Cruzando la línea de Simone Soltani

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la 
editorial VR Europa, a quienes agradezco enormemente el envío del ejemplar en físico al elegirme como rep. Y sobre todo, la confianza en mí por hacerlo posible, una vez más.

Como tengo mucha tela que cortar en este sentido, no me voy a entretener mucho más y por eso, prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Cruzando la línea de Simone Soltani.

SINOPSIS


Después de que un desastre en las redes sociales lo deje con un equipo cabreado y patrocinadores que amenazan con abandonar el barco, necesita que alguien le ayude a salvar su imagen. En una fiesta en Mónaco se cruza con la mujer que puede arreglarlo todo. Sólo hay un problema: ella es la hermana pequeña de su mejor amigo. Y bueno, tal vez haya otro problema: él la besó el año pasado y no ha podido dejar de pensar en ello desde entonces. Willow Williams, recién graduada universitaria, necesita un trabajo. Puede que tenga talento para ver el lado positivo de cualquier mala situación, pero es difícil mantener una actitud positiva cuando tiene dificultades para que la contraten. Así que cuando Dev le hace la propuesta, no puede negarse, incluso si eso significa ignorar el enamoramiento que ella ha tenido por él desde la infancia. Willow y Dev están decididos a mantener las cosas estrictamente profesionales, independientemente de los viejos sentimientos y la química ardiente entre ellos. Pero en el mundo brillante y de alto riesgo de la Fórmula 1, algunas líneas deben cruzarse.

OPINIÓN

Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de decir que tuve este libro en mis manos en la Casa del Libro en Sevilla porque la portada llamó mi atención desde el principio. Así que no os podéis imaginar la tremenda ilusión que me hizo el ver que la recibía tiempo después.

Además de eso, he de decir que, como sabéis, soy muy fan de los sports romance, pero que, he de confesar también que no tenía ni tengo idea de Fórmula 1, así que consideré que este era también un muy buen modo para hacerlo y así aprender algo más al respecto.

Y aquí estamos. Y... tremenda la sorpresa tan agradable que me he llevado con esta novela, he de decir. Porque las buenas impresiones que me transmitió la portada, han sido superadas por el contenido interior.

Porque sí, es una novela romántica en la que vamos a leer y ver de primera mano, cómo se enamoran Willow y Dev, pero también hay otros muchos temas interesantes y susceptibles de ser incluidos y narrados en ella.

De entrada, ambos son americanos, pero hijos de inmigrantes, africanos e indios en un caso y otro, lo cual pone de relieve dos cosas bien presentes a lo largo de las páginas de la novela: la primera, que ambos están orgullosos y mucho de sus raíces y su cultura y por tanto, no les da miedo ni vergüenza hablar sobre ello.

En este sentido, he de decir que a mí me han encantado todas las conversaciones al respecto de las películas de Bollywood y algunos de sus actores más famosos, como buena fanática del mismo que soy.

Pero además de eso, con estas circunstancias, la autora pone de relieve que la xenofobia no tiene cabida en una sociedad tan moderna y multicultural como la nuestra, porque la diferencia enriquece y no tiene por qué separar. Es más, como bien ponen de relieve ambos, cuanto más diferentes sean de nosotros mismos quienes están a nuestro alrededor, más ricos seremos. Porque podremos aprender nuevas realidades que hasta ese momento nos eran del todo desconocidas. Y también porque así queda igual de bien demostrado, que si nos acercamos a los demás con respeto, siempre seremos bien recibidos.

Es una novela que invita a reflexionar también al respecto del mundo de la fama y de los famosos. Y demuestra así que, antes de emitir un juicio o una crítica al respecto de cualquier persona o tema, tenemos que escuchar siempre las dos versiones de la historia porque podríamos sorprendernos. A mí misma me sucedió, porque, de hecho pensé inicialmente que Dev era el clásico bad boy deportista de manual y la realidad es que dista, y bastante de esa imagen.

Pero, sus circunstancias también pone de relieve un comportamiento erróneo y errado del ser humano, que tiende a pensar que una persona por el hecho de ser famoso, ha de estar siempre a las conveniencias, demandas y exigencias del ser humano. Y no es así, el ser famoso no es más que una parte de sus vidas y por eso, hay que saber respetar también su intimidad, ya que, antes que nada, son personas. Sin embargo, no solemos no hacerlo - y hoy menos que nadie a causa del impacto tan tremendo de las redes sociales. Por eso, cualquier persona que no desee unirse a la comunidad, es tildado y considerado un bicho raro.

Ojo que tampoco estoy defendiendo a Dev del todo porque los modos por los que se ha ganado esa mala fama que arrastra tampoco fueron buenos. Pero, sí que he de decir que así se pone de relieve lo difícil que es ser un buen jefe y cómo la erótica del poder es muy atractiva para conseguir que se nos suba a la cabeza. Por eso, conviene mantener siempre un círculo cercano "de siempre" para ayudarles a mantener los pies en el suelo.

Willow, en cambio, es la contrapartida a las redes sociales en su consideración negativa. Porque, conviene recordar que, las redes sociales son una herramienta y un instrumento en manos del ser humano y por eso, está en él, la capacidad y el poder de decisión siempre para dar el viraje e inclinar la balanza hacia uno u otro extremo. Aunque en cualquier caso, la crítica se extrae de manera inmediata porque, en esta sociedad de la inmediatez, parece que si no compartimos continuamente qué estamos haciendo, dónde o con quién no tenemos vida. Y no somos felices. Cuando no es así. Y como manera de describirnos es bastante triste.

Ella también expone de un modo muy cierto y veraz cómo de complicado y duro está el mercado laboral. Para todos, pero sobre todo para los más jóvenes. Y es que cada vez los requisitos son mayores y más complejos. Pero sobre todo, se les exige una experiencia de la que carecen. Al mismo tiempo que tampoco están dispuestos a darles más oportunidades laborales. Y por eso, ahí se entra en una dinámica de la pescadilla que se muerde la cola de la que ninguno resultamos beneficiados.

Y sobre todo, destaco a Willow y a la autora también porque ha escrito unos personajes muy reales. Sobre todo porque ella sufre de una condición física que, a priori, le impide realizar su vida con total normalidad, pero que no se lo impide a causa de su enorme fuerza de voluntad y a su empeño para no ser apartada o considerada débil. Y eso me ha gustado mucho porque así, queda reflejado como un recordatorio muy necesario que la fortaleza no va asociada a un cuerpo físico determinado o vigoroso, al contrario, la verdadera fortaleza es aquí la mental.

Como he dicho antes, es una novela muy romántica. Y hay más de un tipo de amor, que no siempre es sano.

Así, Dev demuestra que el amor y la pasión por tu trabajo es posible. Y por tanto, ese trabajo será siempre menos trabajo. Aunque, dadas sus circunstancias, también realiza un relato muy realista de la situación contemporánea y sobre todo, de la sociedad americana, criada desde siempre en la cultura del esfuerzo para cumplir el sueño americano.

Sin embargo, es prácticamente inevitable que, siempre esté el típico enchufado que, sin haberlo merecido o sin ser tan bueno o merecedor del trabajo está ahí. Y además, se le favorece. Por eso, un sueño también puede desencantarnos. demostrando así que por eso, conviene no idealizar a nada ni a nadie porque, eso no es otro modo que perfeccionarlo. Y esta perfección no existe. De ahí que, a posteriori, el golpe de realidad es aún más doloroso y brutal.

De ahí que también, se haya introducido un dilema muy interesante en lo que a lealtad relacionándola con el amor. Porque uno y otro pueden ser ciegos y ahí rallar la toxicidad. Por eso, se nos anima a que nos consideremos y seamos siempre nuestra prioridad y el amor de nuestras vidas. Y que por ello también busquemos aquellos que nos haga felices, ya que, en ocasiones, saber decir no y sobre todo, alejarnos de aquello que nos provoca daño, es un muy buen símbolo de paz mental. Y por eso, conviene ponerlo más en práctica, a pesar de que, de cara al público podremos - y seremos - criticados o considerados unos egoístas. Cuando no es así.

Misma dinámica y dicotomía que nos ejemplifica muy bien cómo basta realizar una única acción en negativo o negarnos a hacer una determinada tarea para ser considerados malos o villanos. Sin importar todo lo positivo o bueno que hayamos hecho previamente. Pero un error no tiene por qué definirnos para siempre, más si hay voluntad de cambio o arrepentimiento por nuestra parte.

Hay amor entre los miembros de una familia, y en este caso, la toxicidad entre sus miembros brilla por su ausencia. Eso sí, se incluye una advertencia de lo más necesaria porque, en más de una ocasión también, saber distinguir la línea entre protección y amor es muy complicado. Y sobre todo porque ningún exceso es bueno.

De ahí que, quien bien te quiere, lo hará libre. Y aunque entiendo al hermano de Willow en no querer que le hagan daño, él también tiene que aprender que tiene que darle su margen y su espacio para cometer errores y aprender. Más que nada porque también, en más de una ocasión, las buenas intenciones están llenas de daño.

Por último, está el amor romántico, porque Willow y Dev son un cliché del que no soy especialmente fan, pero que en este caso, sí que me ha gustado porque lo he visto bien desarrollado; el de friends to lovers. Con el añadido además de que ella es la hermana pequeña de su mejor amigo. Y por si eso no fuera suficiente, estuvo involucrada con otro amigo del grupo y la historia no salió del todo bien.

Circunstancia que ha creado y provocado que el grupo se separe y un enorme sentimiento de culpa en ella, cuando al revés, ella es la menor responsable de la situación, ya que es su ex quien es la prendita. Por eso me ha gustado cómo tanto el hermano como Dev han sido lo suficientemente maduros e inteligentes a la hora de elegir bando y decidir a quién conceder su lealtad. Hay que alejar la toxicidad de nuestras vidas y, si no aportas, aparta.

Pero, toda esta base también es lo que provoca que, a pesar de que las chispas y el interés son evidentes desde el principio, todo lo anterior les frena y mucho. Por miedo principalmente a que la situación se repita y sobre todo, porque si saliera mal, la pérdida sería doble y además ahora afectaría a las familias.

Amén de que, también hay personas a su alrededor que se encargan de embarullar y de crear situaciones que no permiten que se interrelacionen yendo un paso más allá.

Sin embargo, no se puede luchar contra el amor. Porque es una batalla perdida de antemano. Y en este sentido, ambos vuelven a demostrar que las mejores parejas son aquellas que se conforman por pares que además de ser amigos, son amantes. Porque, a todo el buenrollismo anterior, se suma el amor, el cual saca la mejor versión de ellos mismos y por eso, también provoca que quieran mejorar. Como debe ser.

Junto a todo ello, me ha gustado que no haya un drama excesivo y que se dé un giro al que suele ser el problema principal en una novela romántica, como es el de la mala o la ausencia de comunicación, pero relacionándolo con otro personaje. Porque así, sobre todo, vuelve a ponerse de relieve que, independientemente de las personas que no la lleven a cabo y la relación entre ellos, hay que dejar de tenerle miedo. Porque solo le hecho de no hablar será lo que termine por provocar malentendidos, discusiones y, como en este caso, enfados, al sentirse aislado de un todo.

Para concluir no puedo no decir que me he enamorado de Dev como héroe romántico, sobre todo a causa de los héroes que le han servido de inspiración. Y sobre todo, porque en esta novela ha quedado más que demostrado que la vida es una carrera y que todos vamos a participar en ella. A nuestro ritmo, eso sí.

Lo que sí que tenemos que hacer es buscar siempre a nuestro mejor acompañante en la misma, con el cual siempre merecerá la pena cruzar la línea... siempre que sea juntos.

¡Muchas gracias por el ejemplar!

¡Nos leemos pronto!



Comentarios

Entradas populares de este blog

La invitación de Vi Keeland

Destino en común de Ángel Gutiérrez

Only work, no play de Cora Reilly