Una alfa de armas tomar (los lobos de Dóen 6) de Cristina Pujadas.
¡Buenas tardes!
La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la autora, a quien agradezco el envío del ejemplar. Y sobre todo, la confianza depositada en mí para seguir sabiendo más de sus lobitos de Dóen.
Efectivamente, quizás os suene este encabezamiento y ese pueblo porque, hoy le toca el turno a Una alfa de armas tomar, el sexto volumen de la serie de los lobos de Dóen escrita por Cristina Pujadas.
Por todo ello, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de la novela y prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de la misma.
SINOPSIS
¿Estás preparada para un amor salvaje en el que el pasado puede convertirse en tu peor enemigo?
Daniel es uno de los betas de la manada de Pardines, aunque desciende de un linaje de alfas. Leal para con los suyos, contiene un instinto feroz, un tanto oscuro, ocultándose tras una máscara de indiferencia.
Ona es descendiente de un alfa, pero su madre es humana y siente que aún no ha encontrado un lugar en su manada. Nunca ha soñado con un «para siempre», pero no puede negar que su loba piensa diferente.
Él no puede perdonar que ella se acostara con su hermano.
Ella no está dispuesta a perder su libertad por un lobo arisco y altivo.
Ambos fingen no sentir nada, aunque el deseo les quema bajo la piel.
Cuando una cadena de peligrosos sucesos los empuja al límite, deberán elegir entre seguir huyendo o enfrentarse a la atracción que late entre ellos y a ese algo mucho más profundo que puede complicarlo todo porque, después de todo, ella es una alfa de armas tomar.
OPINIÓN
Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, he de decir una cosa. Y es que, si bien es una historia autoconclusiva, la realidad es que, en esta ocasión sí que conviene que leáis al menos los dos volúmenes precedentes a la misma, porque así os evitaréis spoilers, pero, principalmente entenderéis mucho mejor todos los arcos argumentales de los personajes así como el motivo por el cual están las cosas como están al principio de la situación.
En esta novela romántica vamos a conocer cómo Ona y Daniel asumen lo que sienten el uno por el otro. Lo cual, no será fácil. Aunque, en mi opinión, es también una novela de autodescubrimiento autoconocimiento para la protagonista, ya que dado todo lo que le sucede, queda aún más patente que, está en tierra de nadie y que no conviene vivir por siempre en ella. Pero, a su vez, que solo queriéndonos y aceptándonos a nosotros mismos, podremos querer bien a los demás. Misma ausencia de buena consideración que comparte con el lobo del que se enamora.
Lo cual, a su vez, explica que, si bien parece que son dos opuestos que se atraen, la realidad es que son más parecidos de lo que piensan. Basta solo con que dejen ruidos, rumores y acciones pasadas a un lado para darse cuenta de ese detalle. Y es que, ese es otro de los temas que aquí se desarrollan. El de las segundas oportunidades.
Porque, si bien es cierto que somos herederos de nuestro pasado y que este es muy importante para poder entender nuestro presente y a su vez, poder crear un nuevo y mejor futuro, la realidad es que una acción puntual no tiene por qué definirnos por y para siempre.
Más cuando hay verdadera y real voluntad para superarla y cambiar. Ya que, otra cosa no, pero el ser humano si por algo se caracteriza es por su evolución permanente. Aunque, también es cierto que, la situación que provoca esa "antipatía" inicial no es fácil de digerir o gestionar. Al menos, no lo sería en mi caso.
Además de toda esta premisa inicial, se incluyen también otra serie de temas importantes de ser desarrollados con más profundidad en líneas sucesivas, algunos de los cuales, al pertenecer a una serie, son repetidos.
Así, por ejemplo, se vuelven a poner de relieve las ventajas y desventajas de vivir en pequeños pueblos y comunidades. Donde el sentimiento de pertenencia es mucho más evidente y la ayuda es más rápida en caso de ayuda. Sin embargo, el respeto a la privacidad y la individualidad es mucho menor. Y por ese motivo, no todo el mundo es capaz de entenderlo ni de gestionarlo del todo bien. Amén de que, en más de una ocasión, es una creencia muy extendida que, los antiguos roles o posiciones familiares se heredan. Y por eso, no dudan en inmiscuirse en aras de que todo siga funcionando bien. Sin embargo, olvidan que las buenas intenciones en más de un caso están llenas de daño. Y que quien bien te quiere, lo hace libre. Así que quizás los hijos no quieren ocupar los roles de sus predecesores. O sí, pero no están preparados para hacerlo en el momento en que se le pide o exige. De ahí que tengamos que respetar los tiempos y sobre todo, recordar que cada persona tiene unos ritmos vitales diferentes, así que presionar y sobre todo, estandarizarlo nunca es sano, sino que tiene muchos rasgos de toxicidad.
Por eso, los más viejos del lugar han de aceptar su posición y no querer aferrarse al poder, el cual puede ser tan tóxico que, como bien representan ellos, es difícil de dejar ir. Y sobre todo, que comiencen a asumir que la veteranía es un grado, pero no la fuente de la sabiduría eterna. Por eso, conviene aprender a escuchar y respetar a los demás. En aras de que el mundo funcione mucho mejor. Amén de que también viene muy bien que aprendan a ser conscientes de que vivir anquilosados en el pasado tampoco es síntoma de nada bueno, porque cualquier tiempo pasado no fue mejor. Y que por eso, en más de una ocasión, la diferencia enriquece y seremos más ricos cuanto más diferentes de nosotros mismos sean quienes nos rodean. Y por eso, las hermanas Antony, bien fuertes y recién llegadas de Dóen, donde la cosa es bien diferente es justo lo que Pardines y sus habitantes masculinos necesitan.
Relacionado con esto además, también se ha puesto de relieve el machismo bien presente en nuestra sociedad contemporánea. Sea sobrenatural o no. Porque, aún existe una corriente que se resiste y mucho a ver a las mujeres fuera del ambiente doméstico y de crianza de los hijos. Y por eso, tenemos que esforzarnos el doble o el triple que nuestros colegas masculinos para demostrar nuestra igual validez. Sin embargo, en el momento en que somos necesarias y requeridas para extraer algún tipo de beneficio, la consideración para con nosotros cambia. Y ahí que somos apreciadas. Lo cual es bien triste. Y dice mucho de nosotros como sociedad.
Además del amor hacia un lugar hay más amores. Como puede ser el del amor entre los miembros de una familia, el cual puede ser sano y tóxico. Y en este amor también juega un papel muy importante el orden que se ocupa dentro de los hijos. Porque así el carácter protector o no de desarrolla mucho más. Y aquí, por supuesto, se demuestra una vez más que Ona y Daniel son más parecidos de lo que parecen, porque ambos quieren a sus hermanos, aunque esas mismas relaciones tienen luces, sombras y chocan a causa de sus diferentes puntos de vista. Y sin embargo, en caso o momento de necesidad, están ahí el uno por el otro.
Y al hilo del amor familiar, no puedo no hacer mención a papá Marc Antony, porque cada vez que aparece lo hace a lo grande y con un despliegue de medios a su altura como personaje. Grande.
Pero también hay lugar para el amor hacia la familia que se escoge, como son los amigos. Donde, nuevamente son más parecidos de lo que creen. Ya que ambos no cuentan con un grupo extenso de amigos. Y además, es a causa de estos amigos externos que se interrelacionan cuando, sus vidas se ligan irremediablemente.
Es aquí donde se nos permite saber más de personajes que han sido protagonistas en entregas anteriores, pero también se nos permite conocer algo más, e incluso redescubrir a otros. Como puede ser el caso de Matthew, quien en volúmenes precedentes me parecía un intensito pesado que no sabía aceptar la negativa, y aquí se me ha revelado como un buen amigo, atento, sabio y que sabe escuchar, amén de burlarse de lo que sucede a su alrededor al respecto del amor. E incluso, me ha dado pena porque es un romántico empedernido que no lo oculta. Y por eso, se ha redimido a mis ojos y quiero que tenga su propia historia de amor. Con bien de romanticismo, que es lo que él necesita.
Silas en cambio, aún no da muestras de cambio y él prefiere mantener relaciones sexuales, breves y puntuales sin detenerse en profundizar ni querer conocer a alguien. Y por eso, aún está por definir. De ahí que, si bien siento curiosidad hacia él, aún no es la suficiente como para saber más del que probablemente será el cazador cazado.
Pero además, el tema de la diferencia como elemento enriquecedor se vuelve a desarrollar con más intervenciones de Desirée quien, sin duda será un personaje protagónico de la serie y de la que está muy bien y me parece muy coherente que se la use como canal e hilo conductor para saber cómo es la vida dentro de una manada, así como los pasos y los ritos de iniciación que todos han de seguir.
O Luke, que ha introducido un nuevo tipo de lobo muy interesante en lo que a rol de la manada se refiere. Ya que al descender de los fenhir no es del todo bueno, ni del todo malo, sino que es de los prevén el futuro. Y por eso me ha gustado - en parte me ha recordado a mí - porque lo subestiman a causa de su juventud en todo a lo que comenta en lo que a vaticinios se refiere, cuando no suele fallar ni uno. Así que, me gustaría que tuviera más protagonismo de cara a un futuro.
Y por supuesto, también hay tiempo para el amor. Y es aquí donde nuevamente, ellos vuelven a parecer muy similares en ese sentido ya que, por circunstancias vitales varias ambos tienen un miedo atroz al sentimiento. Que en realidad no es otra cosa que una ausencia bastante grande de amor propio, inseguridad y falta de autoestima. Con lo cual, como he mencionado anteriormente, todos somos el amor de nuestras vidas, así que hemos de querernos bien a nosotros mismos antes de poder hacer lo mismo con los demás.
Pero, a su vez, no confundamos el amor con otros sentimientos que pueden ser similares porque, al no hablar claro, se pueden producir situaciones desagradables. Porque, tenemos que asumir que cada persona vive y entiende el amor de un modo diferente, y siempre que no sea tóxico, todos son igual de respetables. De ahí que no tengamos que tratar de imponer nuestro criterio, porque no tendremos razón. Ni tampoco obligar a nadie a que nos quiera como nosotros queremos que lo hagan, porque, nuevamente ahí habrá toxicidad.
Y por eso, aquí está en mi opinión muy bien introducida y de un modo muy coherente la crítica hacia la ausencia de sororidad en nuestra sociedad. Porque las mujeres continuamos considerándonos más enemigas que amigas cuando tendríamos que hacerlo a la inversa. Más si hay hombres de por medio. Solo así el mundo sería un lugar mejor.
Retomo el tema del amor porque, la realidad es que este par son, además de bastante cabezotas, bastante temerosos también del sentimiento. Y por eso, como buena parte de la sociedad actual, prefieren las relaciones sexuales en lugar de las sentimentales. Y ahí las menosprecian en cierto modo, ya que a base de repetir esos encuentros y momentos, se pueden generar una serie de sentimientos de un cariz bien diferentes. Amén de que al actuar así estamos cerrando la puerta a personas recién llegadas a nuestras vidas. Y nunca sabremos qué tan importante será su rol en el futuro.
Por eso, hay que hablar siempre. De todo y con todo el mundo porque la comunicación es la base previa a la confianza. Y ambas, son los pilares sobre los que se tiene que asentar cualquier tipo de relación. Al no hacerlo así, están descompensadas y es rara la ocasión en la que, por tanto, sobreviven y perduran en el tiempo.
Así que hay que cambiar el paradigma porque hablar y amar no son síntomas de debilidad, sino de fortaleza. De ahí que, si este par desde el principio hubiera manejado una buena comunicación y sobre todo, no hubiera decidido no asumir sus sentimientos, todo hubiera quedado resuelto mucho más rápidamente. Aunque no hubiéramos tenidos esos momentos de química y salseo indiscutible que me han dado la vida.
Ni tampoco hubieran derivado en un final con una tensión tal que, solo la rotundidad de un te quiero a secas ha podido cerrar como merece. Y como estos dos merecían. Al fin y al cabo, son de armas tomar.
Tengo mucha curiosidad al respecto del futuro de más de un personaje por estos lares. Más aún con estas revelaciones finales y sobre todo, siento aún más curiosidad por saber quiénes serán los siguientes protagonistas y sus respectivos de próximas y futuras entregas. Ya que si pensáis que los lobos de Dóen terminan aquí... estáis muy equivocados.
En mi caso creo que hay, al menos, para otras tres historias.
¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!
¡Nos leemos pronto!
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