Nunca renuncies al amor de Gloria Montes
¡Buenas tardes!
La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con laautora, a quien agradezco enormemente el envío del ejemplar en físico y que así, me haya permitido conocer su pluma.
Por todo ello, no me voy a entretener mucho más y prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Nunca renuncies al amor, escrito por Gloria Montes.
SINOPSIS
Entre amigas y amores. Con Málaga como fondo, seis amigas de gran éxito profesional se enfrentan con las consecuencias de haber desatendido su ámbito familiar y personal. Han alcanzado sus objetivos profesionales y cumplido sus ambiciones, pero se dan cuenta de que les falta el amor. Cada una de ellas tendrá la oportunidad de revivirlo de una forma u otra, aunque ello provoque poner en entredicho su fuerte amistad. Experimentarán situaciones muy variopintas: relaciones con empresarios millonarios, viajarán a Marruecos, a Dubái... Pero siempre tendrán tiempo para volver a juntarse a tomar una cerveza. Nunca renuncies al amor es una novela romántica que ahonda más allá, una obra en la que el valor de la amistad prevalece sobre todo lo demás y en el que sus protagonistas consiguen romper cualquier techo de cristal impuesto.
OPINIÓN
En esta novela coral, femenina y feminista vamos a conocer las circunstancias personales de un grupo de amigas. Las cuales son bastante diferentes entre sí, demostrando así que la diferencia enriquece y que no tiene por qué separar. Pero además, a pesar de que casi todas gozan de una buena posición económica, ellas son conscientes de que la verdadera riqueza de la vida no se halla en objetos de valor material, al contrario, de inmaterial.
Junto a ello, es también un alegato a favor de la sororidad, y a cuán importante es por tanto, el hecho de que las mujeres nos apoyemos más entre nosotras y no nos consideremos enemigas, ya que así el mundo sería un lugar mejor para todos.
Y sobre todo, al esfuerzo y a la implicación a la hora de crear relaciones a largo plazo. Porque si no es recíproco o equitativo, esa relación, sea del tipo que sea, está destinada al fracaso. Quien algo quiere, algo le cuesta, como bien dice el dicho. De ahí que esto sirva para criticar a la sociedad contemporánea porque, si por algo se caracteriza de hecho es por justo eso, la fugacidad y el desinterés casi inmediato. Lo cual dice mucho de nosotros. Por eso, el hecho de que ellas, a pesar de sus agendas y ocupaciones diarias y cotidianas, saquen un hueco para ponerse al día, me parece fantástico.
Principalmente por el hecho de que lo hacen cara a cara, que es la mejor terapia. Porque, aunque haya preocupación e interés a través de una pantalla, no es lo mismo.
Además de eso, también me gusta la premisa inicial de que las mujeres tengan más de cuarenta años, porque, de nuevo, la autora realiza una crítica al machismo en nuestra sociedad, el cual está mucho más arraigado de lo que pudiéramos pensar. En este caso, una de las maneras en las que lo ejemplifica es en el edadismo. Porque, en más de un caso, y la cultura también lo sufre, parece que, cuando las mujeres alcanzan una determinada edad, desaparecen y no hay vida más allá de ella. Al contrario que los hombres. Cuando no es así, de ahí que me haya gustado la inclusión de todos estos ejemplos, tan múltiples y variados.
Otro tema que también se desarrolla en buena parte de las páginas de la novela y que me gustaría subrayar es el de la importancia de la historia y del patrimonio histórico. Porque, de nuevo, tampoco lo tratamos y lo consideramos como merece en mi opinión. Y en este caso, hablo desde la experiencia y el gremio, puesto que soy historiadora.
Por eso, en más de un caso, los propios ciudadanos de un lugar no son conscientes de los tremendos tesoros que se albergan en ellas. Y por ahí, no existe ningún tipo de interés y sí mucha falta de consideración y valor. Craso error de nuevo porque, solo el que conoce su pasado, puede llegar a entenderlo y valorarlo hasta el punto tal de entender mejor el presente que le toca vivir y sobre todo, también puede mejorar el futuro. Y por supuesto, por este mismo motivo, no se juga ni se comercializa con la historia y con el patrimonio, ni directa ni indirectamente porque no es un arma arrojadiza que usar en plena discusión.
Explicado todo esto, antes he dicho que son diferentes entre sí, pero la realidad es que todas tienen un rasgo común. Y ese no es otro que el hecho de haber tenido o tener mala suerte en el amor. Y por eso, están algo desencantadas con él. Sin embargo, ya el propio título lo advierte. No podemos renunciar al amor porque aparece dónde, cuándo y con quién menos lo esperamos. De ahí que intentarle plantarle cara o batalla es una guerra perdida de antemano.
Los nombres de estas mujeres son: Elena, Clara, Alejandra, Sofía, Cristina y Marta y no voy a decir a qué se dedican porque entonces haría spoilers de qué es lo que les sucede a cada una entre las páginas de la novela.
Lo que sí que haré será introducir y desarrollar algunos de los temas que aquí se tratan y que se introducen a causa de las circunstancias personales de todas y cada una de ellas. A veces, las interrelacionaré y otras, merecerán un capítulo aparte.
De entrada, con la situación de más de una de ellas, se pone de relieve cómo nuestra sociedad está centrada en el trabajo y cómo por eso, parece haber entendido que, solo gozando de una buena posición laboral, se es feliz y triunfador en la vida. Por eso, en más de un caso han priorizado y se han concentrado única y exclusivamente en ello, saltando lo demás. Y no es así, la vida en realidad, va de encontrar nuestro lugar en el mundo. Y como esta es inteligente y posee caminos insospechados, esa idea inicial de partida puede no parecerse al destino final. Y no importa, porque al final tenemos que encontrar lo que nos haga verdaderamente felices.
Junto a ello, también se pone de relieve el tema del chismo, una vez más, esta vez asociándolo al ámbito laboral. Porque, las mujeres tenemos que esforzarnos el doble o el triple que nuestros colegas masculinos para ser consideradas igual de válidas. Cuando no es así. Pero es que, junto a ello, incluso en aquellos casos en los que demostramos nuestra perfecta capacidad para hacerlo, la realidad es que el paternalismo o el mirarnos por encima del hombro tampoco termina por abandonarnos del todo. Amén de esos comentarios malintencionados acerca del cómo y del modo en que hemos obtenido esa posición laboral.
Además de eso, también queda muy bien reflejado lo difícil que es, aunque nos lo hayan vendido a la inversa, la conciliación laboral. Y es que a veces no es fácil. Y sobre todo, porque como bien queda reflejado aquí, aunque haya ayuda externa, la implicación de los padres ha de ser igualitaria adecuada a sus posibilidades. Sin embargo, aún hoy existe una creencia muy popular y arraigada en el hecho de que son las mujeres las que tienen que hacerse cargo de los hijos. Y no es así, porque padre se hace y no se nace, así que no es algo que podamos dar ni por hecho ni por descontado.
Y en lo que a relaciones se refiere, todas son diferentes entre sí. Y realizan una radiografía muy acertada de la sociedad contemporánea en lo que al modo y la manera de entender el sentimiento se refiere. Y no tiene por qué ser ni mejor, ni peor. Simplemente, ha de adecuarse a nuestras circunstancias y creencias. Porque no podemos obligar a nadie a que nos quieran como nosotros queremos que lo hagan. O tampoco intentar imponer nuestro concepto del amor o las relaciones, ya que eso sí que es un rasgo de toxicidad.
Y por eso, no es un buen amor, ya que quien bien te quiere, lo hace libre. De ahí que también ha de saber tener que dar un paso atrás y apartarse cuando se da cuenta de los errores cometidos o del descuido dado a la relación.
Y sobre todo, no hay que consentir faltas de respeto o menosprecios, porque no es culpa nuestra si el otro concibe el sentimiento así. La culpa es de cada uno. Ahí sí que hay que alejarse y lo más rápidamente posible además.
Porque el amor, tiene su lugar y su momento también, así que, si se ha perdido la ocasión, es bastante complicado que se vuelva a recuperar. Aunque, en este caso, he de decir que me ha gustado mucho que haya habido una pareja sapiosexual, es decir, muy interesada e incluso, que se llegan a enamorar a causa de la inteligencia del otro. Más que nada porque, yo pienso de manera parecida. Si el exterior es bonito, pero no hay nada que lo acompañe, a la larga resultará aburrido.
Por supuesto, para que una buena relación funcione, la comunicación y la confianza han de ser los pilares básicos de la misma. Y ya no solo de una relación sentimental, que también. Sino de cualquier tipo de relación. Pero, como tenemos mucho miedo a exponernos y sobre todo, consideramos que el hecho de hablar es debilidad, la realidad es que, en más de una ocasión, preferimos callarnos. Tema muy bien tratado a través de los hombres, poniendo el ojo así en la masculinidad frágil. Y he ahí el problema, porque no hablar es el verdadero rasgo de debilidad. Y eso, no solo puede provocar la ruptura temporal o permanente de la relación, que también. Sino que se nos olvida, que la verdad siempre sale a la luz, así que es un tiempo invertido perdido - y una tontería - tratar de encubrirla.
Por todo ello, como decía, en buena parte de las ocasiones, la sociedad prefiere relacionarse de modos "menos peligrosos" o que supongan un menor esfuerzo, como puede ser mediante las relaciones sexuales. Y está bien, pero la realidad es que así las estamos menospreciando porque, a base de compartir momentos e intimidad, pueden desarrollarse sentimientos de un cariz bien diferente.
Todo esto es en lo relativo al amor romántico, pero hay más amores en la novela.
Queda bien claro y patente el amor entre los miembros de la familia que se escoge, como es el de la familia. Y en este sentido, me ha gustado mucho leer que, aquel personaje que parece menos interesante o que puede pasar más desapercibido por su devenir vital, se termine por revelar como la roca y la piedra angular del grupo de amigas. Amén de que hace una metáfora de lo más interesante con su propia profesión.
Para concluir, no puedo no hacer mención tampoco al último y quizás el más importante amor de los que se tratan y narran en la novela. El amor propio. Porque si no nos queremos bien a nosotros mismos, no podremos hacer lo propio para con los demás. Y por eso, a pesar de que nos tachen y tilden de egoístas, tenemos que saber darnos el lugar que nos corresponde, sabiendo dejar atrás y sobre todo, aprendiendo a decir más veces NO.
¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!
¡Nos leemos pronto!
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