Crónica de un apellido inglés. Olivia de Amelia Mayo

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la 
editorial Ediciones Versátil, a quienes agradezco enormemente el envío del ejemplar en físico. Pero sobre todo, que hayan decidido confiar en mí una vez más para que les dé mi opinión acerca de su novedad. Gracias a lo cual, me estreno con la pluma de Amelia Mayo.

Por eso, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de esta publicación y por eso, prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Crónica de un apellido inglés: Olivia de Amelia Mayo.

SINOPSIS


El Londres victoriano y la Barcelona modernista se dan cita a través de una dama muy poco convencional y un marqués cuyo padre acaba de ser asesinado.

Londres, 1888.

Olivia Pemberfort acaba de cumplir veinte años y ha pasado la mayor parte de su vida en el campo, por lo que, al verse obligada a participar en la temporada social, siente que su padre la ha condenado al más absoluto aburrimiento.

Sin embargo, todo cambia para ella cuando se convierte en testigo accidental del asesinato de un noble español en los jardines del mismísimo Buckingham Palace.

Olivia se verá inmersa en una peligrosa investigación; y no le quedará otra que fingir un cortejo con el hijo del marqués asesinado, lidiar con amenazas anónimas, proteger a sus hermanas y reivindicar que ella ve mucho más allá de lo que la sociedad le supone por ser mujer, aunque sea sin sus anteojos

OPINIÓN

Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de hacer un par de comentarios al respecto de la portada de la novela, y del libro en sí.

En lo que se refiere al primer aspecto, he de decir que me parece una portada absolutamente preciosa. De estas que son coloridas y que por tanto, es inevitable que los ojos no se vayan a ella. Así que mi felicitación por esa idea.

Y en lo que se refiere a la novela en sí, he de haceros esta aclaración porque, puede llegar a equívocos. Porque sí, es el primero de una serie, pero lo volúmenes son autoconclusivos, así que podéis leerlo sin problema. Eso sí, también os hago una advertencia porque, os van a entrar unas ganas terribles e irrefrenables de conocer la historia de Peyton, quien presupongo que será la próxima protagonista de la serie.

En esta ocasión, sin embargo, conoceremos la historia de Olivia. Aunque, en realidad, lo que estamos haciendo es conocer a toda la familia Pemberfort, ya que al ser el primer volumen de una serie, aquí todos se introducen y nos permite ese primer acercamiento a todos.

He de decir que es una novela histórica en la que se combina romanticismo y misterio de un modo muy coherente y bien empastado. Como la autora hace con Londres y Barcelona. Eso sí, también he de decir que, la parte del romance, al menos, en lo que a la aparición y la asunción de los sentimientos se refiere, me ha parecido un tanto precipitada.

Pero además, también se desarrollan otra serie de temas susceptibles de ser desarrollados con más profundidad.

Así, de entrada me ha gustado mucho que todas las hijas del patriarca sean mujeres, porque así le da un toque bastante femenino a la novela, y a su vez feminista. Porque así el lector puede darse cuenta de cómo las cosas han evolucionado y cambiado, pero tampoco tanto en según qué aspectos.

Convirtiendo en cualquier caso, a la literatura en algo que va mucho más allá de un hobby, sino que es también un arma de denuncia y apertura de ojos acerca de aquellos aspectos de nuestra sociedad que no son ni tan bonitos ni tan brillantes de narrar.

Por eso, ha quedado más que claro cómo, hasta no hace demasiado tiempo, el principal propósito de una mujer era la de casarse bien y otorgar descendencia para ser así consideradas válidas. Aunque, al mismo tiempo, de manera paradójico, no tenían ni voz ni voto para eso. Sobre todo, porque el matrimonio no estaba sustentado en el amor. Sino que, más bien era entendido como un contrato en el que se ampliaba patrimonio o de creaban alianzas entre familias. El amor, por tanto, era secundario y por eso, si aparecía era a posteriori.

Había excepciones, eso sí. Pero las consecuencias no solían ser beneficiosas para aquellos valientes que se atrevían a amar. Porque, si bien el sentimiento no entiende de clases sociales, la realidad es que la sociedad era bastante intransigente. Y por eso, en más de un caso, los implicados eran condenados al ostracismo. Y por supuesto, la mujer también solía ser la peor parada.

Como así sigue sucediendo hoy, porque, si hay dos personas implicadas en una situación, la mujer siempre será mucho más cirticada. Incluso en aquellos casos y ocasiones en las que su participación no sea tan directa.

Otros detalles que también hemos heredado y que también quedan bastante bien reflejados en la novela, es que, a las mujeres, a pesar de no estar interesadas en el mercado matrimonial, se nos veía como un objeto o un fin para la obtención de un objetivo mayor. Pero, a su vez, esa búsqueda de un buen marido - a ser posible, el mejor partido posible - lo que terminaba por provocar era una rivalidad infundada que, en cierto modo es el punto de partida que aún hoy pruebe y demuestre la poca sororidad que existe entre las mujeres.

Y sobre todo, cuán erróneo es eso, porque, si nos apoyásemos más entre nosotras, el mundo sería un lugar mejor para todo el mundo. Pero, preferimos atacar sin piedad y por eso, criticamos casi impunemente aquellas características físicos o cuerpos que no son "normales" cuando la perfección no existe. Y es más, la imperfección es la que nos hace bellos. Por eso, me ha gustado que Nicolás la vea - metáfora maravillosa dados los anteojos que parecen definir a Olivia - pero también quede demostrado esto, a la inversa, ya que la relación de apoyo entre Olivia y Peyton ha sido fantástica. Porque además, ha quedado demostrado que, la diferencia enriquece y por eso, cuanto más diversos sean quienes nos rodeen, más ricos seremos.

Más que nada porque, la verdadera riqueza de la vida está en las pequeñas cosas del día a día, y suelen tener además un valor inmaterial. Aunque, normalmente no es una idea que aún hayamos asumido y por eso, el amor por el dinero y por el poder es tan tóxico que, nos lleva a hacer de todo, con tal de conseguirlo y sobre todo, mantenerlo durante el mayor tiempo posible en nuestras manos.

En este sentido, sí que he de decir que me llevé una sorpresa bastante grande cuando descubrí las identidades de los "villanos" de esta novela, especialmente uno. Aunque, eso sí, me hubiera gustado que el alegato final para intentar explicar sus motivaciones hubiera sido más extenso. Se me quedó corto y por eso, si bien lo entendí, no pude terminar de empatizar del todo con él.

Un tema que también me ha gustado el modo en que se habla de otros tipos de amor, como por ejemplo el que existe entre los miembros de una familia. Un amor que, puede darse por descontado, ya que solemos pensar que, por el mero hecho de compartir un grupo sanguíneo, se nos acepta o se nos perdonará todo. Pero no es así, porque quien algo quiere, algo le cuesta y, como bien han demostrado las gemelas, en ocasiones, las buenas intenciones están llenas de daño.

Pero además, también, dadas las especiales circunstancias de su crianza, se pone de relieve, precisamente eso. El tremendo impacto del ambiente en el que hemos sido criados, para desarrollar una personalidad o carácter determinados. Y sobre todo, cuán difícil es la paternidad, más en aquella época, porque ha de respetar la individualidad de cada una. Amén de que, al mismo tiempo, las hijas por su parte está buscando su propia identidad y personalidad. Algo que tampoco es fácil de desarrollar.

Aunque en este caso, se entienden muy bien algunos momentos de las hermanas, así como de su padre. Porque el amor, en este sentido, va asociado al duelo. Sentimiento que, cada uno gestiona de una manera diferente. Y que también en más de un caso, provoca que tengamos que madurar de repente y sobre todo, ocupar un rol o un papel para el cual no estábamos lo suficientemente preparados. Como Olivia, quien, sin querer, se convierte en la segunda madre del resto de las chicas y por eso, se ha sacrificado por el grupo, dando un paso atrás y permitiendo que sean sus hermanas quienes brillen.

Y aunque dice que no, la realidad es que ella también desea que la vean, más allá de artificios y roles impuestos, y en el fondo, también quiere recibir atenciones de tipo romántico. Como debe ser, ya que todo el mundo tenemos el derecho a ser amados por nosotros mismos. Eso sí, primero tenemos que aceptarnos y querernos a nosotros mismos. Como bien demuestra ella, porque, es solo a partir de que se da cuenta de que sus "particularidades" y rarezas son las que le hacen única y diferente con respecto de los demás, por fin puede llamar la atención de Nicolás.

Un Nicolás que sirve también para expresar cómo, a veces, los padres son muy duros y exigentes con los hijos en "aras de un bien y fin mayor" cuando, lo que terminan por hacer es dañar esa relación. Y advierte de lo peligroso que son este tipo de comportamientos, porque pueden dinamitarla al completo.

Eso sí, también se enfatiza en la importancia de las segundas oportunidades en la vida, porque un error una decisión puntual - a pesar de que toda acción tiene su consecuencia - no tiene por qué definirnos como personas. Más si hay voluntad de arrepentimiento.

Nicolás también es el máximo exponente de que, los amigos en más de una ocasión, son la familia que se escoge. Y su relación con Arnau ha sido fantástica y complementaria. Más que nada, porque el uno era la conciencia del otro y, en cierto modo su altavoz. Al menos en lo que al sentimiento romántico se refiere porque, queda demostrado que, no hay más ciego que quien no quiere ver. Por eso, cuando más de uno o una y en más de una ocasión se obceca en negar la mayor, produce una diversión enorme e incluso ternura en quienes están a su alrededor.

Por supuesto, hay amor romántico, como he mencionado. El cual puede nacer en las circunstancias más insospechadas e incluso, inesperadas. Demostrando así, por tanto, que del sentimiento no se puede huir. Así que, plantarle cara o batalla será una batalla perdida de antemano.

Más que nada porque, incluso aunque tratemos de hacer ver a los demás que no es cierto, toda mentira tiene su parte de verdad. Y por eso, esta terminará siempre por salir a la luz. Normalmente, de hecho, en aquellos momentos, más insospechados e inesperados.

De ahí que, como he dicho, sea un error, enfrentarse a él, ya que la vida va de ser felices. De ahí que, cuanto antes lo veamos, antes podremos ponernos manos a la obra con tal empeño.

Por último, no puedo no hacer mención a la ambientación de la historia, de la cual he adorado la mención a Whitechapel, justo en la época en la que Jack el Destripador estaba a punto de hacer de las suyas. Y sobre todo, gracias a la subtrama del misterio y la resolución de los motivos del asesinato, el homenaje a Sherlock Holmes y Arthur Conan Doyle está bien presente.

Junto a ello, pese a ser una secundaria, he de decir que he disfrutado mucho el arco argumental de Peyton y que, la pobre me ha dado hasta pena en el final del mismo. Aunque, al mismo tiempo, ya tengo ganas de descubrir cómo va a darle segunda oportunidad al sentimiento y a sí misma, ya que ha quedado muy afectada e insegura.

Del mismo modo que siento curiosidad y miedo acerca de las gemelas terremoto. Eso sí, también he de decir que la historia de Harriet promete y que me gustaría que también fuera narrada como merece. Y no que se quede solo entre bambalinas. Me parece muy original y atípica y como tal, digna de ser contada.

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

¡Nos leemos pronto!


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