La libertad contigo de Soraya Torralba
¡Buenas tardes!
La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de uno de los libros viajeros que han llegado a mi casa en días pasados.
En este caso en particular, no conocía la pluma de la autora y esta, me parecía muy buena opción para comenzar con la misma. Por eso, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de esta publicación y prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de La libertad contigo de Soraya Torralba
SINOPSIS
¿Alguna vez has tenido la sensación de llegar tarde a todo?Una chica que cree que ha perdido la libertad.
Un chico que cree en el amor con letras mayúsculas.
Un comienzo.
Una nota.
Un acto delictivo.
Reconectar...
OPINIÓN
Este libro es una novela romántica. Pero, más que eso, yo lo consideraría como una historia en la que vamos a acompañar a Blanca en su viaje de autoconocimiento y autodescubrimiento y así, vamos a darnos cuenta también de cómo, en este tiempo ha ido aprendiendo y asumiendo una serie de ideas y conceptos erróneos que la hacen tremendamente infeliz. Chocando así con la felicidad, la cual ha de ser el objetivo que todos tenemos que marcarnos en la vida.
Pero además, es interesante porque desarrolla una serie de temas que son susceptibles de ser desarrollados con mayor profundidad y que paso a describiros con más detalle.
Así, uno de los temas que se desarrollan es el de que, tenemos que dejar de compararnos con los demás. Porque, si por algo se caracteriza el ser humano es por su diversidad y por su diferencia. Por eso, tratar de estandarizarnos es un error. Más que nada porque la diferencia enriquece y no tiene por qué separar. Al contrario, cuanto más diferentes de nosotros mismos sean quienes están a nuestro alrededor, más ricos seremos.
Por eso, no hay que pensar que se llega siempre tarde a todo... a menos que hablemos de un evento o una quedada, ya que cada persona tiene sus tiempos. Y por eso, tampoco es conveniente que nos estén recordando esto o que nos comparen, ni otros, ni nosotros mismos porque, incluso las buenas intenciones están llenas de daño. Tal es el poder que tienen las palabras.
Relacionado con esto, por tanto, está el tema de la madurez o no y cómo afecta esto a la toma de decisiones. Y la respuesta sigue siendo similar. La madurez no va asociada a una edad determinada, sino a nuestra propia personalidad y capacidad de reacción ante determinadas circunstancias y situaciones. Porque, a veces, esos agentes externos son los que nos fuerzan a madurar antes de tiempo. Como bien demuestra Marta con el tema del embarazo.
Y hablando del embarazo, me ha gustado que, a su vez, exponga diferentes versiones del tema de la maternidad, para la cual no hay un manual de instrucciones y tampoco se puede aplicar del mismo modo a todos los niños. Junto a ello, además, recuerda que una mujer no es menos que otra por el mero hecho de decidirse a ser madre o no.
Es más, nos emplaza a que tengamos más cuidado a la hora de pensar y opinar con tanta libertad porque, existen problemas como la infertilidad o la endometriosis que, dificultan y mucho ese deseo de hacerlo.
Por eso, me ha gustado que ella lo trate, ya que, además de tenerla, ha convertido a la literatura en algo que trasciende más allá de un mero entretenimiento, en un arma de defensa y crítica, así como en un faro informativo al respecto de según qué cosas y temas.
Otro detalle que también me ha gustado ha sido el de una crítica más a la sociedad en lo que a clasismo y el complejo de inferioridad que tendemos a pensar acerca de determinadas profesiones. Como por ejemplo pueden ser las de las dependientas de ropa. Y es que, es triste, y a su vez, dice mucho de nosotros, cómo miramos por encima del hombro a algunas personas dependiendo de su profesión, cuando todas son igual de importantes. Y es más, el error que cometemos está precisamente ahí ya que, cuanto menos estudios o requerimientos tenga una profesión, más vital y necesaria es. Por eso, el reconocimiento para con ellas lo aplaudo, junto con el hecho de que ponga también de relieve lo complicado que es, en más de un caso, trabajar de cara al público.
La comparativa y la alusión con ese clasismo está muy bien planteada a su vez, con la profesión de la pareja de Blanca; quien es abogado. Sobre todo está bien hecho porque, aún hoy pensamos que alguien es feliz si tiene una posición laboral importante. Y no es así.
Sin embargo, como sucede justo al contrario, es mucho más habitual intentar conseguirla y mantenerla el mayor tiempo posible en nuestras manos, hipotecando nuestras vidas y por ello, queriendo hacer de todo para ello. Incluso teniendo que involucrar a otros con tal de obtener ese objetivo, como hace su pareja con el tema del ascenso.
Y aquí entramos de lleno con el tema del amor romántico de la novela. Al menos desde un punto de vista en concreto. Porque se habla del tremendo impacto que tienen los primeros amores de nuestras vidas, tanto para bien como para mal. Y cómo, si no se está en el mismo punto ni la implicación es idéntica, la convivencia desgasta y puede minarla, hasta el punto de que mude en algo de cariz bien distinto. Y es ahí cuando debemos y tenemos que saber ponerle punto y final. Porque confundir amor con cariño es bien fácil, pero provoca mucho daño. Porque el amor también evoluciona.
Junto a ello, lo que más me ha gustado con esta relación es que, recuerde y haga énfasis en el hecho de que, cambiar a alguien no es síntoma de amor sano, al contrario, sino de toxicidad. De ahí que, también tengamos que poner punto y final y alejarnos lo más rápido de todo lo que nos atraiga la toxicidad en nuestras vidas.
Más que nada porque eso es un síntoma de un buen amor propio, y es que, si no nos queremos bien a nosotros mismos, no podremos hacer lo propio con los demás.
Eso sí, sí que es cierto que he de decir que no comparto el modo en que ella ha terminado por gestionar las cosas. Ni ella ni la otra persona implicada, porque toda acción tiene una consecuencia y por eso, antes de actuar, de cuando en cuando, conviene pensar mejor.
Sobre todo porque, si bien es cierto que una acción no tiene por qué definirnos como personas para siempre, la realidad es que, en ocasiones es bastante difícil superar un determinado momento.
Y vuelvo a remarcar también lo de la evolución del sentimiento porque, este puede aparecer y reaparecer en el momento más inesperado o incluso inoportuno. Y nunca jamás hay que oponerle resistencia, porque será una batalla perdida de antemano. Más, como en su caso, cuando es bastante sano y no la cambia, sino que la ayuda a encontrar y sacar a la luz la mejor versión de sí misma.
En cuanto al amor tóxico de nuestra sociedad, no puedo no mencionar otro tema que la autora critica con acierto. Y ese no es otro que el de la ausencia de sororidad en nuestra sociedad y cómo por tanto, las mujeres continuamos considerándonos más enemigas que amigas. Especialmente en aquellos casos en los que hay un hombre de por medio. Cuando habría de ser al revés, si nos apoyásemos más entre nosotras, el mundo sería un lugar mejor para todos.
En referencia a él y a su historia, me ha gustado la profesión que tiene, con la inversión de roles que ello supone, porque es un dato refrescante y sobre todo, porque permite así introducir el tema de la masculinidad frágil. Cuando, de nuevo, la sensibilidad es personal y cada uno la experimenta o vive de la manera que mejor le conviene y sea más adecuada a cada uno. Además de eso, no hay que aventurarse de tener sentimientos y expresarlos en público. Al contrario, si lo hiciéramos más a menudo, nos evitaríamos muchas discusiones, malentendidos e incluso rupturas sentimentales innecesarias.
Sin embargo, como aún continúan bastante perpetuados los "roles de sociedad" cuando un hombre es sensible, se le tacha de cobarde como mínimo, y al contrario, es el más valiente. Porque solo aquellos que lo son de verdad, permiten que los otros vean y se asomen a su mundo interno, el cual están dispuestos a compartir. Así que bravo.
Por último, sin duda se desarrolla inicialmente el cliché enemies to lovers, donde se nos recuerda que todo el mundo tiene un mal día y que por ello, a veces conviene conceder segundas oportunidades. Nos sorprenderíamos de lo erróneas que habían sido nuestras primeras impresiones.
Pero también hay un friends to lovers, demostrando también, una vez más que, aquellas relaciones en las que los miembros de la pareja son amigos además de amantes son las mejores. Pero, a su vez, eso mismo provoca ese miedo tan terrible a dar el paso adelante, ya que, en el caso de que salga mal, la pérdida sería doble.
Así que, hay que ser valiente y asumir riesgos, según nuestros propios ritmos, siempre. Porque conviene arriesgarse a quedarse siempre con la eterna duda y miles de ¿y si?. Eso sí, siempre teniendo en cuenta y bastante claro que quien bien te quiere lo hace libre. Y que por ello, estar en pareja, si el amor es bueno, no tiene por qué ser equivalente de privarnos de libertad.
La vida es una montaña rusa a la que siempre merecerá la pena subirse, solo conviene que encontremos al mejor compañero de aventuras posible. Quien también será nuestro mejor acompañante en la atracción.
El viaje ya sigue hacia la siguiente parada.
¡Nos leemos pronto!
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