Por el beso de un escocés de Judit Fernández
¡Buenas tardes!
La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la autora, a quien agradezco enormemente el envío del ejemplar en digital. Y sobre todo, que haya vuelto a colaborar conmigo para que le dé mi opinión de su más reciente novela.
Por eso, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de esta publicación, y prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de, Por el beso de un escocés escrito por Judit Fernández.
SINOPSIS
Cuando el destino la lleva a través del tiempo, enamorase de un Highlander nunca ha sido tan arriesgado… ni apasionado.
Ivy Mackintosh ha luchado toda su vida para llegar a ser pediatra; cuando su tío escocés le lega unas propiedades a la sombra del castillo del clan Cameron, no duda y se lanza dispuesta a cumplir su sueño. Poco podía sospechar que acondicionar su nueva casa terminaría en un viaje al siglo XVI para caer en las manos de un Highlander.
Keith Cameron no creía en las maldiciones, aunque una terrible asola a su familia. Cuando se cruza con la mujer más extraña, bella y curiosa que jamás ha visto, sus destinos quedan entrelazados:
Ella lo toma por enemigo.
Él, ve en ella una oportunidad: la moza es galena y puede salvar a los Cameron.
Atrapada en un tiempo de highlanders, lairds y clanes, Ivy desea regresar a su época y librarse de su tozudo guardián. Keith se verá forzado a convencerla de quedarse, pero la hermosa galena es mucho más de lo que parece. Cuando un sentimiento y una pasión que creyó perdida estalla entre ambos y hace arder su corazón...
¿Se atreverá Ivy a entregarle su amor al escocés?
¿O volverá a su tiempo, dejándolo atrás?
OPINIÓN
Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de decir que aunque pertenece a la bilogía Cameron, los volúmenes son autoconclusivos. Eso sí, he de decir que, espero que el próximo protagonista de la serie sea el laird del clan Cameron, ya que le veo lo suficientemente interesante como para dar el paso a convertirse en protagonista.
He visto también algunos comentarios que indicaban que este libro podría parecerse mínimamente a Outlander y, si bien hay rasgos comunes como que ella viaja en el tiempo y tiene conocimientos de medicina, las coincidencias terminan ahí. Porque aquí se introducen otros temas y rasgos que la diferencian perfectamente de esa otra.
Aspectos como por ejemplo una maldición y sobre todo, un odio y mala relación desarrollado de manera muy coherente a causa de la rivalidad entre los clanes. Y ahí entra en juego la historia de Escocia, la cual aún sigue coleando y tiene sus consecuencias en la Escocia actual.
Porque, en el siglo XVIII donde se ambienta la novela, ya se sufren las secuelas y heridas de la división en el país. Porque hay clanes que apoyan la independencia de Escocia de Inglaterra, pero también hay otros que no, y han decidido apoyar y mostrar su lealtad al rey inglés. Granjeándose por tanto el odio de sus compatriotas y... los beneficios del monarca, puesto que ya sabemos que la historia la escriben los vencedores.
Pero además, sirve para poner de relieve cómo el hombre, casi desde que el hombre, siente afán de conquista y acumulación de poder mediante el uso de la violencia, la fuerza y el poder. Y en esos afanes expansionistas, las mujeres y los niños - como en los conflictos contemporáneos - son quienes sufren de manera más habitual las consecuencias de esos enfrentamientos. Y así, Keith da buena cuenta de ello al inicio de la novela.
Sin embargo, en este caso, la historia también sirve para poner de relieve cómo toda acción tiene su consecuencia y por eso, hay enemigos que no conviene poseer. Porque, a causa de ellos, los Cameron que dan nombre a esta serie, están malditos en el amor.
Y esta situación de supersticiones y brujas contrapuestas a la ciencia y la medicina que representa Ivy está muy bien traída porque, también así se recuerda el rol de la mujer en la historia, el cual dependía de los hombres que estaban en el poder. De ahí que, si podían extraer un beneficio como por ejemplo, servir de alianza matrimonial y ampliar territorios estaban bien consideradas. Pero en el momento en que no seguían el camino marcado, se convertían en enemigas. Así, por ejemplo, en más de un caso, las curanderas que tanto bien hacían en lo que a emergencias y urgencias "sanitarias" cotidianas pasaron a convertirse en más de un caso en brujas. Y por tanto, un enemigo a eliminar.
En este sentido, también me ha gustado que Ivy sea pediatra, porque se pone de relieve la doble moral y la validez de las mujeres, las cuales tenemos que esforzarnos siempre el doble o el triple que nuestros colegas masculinos para ser consideradas iguales de válidas que ellos. Más en lo que a profesiones científicas se refiere.
Y por eso, ha sido muy interesante leer no solo cómo ha evolucionado la medicina en ese sentido, sino cómo, ha debido de apañárselas con los materiales que disponía para curar enfermedades que hoy, son curables y están controladas, pero que en aquel momento no. Asimismo, cómo se las ha ingeniado para fabricar un instrumental lo más parecido posible con el que contaba en la contemporaneidad
Pero, como bien indica la rivalidad entre Cameron y Mackintosh... otra de las cosas en las que se centra la novela es en el hecho de que, antes de juzgar, criticar o creer a pies juntillas una historia, la realidad es que conviene siempre conocer las dos versiones de la historia. Porque podríamos sorprendernos. Y para mal, porque en más de un caso, alguien puede haberla usado a su conveniencia para engañar a los demás. Si bien es cierto que, al final la verdad cae por su propio peso y siempre termina por salir a la luz. Por eso, como hace este par, no hay que dejar buscarla siempre.
También calificaría esta novela de autodescubrimiento y autoconocimiento por parte de Ivy, porque, sin ser muy consciente, las circunstancias de su crianza, y sobre todo, su padre que era escocés, han tenido un profundo impacto en ella. Tanto como para que se convirtiera en médica, pero también como para desarrollar su carácter altruista, generoso y sacrificado. Y sobre todo, para no perder nunca de vista sus raíces, porque, aunque ella se siente muy americana, Escocia, nunca ha dejado de formar parte de ella.
Una idea que, se queda para siempre en su corazón cuando conoce a Keith. No diría que hubo un flechazo, pero sí una atracción y curiosidad mutua el uno por el otro desde el primer momento. Aunque sobre todo, los destaco por su mensaje de paz en tiempos de guerra y cómo se alían por neceisdad a pesar de ser enemigos, en aras de un objetivo común como es el de romper la maldición. De ahí que, dejemos atrás a veces primeras impresiones porque pueden ser erróneas.
Amén de eso, se hace un homenaje bastante poderoso al amor, el cual es el sentimiento más poderoso que existe y contra el cual no se puede luchar. Ese sí que es un conflicto perdido de antemano. Porque, son miles de cosas las que los separan, pero no pueden evitar enamorarse. Incluso a pesar de que saben - sobre todo ella, que su amor tiene fecha de caducidad -. Aunque, también diré que es difícil no caer con todo el equipo en lo que a Keith Cameron se refiere, porque es un highlander de los pies a la cabeza. Y un hombre cabal, paciente, de palabra y consecuente con lo que dice. Y leal.
Así que, ¿cómo no enamorarse de él?
Y en su caso, es aún más evidente porque, en su viaje de autodescrubrimiento, se da cuenta de que había idealizado a la persona responsable de la maldición. Con el peligro que la idealización conlleva. Pero, en lugar de continuar en esa dinámica y espiral de dolor para con los Mckintosh, lo que decide es pedir perdón, asumir los errores e intentar que la paz llegue a todos.
Principalmente a las mujeres, a las que ha restablecido el honor perdido.
Pero, lo que más me ha gustado de su historia de amor es que, han demostrado de más y de sobra que la diferencia enriquece y no tiene por qué separar. Y que una buena comunicación y confianza serán siempre las bases para que una relación tenga futuro. O pasado, o presente.
De ahí que ambas favorecerán y mucho al hecho de ponerse el uno en el lugar del otro. Abriendo mentes y sensibilidades. Pero sobre todo, dando la opción al rechazo, pero solo tras conocerlo.
Así que, por eso, lo que ha quedado claro es que, conviene tener siempre sueños. Y que si luchamos por ellos, siempre se convertirán en realidad. Incluso en modo que no habíamos imaginado o sospechado. Porque así, seremos plenamente felices.
Por último, y no menos importante, al final la preciosa historia de amor entre Ivy y Keith lo que refleja es que, el hogar al final se halla donde encontramos a las personas que queremos y no porque se viva en ellos.
¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!
¡Nos leemos pronto!
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