Detrás de la Boullada (Los Fandiño 2) de Dulce Martínez

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a una novela que leí en colaboración con la autora, a quien 
agradezco enormemente el envío del libro en digital. Y sobre todo, una vez más, la confianza en mí para que siga sabiendo las andanzas de la familia Fandiño, a quien ya conocía en la novela precedente. 

Por eso, no me voy a entretener mucho en la parte introductoria de esta publicación y por eso prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Detrás de la Boullada, el segundo volumen de los Fandiño, escrito de Dulce Martínez. 

SINOPSIS

Como su hermana Uxía sigue ausente, a Brais le ha tocado hacerse cargo de la empresa familiar y de sus extensas plantaciones de kiwi.

Y aunque casi nunca pasa nada en la pequeña y perdida parroquia de Aselas, a él le ha tocado reencontrarse con Mencía, la mujer a la que no ha podido olvidar a pesar de que lo dejó hace tantos años.

Mencía solo ha vuelto por trabajo, para cerrar unos proyectos con empresas de su sector y no quiere saber de la aldea de Aselas ni de sus habitantes.

Pero Brais está decidido a conseguir una oportunidad para volverla a enamorar y si para eso tiene que llevarla de finca en finca para que investigue si detrás de los ataques a la plantación de la Boullada hay algo más, que así sea.

¿Te atreves a dar un paso más con la familia Fandiño?

OPINIÓN

Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de decir que, a pesar de que sea el segundo volumen de la serie, se puede leer de manera independiente. Porque son todas autoconclusivas, eso sí, conviene leerlas en orden. Más que nada porque Brais sale ya en la novela anterior y así se puede apreciar en su total plenitud el arco argumental del personaje. 

Y también porque esta historia sucede y ocurre inmediatamente detrás de la anterior, así que hay riesgo de spoiler si no se sigue el orden. 

Aquí conoceremos, como digo, la historia de Brais, quien se reencuentra con Mencía tras diez años sin verse. Así que es una historia de primeros amores, pero de segundas oportunidades. Ambientadas en el mundo rural, por supuesto.

Y está muy bien el hecho de que lo haya hecho, porque así pone de relieve que el trabajo en el mundo agrícola no solo está centrada en la tierra, sino que cada vez está más informatizado. Como todos los aspectos de nuestra sociedad. Por eso, conviene dejar de mirarles por encima del hombro y no ser tan clasistas ante lo que son según profesiones o empleos "menores". 
Porque todas las profesiones son igual de importantes. Y es más, aquellas que tienen esa consideración menor o que se piensa que son de menor utilidad son las más importantes y básicas. 

Y junto a ello, también me ha gustado que sea Mencía quien también trabaje en dicho ámbito laboral, porque suele haber mucho machismo en lo que a determinadas profesiones se refiere. Y nosotras también tenemos derecho y opción a trabajar en cualquier profesión. El problema es que, cuando hay una presencia menor, tiende a haber más paternalismo hacia nosotras y por eso, tenemos que esforzarnos el doble o el triple para demostrar nuestra valía. 

Eso sí, conviene que tengamos también bien presente que, el trabajo es solo una de las partes y ámbitos que forman parte de nuestras vidas, pero no el único. Y por eso, no podemos centrarnos únicamente en él, porque entonces así no vivimos, sino que sobrevivimos. Y en el fondo nos autoengañamos fingiendo una felicidad que no sentimos. Como bien refleja Mencía. 

Además, al ambientar una vez más la novela en un pueblo pequeño, se percibe cómo el sentimiento de pertenencia o ayuda es mucho más apreciable e inmediato en caso de necesidad. Pero también cómo las malas famas, los rumores y las noticias falsas se propagan con mucha más facilidad que en las comunidades más grandes. Y por eso, son muchas personas las que prefieren ese respeto a la individualidad, ya que la privacidad es mucho mayor. 
Asimismo, que las malas famas y los rencores o rencillas se heredan. Por eso conviene cerrar círculos y aclarar temas espinosos o peliagudos. Ya que, el ser humano es rencoroso y como tal, vengativo por naturaleza. Este aspecto, de hecho, queda perfectamente bien desarrollado gracias a la subtrama de misterio e investigación que se incluye en esta novela, repitiendo la misma dinámica de la novela anterior. 

En este caso en particular, también queda muy bien reflejada esa idea de que, cuando en una situación están involucradas personas de diferente sexo, la mujer resultará siempre peor parada. Porque la exigencia es siempre el doble. 

Pero, al mismo tiempo, relacionado con el lugar donde está ambientado sacamos en claro que, nuestro pasado contribuye a definirnos como personas. Y por eso, no podemos huir de él. Y que si bien, las circunstancias en las que hemos sido criados tienen un profundo impacto en el desarrollo de nuestra personalidad y carácter, tampoco podemos supeditarla a ella. 
Principalmente porque son las personas también las que contribuyen a que un lugar sea un hogar o no. Así que también puede tener su parte positiva. Como todo en la vida, por otra parte. 

Este es, por tanto, el primer amor existente y presente en la novela. Pero hay más, como por ejemplo el que existe entre los miembros de una familia. Que puede ser sano o tóxico. 
Y es que el problema principal que solemos tener como sociedad es que repetimos el mismo patrón de comportamiento y pensamos que, por el mero hecho de compartir vínculo sanguíneo lo damos por descontado. Cuando no es así, quien algo quiere, algo le cuesta.

Por supuesto, la paternidad es difícil y no hay un manual de instrucciones para ejecutarla de manera correcta. Porque todas las familias son igual de válidas, pero precisamente hay que saber respetar la individualidad de los hijos. O lo que es más importante, no intentar vivir a través de ellos nuestras vidas, porque no vivimos, sobrevivimos. Y también porque, en más de un caso, por querer hacer un bien, a la larga, queremos hacer un mal. 

Amén de que, en este caso, como la relación entre madre e hija no es buena, se pone de relieve la ausencia de sororidad existente entre nosotras. Porque tendemos a considerarnos más enemigas que amigas, cuando al revés, si todas nos apoyásemos y nos respetásemos más entre nosotras, el mundo sería un lugar mejor para todos. 

En este sentido, aunque queda bien desarrollada en el pasado y sobre todo, los efectos en el presente, la realidad es que me hubiera gustado más enfrentamientos directos entre ellas en edad adulta. Sobre todo de cara al final, porque la anula por completo y por eso, de cara a un buen amor propio completo, considero que la inclusión de un profesional de la salud mental, le hubiera hecho mucho bien en ese sentido. Al mismo tiempo que, no descarto que haya más futuras entregas y ahí, personalmente sí que me gustaría que vocalizara y alzara la voz para hacerle bien patente y presente todo lo que ha vivido y sufrido. Lo merece. 

Más que nada porque así pondría de relieve el poder que tienen las palabras, para bien o para mal. Porque el daño que estas provocan es tan grande y tan poderoso porque sus efectos son invisibles o poco apreciables de cara al público si no lo compartimos. Y porque, a base de repeticiones, una mentira o información incorrecta, puede convertirse en realidad. Junto al hecho también de que, precisamente por ser familia, pensamos que se nos va a perdonar todo de manera inmediata. Y no es así. 

De ahí que, de nuevo, se emplace a ejercer y a ejercitar la comunicación, porque no es un síntoma de debilidad, sino de fortaleza. Amén de que así evitaríamos malentendidos, discusiones e incluso rupturas sentimentales. O enterarnos de la situación real al respecto de un tema, ya que, gracias a la mala gestión de la comunicación que hacemos, la realidad es que realizamos juicios o damos opiniones a la ligera, sin conocer al completo la historia. Estando ahí el error. 
Si lo hiciésemos, podríamos sorprendernos. Sin embargo, el miedo y el pánico es tan poderoso que puede paralizarnos, de ahí que la manera tan literal que refleja Mencía sea tan coherente. 

Sin embargo, no todos los amores familiares son dañinos o tóxicos, porque los Fandiño demuestran lo que es una familia unida y cómo, por eso, también meten la pata porque, una vez más, con tal de hacer un bien provocamos un mal. Y sí, los hermanos son muy diversos entre sí, pero se respetan y apoyan en caso de necesidad, porque la diferencia enriquece y no tiene por qué separar. 

Junto a ello, los Fandiño sirven también para realizar un homenaje más que digno y necesario a la importancia de los abuelos en nuestra sociedad. Porque son más útiles de lo que podríamos pensar. Y sobre todo, porque su sabiduría proviene de las experiencias que han vivido, y esa no puede aprenderse, sino solo compartirse. De ahí que tengamos que escucharles más y sobre todo, también tener bien presente que, lo tradicional no tiene por qué ser peor. Sino que puede convivir perfectamente con lo más moderno o tecnológico. 

Además de eso, también hay alusión al amor romántico. Y sobre todo, refleja la importancia y el impacto de los primeros amores en nuestras vidas. Y cómo, en ocasiones, son difíciles de olvidar. Lo que no tenemos que hacer es usarlos como vara de medir o comparativa para futuras relaciones, ni siquiera en aquellos casos en los que se conceden segundas oportunidades. 

Porque el amor, como el ser humano evoluciona. Y además, las circunstancias en las que se desarrollan varían de un tiempo a otro. Por eso, hay siempre que aceptar y nunca plantarle batalla, porque es una guerra perdida de antemano, en la que perdemos tiempo de calidad y felicidad. 

Sin embargo, dado que tenemos el mismo grado de miedo al sentimiento que a la comunicación, preferimos callar o no realizar ningún tipo de acción en ese sentido, antes que dar ese paso al frente que la felicidad podría traernos. Y por eso, preferimos distraernos con otras series o acciones como por ejemplo, las relaciones sexuales, a las que consideramos más inocuas o menos peligrosas. 

Otro error porque, son mucho más importantes de lo que podríamos pensar, de ahí que tampoco hay que menospreciarla. Y sobre todo, porque a base repetir y compartir esos momentos de intimidad, pueden desarrollarse sentimientos de otro tipo. Más como en su caso, la química y la chispa estaban presente desde el inicio, aunque sí que tengo que decir que, el momento en el que termina por estallar me ha parecido el menos adecuado. 

Es un buen amor porque él, la respeta y la quiere bien. De ahí que respeta sus tiempos, más sabiendo del lugar del que parte en dicha relación. Eso sí, también se demuestra cómo la quiere bien porque tiene muy bien presente el hecho de que, si Mencía no se quiere bien o no trabaja por querer hacerlo, no podrá corresponder a su amor. De ahí que trabaje y la apoye en ese tipo de acciones y sobre todo, la ayude a sacar la mejor versión de sí misma, ya que brilla. 

Por eso, esta historia de amor es muy inteligente porque la metáfora y el paralelismo con el tema de la cosecha de los kiwis está tan bien desarrollada. Porque, al igual que con la fruta, el amor ha de cuidarse y trabajarse a diario, porque todo su esfuerzo tiene su recompensa y sobre todo, porque los resultados, a la larga siempre resultarán positivos y proporcionarán satisfacción y alegrías. 

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

¡Nos leemos pronto!




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