Enemigos por contrato de Ariana V. Andrews
¡Buenas tardes!
La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la autora, a quien agradezco enormemente el envío de los ejemplares en físico. Y digo los, porque es una bilogía - aunque espero que sean tres, porque ella ya sabe esa idea que le he dado y que espero que recoja el guante. El abogado y la bookstagrammer, ahí lo dejo -. Aunque en realidad, tampoco es una colaboración, sino un regalo, porque me los envió por mi cumpleaños.
No es la primera vez que leo su pluma y por eso, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de la novela y por eso, prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Enemigos por contrato, escrito por Ariana V. Andrews:
SINOPSIS
Cada verano, Valeria Aldana dejaba atrás Madrid para pasar las vacaciones en San Xoán, el pueblo gallego donde su familia tenía una casa blanca que dominaba la colina. Allí, las tardes se llenaban de risas, chapuzones y confidencias al sol con Paula, su mejor amiga.
Y, siempre en la distancia, estaba él.
Roi Pereira.
Hermano mayor de Paula. Hijo del pescador. Altísimo. Callado.
El chico que parecía esculpido en salitre y desprecio.
El que jamás se mezclaba con ellas.
El que la miraba como si ella fuese solo otra niña rica de ciudad.
Años después, Valeria es la abogada estrella del bufete Aldana & Asociados, en Madrid. Afilada. Exitosa. Reina del litigio en tacones.
Y Roi… bueno, Roi ya no carga cajas en el puerto junto a su padre. Ahora es el penalista más temido de España. Exfiscal. Frío como el invierno en Noruega y con una mente tan letal como su atractivo.
Y ninguno ha olvidado lo que ocurrió aquel último verano.
El destino —que siempre ha tenido mala leche— los obliga a trabajar juntos en el caso más mediático del año: con problemas de custodia internacional, fraude, chantajes y con los focos de la prensa acechando. Y, en medio de todo, ellos, compartiendo mesa, papeles y el aire que respiran. Midiéndose en cada palabra, provocándose con cada mirada, luchando por ver quién cede primero.
Porque lo que pasó aquel verano nunca se habló.
Porque lo que está pasando ahora tampoco tiene nombre.
Y porque, por mucho que se odien... lo difícil es ignorar esas otras emociones.
OPINIÓN
En esta novela nos vamos a encontrar con un enemies to lovers de manual y con una química que traspasa las páginas, así que ya os podéis imaginar cómo son sus encuentros sexuales. Guiño, guiño. Pero además de eso, lo que Valeria y Roi demuestran es que, los opuestos se atraen, pero que en las distancias cortas es donde realmente se conoce a una persona. Por eso, no conviene pensar o juzgar a la ligera - lo cual es muy paradójico, dado que ambos son abogados - porque podríamos sorprendernos.
Pero además de lo ya mencionado, se tratan y se desarrollan una serie de temas que son susceptibles de ser desarrollados con más profundidad.
En primer lugar, es una novela muy femenina, porque, si bien es cierto que Roi es un protagonista grande - y no solo por sus dimensiones físicas - la realidad es que buena parte del peso psicológico de la novela lo lleva Valeria. Y por eso, es su personaje el que sirve de instrumento para que el lector reflexione acerca de varios asuntos de interés. Convirtiendo así a la literatura en algo que trasciende un mero entretenimiento, sino también un arma de denuncia y crítica de aquellos aspectos de nuestra sociedad menos conocidos y brillantes o bonitos.
Así, por ejemplo, se habla del machismo aún bastante presente en nuestra sociedad. Y en este sentido, he de decir que, ella no sufre mobbing, porque de hecho, mantiene una muy buena relación con sus compañeros de trabajo masculinos. Sin embargo, está obligada por ser quien es a tener que esforzarse el doble y el triple para ser considerada igual de válida que sus colegas masculinos. Y aun así, su padre no deja de tratarla con cierto paternalismo exigente, que es el que no deja de planear como una sombra acerca de si los métodos y modos para llegar donde está son propios méritos o se debe a la ayuda externa.
Pero también a que se tenga que comportar como una profesional fría e implacable una vez en los juzgados, lo cual es también motivo de crítica. Porque, da igual cómo seamos, tanto para bien como para mal, cualquier cercanía a un extremo o a ser demasiado según los criterios masculinos se transformará inmediatamente en un elemento para poder ser utilizado en nuestra contra. Algo que, si sucediera al contrario, se convertiría en métodos de alabanza. Y de ahí la doble vara de medir.
Valeria es también quien sirve para reflejar bien la soledad del poder y de gozar de una posición de renombre, porque no es tan sencillo o bonito como nos lo quieren hacer creer. Porque el trabajo tiende a ocupar buena parte de sus vidas, cuando no debería ser sobre la que pivote, pero, a posteriori, les vuelve desconfiados en lo que a relacionarse con las personas y mantener relaciones de cualquier tipo se refiere porque piensan que no hay interés genuino en intentar conocerles, sino que siempre subyace un interés que va más allá.
Por eso, la gente la piensa una pija insolente, creída y fría, cuando no es así. Es mucho más empática y feroz en lo que a protección se refiere tanto con las personas como con los temas que le apasionan, porque en realidad también carga con los demonios de haber sido criada en su casa.
Demostrando así que las circunstancias en las que hemos sido criados tienen un profundo impacto en nosotros mismos tanto para bien como para mal, y sobre todo, que la paternidad es difícil y dura, pero que no hay que estandarizarla y sí que hay que respetar la libertad de personalidad de cada hijo, intentando evitar compararlos. Y sobre todo, que el hecho de tener carácter, no significa que que se sea fuerte o independiente. Al menos durante todo el tiempo, ya que todos tenemos nuestros momentos de debilidad. Otra cosa sea que nos guste más o menos mostrarlos a los demás.
Pero, sobre todo, destaca que padre y madre se hace y no se nace. Y que el mero hecho de compartir o no un grupo sanguíneo con otra persona no provoca el brote espontáneo del sentimiento. Es más, es el vínculo. Y por eso, he de decir que así se introduce esa idea de que el amor familiar a veces no es del todo sano, el hecho de que todas las familias son igual de válidas, independientemente del número de miembros que la componen entre sí. Y sobre todo, se habla ya de maternidad, que es el otro gran tema a desarrollarse entre las páginas de esta novela desde perspectivas bien diferentes.
Aunque, para comenzar, lo que sí que me gustaría decir es que una mujer no es menos válida que otra por querer decidir o no ser madre. Y que, evidentemente, como el ser humano es evolución, podemos cambiar de opinión y parecer al respecto del tema.
Pero, lo que no hay que hacer es el permitir que otros hablen o tomen decisiones por nosotras mismas. Es nuestro cuerpo y son nuestras decisiones, así que nadie mejor que nosotras mismos para saber cómo nos afectaría y las consecuencias de decidir hacia qué lado de la balanza se inclina.
Sin embargo, y por increíble que pueda parecer a día de hoy, como el machismo aún es bastante potente y poderoso en nuestra sociedad, cuando una chica joven se queda embarazada en comunidades pequeñas, la culpa y el odio tiende a recaer sobre ella, amén de agenciarse una mala fama de la que le va a costar desprenderse siempre. Y por eso, para evitar esa mala imagen tan dañina a ella y a la familia, por asociación, es la que motiva que se le tenga que devolver esa pátera inmaculada que nadie posee. Porque la perfección no existe.
Pero también, tenemos que tener bien presente, que debemos tener más cuidado al respecto de cuándo y cómo nos convertimos en madres, porque existen mujeres que, verdaderamente tienen problemas de concepción y que lo último que les gusta escuchar es preguntar acerca de cuándo les toca a ellas. Principalmente porque se les añade una presión que, en lugar de ayudar, es más negativa. Si cabe.
Por eso, el debate acerca de la maternidad subrogada aquí incluido me ha parecido de lo más interesante, porque lo trata desde todas las perspectivas posibles. Y por eso, el juicio ahí escenificado de manera literal, es un juicio que la autora quiere desea trasladar al lector. Pero que no se pierda nada en el camino. Por eso, así, al enfrentarlos, tanto un bando como el otro, pueden intentar entender mejor qué llevó o motivó a esa manera de convertirse en padres. Y a su vez, pues sirve también para que se quite ese sambenito de "compra" de niños. A partir de ahí, el será el único que, conociendo todas las aristas del tema y su complejidad, podrá tomar una decisión y dar también su opinión al respecto.
Eso sí, sea del modo que sea, no debemos olvidar que el niño ha de ser siempre la prioridad de los padres, porque es una responsabilidad para toda la vida. Y por eso, aunque entiendo el duelo de madre de Valeria por la tragedia que sucedió, la realidad es que no ha sido del todo una buena madre, porque se ha olvidado de quienes están a su alrededor y del sufrimiento que estos pudieran estar experimentando.
Porque, no hay que olvidar que, en buena parte de los casos, no por el hecho de estar manifestando nuestro dolor de manera pública eso quiera decir que nos duela más o menos. Al contrario, el duelo y el mutismo silencioso es el que debería preocuparnos más. Más que nada porque, como no nos comunicamos al considerarlo un símbolo de debilidad, es un monstruo que cada vez se va haciendo más grande y poderoso. Por este motivo, me gusta Roi para con Valeria, porque, aunque puede parecer lo contrario, no para de no quitarle el ojo de encima. Ya que sabe de sus circunstancias.
No puedo no hacer mención tampoco al tema de la maternidad porque no debemos olvidar que, el hecho de convertirte en madre no tiene por qué conllevar que ese sea única y exclusivamente tu rol. No es más que un aspecto de nuestras vidas y por lo tanto, somos más que eso. Amén de que la paternidad es compartida y se necesitan dos para bailar el tanto, así que los momentos fáciles y difíciles se comparten en pareja, que para eso está.
Como he dicho antes, como es una novela muy femenina, he de decir que me ha encantado la sororidad incluida entre sus páginas. A pesar de que, pudiera parecer que, dado el mundo en que se mueve, Valeria está muy sola en ese sentido. En este sentido, ha quedado muy bien reflejado cómo si nos apoyásemos más en lugar de considerarnos más enemigas, el mundo sería un lugar mejor para todos y por eso, todos podríamos gozarnos de esas consecuencias positivas.
Eso sí, he de decir que, a mi modo de ver es demasiado buena con Paula, quien está claro que va a ser la protagonista del próximo libro. Más que nada porque, fue por culpa de su miedo, por lo que ella sufre las consecuencias en lo que a mala imagen de Roi se refiere. Aunque no negaré que, cuando él descubre todo y lo desconcertado que se queda, aplaudí como una posesa.
Una Paula que también sirve para poner de relieve el sentimiento amoroso, porque corre y fluye libremente entre las páginas de esta novela. Pero que recuerda que, este puede ser sano o tóxico.
Y la pobre Paula es quien lo sufre en sus propias carnes. Pero, que también es el instrumento para que recordar que, tolerancia cero con faltas de respeto de cualquier tipo, porque las palabras y gestos hacen mucho más daño de los golpes. Y por eso, son más peligrosos, ya que en la intimidad de un hogar, este puede convertirse en un infierno. Y por eso, hay que huir de todas aquellas personas que no han terminado de entender que, quien bien te quiere, lo hace libre. Y por eso, no te coarta ni te corta las alas, te las da.
Pero, la propia Valeria también sirve para hablar de sentimientos porque, advierte también que no tenemos que confundir amor con otros sentimientos parecidos como puede ser la comodidad. Porque así, tampoco seremos felices, lo cual choca de frente con el objetivo que todos tenemos que perseguir en nuestras vidas. La felicidad, en todos y cada uno de los aspectos de nuestras vidas.
Y además también, para mi sorpresa, esta es una historia de amor de primeros amores y de segundas oportunidades y de cómo, a veces la vida se interpone para que ese amor se desarrolle. Pero, que tampoco debemos bajar barreras o defensas al respecto del mismo, porque es bien inteligente y de ahí que sabrá encontrar su momento y su lugar. Porque evoluciona, al igual que nosotros mismos. Y nos hará perder el juicio.
Y por eso, no podemos plantarle cara ni oponernos a él, porque será una batalla perdida de antemano. Ni tampoco pretender que las relaciones sexuales se quedarán en eso. Porque son mucho más importantes de lo que pudiéramos pensar, porque nuestros hablan - o gritan - lo que nuestra voz se niega a decir en voz alta. Pero además, a base de compartir intimidad y ver compatibilidad, pueden aparecer - o resurgir - sentimientos.
Sí que he de decir que, me chocó un poco un aspecto en concreto de la intimidad de este par. Más que nada porque ambos son sexualmente activos y saben de las posibles consecuencias que esto les puede acarrear. Pero, a posteriori, termina por revelarse que, en su mente no lo habían hecho de manera inconsciente, sino que habían planificado un futuro a largo plazo más allá del juicio que, inicialmente les había unido.
Así que frente a ello, no hay contrato que podamos escribir o firmar. Terminaremos por incumplirnos.
Como he hecho yo con este libro y las metas y paradas que me había marcado para con ellas. Pero, es que estaba absolutamente enganchada a este par. Como os va a pasar a vosotros.
Es autoconclusivo, pero, como la trama de Paula está en desarrollo se da pie a un segundo libro donde, de seguro volverán a aparecer. Y volveré a gozarlo.
¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!
¡Nos leemos pronto!
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