La rosa de Skye de Edine Mull
¡Buenas tardes!
La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de uno de los libros viajeros que llegaron a mi casa en días pasados.
En este caso además, no conocía la pluma de la autora aunque sí que le había dado promoción, por lo que me estreno con la misma y por eso, puedo compartiros mis impresiones con vosotros.
De ahí que no me vaya a entretener mucho más en la parte introductoria de esta novela y por eso, prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de La rosa de Skye de Edine Mull:
SINOPSIS
¿Qué pasaría si tu vida se transformara en una dramática ópera de la noche a la mañana?Eso es lo que le sucede a Briana Cox cuando se ve obligada a abandonar su vida en Ámsterdam para mudarse a la isla de Skye tras descubrir un secreto que cambiará su historia para siempre. Al llegar a este pintoresco rincón escocés, Briana se da cuenta de que las mentiras y las verdades a medias han marcado y seguirán marcando su vida.
Mientras se adapta a su nueva realidad, su corazón y sus sentimientos se ven divididos entre dos hombres: un inglés que despierta su lado más oscuro y un escocés que le muestra que la felicidad está al alcance de sus manos. Todo esto ocurre en torno a Deerloch, la destilería familiar que se convierte en el epicentro de su nueva vida.
OPINIÓN
Aunque sí que puede considerarse una novela romántica, más que eso yo la consideraría una novela de autodescubrimiento. Porque Briana, empieza un turbulento viaje de autodescubrimiento y autoconocimiento que le hará darse cuenta de lo ciega que ha vivido en lo que sus circunstancias se refiere... hasta el momento en que se decide a viajar a Escocia.
Porque, una de las enseñanzas que nos deja este libro es que, solo conociendo nuestro pasado, podremos encarar con esperanza y con aceptación el futuro, el cual puede ser brillante o no. Amén de que, toda decisión tiene su consecuencia. Así que sí, está bien de cuando en cuando decir o hacer cosas en caliente... pero conviene también reflexionar al respecto de lo que decimos o hacemos porque... podríamos arrepentirnos. Más que nada porque, las consecuencias a veces no solo nos afectan a nosotros mismos, sino también incluso a quienes están a nuestro alrededor.
Y estas también suceden a pesar de que teníamos la mejor intención del mundo, porque estas, de cuando en cuando, también están llenas de daño.
Es una novela muy crítica con determinados aspectos de nuestra sociedad, ya que, por ejemplo, usando al padre de Briana lo que pone de relieve es cómo, parecemos estar focalizados y centrados únicamente en nuestro aspecto laboral, cuando este ha de ser solo una parte más del mismo. Convierte así a la literatura en algo que trasciende un entretenimiento o un hobby y pone de relieve aquellos aspectos o campos de nosotros mismos que no son tan bonitos o brillantes.
Sobre todo, me ha gustado porque lo que así pone de manifiesto es el clasismo que estamos creando porque asociemos triunfo con una buena posición laboral y económica, cuando no es así. A todos no se nos dan bien las mismas cosas. Por eso, la diferencia enriquece y por supuesto, es erróneo este hilo de pensamiento porque así, a la larga lo que se crea es un clasismo que no nos beneficia a ninguno. Más que nada porque, son aquellas profesiones que no requieren de una preparación elevada las que son más básicas y fundamentales en nuestra sociedad.
Y sobre todo, porque si vivimos para trabajar, a la larga no vivimos, sino que sobrevivimos, porque el dinero no da la felicidad... si bien es cierto que el amor que podemos sentir hacia él es tan tóxico que puede motivarnos a hacer de todo con tal de alcanzar una buena posición económica y sobre todo, por mantenerla durante el mayor tiempo posible en nuestras manos. Aunque, en este caso, no es el padre quien mejor lo representa, sino Alec, sobre el cual volveré más adelante.
Sí que me gustaría dedicarle otro párrafo al padre de Briana porque sirve para poner de relieve lo difícil que es la paternidad, pero también que padre se hace y no se hace. Y que, una vez los hijos llegan a nuestras vidas, estos han de ser nuestra prioridad y poner todo lo que tenemos a nuestro alcance con tal de respetar su individualidad, respetar su libertad y conseguir así que sean felices. Por eso, he de decir que, si bien en ocasiones sí que se ha portado bien, la realidad es que, me ha chocado que la preocupación llegue tarde y mal. E incluso no de manera directa.
Porque, una de las cosas que me han chirriado en esta novela y que me hubiera gustado ver mejor desarrollado es el desarrollo del arco argumental de Briana. Pero por sí misma, ya que en buena parte de la misma, me ha dado la sensación de que tomaban las decisiones por ella y por tanto, no la dejaban vivir en libertad. Con la complicidad de ella, ojo.
Y por eso, no podía desarrollar un buen amor propio para así poder querer bien a los demás. A sabiendas de que si no nos queremos bien a los demás, no podremos hacer lo propio con el resto de quienes están a nuestro alrededor. Consintiendo y asumiendo así determinadas acciones y gestos que no eran nada sanos y sí bastante tóxicos.
Convirtiendo por tanto, ese viaje mencionado anteriormente en uno bastante turbulento y bastante doloroso.
Además de eso, el campo familiar también ha servido para poner de relieve la ausencia de sororidad entre las mujeres de nuestra sociedad. Otro error bastante común que cometemos porque, al contrario, si nos apoyásemos más entre nosotras, el mundo sería un lugar mucho mejor para todos. Sin embargo, preferimos comportamos de manera justo opuesta y decidimos insultarnos o menospreciarnos, sobre todo en aquellos casos en los que hay un hombre de por medio. Lo cual es muy triste.
Afortunadamente, también hay esperanza para nosotros porque también se hace alusión a la sororidad, pero bien entendida. Y por eso, me ha gustado mucho la relación con Yani. Porque refleja precisamente lo comentado anteriormente. Y además, refleja de manera muy fiel que la diferencia enriquece y que cuanto más diversos de nosotros sean quienes están a nuestro alrededor, más ricos. Dinámica que cumplen a la perfección tanto Brianna como Ian.
Junto a ello, Briana y Yani demuestran también que los amigos son la familia que se elige y que por eso, si hay interés y sobre todo, el mismo grado de implicación entre los miembros, una relación, sea del tipo que sea, puede solventar las dificultades y problemas que se le planten por delante.
Y además de todo lo anteriormente comentado, me ha gustado que gracias a su especial relación y entendimiento, ha quedado demostrado que, los hogares lo forman las personas que habitan en un sitio y no los lugares en sí.
Además de eso, hay mucho amor romántico entre las páginas de esta novela. Tanto sano como tóxico, sirviendo así de señal de advertencia al lector que se acerque a sus páginas para el caso de que se sienta reflejado en lo sucedido, que reaccione y se dé cuenta de que no todo es bonito en su relación.
En este punto he de decir que aquí es donde he encontrado el punto más débil de la novela. Vaya por delante que no soy muy fan de los triángulos amorosos porque considero que, es difícil encontrarle el equilibrio y que los hechos o el enamoramiento no sea repentino. Como aquí me ha sucedido.
Eso sí, este tema también lleva asociado a sí mismo, numerosos temas dignos de desarrollo en profundidad.
De entrada, recuerda el tremendo impacto que pueden tener las historias de amor en nuestras vidas, las cuales pueden marcarnos para bien o para mal. Un nuevo error porque, el ser humano, al igual que el sentimiento, evoluciona.
Por eso, no podemos quitarle la importancia que todas merecen, y tampoco permitir que una historia de amor nos marque y nos condicione para pensar de una determinada manera o modo durante el resto de nuestras vidas. Porque así, no viviremos, sino que sobreviviremos y, una vez más, seremos infelices.
Del mismo modo que, conviene saber distinguir lo que es amor de lo que no lo es, porque esa ausencia de distinción, lo que puede terminar por provocar es que terminemos por hacer mucho daño a los demás. En este sentido, ella se ha comportado un poco como el perro del hortelano con ambas.
Es una reacción muy humana, cierto. Más que nada porque tenemos tanto miedo al amor como a la comunicación. Y ese pánico que nos domina nos lleva a tomar decisiones erróneas que, a posteriori, pueden acarrear más dolor y sufrimiento de lo que habíamos pensado. Sin embargo, el poder que tienen las palabras es tan fuerte que, por miedo a juicio externo y al qué dirán o pensarán, preferimos guardarnos nuestros demonios para nosotros mismos, antes que compartirlos y revelar nuestra verdadera cara.
Perpetuando así que hablar o mostrarse "sentimentales" no es otra cosa que un síntoma de debilidad. Y al contrario, solo aquellos que son verdaderamente valientes, comparten su mundo interior con el resto. Aunque, para darle aún mayor empaque, sí que he de decir que me ha faltado la presencia de un psicólogo, como persona que ayude y guíe a aquellos persona
Y así permiten también por tanto, demostrar que las apariencias engañan y que debemos dejar ruidos, rumores y comentarios externos de lado para poder formarnos así nuestra propia opinión por nuestra cuenta siempre. Porque podríamos sorprendernos. Más que nada porque, es en la distancias cortas y en la convivencia donde realmente se conoce al otro.
Porque hay que hablar, de todo y con todo el mundo, porque el mero hecho de no hacerlo, lo que acarrea es la aparición de rumores, malentendidos e incluso rupturas sentimentales.
Una dinámica que se ha desarrollado a lo largo de toda esta novela.
Como he mencionado anteriormente, hay amor tóxico. En la persona de Alec, cuyo personaje ha sido obsesivo y controlador desde el principio. De ahí que nunca me terminase de convencer.
Y aunque no me ha gustado nada su dinámica, sí que he de darle y concederle a la autora el mérito que merece porque, gracias a personajes como este se nos abre los ojos ante determinadas personas y sobre todo, que tengamos bien presente que tolerancia cero ante el más mínimo gesto de violencia física o verbal. Si no aportas, aparta... antes de que pueda ser demasiado tarde.
Porque quien bien te quiere, lo hace libre y por eso, intentará sacar siempre la mejor versión de nosotros mismos.
Afortunadamente, en la vida de Briana no todo es drama o tumulto, porque más que una ópera en lo que se inspira su vida es en una tragedia griega. Porque también hay hueco para el amor. El amor sano, quiero decir. No sin sorpresas tampoco en ese sentido. Ya que también ha habido cositas con el otro vértice del triángulo y el modo en que se retroalimentaban de manera tóxica que... en fin...
Un amor del cual no se puede huir porque aparece dónde, cuándo y con quien menos lo esperamos. Demostrando así que plantarle cara es una batalla perdida de antemano. Más que nada porque el amor es fuerte y poderoso, pero también es paciente. Sabrá encontrar entonces su lugar y su momento para aparecer o reaparecer.
Eso sí, independientemente del tipo de amor que vayamos a sentir, jamás debemos darle por descontado. Al contrario, como si de una flor se tratara, hay que regarle y cuidarle con el mimo que merece. Como si de una flor se tratara. Solo así florecerá con su total esplendor... o terminará por marchitarse por siempre.
La decisión, como siempre estará en nosotros.
El libro ya ha salido hacia la siguiente parada.
¡Nos leemos pronto!
Muchísimas gracias por la reseña 💜
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