La obra de arte (historias de Somerset 1) de Mimi Matthews

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la 

editorial Libros de Seda, a quienes agradezco el envío del ejemplar, pero sobre todo, la confianza en mí una vez más y sobre todo, que gracias a esto me sigan permitiendo conocer la pluma de Mimi Matthews, a quienes descubrí gracias a ellos.

Por todo ello, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de la publicación y prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de La obra de arte, el primer volumen de la bilogía Historias de Somerset, escrito por Mimi Matthews.

SINOPSIS

Una rara belleza y un héroe menos que probable. ¿Podría una combinación así enfrentarse al todopoderoso duque de Moreland?

Phyllida Satterthwaite siempre ha sido considerada más extraña que hermosa mientras vivía en Devonshire, pero en Londres esa rareza la ha convertido en sensación. Y lo peor es que ha llamado la atención del siniestro duque de Moreland, un famoso coleccionista de arte obsesionado por adquirir obras únicas. No le será fácil escapar de él si alguien no le echa una mano…

Hace tiempo que los días heroicos del capitán Arthur Heywood quedaron atrás. Después de que lo hirieran en la Guerra de la Independencia, apenas puede caminar solo, y menos disparar un arma. Lo único que tiene es su buen nombre, así que, ¿qué podría ofrecerle él a una damisela en apuros?

OPINIÓN

Antes de comenzar la opinión propiamente dicha, he de decir que, si bien pertenece a una bilogía, la realidad es que son historias independientes y autoconclusivas, cuyo hilo conductor es, precisamente, la ambientación en dicho condado. Así que, podéis comenzar su lectura sin problema.

Pero además, he de decir que el segundo volumen - del que ya tengo ganas - llegará a nuestras casas este mismo año también, así que la espera no será excesiva.

Entrando ya en materia de opinión...quien ha leído con anterioridad a Mimi sabe que, además de escribir romántica histórica como nadie, no desea quedarse solo ahí, sino que arriesga y siempre va más allá mediante sus personajes. Y en este caso, no ha podido no quedarse atrás. Y por eso, desde los detalles más nimios, se aprecia.

Así, por ejemplo el nombre de la protagonista - aunque sobre todo el apellido; Satterwhite - el cual, hemos de decir que no es el más atractivo o de los que mejor se escuchan, queda claro que la belleza es subjetiva, y que por eso, los cánones y los estándares que intentan imponernos a base de homogeneización es un error. Porque cada uno tiene el suyo, y ahí reside lo bello y bonito del mundo. De ahí que lo que a nosotros puede gustarnos, a otro le puede parecer horroroso.

Además, en el caso de la protagonista no se queda solo ahí ya que tiene heterocromía. O dicho de otro modo, que tiene un ojo de cada color. Y esta rareza o anomalía, también es un arma de doble filo. Porque, indiscutiblemente llama la atención, pero, al mismo tiempo puede ser motivo de admiración o interés para bien. O al contrario, motivo de la burla y la crítica más rotunda.

Sin embargo, es curioso e inteligente cómo, al llamarla en corrillos, La obra de arte, que por ahí el título, se ponga a la palestra. Más cuando su destino parece inexorablemente abocado a terminar junto al duque de Moreland, el cual también es conocido como el Coleccionista. Perfecto ¿no es así?

Y con esta premisa, también se ponen de relieve dos temas que, aunque puedan parecer añejos o pasados de moda, la realidad es que siguen bastante presentes en nuestra sociedad. Para nuestra desgracia.

- El primero es que, en más de un caso, a las mujeres continúa considerándonos como ornamentos u objetos de decoración cuya función simplemente es ser mostrados sin ir más allá. Para presumir. Y basta, de ahí que se nos siga queriendo buenas, bonitas y sobre todo calladas. Por eso, no gustan e incluso imponen mujeres que tienen las cosas claras y que no temen al enfrentamiento para imponerse. Y por eso, también se explica cómo aún hoy, tenemos que esforzarnos el doble o incluso el triple que nuestros colegas masculinos para ser considerados igual de válidos que ellos.

- Y el segundo, también puede parecer sorprendente pero, hasta no hace demasiado tiempo, la función que una mujer solía tener era la de contraer nupcias y traer hijos al mundo. Por eso, se la consideraba un triunfo si era considera bella y atraía a los mejores partidos de la nobleza. Porque así el patrimonio familiar y los acuerdos entre familias poderosas las convertían en poderosos. Por eso, el amor, si aparecía era el último de los requisitos entre los matrimonios.

Junto a toda esta fascinación que provoca el físico de nuestra querida Philly, lo que la autora pretende transmitir es que la perfección no existe. Y que es justo al revés, aquellas imperfecciones, rarezas o incluso rasgos que nos parecen raros y que a nosotros no nos parecen especialmente atractivos... son los que nos hacen bellos. Por eso, subyace en todas y cada una de las páginas el hecho de que, si no nos queremos bien a nosotros mismos, no podremos querer bien a los demás.

Característica del que ella adolece, pero que es aún más evidente en el caso de el capitán Arthur Heywood. Y he aquí que he de hacer una confesión. Porque, si bien es cierto que me encantan todos los aristócratas en este tipo de novelas, la realidad es que tengo un punto débil hacia los militares. Y todo es culpa única y exclusivamente del capitán Frederick Wentworth de Persuasión de Jane Austen y de la maravillosa y fantástica carta de amor que escribió a Jane Elliot.

Por eso, he de decir que este caballero me ha resultado una grata sorpresa porque, la autora gracias a él ha puesto de relieve algo que sin duda sufrirían, pero que se desconocía por completo puesto que la medicina y sobre todo, la psicología militar no estaban tan desarrolladas como lo hacen hoy. Por eso, me ha parecido de lo más interesante que, él sufra un clarísimo síndrome de estrés post traumático, pero sobre todo que a través del mismo, se ponga de relieve las tremendas y durísimas secuelas, físicas, pero sobre todo, mentales, que tenían en los combatientes los militares.

Amén de que, en su caso, mejor que nadie. Y aunque suene un poco cruel y me miréis raro, me ha gustado que se haya hecho una inclusión a mi tierra, Extremadura por esta causa en la novela, al hablar de la batalla de La Albuera, a cuya recreación me escapo siempre que puedo. Y que, como todas las batallas que han pasado a la posteridad, fue una verdadera carnicería para todos los implicados. Y que a su vez también demuestra cómo los conflictos siempre sacan lo peor del ser humano, porque en más de un caso, ni siquiera dejaban descansar a los muertos para rapiñar todo lo que podían. O que manifiesta el grado de pobreza y desesperación que sufría la población no implicada como para tener que actuar de un modo tan ruin.

Creo que era bastante difícil conseguir reflejar y manifestar cómo un hombre famoso por su destreza militar, hasta el punto de ser imponente y temido por ello, ha quedado afectado tras la lesión hasta ser la sombre de lo que un día fue. Pero, lo ha conseguido con creces, la verdad. Y queda muy bien descrito cómo era sombrío y solitario, casi inaccesible, no porque realmente quisiera serlo, sino porque no se veía suficiente como para que la gente pudiera tolerarle. De ahí que ese sentimiento de inferioridad - amén de un profundo amor por los animales - sea lo que le lleve de cabeza a darse cuenta de que es muy parecido a Philly, quien será muy bella a ojos de los demás, pero que, en realidad se siente un pez fuera del agua ya que sus orígenes y su modo de vestir, actuar y proceder no son para nada aristocráticos al haberse criado en el campo y por tanto, carecer de la educación y las nociones básicas sociales para comportarse bien y así transitar el duro mundo de la temporada social.

De ahí que ha sido muy tierno, cómo se cocía un romance a fuego lento entre este par de incomprendidos que pasaron de ser amigos a amantes. Y aún más, cómo los ojos de Philly vuelven a ser una metáfora maravillosa con el hecho de que las apariencias engañan. Y que por eso, antes de emitir cualquier opinión o crítica al respecto de cualquier persona o tema, tengamos que conocer todas las versiones de la historia. Podríamos sorprendernos.

Situación que queda muy bien reflejada en la convivencia de estepar, ya que es en las distancias cortas cuando realmente se conoce a una persona. Y así, el frío capitán correspondiente con el azul de uno de los ojos de Philly, va resquebrajándose cada vez que esta le mira, porque le calienta el corazón y hace que termine por brillar, como el dorado de su otro ojo.

Por supuesto, como podréis imaginar, es una novela muy romántica. Con más de un tipo de amor, no siempre sano, por supuesto.

Así, en el personaje de Philly se incluye un profundo amor hacia los animales y cómo estos, en más de un caso, nos aman de una manera mucho más incondicional y buena que los propios seres humanos. De ahí que, el modo en que una persona se comporta con ellos, pero sobre todo, el modo en que estos reaccionan ante ellos, dice mucho de nosotros mismos.

De ahí que, a su vez este amor por los animales sirva para introducir otro tipo de amor presente en la novela como es el de los amigos. Motivo por el cual, una vez más, el dúo principal son más parecidos de lo que pudiéramos pensar vuelven a ser más parecidos de lo que piensan.

Porque, en realidad, tienden a estar solos en habitaciones llenas de gente. De ahí que la conexión entre ellos sea pura y genuina, no exenta de problemas porque, aunque siempre hay comunicación entre ellos, la realidad es que también hay malentendidos. A veces por el miedo al daño que puedan hacer las oalabras, las cuales son bastante poderosas, y a veces por pura timidez. En cualquier caso, queda demostrado que, hay que perderle el miedo al amor y a hablar, porque, a la larga, saldremos siempre beneficioados.

Me ha gustado también que, convierta a la literatura en un arma de denuncia porque, una vez más, continuamos repitiendo patrones de comportamiento, sin importar el tiempo que pase. Ya que, las mujeres tendemos a considerarnos más enemigas que amigas entre nosotras, cuando si lo hiciéramos al revés, el mundo sería un lugar mejor para todos. Por eso, las primas de Philly única y exclusivamente se acercan a ella cuando pueden extraerle un beneficio o cuando saben que es el centro de los comentarios y cotilleos, y por asociación también pueden ser mencionadas.

Y si lo de ellas es cuestionable, lo de la antigua prometida del capitán es peor. Porque sirve para recordar no solo lo anteriormente citado, sino para que también, seamos conscientes de que el amor tiene siempre su momento y su lugar. Y hay que saber aceptar con elegancia cuándo sí y cuándo no seguimos formando parte de la vida de otros. Al hilo de ella, me ha encantado que recuerde también que al final nos hace daño quien puede y no quien quiere y cómo Philly nunca se ha rebajado a su altura de noble de mayor rango. Porque la ve más allá del envoltorio de belleza. Y está resentida, aunque los implicados no tienen culpa. Como suele suceder, perro ladrador, poco mordedor.

Y también hay amor romántico, con el cual se nos lanzan dos mensajes que deberíamos tomar más en cuenta y por eso, poner en práctica.

El primero es que jamás debemos avergonzarnos ni tratar de ocultar a la persona de la que estamos enamorados, porque eso no es amor. Al menos, del bueno. Por eso, aunque avanzado, me ha parecido de lo más coherente el modo en que Philly se comporta con el padre y con la persona con la que comparte su vida, olvidándose de sus orígenes humildes. Porque ella ve aceptación y bondad. Y con eso le basta.

Y también la actitud "pasota" del padre en lo que a la sociedad se refiere, priorizando su felicidad, ya que ha probado las "mieles" de un matrimonio aristocrático y no disfrutó especialmente de la experiencia. Por eso, una vez la vida le ha dado una segunda oportunidad, no piensa desaprovecharla centrándose en algo que no sea él y la persona que ama.

Porque ese es otro de los mensajes de la novela, que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde o está a punto de hacerlo, así que hay que aprovechar las oportunidades y ocasiones que esta nos va brindando.

Y junto a todo ello, lo que ha quedado muy claro es que, la línea entre la preocupación bienintencionada que puede provocar mucho daño y la privación de libertad es bastante fina. Y ahí estará la clave y la diferencia entre un buen amor de lo que no lo es. Porque quien ama bien, te quiere libre. Siempre.

Y sobre todo, porque tenemos que recordar que la verdadera riqueza de la vida está en las pequeñas cosas de la vida, que siempre termina por abrirse paso. Donde no se encuentra es en las propiedades y demás objetos materiales, al contrario. Ellos sí que pueden convertirse en una verdadera cárcel de oro. Lo que ocurre es que el material puede despistarnos con el brillo y por ahí confundirnos.

Del mismo modo que, el hogar lo forman las personas que viven en un lugar y no al revés. La belleza nos rodea y se encuentra en los lugares más insospechados. Incluso en el aislado y poco apreciado Somerset. Basta solo con el ojo con el que se mire.

Por eso, tenemos que encontrar a la que tiene que ser la mejor compañía posible en nuestro viaje y transitar por la vida.

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

¡Nos leemos pronto!