Volver a verte de Louise Bay
¡Buenas tardes!
La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de un libro que leí hace tiempo y que ocupaba mis estanterías, a la espera de un hueco para poder ser leído. Su momento es ahora y por eso, no me voy a entretener mucho más y prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Volver a verte de Louise Bay.
SINOPSIS
Hace mucho que Joel Wentworth me dijo que me amaría hasta el fin de los tiempos, y sigo teniendo la esperanza de que fuera verdad.¿Cuánto se tarda en superar el primer amor? Mi mente sabe que ocho años deberían bastar, pero mi corazón no está de acuerdo.
Se supone que los chicos como Joel no se enamoran de chicas como yo, y en la universidad tuvo mujeres de sobra para elegir, pero de algún modo desafiamos las leyes de la naturaleza y nos enamoramos perdidamente.
Después de graduarse, Joel se fue a trabajar a Nueva York y me pidió que me marchara con él, pero mi vida estaba en Londres.
Lo dejamos, y mi corazón se rompió en mil pedazos.
Si llego a saber que iba a seguir amándolo de esta manera, le habría dicho que sí hace años y habría sido mío todo este tiempo.
No lo he visto ni he hablado con él desde que se fue, pero ahora está a punto de mudarse a Londres y debo superar lo que siento por él antes de que llegue.
Pero ¿cómo olvidar a alguien de quien tengo tantos recuerdos?
OPINIÓN
He de admitir que hacía un tiempo en que no volvía a leer la pluma de la autora, pero, cuando vi esos apellidos en la sinopsis, supe que había llegado el momento de ese retorno.
¿Por qué? Por si estáis fuera de onda, os lo recordaré. Son los mismos que los protagonistas de Persuasión de Jane Austen, la cual sin duda es mi obra preferida de ella. Así que, al descubrir que se trataba de un retelling, con todas las dudas y resquemores de mi corazón... decidí darle una oportunidad.
Y, una vez concluido, he de decir que no es una mala adaptación, aunque también he de admitir que he encontrado algunos aspectos a los que sacar un enorme pero. Aunque, prefiero dejarlos para el final.
En esta historia conoceremos la historia de Ava y de Joel y sobre todo, de cómo se enamoran. O mejor dicho, de cómo se reenamoran.Y además de esta premisa, también se juega con la idea del tremendo impacto que tienen los primeros amores en nuestras vidas.
Como en la original, se reencuentran ocho años después tras una ruptura limpia y "de mutuo acuerdo" en unas circunstancias un tanto particulares y sobre todo, tremendamente difíciles para ambos. Porque, es definitivamente un brete. Y así, ¿qué dedo me corto que no me duele?
Ambos se conocen mientras que estudian en la universidad, aunque no están en los mismos círculos porque, mientras que él es un triunfador nato; rico, jugador de hockey y tremendamente popular aén de bastante atractivo físico estudiante de económicas, ella mientras tanto es un ratón de biblioteca que estudia derecho y que, está más concentrada en el intelecto que en llamar la atención por la belleza o por un físico espectacular; si bien en este sentido, la realidad es que tanto las amigas como los padres son quienes, en cierto modo, han instaurado esa idea de que no es suficiente y por eso, sin ser muy consciente de ello, han contribuido a agrandar su, ya de por sí, baja autoestima.
Y es aquí donde aparece la similitud con la novela real, puesto que la han persuadido a ella de no ser nunca lo suficiente para un hombre como Joel, quien necesita, aparentemente una mujer fuerte, con poder y un carisma, al menos, parecido al que ya de por sí goza él.
En este sentido, he de decir que me han gustado dos cosas: en primer lugar que, ella no le ponga las cosas fáciles y, aunque se muera por él como buena parte del resto de las féminas del campus, no se lo demuestre con tanta claridad. Y sobre todo, que este amor primero nazca del interés por los estudios y la admiración por la inteligencia el uno del otro. Porque oye, la inteligencia también puede ser sexy. Así que ahí estupendo.
Y además de eso, por increíble que pueda parecer, se juega con ideas contrapuestas: la primera es que los opuestos se atraen y sobre todo, que la diferencia enriquece y no tiene por qué separar. Por eso, seremos más ricos cuanto más diferentes de nosotros mismos sean las personas que estén a nuestro alrededor, ya que así se nos abrirán los ojos hacia nuevas realidades y puntos de vista o situaciones que, hasta ese momentos nos habían pasado desapercibidos. Justo lo que pasa entre este par, pero también entre el grupo de amigos de Ava, los cuales son bastante diferentes entre sí, pero ahí están todos a una. Demostrando a su vez que, no hay ritmos vitales en la vida de cada uno y por eso, no hay que compararse con nadie, porque las comparaciones siempre son odiosas. Y que, si se quiere y hay interés, siempre se buscará un hueco para quedar o mostrar disponibilidad para los demás. Eso sí, tampoco debemos olvidarnos de nosotros mismos, que hemos de ser siempre nuestra prioridad, algo en lo que Ava al igual que Anne suele incurrir bastante.
Y además, con esta premisa también, queda demostrado que, aquellas parejas en las que además de ser amigos, se es amantes son las mejores. Pero que, al mismo tiempo, el paso a dar ese paso más allá provoca mucho más miedo, porque en el caso de que no salga bien, la pérdida sería doble y no solo afectaría a los implicados directos, sino a los indirectos también. Por eso también entiendo a Ava, y al hecho de que prefiera guardarse algo tan precioso para ella, para disfrutarlo por entero. Más, a sabiendas del autosabotaje del que, de manera inconsciente se está sometiendo.
Sí que he de decir que, en lo que a dinámica de amigos, el personaje de Adam me ha resultado cansino. Sí, es el típico amigo gracioso y tremendamente cansino que se cree el rey del humor pero que las bromas que hace en ocasiones no hacen ni pizca de gracia. Así que hubiera estado bien que alguien le parase los pies de manera mucho más seria.
Junto a ello, también me ha gustado la especial y estrecha relación entre Ava y Jules porque, hacen un alegato maravilloso a favor de la sororidad y a que las mujeres, si nos apoyásemos más entre nosotras, el mundo sería un lugar mejor. Pero además, Jules sigue representando cómo una mujer con libertad y una vida sexual plena provoca miedo y de ahí que la gente, principalmente mujeres - recordando el impacto del machismo en nuestra sociedad - se sientan a disgusto con ella.
Un aspecto que sí que me ha parecido muy bien conseguido y un buen homenaje a la protagonista original es el tremendo mundo interior de dudas e inseguridades que posee Ava. Demostrando así que las apariencias engañan y por eso, en más de un caso quienes parecen más fuertes y seguros de sí mismos, en realidad tienden a ser bastante inseguros y dubitativos de sí mismos. Principalmente porque todos cargamos con unos demonios que no solemos compartir con los demás, porque tenemos miedo de la comunicación y sobre todo, del juicio externo. Y por eso, en lugar de hablar, Ava prefiere el mutismo público mientras un mar de dudas surca por su mente. Y ahí está el error porque si no hablamos no podremos hacer frente al problema y además, solo si nos queremos bien a nosotros mismos, podremos querer bien a los demás.
Mientras que Joel, si bien me sorprende ese carisma, la realidad es que también sirve para ejemplificar que, la verdadera riqueza de la vida se encuentra en las pequeñas cosas de la vida, las cuales tienden a tener valor inmaterial. Y por eso, aunque ha triunfado en lo que a negocios se refiere y ha salido con numerosas mujeres, algunas de las cuales han sido bellísimas... la realidad es que le falta algo. Porque también se ha visto afectado por ese primer amor vivido. Haciendo ver por tanto, que esa herida que en apariencia quedó cerrada, aún no está cicatrizada.
Por eso, la tremenda necesidad de cerrar capítulos en nuestras vidas, porque si no se enquistan y no podremos avanzar. E incluso, podremos confundir amor con sentimientos parecidos, y de ahí que, a pesar de no ser nuestra intención el causar daño o mal alguno, terminamos por hacerlo. Como así pasa con Will.
Y para ello, hay que hablar. De todo y con todo el mundo. Y también de aquellos temas que nos parezcan más escabrosos y/o dolorosos. Porque comunicación y confianza son las bases en las que se asientan cualquier relación. Y cuando una de las dos falla o flojea, las bases comienzan a convertirse en barro hasta derrumbarse por completo.
Para concluir, otro mensaje que nos deja esta novela es el de que no podemos renegar del amor, el cual es muy inteligente y por eso, hallará siempre su lugar y su momento en nuestras vidas. Un sentimiento que evoluciona como lo hace del ser humano. Y por eso, sí que conviene dar y conceder segundas oportunidades en la vida. Pero no solo al mismo, porque cuando es sano, sacará siempre la mejor versión de uno mismo. Sino también a la vida, y sobre todo, a nosotros mismos. Porque un error no tiene por qué definir o condicionar nuestras vidas, por muy grave que sea, más si hay voluntad real de cambio por parte de los implicados.
Por último, como indiqué al principio, hay un par de cosas que cambiaría de esta novela porque así sería mucho más redonda en mi opinión.
- La primera, creo que, además de cara al final, hubiera estado bastante bien el punto de vista narrativo de Joel. Principalmente en aquellos momentos importantes de la historia.
- Y en segundo lugar, creo que hay numerosas escenas de sexo que sobraban y que no aportaban nada a la historia. Entiendo que la autora quiera demostrar esa fogosidad tan típica de los amores juveniles y universitarios. Y además, también entendería que lo haya incluido para enfatizar que las relaciones sexuales son muy importantes dentro de una relación romántica porque pueden dar pie a sentimientos de otro tipo. Sin embargo, no me opongo a que se incluyan... siempre que tengan sentido dentro de la historia. Y aquí en más de una ocasión me han parecido más un hueco o relleno de páginas que algo que realmente tuviera sentido entre este par.
Quitando estos dos aspectos, he disfrutado de su lectura.
¡Nos leemos pronto!
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