La chispa adecuada de Noemí Quesada
¡Buenas tardes!
SINOPSIS
¿Y si la mejor historia de tu vida empezara con un sí impulsivo?Emma siempre pensó que tenía la vida perfecta. Trabaja como guía en el Museo del Prado, rodeada de arte y belleza. Pero últimamente, esa rutina que tanto amaba empieza a pesarle demasiado.
Alex, en cambio, no sabe de rutinas. Vive por y para el mar, persiguiendo olas, con la libertad tatuada en la piel y la sonrisa de quien no planea nada… pero lo vive todo.
Sus caminos se cruzan en Roma.
Un encuentro fugaz.
Una chispa imposible de ignorar.
Y una decisión loca: volar juntos a Indonesia.
Lo que empieza como una aventura sin futuro se convierte en un viaje de descubrimiento, emociones inesperadas y preguntas que ya no se pueden silenciar.
¿Y si volver a tu vida de siempre da más miedo que lanzarte a lo desconocido?
¿Y si, esta vez, huir fuera la forma más valiente de encontrarte?
«Una guía del Museo del Prado. Un surfista libre. Un viaje inesperado. Un amor que no estaba en sus planes»
OPINIÓN
Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha he de decir que, esta no es una novedad como tal, sino que es una reedición ampliada de una novela ya publicada con anterioridad. Así que sois asiduos a la pluma de la autora, quizás que os suene.
En esta novela en cambio, vamos a conocer la historia de cómo Emma y Álex se enamoran y sobre todo, de cómo, aunque parece que es el lugar o el momento menos adecuados, la realidad es que no se puede plantar cara al amor. Pero, además de eso, en mi caso, también considero que se trata en realidad de una novela en la que se narra el viaje de autoconocimiento y autodescubrimiento de Emma, demostrando a su vez varias cosas.
En primer lugar, que el ser humano es constante evolución y que cambio no tiene por qué significar o ser sinónimo de malo.
Y en segundo lugar, que nunca es demasiado tarde o demasiado pronto para emprender ese viaje. Pero además, queda demostrado que, a pesar de lo difícil o turbulenta que pueda resultarnos la travesía, la realidad es que, siempre saldremos beneficiados y fortalecidos. Porque la recompensa que nos espera al final de ese camino no tiene valor material al tratarse de la felicidad. Y esa es incalculable.
Una Emma con la que he decir que me he sentido muy identificada porque, el arte es una de las cosas que más me gusta en el mundo. Y además, como curiosidad he de decir que, yo también estuve a punto de trabajar en el museo del Prado, porque cuando sacaron la convocatoria de los exámenes, me presenté, los realicé, los aprobé... pero con una nota no especialmente alta. Y por eso, continúo en la lista, aunque sé de más y de sobra que jamás sentiré la llamada artística.
La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la autora, a quien agradezco no solo la confianza en mí, sino que haya repetido y continúe estando interesada en que le dé feedback novela tras novela.
Por todo ello, no me voy a entretener mucho más en esta parte introductoria de la novela y prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de La chispa adecuada de Noemí Quesada.
SINOPSIS
¿Y si la mejor historia de tu vida empezara con un sí impulsivo?Emma siempre pensó que tenía la vida perfecta. Trabaja como guía en el Museo del Prado, rodeada de arte y belleza. Pero últimamente, esa rutina que tanto amaba empieza a pesarle demasiado.
Alex, en cambio, no sabe de rutinas. Vive por y para el mar, persiguiendo olas, con la libertad tatuada en la piel y la sonrisa de quien no planea nada… pero lo vive todo.
Sus caminos se cruzan en Roma.
Un encuentro fugaz.
Una chispa imposible de ignorar.
Y una decisión loca: volar juntos a Indonesia.
Lo que empieza como una aventura sin futuro se convierte en un viaje de descubrimiento, emociones inesperadas y preguntas que ya no se pueden silenciar.
¿Y si volver a tu vida de siempre da más miedo que lanzarte a lo desconocido?
¿Y si, esta vez, huir fuera la forma más valiente de encontrarte?
«Una guía del Museo del Prado. Un surfista libre. Un viaje inesperado. Un amor que no estaba en sus planes»
OPINIÓN
Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha he de decir que, esta no es una novedad como tal, sino que es una reedición ampliada de una novela ya publicada con anterioridad. Así que sois asiduos a la pluma de la autora, quizás que os suene.
En esta novela en cambio, vamos a conocer la historia de cómo Emma y Álex se enamoran y sobre todo, de cómo, aunque parece que es el lugar o el momento menos adecuados, la realidad es que no se puede plantar cara al amor. Pero, además de eso, en mi caso, también considero que se trata en realidad de una novela en la que se narra el viaje de autoconocimiento y autodescubrimiento de Emma, demostrando a su vez varias cosas.
En primer lugar, que el ser humano es constante evolución y que cambio no tiene por qué significar o ser sinónimo de malo.
Y en segundo lugar, que nunca es demasiado tarde o demasiado pronto para emprender ese viaje. Pero además, queda demostrado que, a pesar de lo difícil o turbulenta que pueda resultarnos la travesía, la realidad es que, siempre saldremos beneficiados y fortalecidos. Porque la recompensa que nos espera al final de ese camino no tiene valor material al tratarse de la felicidad. Y esa es incalculable.
Una Emma con la que he decir que me he sentido muy identificada porque, el arte es una de las cosas que más me gusta en el mundo. Y además, como curiosidad he de decir que, yo también estuve a punto de trabajar en el museo del Prado, porque cuando sacaron la convocatoria de los exámenes, me presenté, los realicé, los aprobé... pero con una nota no especialmente alta. Y por eso, continúo en la lista, aunque sé de más y de sobra que jamás sentiré la llamada artística.
En lo del mar en cambio, no somos tan coincidentes porque, si bien a mí me gusta porque no vivo cerca del mismo. Para mí este es desconexión y vacaciones. Nada más. No estoy muy interesada en la bilogía marina, he de decir.
Sin embargo, su dualidad me ha gustado mucho porque así rompe estereotipos ante el clásico enfrentamiento entre letras y ciencias. Cuando no debería de existir. Porque a una persona pueden gustarle muchas cosas de tipología muy diferentes y eso no le resta, sino que le suma al convertirla en alguien muy interesante. Y por eso, considero que esa obligación a elegir o a separar una de las otras desde tan temprano en nuestras vidas, no beneficia, sino que es perjudicial.
Más que nada porque tampoco hay un período de tiempo extenso para pensarlo con detenimiento. Y por eso, como toda acción tiene su consecuencia, la realidad es que, algo que puede gustarnos o apasionarnos inicialmente, puede variar con el tiempo. Más al chocarse de frente con la dura y difícil realidad que es trabajar de cara al público.
Por todo ello, al final, Emma no vive, sino que sobrevive. Y esa tristeza, sin que ella sea muy consciente del todo, cada día la consume más.
A su vez, ella también está bastante influenciada por las circunstancias en las que le ha tocado vivir. Y por eso, como no tiene muy buena relación con su madre, está carente de ese sentimiento y de ella, considero que también ha heredado su miedo al amor. Como buena parte de la población contemporánea, a la que se le critica por este motivo.
Porque, en más de un caso, se ha sacrificado esa felicidad y la idea de la misma en aras de la seguridad y el poder o reconocimiento que podría aportar una buena posición económica y estable. Tomando a quienes no viven como tal como unos ingenuos o locos incomprendidos. Cuando en realidad, son más bien unos valientes que se han percatado del hecho que la vida se vive por momentos a coleccionar. Y sobre todo, que la verdadera riqueza de nuestras vidas no tiene valor material, sino inmaterial.
Y en ese grupo puede entrar el amor que se tiene hacia la familia que se elige, como pueden ser los amigos. Y es aquí donde entran en escena Cam y Carol. Bien diferentes entre sí, demostrando que la diferencia enriquece y que no tiene por qué separar. Y que por eso, cuanto más diversos de nosotros mismos sean quienes están a nuestro alrededor, más ricos seremos. Y a su vez, que no existe un único modo o manera de vivir la vida, porque todos están en puntos muy diferentes entre sí, aunque se parecen más de lo que creen entre sí porque en cierto modo, están estancados.
Ellos son también quienes introducen nuevos e interesantes temas a desarrollar en la novela. Y que tienen que ver con el sentimiento romántico, el cual tampoco tiene un modo único para ser entendido. Se adapta a las circunstancias y a la persona. Pero, si es sano, que esa ha de ser la clave y la característica más importante.
Lo que no hay que hacer de ninguna de las maneras es permitir que nadie nos niegue nuestro lugar, como por ejemplo experimenta Cam en sus carnes. Porque, lo que más me ha gustado de su subtrama es el hecho de cómo sigue poniendo de relieve que existen personas que consideran que amar a alguien del mismo sexo no está bien. Y que por eso, se avergüenzan o tratan de ocultarlo. Cuando ha de ser justo lo contrario, jamás hay que sentir vergüenza o reparo de estar enamorado. Al contrario, hay que mostrarse felices y orgulloso de nuestra parejas.
Sin embargo, su dualidad me ha gustado mucho porque así rompe estereotipos ante el clásico enfrentamiento entre letras y ciencias. Cuando no debería de existir. Porque a una persona pueden gustarle muchas cosas de tipología muy diferentes y eso no le resta, sino que le suma al convertirla en alguien muy interesante. Y por eso, considero que esa obligación a elegir o a separar una de las otras desde tan temprano en nuestras vidas, no beneficia, sino que es perjudicial.
Más que nada porque tampoco hay un período de tiempo extenso para pensarlo con detenimiento. Y por eso, como toda acción tiene su consecuencia, la realidad es que, algo que puede gustarnos o apasionarnos inicialmente, puede variar con el tiempo. Más al chocarse de frente con la dura y difícil realidad que es trabajar de cara al público.
Por todo ello, al final, Emma no vive, sino que sobrevive. Y esa tristeza, sin que ella sea muy consciente del todo, cada día la consume más.
A su vez, ella también está bastante influenciada por las circunstancias en las que le ha tocado vivir. Y por eso, como no tiene muy buena relación con su madre, está carente de ese sentimiento y de ella, considero que también ha heredado su miedo al amor. Como buena parte de la población contemporánea, a la que se le critica por este motivo.
Porque, en más de un caso, se ha sacrificado esa felicidad y la idea de la misma en aras de la seguridad y el poder o reconocimiento que podría aportar una buena posición económica y estable. Tomando a quienes no viven como tal como unos ingenuos o locos incomprendidos. Cuando en realidad, son más bien unos valientes que se han percatado del hecho que la vida se vive por momentos a coleccionar. Y sobre todo, que la verdadera riqueza de nuestras vidas no tiene valor material, sino inmaterial.
Y en ese grupo puede entrar el amor que se tiene hacia la familia que se elige, como pueden ser los amigos. Y es aquí donde entran en escena Cam y Carol. Bien diferentes entre sí, demostrando que la diferencia enriquece y que no tiene por qué separar. Y que por eso, cuanto más diversos de nosotros mismos sean quienes están a nuestro alrededor, más ricos seremos. Y a su vez, que no existe un único modo o manera de vivir la vida, porque todos están en puntos muy diferentes entre sí, aunque se parecen más de lo que creen entre sí porque en cierto modo, están estancados.
Ellos son también quienes introducen nuevos e interesantes temas a desarrollar en la novela. Y que tienen que ver con el sentimiento romántico, el cual tampoco tiene un modo único para ser entendido. Se adapta a las circunstancias y a la persona. Pero, si es sano, que esa ha de ser la clave y la característica más importante.
Lo que no hay que hacer de ninguna de las maneras es permitir que nadie nos niegue nuestro lugar, como por ejemplo experimenta Cam en sus carnes. Porque, lo que más me ha gustado de su subtrama es el hecho de cómo sigue poniendo de relieve que existen personas que consideran que amar a alguien del mismo sexo no está bien. Y que por eso, se avergüenzan o tratan de ocultarlo. Cuando ha de ser justo lo contrario, jamás hay que sentir vergüenza o reparo de estar enamorado. Al contrario, hay que mostrarse felices y orgulloso de nuestra parejas.
Si eso no sucede así, tenemos que poner distancia de por medio, porque eso es toxicidad... antes que esa inseguridad termine por devorarnos a nosotros también. Principalmente porque, antes de querer bien a los demás, tenemos que querernos bien a nosotros mismos.
Pero Carol, a su vez, pone de relieve el daño que puede hacer el tiempo y la rutina a una relación. Porque, cuando esta suele hacer acto de presencia, cada vez ocupa más espacio en nuestras vidas e incluso también provoca que desaparezca en interés por la otra persona y que las mariposillas ya no revoloteen cada vez que estamos cerca de quienes se supone estamos enamorados. Y eso, es un síntoma inequívoco de que el amor ha cambiado.
Por eso, no conviene prolongarlo porque así, aunque nuestras intenciones sean buenas, la realidad es que estamos haciendo daño al otro, el cual sí que puede continuar teniendo restos de sentimiento amoroso por nosotros. Y por eso, no podemos obligar a nadie a que nos quiera que nosotros queramos que lo hagan. Porque, a veces saber poner punto y final y alejarse del otro, es síntoma de buen amor.
Digo lo del viaje metafórico y literal en su caso, porque al incluir un viaje que los tres hicieron a Roma, ahí se produce todo. Recordando así que hay que volver a los lugares adonde fuimos felices, porque nuestras circunstancias y recuerdos allí creados nunca serán los mismos. Y porque también la vida nos sorprende... y nos lleva a conocernos a personas que jamás hubiéramos imaginado cuán importante pudieran ser en nuestras vidas.
Como Álex, quien sin ser amante del cliché insta love, sí que me ha gustado el modo en que siempre la ha visto desde el principio, más allá de su fachada. Amén de que siente esa chispa inicial hacia Emma desde el principio. Dándole aún más sentido al título. Y por eso, se da cuenta de la importancia que tiene la salud mental en nuestras vidas. De ahí que detecte desde el principio que necesita alejarse y tener unas vacaciones del mundo. Donde se conozca y se reubique... antes de que sea demasiado tarde.
Junto a ello, el modo en que vive, viaja y su profesión e interés en el sur es que, se deja llevar. No se preocupa y acepta lo que la vida le va presentando, para adaptarse a las circunstancias, sean o no sorprendentes. Y por eso, aunque parece despreocupado y un poco caótico, la realidad es que también hay orden dentro de ese modo de vida. Amén de que también le da una cura de humildad necesaria a la pobre Emma, que lo necesitaba.
Son él y Kuya quienes convierten el viaje "sin pensar" a Indonesia en una experiencia del todo inolvidable y que le cambia la vida. Principalmente porque le abre los ojos hacia otras realidades que desconocía y sobre todo, al agitarle su escala de valores y férreas convicciones, provoca que vuelva a refugiarse en el miedo amparada en la seguridad y el confort de su vida cotidiana antes del mismo.
Y son los dos quienes demuestran y confirman que, contra el amor no se puede luchar. Porque aparece dónde, cuándo y con quién menos lo esperamos. Esa sí que será una batalla perdida de antemano, porque, cuanto más tratemos de oponernos, la caída de la venda de los ojos será más estruendosa.
Y que los polos opuestos se atraen, sí. Porque las relaciones sexuales son muy importantes sí, pero pueden derivar en algo de un cariz bien diferente. Pero que ese interés más o menos inicial, si no hay compromiso idéntico por ambas partes, puede perderse y acabarse.
Pero, para concluir, al final lo que este par también demuestra es que al final tenemos que rodearnos de aquellas personas que siempre saquen la mejor versión de nosotros mismos. O dicho de otro modo, aquellas que nos devuelvan la chispa a nuestras vidas. Incluyendo ahí el hecho de que sepamos distinguir que la fortaleza no tiene por qué ir asociada a un físico imponente, sino que la mental es, al final, la que cuenta.
Por eso, la última cosa que conviene que tengamos en cuenta es que sí, todas las decisiones hay que tomarse con calma y cautela, sabiendo escuchar y ver los pros y los contra. Aunque también, de cuando en cuando conviene dejar los estímulos atrás, ser egoístas y ponernos en primer lugar a nosotros mismos y saber que en ocasiones, conviene más no quedarse con la espinita clavada y preguntarse qué hubiera pasado si... en lugar de vivir con el arrepentimiento continuo y el runrún de no haberlo hecho.
Una novela breve y chispeante, para concluir, que a mí personalmente me ha gustado muchísimo.
¡Muchas gracias por el envío del ejemplar!
¡Nos leemos pronto!
Pero Carol, a su vez, pone de relieve el daño que puede hacer el tiempo y la rutina a una relación. Porque, cuando esta suele hacer acto de presencia, cada vez ocupa más espacio en nuestras vidas e incluso también provoca que desaparezca en interés por la otra persona y que las mariposillas ya no revoloteen cada vez que estamos cerca de quienes se supone estamos enamorados. Y eso, es un síntoma inequívoco de que el amor ha cambiado.
Por eso, no conviene prolongarlo porque así, aunque nuestras intenciones sean buenas, la realidad es que estamos haciendo daño al otro, el cual sí que puede continuar teniendo restos de sentimiento amoroso por nosotros. Y por eso, no podemos obligar a nadie a que nos quiera que nosotros queramos que lo hagan. Porque, a veces saber poner punto y final y alejarse del otro, es síntoma de buen amor.
Digo lo del viaje metafórico y literal en su caso, porque al incluir un viaje que los tres hicieron a Roma, ahí se produce todo. Recordando así que hay que volver a los lugares adonde fuimos felices, porque nuestras circunstancias y recuerdos allí creados nunca serán los mismos. Y porque también la vida nos sorprende... y nos lleva a conocernos a personas que jamás hubiéramos imaginado cuán importante pudieran ser en nuestras vidas.
Como Álex, quien sin ser amante del cliché insta love, sí que me ha gustado el modo en que siempre la ha visto desde el principio, más allá de su fachada. Amén de que siente esa chispa inicial hacia Emma desde el principio. Dándole aún más sentido al título. Y por eso, se da cuenta de la importancia que tiene la salud mental en nuestras vidas. De ahí que detecte desde el principio que necesita alejarse y tener unas vacaciones del mundo. Donde se conozca y se reubique... antes de que sea demasiado tarde.
Junto a ello, el modo en que vive, viaja y su profesión e interés en el sur es que, se deja llevar. No se preocupa y acepta lo que la vida le va presentando, para adaptarse a las circunstancias, sean o no sorprendentes. Y por eso, aunque parece despreocupado y un poco caótico, la realidad es que también hay orden dentro de ese modo de vida. Amén de que también le da una cura de humildad necesaria a la pobre Emma, que lo necesitaba.
Son él y Kuya quienes convierten el viaje "sin pensar" a Indonesia en una experiencia del todo inolvidable y que le cambia la vida. Principalmente porque le abre los ojos hacia otras realidades que desconocía y sobre todo, al agitarle su escala de valores y férreas convicciones, provoca que vuelva a refugiarse en el miedo amparada en la seguridad y el confort de su vida cotidiana antes del mismo.
Y son los dos quienes demuestran y confirman que, contra el amor no se puede luchar. Porque aparece dónde, cuándo y con quién menos lo esperamos. Esa sí que será una batalla perdida de antemano, porque, cuanto más tratemos de oponernos, la caída de la venda de los ojos será más estruendosa.
Y que los polos opuestos se atraen, sí. Porque las relaciones sexuales son muy importantes sí, pero pueden derivar en algo de un cariz bien diferente. Pero que ese interés más o menos inicial, si no hay compromiso idéntico por ambas partes, puede perderse y acabarse.
Pero, para concluir, al final lo que este par también demuestra es que al final tenemos que rodearnos de aquellas personas que siempre saquen la mejor versión de nosotros mismos. O dicho de otro modo, aquellas que nos devuelvan la chispa a nuestras vidas. Incluyendo ahí el hecho de que sepamos distinguir que la fortaleza no tiene por qué ir asociada a un físico imponente, sino que la mental es, al final, la que cuenta.
Por eso, la última cosa que conviene que tengamos en cuenta es que sí, todas las decisiones hay que tomarse con calma y cautela, sabiendo escuchar y ver los pros y los contra. Aunque también, de cuando en cuando conviene dejar los estímulos atrás, ser egoístas y ponernos en primer lugar a nosotros mismos y saber que en ocasiones, conviene más no quedarse con la espinita clavada y preguntarse qué hubiera pasado si... en lugar de vivir con el arrepentimiento continuo y el runrún de no haberlo hecho.
Una novela breve y chispeante, para concluir, que a mí personalmente me ha gustado muchísimo.
¡Muchas gracias por el envío del ejemplar!
¡Nos leemos pronto!
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