es el motor del cambio para bien... y así hacia la felicidad. La cual ha de ser siempre el objetivo de nuestras vidas.
Al hilo de esto, y en parte relacionado con la fama, recuerda el impacto tan grande que tienen los primeros amores en nuestras vidas. Y cómo es erróneo el usarlo como vara de medir o punto de comparación para con el resto de historias de amor en nuestras vidas. Porque todas son igual de importantes y porque el sentimiento, al igual que el ser humano, evoluciona. Amén de que las comparaciones son siempre odiosas.
Por eso, considero que Álex en este sentido sobreactúa por demás, principalmente porque, si por algo se ha caracterizado Martina es por su amor libre, como el mar. Y de ahí que, haya terminado por ser el apoyo que le faltaba para vivir en lugar de sobrevivir que era lo que estaba haciendo. Así que, del mismo modo que él sacó a ella de su zona de confort para con respecto al mar, ella ha hecho lo propio para con su vida. Del mismo modo que, en este sentido, he echado en falta más desarrollo de cara al final de la novela, porque considero que lo merecían.
Eso sí, sí que ha quedado claro y bien demostrado que las apariencias engañan y que por eso, tras las bambalinas conviene dejar atrás ruidos y rumores que no hacen otra cosa que entorpecer y contribuir a formarnos una imagen equivocada del otro. Así que conviene ser valientes, formarnos nuestra opinión al respecto siempre acerca de cualquier tema. Y sobre todo, dar más segundas oportunidades, ya que las apariencias engañan. De ahí que, asumir el error, a la larga, no tiene por qué ser entendido como algo negativo, sino como una oportunidad para un nuevo comienzo.
Porque hay veranos que duran toda una vida. Como las historias que suceden en ellos.
Y más que nada, porque la vida es un viaje que siempre merece la pena vivir, pero acompañados del mejor compañero de travesía posible. Y con una banda sonora que la convierta en inolvidable.
¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!
¡Nos leemos pronto!
Está muy bien que lo hagan, más por la edad tan temprana de Marc, el cantante preferido de Martina. Porque, fuera de control y sin ese círculo de apoyo, el riesgo de convertirse en un juguete roto es mucho más alto. Pero, también conviene recordar que, además de ser cantantes o famosos, son también personas. Y por lo tanto, merecen el respeto a la intimidad y la privacidad, intentando que sus vidas sean, dentro de lo posible, lo más normales posible.
Sobre todo, porque al no hacerlo, aquello que comenzó como un sueño, puede convertirse en una pesadilla. Porque no nos hace felices. Y aquí, una vez más, también sirve para poner de relieve a Marc, quien, a pesar de que es rico y famoso, poco a poco está iniciando ese descenso a la infelicidad. Demostrando así que no es más rico quien más tiene, y que la verdadera riqueza de la vida está en las pequeñas cosas del día a día.
Recordando a su vez que, los famosos son personas. Antes que nada y que por tanto, no tienen por qué ser considerados mera y únicamente como un producto musical del cual extraer un beneficio. Así que esa melancolía y soledad a la que se alude y hace referencia... sí que queda muy bien reflejada. Del mismo modo que, en ese sentido, entiende la curiosidad que la franqueza de Martina le provoca y que por eso, se sienta algo confuso al respecto del tipo de sentimientos que ella le provoca.
Porque ese es otro de los grandes temas y amores que se desarrollan en esta novela, el del amor romántico. Y cuán fácil es confundirlo con otro tipo de sentimientos parecidos como el cariño. Los cuales, a pesar de ser en ambos casos de tipo positivo, la realidad es que, sin pretenderlo provocan mucho daño al otro. Más, si no se aclaran cuanto antes. De ahí, una vez más, la importancia de la comunicación efectiva. Con gestos y palabras.
Así que todo el tema del blog, si bien mal, a la larga sí que termino de entenderlo como un gesto de amor, recordando que nosotros mismos somos nuestro peor enemigo. Y de otro modo, relacionándolo con la idea de que, si nosotros mismos no somos quienes nos queremos o valoramos a nosotros mismos... no podremos hacer lo propio con los demás.
Palabras dichas o escritas, de ahí que piense que la profesión de cantante de él no haya sido baladí. Sino escogida a propósito para recordar que la palabra escrita también es poderosa y puede usarse como modo para comunicarse con el otro.
Por último, también hay alusión al amor romántico, el cual si es sano y siempre saca la mejor de nosotros mismos, es bienvenido. Y es que, conviene tener en cuenta como bien se hace aquí que, una cosa es querer cambiarnos o modificar nuestra personalidad, lo cual de sano no tiene absolutamente nada. Y otra cosa es la retroalimentación para ser la mejor de nosotros mismos, el cual sí que debe ser válido o aceptado. Porque así el amor se demuestra como una fuerza muy poderosa. Tanto es así que es el motor del cambio para bien... y así hacia la felicidad. La cual ha de ser siempre el objetivo de nuestras vidas.
Al hilo de esto, y en parte relacionado con la fama, recuerda el impacto tan grande que tienen los primeros amores en nuestras vidas. Y cómo es erróneo el usarlo como vara de medir o punto de comparación para con el resto de historias de amor en nuestras vidas. Porque todas son igual de importantes y porque el sentimiento, al igual que el ser humano, evoluciona. Amén de que las comparaciones son siempre odiosas.
Por eso, considero que Álex en este sentido sobreactúa por demás, principalmente porque, si por algo se ha caracterizado Martina es por su amor libre, como el mar. Y de ahí que, haya terminado por ser el apoyo que le faltaba para vivir en lugar de sobrevivir que era lo que estaba haciendo. Así que, del mismo modo que él sacó a ella de su zona de confort para con respecto al mar, ella ha hecho lo propio para con su vida. Del mismo modo que, en este sentido, he echado en falta más desarrollo de cara al final de la novela, porque considero que lo merecían.
Eso sí, sí que ha quedado claro y bien demostrado que las apariencias engañan y que por eso, tras las bambalinas conviene dejar atrás ruidos y rumores que no hacen otra cosa que entorpecer y contribuir a formarnos una imagen equivocada del otro. Así que conviene ser valientes, formarnos nuestra opinión al respecto siempre acerca de cualquier tema. Y sobre todo, dar más segundas oportunidades, ya que las apariencias engañan. De ahí que, asumir el error, a la larga, no tiene por qué ser entendido como algo negativo, sino como una oportunidad para un nuevo comienzo.
Porque hay veranos que duran toda una vida. Como las historias que suceden en ellos.
Y más que nada, porque la vida es un viaje que siempre merece la pena vivir, pero acompañados del mejor compañero de travesía posible. Y con una banda sonora que la convierta en inolvidable.
¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!
¡Nos leemos pronto!
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