Entrevista a... Antonella Grandinetti

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a una de las dinámicas que llevo a cabo de manera semanal en mi perfil de Instagram y en mi blog.

Efectivamente, se trata de dar a conocer a aquellos autores que han colaborado conmigo o me han elegido como sus cero.

La autora de este caso, pertenece al primer grupo y por eso, quiero agradecerle la confianza depositada en mí. Pero además, ese mismo hecho provoca que, como no es la primera publicación similar a esta que os comparto por aquí, no me voy a entretener mucho más y vamos a conocerla desde el punto de vista personal y profesional.

Así pues, ¿quién es Antonella Grandinetti?

BIOGRAFÍA

Nació en Buenos Aires, Argentina, en 1984. Estudió Relaciones

Públicas y Publicidad y, tras finalizar sus estudios, se trasladó a Europa con su pareja. Ha vivido en Alemania, España y Francia, y actualmente reside en Suiza, donde escribe rodeada de libros, montañas y sus tres hijos (que, a veces, le permiten acabar una escena sin interrupciones).

Desde muy joven sintió fascinación por los personajes grises, las emociones intensas y las historias que no se conforman con la superficie. Autopublicó libros infantiles y novelas juveniles antes de lanzarse de lleno a la fantasía romántica adulta, el lugar donde por fin pudo escribir con toda la piel, el alma y la oscuridad que siempre la habían acompañado.

«Lux Mortem: La llama no escrita» es su novela más visceral: un viaje entre la piel y la herida, el deseo y el linaje, el poder y la memoria. Una historia escrita para mujeres que no temen mirar de frente sus grietas… ni el fuego que las habita.

Una vez la hemos conocido desde el punto de vista personal, es ahora el turno de hacerlo desde el profesional, mediante las respuestas proporcionadas a las preguntas previamente enviadas a través de un correo electrónico. 

1. ¿Desde cuándo escribes?

No recuerdo el momento exacto en que empecé a escribir, pero calculo que tendría unos doce o trece años. Me veo sentada en la cama, al lado de mi padre, mientras mi madre trasteaba en la cocina, con un cuaderno grande entre las manos, escribiendo cuentos.

Siempre fui lectora voraz. Al ser hija única, los libros fueron mi refugio y mi compañía.

Cuando íbamos a reuniones de familia o con amigos de mis padres, yo era la más pequeña, nadie quería jugar conmigo… así que leía. Y de tanto leer, empecé a escribir: otra forma de perderme en mundos donde todo era posible.

Creo que fue Jo March, de Mujercitas (un libro que releí al menos diez veces) quien encendió esa chispa. En la secundaria tuve una profesora de literatura (¡gracias Macca!) que me dijo que nunca dejara que nadie me quitara esa pasión. Más allá de publicar, de tener éxito o de las críticas, me enseñó que escribir es un acto íntimo y vital.

Desde entonces, escribir ha sido una forma de traducir lo que siento, de entenderme.

Publicar vino después. Pero la necesidad de contar historias… esa siempre ha estado conmigo.

2. ¿Tienes alguna manía a la hora de escribir?

Me gusta escribir cuando todos duermen. A veces es de noche; otras, muy temprano por la mañana. Hay ideas que no me dejan dormir, y me despierto con cosquillas en los dedos.

Necesito silencio para que hablen mis personajes, quizá porque suelo leer en voz alta lo que escribo. Me gusta escuchar cómo suenan las frases, cómo respiran.

3. ¿Cuántas horas escribes al día?

¿Si confieso que no escribo todos los días queda mal?

Escribo en vomitonas. Puedo estar ocho horas seguidas escribiendo y olvidarme del mundo… o pasar varios días dándole vueltas a una escena sin escribir una sola línea.

Al principio, me cuesta sentarme. Es cuando más pienso y menos escribo. Pero una vez que tengo el primer borrador, todo se encadena. Y ni hablemos cuando llega la edición: ahí no puedo parar.

4. ¿Cuánto tiempo tardas en terminar una novela?

Un primer borrador puede salir en un mes, pero eso no significa que esté listo. Al releer siempre encuentro cosas que necesitan más profundidad o, simplemente, no funcionan.

Lux Mortem estuvo en mi cabeza un par de años antes de ver la luz. También influye que no me dedico exclusivamente a escribir: soy autora amateur, y como muchas, tengo que trabajar para pagar las cuentas.

Además, el primer libro de una saga siempre es el más difícil (y el más imperfecto), porque todavía estás descubriendo el mundo y a los personajes. Creo que la segunda parte será más rápida porque ya sé hacia dónde va todo.

En total, el proceso completo puede llevar unos ocho o diez meses… aunque depende de cuánto tiempo pueda dedicarle en el día a día. Me gusta cuidar los detalles: el worldbuilding, las emociones, las relaciones. Para mí, cada gesto y cada palabra importan.

5. ¿Existe algún género que te negarías a escribir?

El terror. Lo admiro, pero no sirvo para escribirlo.

Me gusta sentir cosas intensas, sí, pero no miedo. Me interesa explorar emociones complejas, desde otro lugar: la atracción, el deseo, la pérdida, la redención. Si un libro no me remueve desde ahí, me cuesta conectar. Así que no, definitivamente no nací para el terror.

6. ¿De dónde tomas la inspiración para tus novelas?

De todas partes: canciones, imágenes, sueños, frases escuchadas al pasar… Pero sobre todo, de lo que me obsesiona emocionalmente.

Soy lectora compulsiva y mujer de más de cuarenta. Muchas veces me topo con novelas buenísimas pero con protagonistas demasiado jóvenes, y no puedo evitar preguntarme: ¿acaso no hay historias que contar después de los treinta?

Así que tomo cosas de mis amigas, de la vida misma, y de lo que yo querría leer.

Escribo desde las heridas y desde el deseo. Mis historias no nacen solo de ideas, sino de preguntas sin respuesta. Los mundos mágicos son el escenario: lo importante para mí es lo que late debajo.

7. ¿Cuál de tus personajes femeninos se parece más a ti? ¿Y masculino?

¡Ay, me encanta esta pregunta!

Hace años escribí Secretos en el aire, una novela juvenil para mi sobrina, con una protagonista muy parecida a mí en la adolescencia.

Pero si hablamos de la Antonella adulta, diría que Serenya tiene mucho de mí: esa mezcla de intuición, necesidad de reencontrarse después de lo vivido, y la manera de amar con todo el alma y decidir cómo quiere vivir su vida.

Y de los personajes masculinos… probablemente Ezryn. Soy sumamente irónica, y él tiene ese equilibrio entre carisma y sarcasmo que me resulta muy familiar, aunque soy mucho menos cautivadora que él.

8. ¿Cuántos libros has escrito? ¿Dónde se pueden comprar?

He escrito varios cuentos infantiles (pensados para mis hijos), entre ellos uno sobre la muerte del abuelo para tratar el duelo infantil. También dos novelas juveniles, y mi primera incursión en el romantasy adulto: Lux Mortem: La llama no escrita.

Todos están disponibles en Amazon y también en Kindle Unlimited.

9. ¿Por qué deberían leer tus libros?

Porque si te gustan los romances intensos, los personajes que te hacen sentir mariposas y dolor al mismo tiempo, los mundos oscuros llenos de alma… mis historias son para ti.

Lux Mortem es mi única novela adulta por ahora, y tiene todo lo que me gusta encontrar como lectora: lirismo, tensión emocional, sensualidad elegante, personajes rotos, pero fuertes, y spicy (siempre con sentido, nunca spicy solamente por el spicy en sí, sin escenas de sexo que construyen relaciones… o las destruyen).

Escribo para mujeres que no quieren que las salven, sino que buscan sentirlo todo. Amor, deseo, fuego y vértigo. Todo, en una sola frase.

10. ¿Tienes algún proyecto en mente?

Sí. Estoy trabajando en la segunda parte de Lux Mortem, que será más intensa en todos los sentidos: más revelaciones, más traiciones, más escenas que te dejarán sin aliento.

Tengo toda la historia en la cabeza. Solo me falta sentarme a plasmarla. Estoy aprendiendo mucho de las reseñas que recibo, y quiero que esta segunda parte sea superior a la primera, sin perder mi forma de transmitir.

11. ¿Algún consejo para quien quiera autopublicar?

No corras. Escribe la historia que te quema por dentro, pero tomate el tiempo de revisarla con ojos críticos. Rodéate de lectores cero sinceros, de editores profesionales, de personas que amen tu historia tanto como tú.

Y, sobre todo, usa tu propia voz. No escribas lo que piensas que se espera. A todos nos gustaría crear una obra maestra que guste a todos, pero cada libro tiene su público. Ten presente que es normal y está bien que tu historia no guste a todos.

Decide a quién quieres hablarle (no importa si son millones o solo un puñado) y dedícate a eso. El mundo ya tiene suficientes copias.

Hasta aquí el conocerla también desde el punto de vista profesional también, pero si os habéis quedado con ganas de más o de saber de sus obras, os comparto aquí los links de su perfil en Instagram y de su página de autor en Amazon. 

- Link perfil de Instagram AQUÍ 

- Página de autor en Amazon AQUÍ 

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

¡Muchas gracias por tu tiempo y tu sinceridad en las respuestas!

¡Nos leemos pronto!