Juliette. Heredera de la oscuridad de Urla A. Poppe
¡Buenas tardes!
La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la autora, a quien agradezco enormemente el envío del ejemplar en físico. Y sobre todo, que así me haya permitido conocer su pluma.
Por todo ello, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de esta publicación y por eso, prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Juliette. Heredera de la oscuridad, escrita por Urla A. Poppe.
SINOPSIS
En un Londres sombrío del siglo XIX, Juliette sobrevive al ataque que convierte a su madre en vampiro... y en su peor amenaza. Años después, el conde Marcus Archer —el mismo que arruinó su vida— regresa con un oscuro propósito. Pero, no está sola: Eduardo, un joven cazavampiros marcado por su propio dolor, hará todo para protegerla. Dividida entre el deseo y el miedo, provocadora, siniestra y desgarradora; la historia de Juliette es un descenso a las sombras, a un mundo donde la oscuridad seduce y el amor puede matar.
OPINIÓN
Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de decir que, la portada me parece muy acorde a la historia que contiene el libro.
Pero, entrando en materia de opinión diré que vamos a conocer la historia de Juliette, quien, como el título indica, es la protagonista indiscutible de la novela.
Y además, como un punto muy positivo a favor de la historia, he de decir que la ambientación y la atmósfera en la que la historia sucede está muy conseguida. Porque es oscura, tenebrosa y en cierto modo, misteriosa. Pero, junto a eso, es indiscutible que, lectores más avanzados en el género, verán ciertas influencias de otras novelas de vampiros como Drácula. O Carmilla, la cual, sin duda, es mi historia de vampiros preferida. Y no solo porque la protagonista se llame como yo. E incluso hay una cierta referencia a los Vulturi y a todo el universo de Crepúsculo que, me sacó una sonrisa, ya que me hizo acordarme de mi yo adolescente.
Aunque, si no sois tan amantes del género, tampoco vais a tener problemas para seguir lo que aquí sucede. Es más, engancha. Y sorprende.
Pero, no solo bebe de la literatura, también se sirve de la historia como referencia para crear personajes. Ya que, como siempre decimos, la realidad supera a la ficción. Y en este sentido, me ha encantado en personaje de la señora Canale. Porque, en la propia Venecia se han encontrado tumbas de supuestas mujeres aquejadas de vampirismo. Lo cual, pone de relieve cómo, desde siempre la imagen pública de la mujer siempre queda supeditada al hombre. Y esta se usa a favor o en contra dependiendo del hombre que obtiene el poder. E incluso, rasgos como puede ser la belleza o el hecho de ser seductoras y usar su cuerpo para capturar y llamar la atención de quienes están a su alrededor, si bien en principio son considerados como positivos, también pueden ser usados como tema de crítica.
Junto a ello, también se desarrollan dos temas durante buena parte de la novela, como son el de la eternidad y la vida eterna, los cuales, en cierto modo, hemos idealizado. Con los peligros que ello conlleva. Porque, aunque puede parecer beneficiosa, la realidad es que es muy solitaria. Y por eso, en cierto modo, se relaciona también con la erótica del poder y quienes están en él, que tienden a estar solos, de ahí que busquen siempre crear nuevos acólitos, para so sobrellevarla ni soportarla en soledad. Y es por eso que, al final, lo que queda demostrado es que no se tiene miedo a la muerte, se tiene miedo a la soledad.
Y hablando de poder, me ha parecido muy interesante el modo en que se usa a la sangre como modo y manera de legitimación. Y ya no solo en criaturas sobrenaturales malignas, que también benignas e incluso en más de una religión. Y por eso, ahí nuevamente entra en juego el valor de la mujer, como perpetuadora o no del linaje. Y es ahí que por tanto, se entiende tan bien el rol tan importante que tiene Juliette en la historia. Y cómo se encuentra en una encrucijada vital cuya toma de decisión no puede retrasar mucho más, ya que, dependiendo del lado hacia el cual incline la balanza, ganará un bando u otro.
Al respecto de este tema, no puedo no concluir sin decir que, literalmente hablando en este sentido, la sangre tira. Y se entiende así por tanto, la obsesión que Marcus Archer, el "villano" siente hacia ella. Y hasta aquí puedo leer.
Eso sí, en lo que a la invención de los vampiros, me ha gustado el toque original y novedoso al ubicarlo en el Antiguo Egipto - aunque es cierto que, casi todas las civilizaciones antiguas creían en seres "bebedores de sangre" pero, como experta en mitología, me ha fallado que cambiara el sexo a uno de los dioses implicados en el mito.
De ahí que también se recuerde con este aspecto que, todos somos el villano en la historia de alguien, así que no debemos juzgar o prejuzgar tan a la ligera, porque podríamos equivocarnos de pleno. Además de que, sin el uno, el otro no brillaría o destacaría tanto, al menos, así lo veo yo. Aspecto que, con la introducción de personajes como los cazavampiros sean tan coherentes.
Amén de eso, dada la profesión de uno de ellos, se nos recuerda que, a veces las apariencias engañan y que a veces, no nos conviene mostrarnos tal cual somos de primeras. Junto a ello, introduce por tanto una dicotomía de lo más interesante, como no es otra que la de la contraposición - que en realidad no es tal - entre ciencia y superstición. Como es la de la medicina y la superstición en la creencia del vampirismo.
Eso sí, sí que he de decir que, si bien las comparaciones son odiosas, la segunda generación de cazavampiros, es decir, Eduardo, inicialmente me pareció un personaje flojo. Pero que, a medida que el libro y la historia avanzaban, su personaje adquiere consistencia e importancia.
Por supuesto, como ya he dicho anteriormente, hay una historia de amor, un tanto particular y más basada en la obsesión y la posesión que en el amor en sí. Pero que, sirve para demostrar que incluso un corazón que está muerto puede latir. Y que no hay fuerza mayor que el amor para emprender y tomar cualquier decisión.
Ese mismo amor, además, es el que sirve para que tengamos en cuenta otro tema que es importante en la novela y que no es otro que el de la libertad. Porque la realidad es que el rol de la mujer no era libre, independientemente de su posición social. Y por eso, ahí se vuelve a plantear la vida eterna para vivir en plenitud cuando su vida terrenal es carcelaria. Ahí el brete y una decisión que es más importante para tomar del que pensamos. Y por eso, aunque Juliette parece débil, al menos desde el punto de vista físico, la realidad es que no lo es tanto. Más que nada porque toda acción, tiene su consecuencia.
Porque la libertad es sinónimo de buen amor. Incluso para uno mismo. Por eso, aunque pueda parecer egoísta o sorprendente a ojos de los demás, es la mejor decisión que siempre podemos tomar.
Por eso, no debemos olvidar que somos herederos de nuestro pasado, el cual define nuestro presente y que ese también tiene sus consecuencias en el futuro. Y el final, impactante cuanto menos, provoca que al final, la eternidad se plantea muy divertida. O al menos muy interesante. Pero que, en ese sentido, es una muy digna heredera de sus progenitores.
Me ha dejado muy buen sabor de boca, y no sanguinolento.
¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!
¡Nos leemos pronto!
Comentarios
Publicar un comentario