Derek. Mi peor decisión de Abril Laínez

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la 
autora, a quien agradezco el ejemplar en digital, en primer lugar. Pero sobre todo, la confianza en mí, una vez más por querer saber mi opinión al respecto de sus novelas.

Por todo ello, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de la publicación y por eso, prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Derek. Mi peor decisión de Abril Laínez.

SINOPSIS

Mi nombre es Madison Abbott. Si no fuera por mi adicción al trabajo, por mi tendencia a tropezar con cualquier cosa —emocional o no— que se cruce en mi camino, y por el hecho de que mi cita de los jueves es toda mi vida social, sería feliz. Pero todo se complica cuando me convierto en testigo clave en un juicio… y en heredera de la mitad de una casa perdida en un pueblo fantasma, donde estoy obligada a convivir con «él» durante una cantidad de días que desafía toda lógica; y además, bajo la mirada de una bruja dispuesta a convertir la estancia en una pesadilla y con una cláusula disparatada: una que incluye que la casa arda hasta los cimientos.
Y lo peor de todo… junto a «él». Junto a Derek Lawson.
El arrogante abogado que ha intentado hacerme pedazos con su interrogatorio en el juicio.
El mismo hombre al que odio con todas mis fuerzas desde hace seis años.

Mi nombre es Derek Lawson. Me encanta mi vida, pero ¿cómo iba a imaginar que volvería a verla en el juzgado, como testigo de la defensa en un caso que no me puedo permitir perder?
¿Y… cómo iba a imaginar que lo único que tenemos en común —un buen amigo— decidiría convertirnos en sus herederos y nos pediría que cumpliéramos una larga y absurda lista de deseos?
Soy abogado. Ella, testigo en el caso más delicado de mi carrera.
¿Me lo voy a jugar todo por esa doctora a la que odio tanto?

Y lo peor de todo… que nunca se calla.

OPINIÓN

En esta novela vamos a conocer la historia de cómo Madison y Derek, se enamoran. O mejor dicho, se reenamoran. Porque, su historia es de las que nos recuerda que, donde hubo fuego quedan cenizas. Y sobre todo, que hay que conceder más segundas oportunidades en la vida, a riesgo de nuestra infelicidad.

Pero, además de toda esta premisa inicial, se desarrollan también una serie de temas que me resultan de lo más interesante y que por eso, paso a desgranar con más detalle.

En primer lugar, se habla del duelo y de cómo cada uno lo gestiona de una manera diferente. Ni mejor, ni peor, solo adaptada a nuestras circunstancias y personalidad. Pero también advierte del hecho de que no podemos vivir eternamente en él, porque a la larga al final seremos nosotros quienes no viviremos, sino que sobreviviremos, lo cual puede ser muy peligroso.

Pero además, también pone de relieve cómo en más de un caso, seguimos siendo muy romanos y latinos en lo que a nuestro modo de enfrentarnos a la muerte se refiere. Ya que, en realidad, en más de un caso no tenemos miedo al hecho de morirnos en sí, sino a que se nos olvide. Y por eso, para bien o para mal, dejamos nuestra huella en la tierra durante nuestro tiempo terrenal en ella. Un actitud y comportamientos que se repiten mucho en el caso de los artistas, como es Asher.

Y junto a ello, me ha gustado mucho que, la autora sea valiente y ponga las cartas sobre la mesa en lo que a los difuntos se refiere. Porque, en más de una ocasión, cuando alguien fallece eliminamos de la memoria todo el daño o las malas acciones que ha cometido en vida, dándole un halo de divinidad y bonanza que nunca tuvo. Y la realidad es que, por eso, no debería ser así. Ya que, al igual que te has portado en vida, la gente ha de recordarte tras tu muerte. Así que, lo que aquí ella hace con quien ha tenido esa actitud y se ha comportado de este modo, me ha parecido muy coherente. Y por eso, la literatura se convierte en algo que trasciende y que va más allá de un mero entretenimiento. Es un arma de denuncia de aquellos aspectos de nuestra sociedad que no son tan bonitos y brillantes y que por tanto, nos toca modificar.

Relacionado, en parte, con esta premisa, la autora critica a la sociedad contemporánea en lo que a manera y modo de vivir se refiere. Porque parece que estamos, mucho más concentrados en nuestros respectivos trabajos, que en el resto de ámbitos de nuestras vidas. Cuando no debería ser así, porque este solo debería ser una parte de las mismas.

Además, también actuamos de manera errónea cuando pensamos que el hecho de tener u obtener un cargo de responsabilidad y una buena posición laboral será lo que nos convertirá en personas felices. Y no es así. En realidad, la felicidad se encuentra en las pequeñas cosas de la vida, las cuales suelen tener valor inmaterial. Por eso, es solo cuando ocurre una muerte cercana y repentina cuando, realmente parece que nos damos cuenta de que solo tenemos una vida y que, por tanto, hay que disfrutarla.

Es también una novela que dedica muchas páginas de la misma a las relaciones humanas. Demostrando así que hay muchos tipos de amor, y que este no siempre es sano. Sino que, en más de un caso, es bastante tóxico y esa toxicdad repercute y mucho en nuestra manera de concebirlo y en comportarnos con él.

Así pues, por eso, se hace hincapié en el hecho de que las circunstancias en las que hemos sido criados tienen un profundo impacto en nosotros. Especialmente en el desarrollo de nuestro carácter y nuestra personalidad. Por eso, podemos llegar a poensar algunas actitudes y comportamientos como sanos, cuando no lo son.

Además, en más de un caso, son nuestros padres nuestros roles y modelos a seguir y por tanto, sin ser muy conscientes, son ellos quienes crean esa repetitividad en los patrones de actuación. En más de un caso en lo que respecta al sentimiento romántico. Porque, por ejemplo, así se explica por qué Derek no soporta a las mujeres que son excesivamente celosas - como cree que Madison fue con él - mientras que Madison no tolera la deslealtad en forma de infidelidad. Actitudes que, son muy comprensibles en lo que a su rechazo se refiere, porque no aportan nada bueno a una relación.

Pero también hay relaciones y espacio para los amigos, los cuales pueden ser y se convierten de hecho, en la familia que uno escoge. Aunque, del mismo modo que con nuestra familia de sangre, los amigos pueden ser bastante tóxicos también y, en la sombra urdir todo un plan conspirativo y conspiratorio para que nadie a su alrededor sea feliz, ya que el otro no lo es. Y eso también es un rasgo de toxicidad.

Aunque, vuelto a tocar el tema de la amistad, porque en más de una ocasión las mejores parejas son aquellas en las que además de amigos, los miembros son amantes. Por otro lado, claro, eso provoca un miedo - ya de por sí grande - a atreverse a dar un paso adelante, porque en el caso de que no salga bien la pérdida será doble. Y además, su ruptura provocará irremediablemente que, el resto de quienes están a su alrededor tomen partido hacia un bando u otro, rompiendo así la dinámica del grupo, bien consolidada hasta el momento. Por eso, me ha gustado que ponga de relieve cómo, en más de una ocasión, el fin de la relación, no solo es difícil para los implicados, sino también para quienes están a su alrededor.

Además, tal y como aquí se indica, la amistad es otro tipo de relación, la cual no hay que dar jamás por descontada. Y por eso, hay personas que no saben ser buenos amigos, ya que priman su egoísmo y su ego por encima de todo. Amén de que, la implicación siempre ha de ser equitativa y proporcionada, a riesgo de que no termine por funcionar. Porque si se quiere, se puede.

Pero, juega de un modo muy interesante a causa de esto con la idea de lealtad. Porque, es cierto que es una característica básica para que una relación de amistad perdure, pero esta tampoco ha de ser acérrima. En el sentido de que un amigo también ha de ser sincero y poner en relieve las bondades y maldades de las acciones que otros cometen con esa perspectiva externa que solo ellos pueden tener. Porque nadie es mejor amigo que otro si únicamente nos doran la píldora. Al contrario, eso no es ser un buen amigo. Además de que, la diferencia enriquece siempre y por eso, tenemos que rodearnos de personas que sean lo más diferente posibles a nosotros mismos, en personalidad y pensamiento para así ser más ricos. Porque solo así, se nos abrirá la puerta a realidades y temas que nos pasan desapercibidos.

Porque el ser humano es evolución y es cierto que una acción no tiene por qué definirnos como personas. Pero solo si hay voluntad de cambio. Por eso, como tarea pendiente que nuestra sociedad tiene está la de saber y aprender a decir que no, aunque se nos tache de egoístas. Porque, en más de una ocasión, no lo seríamos, seríamos consecuentes. Con nosotros mismos, en primer lugar y después, por increíble que pueda parecer, con los demás. Ya que el amor propio es el más importante de nuestras vidas y por eso, si no nos queremos bien a nosotros mismos, no podremos hacer lo propio con los demás. Así que, ese es uno de los rasgos más débiles que tiene la personalidad de Madison.

Y hay también espacio para las relaciones sentimentales en esta historia, porque, como se entrevé en párrafos anteriores, el amor puede ser sano o tóxico.

De entrada, no hay que tolerar ningún tipo de actitud o comportamiento celoso o controlador, por mucho que nos lo planteen como un síntoma de preocupación o buen amor para nosotros. No es así, al contrario, eso lo que denota son dos cosas: en primer lugar, que adolecen de una buena autoestima y amor propio - con lo ya mencionado anteriormente - y sobre todo, que ha entendido mal el concepto de amor, ya que quien bien te quiere, lo hace libre. Así que hay que alejarse y poner distancia lo más rápidamente posible de aquellas personas que si no aportan, hay que apartar.

Principalmente porque, a la larga, resultaremos implicados en situaciones que para nada serán beneficiosas. Por el buenismo, ya que, como no estamos acostumbrados a que nos ayuden y a que seamos generosos y espontáneos, o que las cosas nos salgan de corazón, la realidad es que, en primer lugar, desconfiamos y después intentamos aprovecharnos lo máximo de los otros. Como así lía Jenny a Madison, hasta el punto tal de tener que ir a un tribunal e incluso poner en tela de juicio su capacidad médica.

Junto a ello, hace hincapié en la importancia de la comunicación, no solo en las relaciones. Sino en todos los ámbitos de nuestras vidas. Porque la verdad solo tiene un camino y siempre saldrá a la luz. Haciendo que las caretas caigan. Y provocando un impacto tremendo y enorme para quienes están a su alrededor, porque a veces, las apariencias engañan, podríamos sorprendernos... y no precisamente para bien.

Sin embargo, como bien pone de relieve este par, nos suele dar tanto miedo el amor como el hecho de comunicarnos. Y por eso, preferimos buscar otros modos y maneras para retrasarlo más posible. Con acciones como pueden ser las relaciones sexuales, aunque así las menospreciamos porque, a base de compartir intimidad pueden desarrollarse o volver a aparecer sentimientos que, o no estaban o que pensábamos que estaban dormidos.

El motivo para ello no es otra cosa que sabemos el tremendo poder que tienen las palabras, porque sus secuelas e impacto serán mucho más prolongados en el tiempo, porque no se aprecian con tanta felicidad. De ahí el miedo, amén de que son consideradas aún hoy un síntoma de debilidad. Cuando es de fortaleza, porque solo aquellos que se atreven a hablar y a exponerse para con los demás son los verdaderos valientes. Y sus acciones serán recompensadas.

Y eso es justo lo que les sucede a ellos, porque a base de compartir una proximidad forzosa en forma de vivienda, se han dado cuenta de lo equivocados que estaban el uno con el otro y cómo han perdido un tiempo precioso movidos por el orgullo y la testarudez en no querer hablar ni dar segundas oportunidades. De ahí que, antes de emitir un juicio o una crítica al respecto de una persona o tema, debemos escuchar todas las versiones de la historia. Podríamos sorprendernos.

Por eso, en mi caso, a día de hoy, no sé cómo sentirme al respecto de Asher, porque ha sido bueno y malo. Y es cierto que la vida está llena de grises y por eso, no hay que ser maniqueos, pero, el impacto de sus malas acciones y el de las buenas es bastante igualitario. Así que os dejo a vosotros que lo leáis y digáis algo al respecto.

Eso sí, he de decir que, al final me quedo con el planteamiento del título porque, en ocasiones, las que parece que son las peores decisiones en nuestras vidas, son las que más felices consecuencias tienen en ella. Por eso, tenemos que animarnos más y salir de nuestra zona de confort. Puede que al final, salga bien.

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

¡Nos leemos pronto!

 

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