Entrevista a... Belén Montero del Río
¡Buenas tardes!
La entrada del blog de hoy está dedicada a una de las dinámicas que llevo a cabo de manera semanal tanto en el blog como en mi perfil de Instagram. Eso es, la de dar a conocer a aquellos autores que han colaborado conmigo o me han elegido como su cero.
La autora de hoy, Belén Montero del Río, se corresponde con el primer grupo. Por eso, dado que no es la primera vez que realizo un post de estas características, no me entretengo mucho más y vamos a conocerla desde el punto de vista personal y profesional.
Así pues, ¿quién es Belén?
BIOGRAFÍA
Belén Montero (Ronda, Málaga, 1978) es escritora de novela negra y thrillers de ficción e investigación. Emigró a Andorra a los 17 años, donde encontró en las montañas un refugio de calma e inspiración.
Desde muy joven se sintió fascinada por los misterios sin resolver, los temas oscuros y corruptos de la sociedad, y las redes de poder que operan en las sombras, temas que hoy explora en su saga Cloacas de lujo, una colección de novelas oscuras, verosímiles y profundamente humanas que bien podrían estar basadas en hechos reales.
Se define como una mujer sencilla, con valores firmes y un amor profundo por la vida y por su familia. Adora la naturaleza, el silencio de los paisajes abiertos y la energía que emana un buen libro. Para ella, su familia es el refugio que da sentido a todo, y la integridad, una brújula grabada en su ADN que guía cada paso de su vida.
Una vez la hemos conocido desde el punto de vista personal, es ahora el turno de hacerlo desde el profesional mediante las respuestas a las preguntas proporcionadas por email con anterioridad.
1. ¿Desde cuándo escribes?
Desde siempre, pero durante mucho tiempo no me permití tomármelo en serio. En la adolescencia escribía diarios, pensamientos sueltos, escenas que nacían de lo que sentía o imaginaba… pero lo veía como algo íntimo, casi secreto. Me decía que publicar no era para mí, que no era lo bastante buena... Esas cosas que nos repetimos sin darnos cuenta, y que en realidad solo nos limitan.
Aun así, nunca dejé de escribir. Las historias seguían saliendo de mí, aunque no tuviera intención de mostrarlas. Hasta que un día me animé a compartir una de ellas con amigos, familiares y compañeros de trabajo. Para mi sorpresa, les gustó. Ver sus reacciones me removió. Pero lo que realmente marcó un antes y un después fue una tarde en casa: mi amiga Yani me pilló escribiendo, leyó unas páginas y se quedó sorprendida de lo bien que lo hacía, y me animó a publicarlo. Fue la primera persona que me hizo ver que quizá sí tenía algo que contar, algo que podía llegar a otros.
Ahí empezó todo de verdad. Desde entonces, escribir no solo ha sido una pasión, sino también un camino de transformación. Porque no ha sido fácil abrirme paso en el mundo literario, y mucho menos hacerlo por mi cuenta, sin el respaldo de ninguna editorial. Sabes, escribir no es solo inventar mundos y personajes: es sostener la constancia, enfrentar dudas, corregir una y mil veces. Y, solo quien escribe sabe cuándo empieza el verdadero trabajo, ese que nadie ve, el más tedioso, el que pocos escritores disfrutan. Para mí, escribir es eso: una forma de vida, de resistencia y de entrega.
2. ¿Tienes alguna manía a la hora de escribir?
Sí, unas cuantas. Lo que más necesito es el silencio y la ausencia total de distracciones. No puedo escribir si mi hijo está entrando y saliendo, si tengo las notificaciones activas o si hay ruido de fondo. Necesito que nada interfiera.
Con el tiempo, algunas manías han ido cambiando. Hace unos años fumaba mucho mientras escribía, sobre todo cuando trabajaba escenas intensas: era casi parte del ritual.
Afortunadamente lo dejé, aunque al principio me costó mucho volver a escribir. Tuve incluso una pausa bastante larga por el hecho de necesitar el tabaco. Pero con el tiempo descubrí otras formas más sanas de concentrarme y de canalizar la emoción que conllevan ciertas tramas con tensión.
Ahora, lo que más me cuesta es compaginar la escritura con mi vida laboral en las empresas familiares. Requiere mucha organización y fuerza de voluntad para encontrar el momento.
Pero cuando lo hago, me aíslo. Ese rato es solo mío, de la historia y de los personajes. A veces escribo de noche, robándole horas al sueño. Otras, hago auténticos malabarismos con las del día.
Bueno, y otra de mis manías es que necesito saber cómo va a terminar emocionalmente el capítulo, aunque no siempre tenga claro cómo se va a desarrollar hasta llegar a ese punto.
Pero esa emoción final me sirve como faro.
3. ¿Cuántas horas escribes al día?
¡Uy! Eso depende mucho del día y del momento. Ya sé que no debería ser así, pero con las horas de día que tengo disponibles, tengo que hacer malabares. Y con las de noche… bueno, todos sabemos lo que implica escribir a deshoras con una vida llena de responsabilidades.
Aun así, cuando tengo el espacio —sobre todo los fines de semana, en festivos, o algún día que decido cogerme— puedo pasarme 6, 8 horas o incluso más, escribiendo sin darme cuenta.
Entro en una especie de trance creativo en el que el tiempo desaparece. ¡Me encantan esos momentos!
Otras veces escribo menos, pero estoy todo el día pensando en la historia, corrigiendo mentalmente escenas, imaginando diálogos, estructurando capítulos en mi cabeza o pensando ya en el siguiente. Porque escribir no siempre es teclear: es un proceso constante, para mi silencioso, pero siempre activo.
4. ¿Cuánto tiempo tardas en terminar una novela?
A mí, mucho más del que “debería”, al menos hasta ahora. Ja jajaj.
La novela que estoy escribiendo actualmente me está llevando menos tiempo que las anteriores, aunque también es cierto que mi experiencia no es la misma de años atrás.
Entre El caso Ciru y La dosis viví un proceso personal importante: dejé de fumar. Y aunque fue una decisión necesaria, también complicó bastante mi proceso creativo. Fue un cambio profundo que me afectó en muchos niveles, alterando incluso mis rituales de escritura y el lugar desde donde escribo.
El caso Ciru fue mi primera publicación y me llevó casi cuatro años. Después pasaron tres más hasta que publiqué La dosis, pero como comenté, tuve un parón largo. Y te aseguro que no fue por falta de ideas, sino porque a veces necesito que cada historia encaje emocionalmente, que tenga sentido desde dentro.
No me interesa solo contar lo que pasa. Yo necesito que los personajes respiren, que sus heridas sean reales, que cada giro tenga un peso emocional. Y eso requiere tiempo, maduración… y, a veces, silencio.
No escribo tan rápido como quisiera, pero ahora al menos ya no dejo de escribir durante largos periodos. Ahora tengo constancia y compromiso. Y eso, para mí, ya es una victoria.
5. ¿Existe algún género que te negarías a escribir?
Pues creo que sí, aunque no descarto nada de forma absoluta, no me veo escribiendo ciencia ficción, tampoco fantasía. Porque sí es cierto que hay géneros que, al menos hoy por hoy, no encajan con mi voz.
No es una cuestión de prejuicio, sino de coherencia. Porque realmente admiro a quienes son capaces de crear esos mundos extraordinarios, con sus propias reglas, lenguajes o criaturas.
Pero yo, ahora mismo, necesito escribir desde otro lugar. Si un género no me permite indagar en las emociones humanas, en lo que de verdad nos mueve —el miedo, la contradicción, la culpa, el deseo, la injusticia—, entonces no me resultaría satisfactorio.
Admiro profundamente los universos fantásticos o distópicos, pero mi fuerza está en lo real, en lo que duele, en lo que ocurre todos los días en distintas partes del mundo: las grietas del poder, la corrupción que se tapa, la violencia, los crímenes, las heridas que no se ven, pero condicionan una vida entera.
Mis historias nacen desde ahí. No sería honesto forzarme a escribir sobre dragones o planetas lejanos cuando lo que me arde en los dedos son las teclas del conflicto emocional, los dilemas morales, las decisiones que nos rompen o nos salvan.
6. ¿De dónde tomas la inspiración para tus novelas?
La inspiración me llega de muchas formas. A veces, de lo que veo o escucho en una conversación entre amigos; otras, de una noticia trágica o de una situación cotidiana que me sacude por dentro. Como he contado en otras entrevistas, lo que más me motiva es la vida real: lo que nos atraviesa, lo que se oculta bajo lo aparente, lo que duele, aunque nadie hable de ello.
También me inspiran los sueños. En más de una ocasión he soñado escenas tan intensas que luego han terminado en mis novelas. Es como si el inconsciente también escribiera conmigo, desde otro lugar.
Pero no escribo solo sobre lo terrible. Me conmueven profundamente las historias de resiliencia, la fuerza de quien se levanta cuando todo parece arder. Me inspira la dignidad de quienes, a pesar del dolor, siguen adelante.
Por eso, mis novelas nacen y las inspiro en ese cruce entre la brutalidad, la esperanza y la bondad. Me interesa narrar lo crudo, el dolor real, lo incómodo… pero también la chispa de luz que aparece en medio de la oscuridad. Ese equilibrio es, para mí, lo más humano de la literatura.
7. ¿Cuál de tus personajes femeninos se parece más a ti? ¿Y masculino?
En mis novelas hay personajes que reflejan distintas partes de mí misma, pero si tuviera que elegir:
Fatia, la inspectora, es sin duda quien más me representa. Es fuerte, decidida, leal, lleva la justicia en sus venas, pero también arrastra sus propias dudas y heridas.
También tengo un poco de Paula y de Matilde… —cada una toma una faceta distinta de mi forma de sentir, de expresarme y resistir la presión.
Y en masculino, de Marcos, de Diego, puedo decir que adoptan mi lado más racional, protector y leal… el lado imparable, incluso cuando cometen errores.
8. ¿Cuántos libros has escrito? ¿Dónde se pueden comprar?
He publicado dos historias dentro de la serie Cloacas de lujo:
El caso Ciru (publicada en 2020 con Editorial Círculo Rojo, de forma autopublicada, y reeditada por Montdharma en 2024). Es una novela auto conclusiva que introduce la saga con una trama de intriga, suspense, erotismo y profundos dilemas relacionados con el tráfico de órganos.
La Dosis, dividida en dos tomos, lanzada en marzo de 2025. En esta entrega, la trama se centra en una poderosa farmacéutica y en experimentos secretos, manteniendo la tensión emocional, la intriga por descubrir la verdad y las críticas sociales características de la serie. Mis novelas exploran los temas más oscuros y corruptos de nuestra sociedad, sin filtros.
Actualmente, estoy ultimando la siguiente historia de la saga. Aunque cada libro tiene su propio cierre narrativo, la serie continúa con nuevos desafíos para los protagonistas, cuyas subtramas se entrelazan y evolucionan con cada nueva entrega.
9. ¿Dónde se pueden comprar?
Las novelas están disponibles en Amazon (en papel y digital), en la web oficial, y también pueden solicitarse en cualquier librería para que las pidan a la editorial Montdharma mediante la página web: www:cloacasdelujo.com
Los pedidos realizados a través de mi web se envían firmados y dedicados de forma personalizada.
10. ¿Por qué deberían leer tus libros?
Porque mis novelas no son solo historias ni simples tramas de suspense. Son vivencias literarias que remueven, que te hacen sentir de verdad: a veces llorar, a veces reír, otras veces enfadarte o reflexionar. Hay lectores que me dicen que más que novelas, parecen guiones emocionales completos, y creo que esa es la mejor definición.
11. ¿Tienes algún proyecto en mente?
Sí. ¡Claro! No me gustaría parar ni dejar de escribir. Mi proyecto es seguir hasta que se me agoten las ideas… o hasta que la vida me lo permita (risas).
Ahora mismo estoy trabajando en los próximos libros de la serie Cloacas de lujo, con nuevas tramas que siguen explorando lo oscuro, lo oculto y lo emocionalmente intenso. Al mismo tiempo, estoy abriendo nuevas formas de conectar con lectores, tanto a través de redes como de contenidos más personales, donde pueda compartir no solo mis novelas, sino también lo que hay detrás de ellas y como han sido creadas.
Escribir, para mí, no es un objetivo cerrado: es un camino. Y mi intención es seguir ecorriéndolo mientras tenga algo que contar.
12. ¿Algún consejo o recomendación para quien desee autopublicar? Y en tu caso, además, ¿publicar con editorial?
Mi consejo para los escritores noveles que quieren publicar su primera novela es que no tengan miedo de empezar. Es importante descubrir si lo que escriben conecta con los lectores, y hay formas de hacerlo: con lectores beta, amigos honestos dispuestos a dar una opinión sincera, familiares que lean sin filtro…
Una vez tengas esa validación, construye una comunidad de seguidores, mientras buscas editorial. Porque hoy en día, las editoriales no solo buscan un buen manuscrito: también buscan autores con una base de lectores consolidada, que puedan traducirse en ventas.
Que se atrevan. Que no esperen el momento perfecto ni la aprobación inmediata. Que no se rindan. Porque llegarán muchos “no”, pero también llegará, tarde o temprano, ese “sí” que lo cambia todo.
Y si lo que quiere es saber si realmente hay alguien al otro lado dispuesto a leerte, la autopublicación puede ser una gran puerta de entrada. Es una experiencia intensa, valiente, a veces solitaria… pero también liberadora.
Cuida tu historia como si fuera lo más importante. Rodéate de profesionales —corrección, maquetación, diseño, imprenta—, y sobre todo, cree en ti. Hazlo con seriedad. Si tú no apuestas por tu historia, nadie lo hará por ti.
Porque si tu camino es publicar con editorial, adelante. Pero ten paciencia y no te frenes. Una editorial no valida tu talento: lo validas tú, con cada página escrita con compromiso, verdad y corazón. Y lo validan tus lectores, cuando te eligen.
Ambas vías son válidas. Lo esencial es seguir adelante. Porque escribir es un acto de fe, de constancia y de coraje. Y si sientes que tienes algo que contar, entonces tu voz ya merece ser escuchada.
Hasta aquí el conocerla desde el punto de vista profesional también, pero si os habéis quedado con ganas de saber más de ella o de dónde comprar sus novelas, os comparto por aquí los links de su página web, su perfil de Instagram y su página de autor en Amazon.
- Página web AQUÍ
- Perfil de Instagram AQUÍ
- Página de autor en Amazon AQUÍ
¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!
¡Muchas gracias por tu tiempo y por tu sinceridad en las respuestas!
¡Nos leemos pronto!
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