Cupido, esto es personal de Lydia Chas

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la 
autora, a quien agradezco enormemente el envío del ejemplar en físico. Y me haya permitido conocer así su pluma. Pero, en otro registro mucho más cómico, que no menos romántico.

Por todo eso, no e voy a entretener mucho más en la parte introductoria de la publicación y por eso, prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Cupido, esto es personal escrito por Lydia Chas.

SINOPSIS

Noemí ha dejado de creer en el amor. Y tiene sus razones: los tres grandes amores de su vida le rompieron el corazón el mismo día… el 14 de febrero. Desde entonces, San Valentín le parece un chiste de mal gusto.

Pero este año, justo en esa misma semana, el destino se pasa de gracioso: los tres reaparecen en su vida. Los tres. A la vez.

Noemí no sabe si correr, llorar o montar una coreografía dramática. Porque parte de ella —esa niña que creyó en los finales felices— se pregunta si merece darse una segunda oportunidad. Aunque otra parte le grita que ya está bien de repetir errores.

¿Volverá a creer en el amor… o por fin aceptará que algunas historias están mejor sin reescribir?

OPINIÓN

En esta novela romántica, vamos a conocer la historia de Noemí, una chica con la que más de una lectora se va a sentir identificada porque, ¿quién no ha tenido en alguna ocasión mala suerte o mala experiencia con el amor? El problema es que, si bien se dice que las comparaciones son siempre odiosas, la realidad es que, en cierto modo, salimos perdiendo frente a ella.

Pero, por esa misma mala suerte y, por increíble que pueda parecer esta historia también es de segundas oportunidades. A la vida, a los demás, a nosotros mismos, pero sobre todo al sentimiento, ya que, no podemos renegar de él ya que siempre encontrará el mejor modo y manera para aparecer y hallar su hueco en nuestras vidas. Y por eso también, negarse a la evidencia, lo único que provocará será infelicidad y enfado por haber perdido un tiempo precioso, distraídos con otro tipo de situaciones y sentimientos que poco o ningún bien nos hacen.

También, gracias a las experiencias que Noemí ha tenido para con respecto al amor, queda bien claro que, el sentimiento, al igual que el ser humano evoluciona y que por eso, no podemos ni idealizarlo, ni estandarizarlo. Porque no todos lo entendemos de la misma manera en primer lugar. Y por eso, tratar de hacer y querer que otros nos quieran como nosotros queremos que lo hagan no es un síntoma de buen amor, sino de todo lo contrario.

Junto a ello, repito el tema de la idealización, porque es erróneo. No solo con cosas tangibles o personas, sino también con las intangibles como puede ser el amor. Porque, idealizar siempre es sinónimo de perfección, la cual no existe. Amén de que, también lleva asociadas unas expectativas que, por eso, en más de una ocasión, van a ser difíciles de alcanzar. Y de ahí nuestra frustración, enfado e incluso, infelicidad.

Pero sobre todo, otro de los temas que quedan bien claros es que, tenemos que tener bien claro que todos tenemos derecho a ser amados. Y de un buen modo, pero que antes de poder querer bien a los demás, debemos hacer lo propio con nosotros mismos. Ya que al no hacerlo, daremos pie y consentimiento a actitudes y comportamientos poco o nada sanos y sí bien tóxicos. Que es justo lo que hace Noemí, quien en cierto modo siempre se ha menospreciado y pensado de menos. Por eso, cree que el amor que siente hacia Gonzalo, el hermano de su mejor amiga es imposible y no pasará jamás del platonismo. Cuando... las cosas no son siempre lo que parecen.

Pero, para eso hay que hablar. Y por eso, entra de pleno aquí el segundo gran tema junto al sentimiento de toda la novela. Que es el del poder que tienen las palabras y lo importante que es la comunicación. En todas y cada una de las relaciones importantes de nuestras vidas y no solo las sentimentales.

Sin embargo, las consideramos como un síntoma de debilidad e inseguridad, amén de que sabemos del tremendo impacto y poder que tienen y por eso, preferimos callarnos y no compartir lo que nos pasa por la mente con los demás, por miedo a juzgar, creyendo que así actuamos de un modo correcto. Y es justo al revés, solo aquellos verdaderamente valientes se atreven a dar ese paso adelante y exponerse para con los demás... siendo felices, que es lo que siempre ha de ser nuestro objetivo vital.

De ahí que me haya gustado ese énfasis en la comunicación como uno de los pilares básicos de la novela y que además lo es también de cualquier relación. Más que nada porque también, al no estar acostumbrados a comunicarnos de manera efectiva, en ocasiones no somos conscientes tampoco de que, las buenas intenciones en lo que a palabras se refieren están llenas de daño. Y por eso, en más de un caso también, conviene reflexionar antes de dar ese paso adelante. Saldremos beneficiados. Pero siempre hablemos, incluso de los temas más dolorosos o espinados que más daño pudieran causarnos, ya que, por increíble que parezca, solo al hablar evitaremos malentendidos, discusiones e incluso, rupturas sentimentales parciales o permanentes.

Aunque es una novela romántica, no solo se habla de este tipo de amor entre sus páginas. Hay más.

Así, se habla del amor entre los miembros de una familia. Y en este caso, queda muy bien reflejado en la dinámica entre Gonzalo y Raquel. Pero sobre todo, cómo aunque se apoyan, ella sabe diferenciar y distinguir entre un rol y otro, intentando ser siempre lo más objetiva e imparcial posible, para no perjudicar o beneficiar en exceso a uno de los dos extremos de la balanza. Porque al contrario, lo que desea es su felicidad, y si es juntos mejor, ya que ella también saldría beneficiada.

Pero Raquel y el resto de amigos de Noemí representan muy bien a esa familia que se elige, la formada por la amigos. Incidiendo sobre todo en el hecho de que la diferencia enriquece y no tiene por qué separar. Es más, que cuanto más diferentes de nosotros mismos sean quienes están a nuestro alrededor, más ricos seremos. Por ese motivo añado aquí también otros dos temas: el del buen ejemplo de la sororidad entre Noemí y Raquel puesto que vuelve a poner de relieve que si nos apoyásemos más entre nosotras, el mundo sería un lugar mejor.

Y también que, en más de un caso, este sentimiento romántico entre dos personas aparece cuando, previamente, han sido amigos. Y tiene toda la lógica del mundo porque, en mi opinión, las mejores parejas están formadas por aquellas en las que, además de ser amigos, se es amantes.

Pero esta misma premisa es también la que sirve de freno para que, en más de una ocasión no se dé ese paso adelante. Porque, en el caso de que salga mal, la pérdida sería doble. Sin embargo, hemos de arriesgarnos si queremos ser felices, ya que todas las historias de amor en nuestras vidas - como bien queda reflejado aquí - tienen un motivo y un por qué en nuestras vidas y son igual de importantes, independientemente de su duración.

La realidad en cambio es que, el miedo que tenemos hacia el amor y la comunicación es idéntico. Y por eso, preferimos en más de una ocasión, distraernos con otra serie de relaciones más "simples" e "inofensivas" en lo que implicación se refiere como no puede ser otra que, por ejemplo, las relaciones sexuales. Y así, en cierta manera las estamos menospreciando. No solo porque son muy importantes dentro de una relación en sí, pero además, a base de repetirse, pueden derivarse y aparecer sentimientos de un cariz y tipo bien diferente.

Al hilo del sexo he de decir también que, del mismo modo que, cada persona entiende el amor de un modo diferente, ni mejor ni peor siempre que sea sano, cada persona hace también lo propio con el sexo. Y por eso, nuevamente no podemos imponer a los demás que entiendan nuestra propia manera de vivirlo. Toda imposición es privación de libertad y por eso, es tóxico. Amén de que, no todo el mundo está preparado para no mantener relaciones sin haber ningún tipo de vínculo o sentimiento previo.

Junto a ello, se nos recuerda que toda acción tiene su consecuencia y por eso, en ocasiones, las buenas intenciones también están llenas de daño, y como la empatía tampoco es un sentimiento que solemos trabajar demasiado, la realidad es que, en más de una ocasión, creamos y causamos daño sin ser conscientes del hecho.

Por este motivo, me ha gustado mucho conocer el punto de vista de Gonzalo. Porque así, ha quedado demostrado que, a veces las apariencias engañan y que no todo es lo que parece. Es más, es mucho más sentimental de lo que pudiéramos pensar de inicio. De ahí que, antes de juzgar o criticar, tengamos que conocer siempre todas las versiones de una historia. Podríamos sorprendernos.

Como ha sucedido aquí, ya que en el fondo es un romántico y, toda su vida ha pivotado alrededor de Noemí a causa de las flechas de Cupido, las cuales le impactaron bastante pronto. Solo que, en más de una ocasión, como el sentimiento aparece dónde, cuándo y con quien menos lo esperamos, no sabemos reconocerlo. Junto al hecho de que, toda acción tiene su consecuencia y a los dioses les encanta jugar con nuestros destinos... se explica la catástrofe del 14 de febrero, título que podría casar perfectamente como la opción B de esta historia.

Una historia que demuestra que, el amor es bastante inteligente como para encontrar su momento más propicio. Y que es paciente en el tiempo, pero que para que perdure, ambas partes han de estar igual de implicadas, ya que quien algo quiere, algo le cuesta. Y solo así podremos cerrar capítulo y tener el final feliz que todos y cada uno de nosotros merecemos. Empezando, eso sí, como he dicho anteriormente, por nosotros mismos.

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

¡Nos leemos pronto!


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